Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis Oliveros
luis_cesar_13@yahoo.com
La semana pasada nuevamente nuestro país realizó una emisión de deuda (el
llamado Venezolano I), pero esta tomó ribetes realmente extraños y hasta
complicados. Fuimos testigos desde cambios imprevistos en la metodología de
cálculos en los cupones de interés de títulos financieros ya emitidos, hasta una
reducción abismal en el número de personas que asistieron a la colocación,
pasando por un sistema de asignación bastante extraño y desinformación sobre los
inversionistas que ante los malos resultados querían salirse de la emisión.
Oliveros, L.: "Emisión de deuda extraña" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 103, octubre 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
El primer punto controversial fue el cuando el famoso martes 13, y luego de cerrada la emisión, se anunció sorpresivamente la reducción de las tasas de interés iniciales para los primeros cupones de los dos Vebonos. Fue así como la tasa para el Vebono que vence en 2014 de 11.98% bajó a 11,54% (disminución de 0.44%), y para el Vebono que vence en 2015, la tasa quedó en 9,70% en vez de 11,54% (disminución de 1.84%) como se había anunciado al inicio. Estas caídas de cupones trajeron sus correspondientes caídas en los precios de ambos títulos, lo que influyó en un aumento en la tasa implícita de la operación. Esta experiencia es única a nivel mundial y como siempre al final salió perjudicado el comprador.
Como sabemos se volvió al esquema de subastas, pero increíblemente se establecieron rangos de precios, y cada persona pagó el precio que colocó, estableciendo implícitamente una suerte de tipos de cambios múltiples. Adicionalmente las personas que colocaron un precio elevado para asegurarse algún monto, se les “castigo” con un tipo de cambio implícito superior. En resumen a los que ofertaron entre 122% y 124,99%, se les asignó el 20%, a los que ofertaron entre 125% y 135,99%, se les asignó 35%, y a partir de 136% todo, pero a los precios que colocaron, este método constituye otra novedad a nivel mundial, la cual tampoco estaba prevista en la oferta. La lógica indicaba una colocación a un precio único o a determinados precios, pero al colocar rangos pareciera que el Ministerio de cierta forma reconoce que el valor del dólar está muy por encima del Bs. 2.150/USD. Este procedimiento de cambios múltiples ha llevado a muchas personas a pensar en un posible sistema de cambios múltiples para el año que viene, parecido al que tuvimos con RECADI.
Por otra parte llama poderosamente la atención que en esta emisión se recibieron un total de 62.290 solicitudes, cuando en las emisiones pasadas eso apenas representaba un pequeña fracción (para que tengan una idea, en los bonos del sur las solicitudes oscilaban en cifras cercanas a las 500.000), lo que podría significar un retroceso en el objetivo del Ministerio de masificar el mercado de capitales venezolano e involucrar al pueblo en estas emisiones, además que sean usadas como una fuente de ahorro. ¿ a que se debió ese retroceso?, ¿al pueblo no le gustó esta emisión?, ¿no la entendió?, ¿no era atractiva?, ¿o hubo otros factores?.
Lo cierto es que nuevamente veremos a las personas salir velozmente de los títulos venezolanos, los cuales siguen teniendo el riesgo país más elevado de la región (nivel superior a 4%) y al final vuelve a quedar la enseñanza de que las personas que se meten en estas emisiones lo hacen con el único propósito de obtener dólares a una tasa menor y de una manera más rápida, no nos engañemos con que tienen apetito por deuda criolla, el apetito es por los verdes.