Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Venezuela

       

 

Desmonetización, Bancarización y los Sistemas de Pagos en Venezuela

Enrique R. González Porras (CV) 
enriquergp@yahoo.es
 

Este artículo está alojado en el 
"Observatorio de la Economía Latinoamericana" 
en www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/

 

La demanda de dinero en Venezuela concebida como la liquidez monetaria utilizada para enfrentar las transacciones que realizan todos los agentes económicos se ha venido reduciendo de forma sistemática. 

Lo anterior se evidencia en el proceso de desmonetización o la relación entre la oferta y demanda monetaria (como identidad contable) y los niveles de transacciones realizadas en la economía nacional caracterizada por medio del nivel de PIB.

Aún cuando el mercado de dinero se ha venido constriñendo en Venezuela en términos reales, así como, con relación al nivel de actividad económica, alguna recomposición entre los distintos instrumentos pasivos concebidos como instrumentos de pago, incluyendo a los créditos por tarjeta de crédito puede observarse (tarjeta de crédito como medio de pago, leer Joseph Salerno, 1987).

Desde junio de 1999 hasta junio de 2002, el instrumento de pago que más creció resultó ser billetes y monedas. La tasa de crecimiento reportada durante el periodo en cuestión para los billetes y monedas ascendió a 70,80%.

A pesar de este significativo incremento, la inflación acumulada entre junio de 1999 y junio de 2002 resultó 72,46%, lo que determinó que tanto billetes y monedas, como los demás componentes de la liquidez monetaria presentaran un crecimiento real negativo.



Es así como el componente de la liquidez monetaria que esta ganando participación de forma sistemática lo representa billetes y monedas. 



El nivel de créditos por tarjeta de crédito presentó un crecimiento acumulado durante junio de 1999 y junio de 2002 de 44,47%, superior al crecimiento de los depósitos a la vista y los depósitos de ahorro, que conjuntamente incrementaron su nivel en 33,75%.


Las cifras anteriores nos muestran que el sistema financiero está perdiendo participación con sus instrumentos pasivos en la composición de la liquidez monetaria, sin embargo, las tarjetas de créditos han incrementado su nivel por encima del promedio de la liquidez monetaria que creció en 43,99%.

Este comportamiento reportado tanto por los componentes de la liquidez monetaria, como por los créditos por tarjeta de crédito, implican que tanto los mayores requerimientos de dinero por razones inflacionarias, así como transaccionales en términos reales están siendo cubiertas principalmente por billetes y monedas (en términos marginales o incrementales). Es de esta manera, que nuestra economía se sume más en una economía subterránea que principalmente no pasa por los instrumentos de captaciones, de créditos y de pagos ofrecidos por el sistema financiero formal.



De hecho la relación entre el número de depositantes como participación de la población total en Venezuela, ha presentado un desempeño decreciente durante los últimos años. Esto aunado al hecho que el nivel de los créditos por tarjeta de crédito se haya incrementado, podría constituir una oportunidad para crear productos e instrumentos con un gran potencial de mercado no solo en la economía subterránea, sino en proveer sistemas de pagos y financiamiento ante el descalce creciente en economías inflacionarias entre los ingresos y los pagos recurrentes en que incurren los hogares o familias (así como uno que otro microempresario).


El último punto relacionado con el descalce entre el periodo y monto de los ingresos familiares, y los periodos y montos de los desembolsos realizados, puede estar consiguiendo en las tarjetas de crédito una solución como sistema de pago y de financiamiento. Es de esperarse que mientras mayor sea la inflación, el nivel o monto de los descalces entre ingresos y pagos o transacciones recurrentes tienda a incrementarse. Esta puede ser una de las razones por las que el crecimiento de los créditos de tarjeta de crédito se han incrementado de forma más significativo que el resto de los sistemas de pagos o de demanda de dinero (salvo billetes y monedas). Efectivamente, si bien una coyuntura de repunte inflacionario puede impulsar la utilización de las tarjetas de crédito, también incrementará su riesgo como operación activa.

Finalmente, un hecho notable en Venezuela, que puede o pudo presionar hacia un incremento de la preferencia y utilización de las tarjetas de crédito, fue la decisión tomada por el Consejo Bancario Nacional, así como por la Asociación Bancaria Nacional a finales del año 2000, de no conformar cheques emitidos por montos inferiores a 20.000 Bs.

Este hecho es significativo toda vez que la preferencia del cheque como medio de pago por parte de los clientes y/o usuarios era sigue y sigue siendo importante.

Es así como, tanto el crecimiento relativo y absoluto de sistema de pago característico de la economía subterránea y el incremento de la utilización de las tarjetas de crédito como sistema de pago y de financiamiento representan una oportunidad de negocio para el sistema bancario nacional.


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