Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis C. Oliveros B.
(CV)
Economista
luis_cesar_13@yahoo.com
El presupuesto público es el instrumento básico de política económica de cualquier gobierno. En él se realiza el diagnóstico de cuanto serán los ingresos y gastos públicos, siendo el punto de partida para la coordinación de las políticas macroeconómicas. Una adecuada planificación del presupuesto engloba un conjunto de premisas, las cuales deben ser el mejor estimado posible, de las principales variables que afectan el comportamiento de los componentes del presupuesto. En fin, pareciera que presupuestar es casi un arte. Y como todos sabemos, en nuestro país, este arte no se ha practicado de una buena forma.
La Espada de Damocles que nos representa la dependencia del petróleo, junto con la irresponsable manera de cubrir gasto corriente, en contra de la inversión, hacen que la formulación del presupuesto sea complicada.
Siempre hemos oído hablar que lo importante que es diversificar la fuente de ingresos, instrumentando impuestos, etc...Pero, ¿quien siente estímulos en pagar impuestos, cuando vemos noticias como que el índice de morosidad de nuestro fabuloso Banco del Pueblo alcanza el 38%, o sea Bs. 1.943MM, o nos acercamos a un hospital público en busca de atención?, y otro error es pretender establecer altas tasas para compensar caídas en las recaudaciones.
Del lado de los gastos, creo que la experiencia es bien conocida, proyectos cortoplacistas, sin ningún interés en realizar proyectos de inversión a largo plazo, que incentivan empleo y crecimiento, tratando de involucrar al sector privado.
A pesar de que todo lo antes comentado, y de la experiencia de ya 4 años haciendo presupuesto, la realidad bolivariana es que la asignación del presupuesto para el año 2004 rondará los Bs. 50BB, con un estimado de precio petrolero entre 18$ y 20$, un tipo de cambio promedio entre Bs. 1.900 y 2.100. Reto a alguien en este país a que me explique el porqué el tipo de cambio promedio rondará Bs. 2.100, cuando actualmente supera fácilmente los Bs. 2.500, ¿será que el control de cambios (creado por “solo 6 meses”, como dijo el experto Beherns.) estará también todo el año 2004?, pareciera la única respuesta posible a tan infame premisa.
Si bien es cierto que la recuperación de la producción petrolera, los altos precios del petróleo y el control de cambios ampliarán por un tiempo los grados de libertad , el espacio de maniobra es limitado y la fragilidad fiscal se mantendrá en todo el 2004. Las reformas fiscales parecen más imprescindibles que nunca, nuestras finanzas públicas muestran una debilidad estructural muy grande, y para colmo nuestro presidente en plena campaña electoral, ha decidido incrementos de sueldos (que representan 4% del PIB) que comprometen aún más la situación. Es claro que la pérdida del apoyo popular está colocando presión en el gobierno para gastar más, lo cual pospondrá las decisiones de inversión, tanto públicas (desvío de recursos al gasto corriente) como privadas (empeoramiento de la situación económica).
En fin, otro tema económico en el cual la Revolución Bonita vuelve a reprobar.