Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis C. Oliveros B.
(CV)
Economista
luis_cesar_13 en yahoo.com
Según la teoría económica
tradicional, en la gran mayoría de los casos que se implementan
controles de precios estos no traen efectos positivos, sino por
el contrario distorsionan el comportamiento de la economía y al
final traen consecuencias negativas.
Debemos tener presente que el
precio es una fuente de información, tanto para compradores como
para vendedores, y si un ente externo al mercado (ejemplo un
gobierno) fija un precio sin tener en cuenta la posición de ambos
lados, puede llegar a perjudicar a uno o a ambos. Recordemos que en
la fijación de precios los costos representan una parte muy
importante y también el margen de ganancia del vendedor (nadie
querrá vender o producir algo sin obtener ganancia), por lo
que si al fijar el precio inferior a los costos o no que permita un
adecuado margen de ganancia, los productores dejarán de producir ese
bien o los vendedores dejarán de vender ese bien, y por lo tanto la
oferta de ese producto caerá, trayendo escasez o un mercado paralelo
de ese bien a un precio mas elevado que no genere tributos fiscales.
Oliveros B., Luis C. : "¿Controles de Precios efectivos?" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 81, junio 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
Debido a estos problemas una verdadera competencia se convierte siempre en la mejor fijadora de precios. En ella se supone que entre una cantidad de vendedores, el comprador tendrá suficiente información y oferta de bienes y servicios y podrá escoger el de mejor calidad y precio.
Un ejemplo de esto lo podría
representar el reciente anuncio de control de precios en los
servicios médicos privados. Si bien es cierto que en nuestro
país muy pocas personas piensan que las clínicas privadas exhiben
precios razonables, para nadie es un secreto que la población que se
dirige a estos centros privados, acude en parte debido a la baja
calidad de los servicios médicos públicos. Ante esta situación, uno
podría pensar que en vez de implementar un control de precios que
puede conllevar en el corto o mediano plazo al cierre de varios
centros asistenciales, ¿por qué no mejorar y ampliar la red de
hospitales públicos y que estos compitan con los “abusadores” de la
salud privada?¿Por qué no aprovechar esa matriz de opinión que se ha
creado en torno a lo costoso de los servicios médicos privados y
obligarlos a competir con grandes y buenos hospitales, manejados
eficientemente y con médicos y personal de enfermería de primera
línea?. Ante tal competencia y viendo que pacientes y hasta personal
de sus empresas migran a estos hospitales, las clínicas deberán
adecuarse al nuevo mercado. Eso representaría una auténtica decisión
revolucionaria, trayendo prosperidad a toda la población e
incrementándoles el nivel de vida, sin entorpecer ni generar el
cierre de empresas. Ahora bien, pongamos los pies sobre la tierra y
pensemos en la probabilidad que esto ocurra…..