Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Luis C. Oliveros B. (CV)
Economista
luis_cesar_13 en yahoo.com
Todo el mundo reconoce, y en especial los venezolanos, que el mercado petrolero internacional es muy volátil, para cualquier experto en la materia resulta muy difícil realizar predicciones con alto grado de acierto, acerca del comportamiento que este seguirá en el mediano y largo plazo. Esta alta volatilidad está ligada estrechamente al bien que en el se comercializa, el cual se ha convertido en un factor determinante del bienestar, y del poder internacional de los países. En la medida que las economías dependan de la energía y que el petróleo aporte mucho más del 30% de la energía total consumida y el 90% de la utilizada en transportes, podemos entender que todo lo que este cerca del petróleo estará presionando la dinámica geopolítica y geoestratégica de nuestro Planeta.
Por esta razón, los países que no cuentan con suficientes reservas petroleras, buscan asegurar el suministro. EE.UU. es el ejemplo más categórico, ya que al consumir el 25% del petróleo y el 45% de las gasolinas a nivel mundial, sus intenciones de preocuparse por los asuntos políticos de Irak, Kuwait, Qatar y por supuesto de Arabia Saudita, no parecen ser simples coincidencias. Debido a esto, se puede afirmar que los EE.UU. controlan a gran parte de los países que conforman la OPEP (¿será esta una parte de la explicación de los altos precios petroleros?), con las excepciones de Irán y Venezuela. Ante tal panorama, pareciera que en el futuro, el mercado norteamericano estará sumamente competido, en donde nuestro país podría sufrir descensos en sus ventas.
En días pasados, se originó un debate acerca de la conveniencia de diversificar las ventas de petróleo, buscando otros horizontes. La idea principal de esto, habla de disminuir nuestros envíos a los EE.UU., y mandarlos para China. Si obviamos todo el tema político que puede conllevar esta acción, y nos concentramos en el plano económico - estratégico, se llega a la conclusión que tal idea no es tan descabellada, ni representaría una pérdida para nuestro país.
Recordemos que los planes de la Internacionalización de PDVSA en la década de los ochenta, se basaban en "asegurar nichos de mercado, en escenarios futuros de alta competencia, buscando colocar nuestros crudos pesados", donde al entrar (con refinerías, o ventas al menor) en el mercado de mas alto consumo energético (EE.UU.), se aseguraba la presencia y ventas de nuestro principal producto de exportación. La actual estrategia de vender petróleo a China parece una versión extendida de la anterior, ya que estaríamos asegurando entrada al segundo mayor consumidor de petróleo del mundo (casi 6MM b/d, representando el 7.6% del total mundial).
En Economía siempre se busca la diversificación de las ventas, por un simple motivo, no depender en exceso de un único comprador, ya que este podría ejercer en un momento determinado gran poder sobre ti. El petróleo es un bien sumamente estratégico, el cual siempre tendrá quien lo necesite comprar, pero si tenemos la oportunidad de abastecer a los dos mercados de mayor consumo en el mundo (entre ambos alcanzan un 33% del total mundial), pareciera que no se debería desaprovechar, claro teniendo siempre presente que esta diversificación no conlleve a disminuciones en los márgenes de ganancia financiera de la nación, alcanzando precios de venta que compensen los costos de transporte que suponen llevar productos hasta la China.