Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Domingo Sifontes (CV)
Para nadie es un secreto que la existencia del sistema legal es indispensable para el buen funcionamiento del mercado, esto se traduce en la existencia de derechos de propiedad bien definidos, debido principalmente a que la eficiencia en el intercambio no se dio hasta que los contratos pudieron ser libremente negociados y efectivamente cumplidos por medio de reformas legales.
Un sistema legal bien definido, es sinónimo de reglas claras, lo que se traduce en confianza para los agentes económicos, principalmente para los inversionistas que podrán realizar sus actividades, debido a la seguridad que le garantiza el marco legal del país donde se desee invertir. Es por ello que el tema de la reforma judicial ha cobrado mucho interés en los últimos años: SE NECESITA UN PODER JUDICIAL EFICIENTE PARA QUE LOS MERCADOS FUNCIONEN MEJOR.
La evidencia empírica logra demostrar que los sistemas judiciales influyen positivamente en el crecimiento económico y a su vez las instituciones mejoran el desempeño económico y no en vano indicadores como el cumplimiento de la ley y un buen sistema legal influyen sobre el crecimiento económico, principalmente porque mejoran la calidad de las instituciones, generando así credibilidad y confianza.
La idea no es sólo que existan normas, sino que
se hagan cumplir, que el sistema legal y judicial funcionen de manera
eficiente disminuyendo costos de transacción . En este sentido, es importante
tomar en cuenta que mientras el sistema judicial no se reforme difícilmente
podremos hacer de nuestras instituciones entes creíbles y confiables, porque
absolutamente nadie querrá invertir en un país donde no estén garantizados los
derechos de propiedad, donde las leyes no se cumplen, donde la ley del caribe
y la fuerza dirigen la actividad económica y política, donde las multas no se
pagan y la gente invade terrenos porque sencillamente están vacíos.