Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis Oliveros
luis_cesar_13@yahoo.com
Existe una expresión muy criolla que dice “que el miedo es libre”, y tal vez
esta sea la mejor forma de explicar el porque la totalidad de las bolsas a nivel
mundial han estado experimentado fuertes caídas en sus cotizaciones en las
últimas semanas. Como todos sabemos la noticia que actualmente acapara el
interés mundial tiene que ver con la posibilidad de que los Estados Unidos
caigan en una recesión, todos los centros financieros globales están a la
expectativa por ver si la mayor economía mundial tendrá un descenso en su PIB,
una desaceleración, o simplemente un pequeño bajón para luego arrancar con más
fuerza. Por ejemplo la prestigiosa revista The Economist destaca en sus últimos
números que el número de artículos que usan la palabra recesión está creciendo,
como lo hizo, cuando estas sucedieron en 1981, 1990 y 2001, y también de acuerdo
con la misma revista, seis de cada diez americanos creen que la economía ya está
en esa situación. Debido a esto los inversionistas a nivel mundial muestran
preocupación de que la desaceleración o la recesión se extiendan al resto del
mundo y con ello se de inicio a un período de turbulencia financiera. Ante tales
perspectivas parece pertinente preguntarnos, cuales serían los efectos que
tendría esto sobre nuestro país o más específicamente como nos afectaría como
personas.
Oliveros, L.: "Impacto de la Recesión de los USA" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 104, octubre 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
En primer lugar debemos recordar que nos desenvolvemos en una mundo global, donde todas las economías y mercados financieros están estrechamente interconectados y en esta economía global la economía norteamericana continúa siendo la economía líder, representado aproximadamente más del 25% del PIB del mundo, así que cuando ocurre un riesgo de recesión en Estados Unidos este es un tema relevante para el resto del mundo. Para que tengamos una idea Estados Unidos consume cerca del 28% del petróleo mundial y el 50% de la gasolina, y es en este aspecto donde una posible recesión americana golpearía con más fuerza a nuestro país, y es que adicional a la importancia de los EE.UU. en el mercado petrolero, está el hecho que este país representa el principal receptor de nuestras exportaciones de hidrocarburos. Es indudable que una economía americana más débil tendría un impacto negativo en el precio del petróleo, aun cuando la India, Europa y China (la cual por cierto está siendo afectada por el invierno más terrible de los últimos 100 años) estén creciendo y sigan demandando petróleo. Estamos claros que el actual nivel del precio del barril de petróleo nos permite cierta tranquilidad, pero en economías que no tengan en orden sus finanzas públicas y se hayan acostumbrado a estas exorbitantes cotizaciones, la materialización de la recesión americana y su consecuente caída en el precio petrolero podrían traer problemas fiscales.
Adicionalmente al mercado petrolero, esta recesión nos trae otros dos problemas financieros como país, el primero es que al golpear los precios de la deuda de los países emergentes, incrementa nuestro riesgo país, y segundo hace más difícil (por la turbulencia financiera) y costoso (aumento de nuestro riego país) salir con emisiones de deuda (sea en cualquier moneda).
Por otra parte podríamos pensar que ante las consecutivas caídas en los principales índices bursátiles norteamericanos (por ejemplo en lo que va de año el Dow Jones ha caído un 9%, el Nasdaq un 13% y el S&P 500 un 10%), las bolsas de la región pudieran ser receptoras de capitales de aquel país tratando de refugiarse y buscando rendimientos interesantes. Sin embargo nuestro pequeño y nada desarrollado mercado de capitales no pareciera ser el más atractivo. Prueba de esto lo representa la Bolsa de Valores de Caracas, la cual cayó en un 27% el año 2007 y este año ya va cercana al 7% de caída en apenas mes y unos días.
También es importante hacer notar que esta posible recesión trae consigo disminuciones de precios en un conjunto de activos en la economía norteamericana que para personas con significativos excedentes en divisas y deseosos de oportunidades de inversión, podrían representar muy buenas oportunidades. Precios de acciones en la bolsa, inmuebles, etc. representan solo una parte de la amplia gama de posibilidades en una economía que si bien es cierto estaría en recesión, también es cierto nadie duda que seguirá siendo por varios años más el principal motor de la economía mundial.
Para los venezolanos la palabra recesión es bastante conocida y dolorosa, pero que ese débil crecimiento económico y desempleo que conllevan esa expresión lo padezca la mayor economía mundial, es algo muy diferente y por lo tanto nos invita a que debemos estar muy atentos tanto como país por sus implicaciones en el mercado petrolero internacional, como por nosotros mismos ante el surgimiento de oportunidades de negocio. De todas formas hacemos votos porque no ocurra una recesión, o que esta sea muy leve y pasajera, porque estos episodios siempre traen mayores problemas sociales y hacen crecer las desigualdades.