Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis Oliveros
luis_cesar_13@yahoo.com
Ya le quedan pocos días a este “moribundo” año 2007, y que mejor tema para
conversar que uno que estará de moda en las primeras semanas del venidero 2008,
y ese tema no es otro que la Reconversión Monetaria.
Como sabemos la reconversión monetaria se instrumentará a partir del 1º de enero de 2008, según lo contemplado en el Decreto 38617, del 1 de febrero del 2007. Esta operación consiste en eliminar un número específico de ceros al dinero y llevar a esa nueva escala monetaria todo aquello que se exprese en moneda nacional. Abarca todos los importes: precios de los bienes y servicios que se venden en el país, sueldos y salarios, ahorros, pensiones, deudas, alquileres y demás compromisos de pago, tipo de cambio e impuestos.
Oliveros, L.: "Cambiando la Moneda" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 103, octubre 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
Es por esto que a partir del 1° de enero del 2008 entra en circulación el Bolívar Fuerte, que significará quitarle tres ceros a los bolívares actuales, por ejemplo algo que actualmente cuesta Bolívares 5.000, pasará a costar Bolívares Fuertes 5. Con esto se busca facilitar la contabilidad, agilizar los pagos, fortalecer la moneda y tratar de disminuir el impulso inflacionario. Lo cierto es que la reconversión monetaria ha sido vendida como una suerte de panacea, de punto de inflexión para la mayoría de los problemas del país, y es que a partir de la puesta en práctica de esta reconversión la inflación descenderá, el crecimiento económico se potenciará y tendremos un mejor país…¿es realmente factible todo esto?, ¿con solo implementar una reconversión monetaria la mayoría de los problemas económicos se acabarán?, todos sabemos que eso está bien lejos de la realidad.
Empecemos viendo que se anunció el bolívar fuerte hace casi 11 meses, y en este año vamos encaminados a tener una inflación de más del 205, lo que se traduce en que ya el bolívar fuerte nace con un 20% menos de su capacidad adquisitiva de bienes y servicios. Y algo paradójico ha ocurrido y es que a tres meses de su implementación, y en parte gracias a las mismas políticas del gobierno, Venezuela ha sido testigo de una aceleración inflacionaria, donde el 4.4% de incremento de precios de noviembre es un golpe muy duro a las intenciones de fortalecer la moneda con el Bolívar Fuerte. Para que tengamos una idea varios países de la región, no estoy hablando del primer mundo, de Suramérica y el caribe, exhibirán una inflación anual cercana a la que tuvimos los venezolanos en noviembre de este año.
Ahora bien vender la idea de que la reconversión disminuirá ella sola la inflación parece más un cuento de hadas que algo cercano a la realidad. Debemos estar claros que la inflación tiene varias causas, y varias de ellas se generan por la implementación de malas políticas económicas por parte del gobierno de turno. Por esto parece absurdo y hasta estúpido pensar que los cuellos de botella en la oferta nacional (controles de precios desfasados que generan escasez), o que los incrementos en los costos de los bienes y servicios, o que el aumento abismal que hemos visto en la demanda de bienes se van a arreglar con la sola implementación de una nueva moneda. Otro ejemplo de desacertadas políticas públicas es la implementación del Impuesto a las Transacciones Financieras a dos meses de la entrada en circulación de la nueva moneda, ¿una nueva moneda va a impedir que su abultada alícuota no tenga incidencia en los precios?, ¿quitarle 3 ceros a los precios va a compensar el impuesto?, lógicamente no.
Es realmente necesario entender que si la reconversión no viene enmarcada en un conjunto de medidas económicas que permitan verle las bondades, este plan estará condenado irremediablemente al fracaso.