Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis Oliveros
luis_cesar_13@yahoo.com
No importa si usted es rojo rojito y jura que la revolución bolivariana es lo
mejor no solo para Venezuela sino para el resto del mundo, y si por el contrario
es uno mas en la nomina (por cierto cada vez mayor) de la CIA, pero lo cierto es
que con toda seguridad usted ha escuchado o usado una expresión como “viveza
criolla”, la cual en mi criterio es realmente patética y triste.
Por viveza criolla podríamos definir esa “preciosa” capacidad que tenemos los venezolanos para improvisar en situaciones incomodas (como por ejemplo colas para entrar a un sitio, tratar de adelantarse en el trafico, negociando la compra de un bien, etc.), comportamientos alejadas totalmente a las reglas o leyes establecidas, pero que nos llenan de orgullo.
Oliveros, L.: "¿Por qué tenemos que ser así los venezolanos?" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 103, octubre 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
Un claro ejemplo de esa maravillosa viveza criolla lo constituye la manera de desenvolverse de una gran parte de los caraqueños en el tráfico. En primer lugar tenemos el uso que se le da al hombrillo en las autopistas. Este canal esta diseñado para emergencias, para accidentados, etc., pero en nuestra capital es usado a una mayor velocidad que el reglamentario canal rápido. Adicionalmente las personas que usan este “nuevo canal rápido” en vías como la cota mil y la autopista hacia la Trinidad son en gran parte culpables de las enormes colas que allí se forman (pasen un día cuando la policía esta cuidando el hombrillo y uno cuando la policía no este y se darán cuenta del enorme cambio), en virtud a que crean los famosos cuellos de botella que se hacen para entrar a túneles y cuando la vía cambia de cuatro (y con el uso del hombrillo de 5) a tres canales. ¿Por qué meterse por el hombrillo si con eso genero trafico?, ¿por que colearme en una cola agarrando el hombrillo cuando los otros llegaron primero que yo y tienen el mismo derecho a llegar a sus casas?, para esas preguntas solo cabe una sola respuesta: nuestra famosa viveza criolla.
Por otra parte tenemos a los llamados profesionales del volante, los cuales con la excusa de estar apurados para poder hacer varias carreras en el día porque de eso viven, no respetan ningún tipo de señal de transito, le lanzan los carros a los otros conductores o simplemente se colean en las colas. Y no debemos olvidar a los motorizados, los cuales hace unos años y con mucha lógica no podían transitar por la autopista, pero que ahora hacen literalmente los que les da la gana en todas las vías de la capital, sin que nadie haga nada al respecto. ¿Qué mas demostración de la aplicación de nuestra viveza criolla que el comportamiento de la mayoría de los caraqueños en el trafico diario?, ¿se imaginan un programa de televisión donde se muestre estas cosas y al mismo tiempo a la policía multando a estos “vivos”?. Y algo que siempre nos preguntamos, ¿Por qué cuando viajamos manejamos tan bien en esos países, respetando todas las señales, no acelerando cuando el semáforo cambia a amarillo ni usamos el hombrillo, ni le lanzamos el carro a los demás ni buscamos pelea en la calle. La respuesta es sencilla: porque sabemos que nos van a multar, que nos están filmando, que seguro nos vera un oficial de transito (con el cual por cierto no podremos usar nuestra viveza criolla para irnos del sitio a toda velocidad o sobornar para que no nos ponga una boleta), y nos penalizara con una multa bastante costosa. Entonces, ¿Por qué no empezar a multar a los conductores “mala conducta”?. Para que tengan una idea de lo lucrativo que son las multas por transito, en varios estados de los Estados Unidos este concepto constituye la principal fuente de ingresos que tiene el estado, muy por encima de los impuestos.
Obviamente el trafico no representa el único ejemplo de nuestra triste viveza criolla, también tenemos a nuestros grandiosos “empresauros” y su extraña formación de precios (altos márgenes de ganancia y cero inversión), en nuestras declaraciones de siniestros ante los seguros, la existencia de los intermediarios para cualquier tramite publico (¿quien no ha pagado a un individuo de estos?), la innata capacidad de muchos de colearse en una fila (para comprar entradas o entrar a algún establecimiento o espectáculo), o tal vez algo tan lamentable como aupar la piratería al adquirir libros, CD o DVD piratas (los cuales por cierto se venden en sitios abiertamente públicos y de fácil acceso y ninguna autoridad policial hace algo al respecto)
Estamos claros que tenemos un gran país, con unas enormes potencialidades, pero ¿tenemos la suficiente conciencia ciudadana para merecer semejante país?, yo creo que no, y tal vez eso tenga algo de peso a la hora de explicar porque nuestro país esta como esta.