Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis Oliveros
luis_cesar_13@yahoo.com
Recientemente se ha puesto de moda en el mundo el tema de la responsabilidad
social que tienen las empresas, y esto no abarca únicamente a la que se les
presenta implícitamente por emplear personal o pagar impuestos, tiene que ver
con la contribución que hagan en temas éticos, de contaminación, de derechos
humanos, etc. Lo cierto es que cada día y con mucha fuerza en los países
desarrollados la sociedad le exige responsabilidad social a las corporaciones,
mientras que en nuestra región el tema está apenas en pañales.
Oliveros, L.: "Tremendos empresarios" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 104, octubre 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
El Dr. Bernardo Kliksberg ha escrito hace algunos días un artículo acerca de todo esto y se basa en estudios del New York Times y de la compañía McKinsey, en los cuales se esboza claramente las preocupaciones de los consumidores, los beneficios de que las empresas entiendan su rol social, y como en varios países desarrollados presionan, tanto las mismas empresas como la comunidad en general para conseguir un protagonismo mas dinámico de las compañías dentro de las comunidades. Un ejemplo interesante lo representa el fondo de inversiones (que se alimenta de los excedentes petroleros) que tiene Noruega, el cual ronda los 300.000 millones de dólares. Este fondo recientemente sacó un listado de empresas que o no tenían claras políticas éticas, o estaban inmersas en problemas por violaciones a los derechos humanos, o daños ambientales, o acusaciones de corrupción entre otras, y decidió retirar sus fondos de más de 20 empresas internacionales que estaban en esa lista. Esta acción fue aplaudida de manera unánime en todo el mundo.
Según estos estudios, la sociedad espera que sus empresas tengan políticas éticas para su personal, relaciones honestas con los consumidores, instauren dentro el gobierno corporativo y este sea bien aplicado, clara posición sobre el medio ambiente y esta posición esté respaldada por sólidas políticas, que se involucren en los problemas de la comunidad donde se desenvuelven y aporten no solo dinero sino conocimiento para ayudar a solucionar problemas y que establezcan alianzas estratégicas con el estado y la sociedad civil. Y lo más importante es que los estudios fueron realizados en países capitalistas y socialistas y las exigencias coincidieron en ambos casos, lo que habla que las necesidades de una comunidad no distinguen en mucho, a pesar de la ideología del gobernante de turno.
Cuando analizamos todas esas exigencias y las comparamos con lo que ocurre en nuestro país, nos damos cuenta que la mayoría de los empresarios venezolanos (como un excelente profesor los llama “empresaurios”) no tienen ni la más mínima idea de que significa esto ni tienen la menor preocupación de emprender algún tipo de medida para mejorar esa situación. Es importante que estos “empresaurios” venezolanos entiendan los beneficios de asumir responsabilidades sociales, y tomen de una buena vez la iniciativa y cumplen con sus deberes antes que la comunidad fortalezca su capacidad de exigirles sus derechos. Además deben estar concientes que esto generará mayores beneficios tanto para la empresa, la cual vera como mejora la percepción que tendrán de ella los consumidores y fortalecerá sus valores éticos, como para la comunidad que tendrán mayor calidad en los bienes y servicios que el ofrecen.
En países como el nuestro donde si bien es cierto que vivimos una favorable situación macroeconómica, aún las brechas sociales son grandes, desempleo, pobreza, inseguridad, etc, son algunos de los males que nos aquejan, por lo que un mayor compromiso de las empresas debe ser asumido como una prioridad y no algo pasajero y carente de importancia.