Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis Oliveros
Luis_cesar_13@yahoo.com
Hasta la década de los setenta y en algunos casos hasta los ochenta, muchos países de América Latina fueron el destino final de una gran cantidad de inmigrantes, es así como países como Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y por supuesto nuestra Venezuela, atrajeron a millones de europeos, árabes y asiáticos. Las razones eran muy diversas, y abarcaban desde condiciones climatológicas mucho más placenteras que las de sus países de origen, hasta por supuesto las Guerras Mundiales, las famosas intolerancias raciales o religiosas y también las oportunidades económicas que presentaban estos países para desarrollar empresas con relativamente poco capital y poca competencia. Lo cierto es que estos inmigrantes favorecieron muchísimo la actividad económica de estos países y por lo tanto fueron y son en la actualidad parte importante de su desarrollo.
Debemos tener presente que la migración no es un fenómeno nuevo, sino que ha estado presente desde que existe la humanidad , y es reconocido como un valioso instrumento de transmisión de ideas, costumbres, intercambio tecnológico, artístico y culinario, lamentablemente en la actualidad nuestros países suramericanos sufren una fuerte reversión de la tendencia de siglos pasados, y de todos los países es relevante el caso de Venezuela que ha pasado de ser un país de inmigración a país de alta emigración y, junto con Colombia, es, hoy en día, el país con más elevada “fuga de cerebros” del continente.
Oliveros, L. : "Plan B" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 90, enero 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/
Debemos recordar que por espacio de casi 50 años (período que se rompió hasta mediados de los setenta) nuestro país fue uno de los principales países en resultados económicos, presentando niveles muy bajos de inflación, con una moneda bastante estable y excelente disciplina fiscal y monetaria, lo que nos convertía en un destino ideal (además de que los índices delictivos eran casi nulos), para los inmigrantes y al mismo tiempo el venezolano no tenía ningún incentivo para abandonar su país, sin embargo en la última década se ha dado un fenómeno que se ha caracterizado por la reversión de esa tendencia, y nos encontramos con que cada día son más los que optan por marcharse. Ahora bien, ¿Por qué el venezolano ha empezado a emigrar?, pareciera que la respuesta la podemos no solamente en la pérdida de esa famosa y prolongada estabilidad económica de la cual disfrutó nuestro país, sino también podríamos agregar empleos mal remunerados y condiciones de trabajo deplorables, el auge delictivo y el tema político.
Sea hacia el odiado Imperio, Centroamérica, Europa o Australia, una gran cantidad de venezolanos están estableciendo sus hogares fuera de Venezuela, buscando mayor estabilidad desde todo punto de vista (llámese política, económica y hasta jurídica) y por supuesto seguridad personal. Alguien dijo una vez que el hombre debe buscar los recursos necesarios para vivir, y por lo tanto para conseguir la satisfacción de sus necesidades personales y las de su familia, por lo que es obvio que un país que no es capaz de brindarles las mínimas condiciones a su querido “pueblo”, experimentará una dolorosa fuga de cerebros y por ende de capitales (tengamos presente que el inmigrante se lleva capital para emprender nuevos horizontes en otros países, por lo tanto se los lleva de su país de origen), donde ambas tendrán consecuencias negativas para el país. Son evidentes los cambios revolucionarios que se han dado en nuestro continente y en nuestro país en la última década, y gracias a ellos es que cada día más y más profesionales, jóvenes y empresarios empiezan a pensar en un Plan B.