Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Domingo Sifontes
Universidad de Carabobo
dsifontes@uc.edu.ve
No existe concepto más heterogéneo y complicado de asimilar en las ciencias
sociales y específicamente en la economía que el de “justicia social”,
principalmente porque el fin último de la economía no es estudiar los
problemas de justicia social o distributiva, a pesar de la falsa creencia
(incluso entre economistas) que la economía como disciplina tiene el
objetivo fundamental de estudiar dicho problema. La dificultad radica en la conceptualización exacta del término, es decir, ¿ qué es la justicia
social?. Al respecto pueden existir determinados consensos, sin embargo,
básicamente la frase ha sido utilizada para reivindicar derechos de grupos
particulares(no generales) en pro de una participación más amplia en la vida
social.
La pregunta de las 40 mil lochas es ¿ cómo llegar a la justicia social?,
luego ¿ en una sociedad de hombres libres podría llegarse a dicho
situación?, ¿ una sociedad justa es la misma para Ramón que para Pedro?,
créanme que esto es muy difícil de responder porque en la medida que las
libertades individuales estén garantizadas cada uno de nosotros tendrá un
tipo de sociedad ideal y una forma de justicia social en la cual creer. Toda
esta discusión se establece en el campo teórico incluso ideológico; el
problema grave se presenta cuando se toma la bandera de la justicia social
para hacer política( como ha pasado en muchísimos países) porque la persona
que hace de esta su bandera tiene un concepto propio de justicia social y en
su nombre intentará hacer miles de cosas que son correctas de acuerdo a su
criterio. En el nombre de la justicia social podría ocuparme de los
pobres(cosa que se puede hacer sin alardear del término) y creerme Robin
Hood, el asunto es que cuando te crees Robin Hood, estas tomando en cuenta
sólo un sector de la sociedad: el menos favorecido, pero, ¿es socialmente
justo quitarle a los más favorecidos para dárselo a los menos favorecidos?,
responder SI, es asumir que todo lo que las clases favorecidas tienen es
porque se lo quitaron a los pobres y eso no necesariamente es así.
En nuestro país hablar de justicia social es una irresponsabilidad porque se
ha tomado como bandera política y así da asco utilizar el término porque se
convierte en burla, eso así, hacia los menos favorecidos. Es un atropello
para la gente que no tiene que comer reivindicar la justicia social cuando
me visto de punta en blanco y uso trajes de miles de $, eso es poco creíble.
Es una burla para la gente que se ha pasado parte de su vida creyendo y
estudiando el concepto de justicia social que en este país la pobreza vaya
en aumento cuando el precio del petróleo es favorable. Es bochornoso ver
como gente en nuestro país (en cada uno de los gobiernos) se ha hecho
multimillonaria de la noche a la mañana. Es triste que cada vez que te
montes en autobús alguien suba y pida por cualquier razón. Es aterrador ver
a jóvenes de nuestro país durmiendo en las calles y con sus vidas
completamente destruidas sin tener 25 años de edad. Es infame ver a
políticos de nuestro país hablando de justicia social cuando después de la
declaración van a almorzar tomando whisky 18 años.
La historia económica y política de Venezuela desde hace 25 años nos muestra
que la justicia social es el principal gancho político y a pesar de no haber
logrado grandes cosas, la gente sigue teniendo la esperanza de poder tener
una vida mejor. Muchas veces pregunto si cuando nuestros dirigentes hablan
de “justicia social”, tienen idea de lo que están diciendo. Porque los
hechos demuestran que la contradicción entre el discurso político de la
justicia social y sus logros es enorme. Con la ligereza que se ha tratado el
término en nuestro país, seguramente J.S. Mill y F.A Hayek deben estar
revolviéndose en sus tumbas.