Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Una mirada al caso venezolano a través de una experiencia universitaria regional
ALEXIS J. GUERRA
(CV)
Univ. Centro-Occidental Lisandro Alvarado
aguerra@ucla.edu.ve
Para citar este texto puede utilizar el
siguiente formato:
Alexis J. Guerra (2005) La reformulación del modelo
centro-periferia en OEL 45, www.eumed.net/cursecon/ecolat/oel45.htm
CONTENIDO
Una visión global del problema: agregado de perspectivas
Otros caminos que conducen a Roma
América Latina: la discusión continúa
Venezuela: ¿Cómo armar el rompecabezas?
La Universidad y el desarrollo local
UCLA -Cendes: retomar el sendero
La UCLA, el vinculacionismo y el desarrollo regional
La UCLA como empresa regional: errores y rectificaciones
La UCLA y la formación en desarrollo regional: líneas de acción
Bibliografia
Una visión global del problema: agregado de perspectivas
Así como nuestra época asiste a la emergencia de un nuevo paradigma para la
indagatoria en el campo de la ciencia, en general, de manera similar los
grandes cambios que se producen en el ámbito de lo territorial o espacial
son abordados desde una episteme distinta a la tradicional.
Los estudios relacionados con el territorio -a juicio de Lázaro Araujo
(1999)- incorporan distintas y variadas ópticas enriquecedoras del acervo
bibliográfico que van desde la economía y toda la variada gama de espectros
de la ciencias sociales hasta la ingeniería y la arquitectura, pasando por
la tecnología porque «siendo la fe, la esperanza y la caridad las tres
virtudes teologales, se comprueba que en muchos de los escritos sobre los
problemas territoriales hay mucha fe en lo que se dice, esperanza de que
sirva para algo y caridad para con los destinatarios» (p. 688). De allí la
sobrada justificación para asumir el carácter multidisciplinario de la
temática en procura de una convergencia analítica entre lo global y aspectos
limitados de ella, convencidos del carácter contradictorio pero
complementario
e interrelacionado bajo el cual se expresa.
En un plano teórico si se quiere más acotado que el anterior, pero no por
ello menos interesante, Carlos Legna Yema (1996) vincula lo que él denomina
el «Paradigma Territorial de los 90», con el nuevo paradigma tecnológico
sobre el cual se impulsa y asienta el modelo postindustrial y la nueva forma
de gestión y organización de la economía y de la producción en la sociedad.
Frente a los rasgos característicos que imprime el auge y la crisis del
modelo fordista al ordenamiento territorial, se pone de manifiesto el
impacto que sobre éste van a tener las nuevas tecnologías dominantes, la
difusión de innovaciones y los espacios tecnológicos, especialmente, por
ejemplo, en la revalorización del distrito industrial y en la organización
en redes; la proliferación e integración de la PYMEs al sistema económico; y
la internacionalización de las empresas y de los servicios. Asimismo, el
referido autor toma distancia acerca de la que podría denominarse la
ineluctabilidad del proceso de reordenamiento territorial y su implicación
automática o inserción inevitable de las naciones, ciudades, regiones o
localidades en él. Todo lo contrario, sostiene que ello pasa por la adopción
de estrategias sociales de «flexibilidad ofensiva» para potenciar la
capacidad de innovación; el impulso de las fortalezas endógenas; una visión
de corto y largo plazo que privilegie el interés de la colectividad; la
consolidación de una cultura en pro de la identificación y el compromiso por
y con un proyecto regional, y la formación y desarrollo de recursos humanos
comprometidos con un proyecto de tal naturaleza.
Otros caminos que conducen a Roma
La metáfora encierra la idea de que aún cuando los análisis y las
elaboraciones teóricas transitan por vías un tanto diferenciadas, convergen
en aspectos que pueden considerarse claves para la redefinición del
ordenamiento territorial, de cara a las transformaciones que se operan
actualmente en los distintos ámbitos de la sociedad.
En la línea de pensamiento que se indaga, Jaime del Castillo (1990) conecta
la dinámica de los cambios espaciales (periferización de nuevos países
industrializados, articulación socio-industrial con base tecnológica
distinta, emergencia de nuevos sectores líderes del desarrollo económico,
etc.) con el carácter estructural de la crisis, a partir de la premisa según
la cual «la evolución de un espacio es el resultado de la evolución del
conjunto de las estructuras productivas que sobre el mismo están asentadas»
(p. 17).
El citado autor asume la definición de espacio económico como «un espacio
concreto a la vez material y humano, que es una realidad técnica, comercial,
monetaria y política localizada» (p. 33) Y refiere la importancia que tiene
dentro de la nueva dinámica territorial la tendencia a conformar cierto tipo
de redes socio-culturales de colaboración y de información a lo interno y a
lo externo; así como de la denominada «industrialización difusa», además de
poner de relieve el peligro que puede representar la permanencia y
profundización de los desequilibrios regionales, esto es, el mantenimiento
del viejo esquema, reformulado, del modelo centro-periferia.
A. Precedo Ledo (1996), enfoca la problemática del reordenamiento
territorial desde una perspectiva de análisis un tanto diferente. Alude de
manera clara y directa a la re formulación del modelo centro-periferia y
elabora un modelo teórico con visos de coherencia interna para explicar la
realidad. Además, evidencia con una referencia empírica al caso de las
regiones del sur de Europa, el reforzamiento de los desequilibrios
territoriales. En este sentido enuncia los casos que revelan la existencia
de una patología representada por: la obsolescencia de áreas industriales
maduras de difícil rehabilitación; (1) las barreras de la
cultura y la tecnología local; los cambios en la oferta y demanda espaciales
de las ventajas comparativas en el nuevo panorama de las relaciones
internacionales; las condiciones de infraestructura que se traducen en
marginalidad localizacional y frenan la conectividad; la repulsión
ocasionada por las economías de aglomeración resultante de la congestión
espacial; y la vulnerabilidad y debilidad de las economías urbanas, in
crescendo, frente a la progresiva internacionalización tanto del capital
y de la producción como de los intercambios y de las decisiones.
El reforzamiento de los desequilibrios territoriales muestra una situación
de déficit estructural la cual a escala planetaria representa la verdadera
bomba de tiempo cuyo tic tac, a ritmo más apresurado y sonoro que en épocas
precedentes, es señal de alarma en el tablero de la nueva geografía
económica y política mundial. Como correlato de las disquisiciones teóricas
que los autores referidos elaboran para hacerle frente y superarla, destaca
como coincidente el imperativo de articular, con la suficiente sinergia y
voluntad política de modernización, por parte de los actores claves
(locales, regionales, nacionales e internacionales, públicos y privados),
una estrategia de desarrollo que integre la planificación económica con la
planificación espacial, desde una política orientada, por ejemplo, a:
a) Mejorar la eficiencia en la gestión y organización de todos los recursos
involucrados en el proceso.
b) Asignarle la primera prioridad al diseño y ejecución de programas de
formación y educación en función de las potencialidades locales.
c) Elaborar los planes de desarrollo regionales con base en: las ventajas
competitivas y el compromiso adquirido de quienes participan, además, en su
ejecución y evaluación.
d) Elevar la capacidad tecnológica del sistema de producción local ajustando
los procesos de innovación al potencial endógeno.
e) Crear el ambiente regional favorable a la multiplicación de las
iniciativas locales con el propósito de integrarlas en el nuevo sistema-red
conformado por instituciones y empresas del sector público y del sector
privado. (Precedo Ledo, 1996).
América Latina: la discusión continúa...
En sentido análogo al planteamiento que hace Precedo Ledo con respecto al
reforzamiento de los desequilibrios territoriales en la región del sur de
Europa, con base en el informe elaborado por la Comisión de las Comunidades
Europeas (1991), las cifras que muestra, por ejemplo, el Informe del Banco
Mundial sobre Desarrollo Humano (2002), confirman la existencia de
disparidades regionales en materia de desarrollo y la ampliación de la
brecha entre los países desarrollados y los países subdesarrollados y, por
supuesto, América Latina.
En este ámbito, desde décadas atrás se viene discutiendo acerca de esa
problemática, en el marco del desarrollo regional y la planificación, con el
objeto de evaluar el estado del arte y aportar salidas, pese al determinismo
fatalista que en algunos casos impregna las reflexiones. Demostrativo de
ello resultan dos referencias: la primera, de Sergio Boisier (1994); y la
segunda, de María A. Cervilla de Olivieri (2001), ambas desde ópticas y
campos disciplinarios diferentes pero complementarios en la línea de
pensamiento que en este ensayo se analiza.
En efecto, en el primer caso, (La construcción social del regionalismo
latinoamericano: escenas, discursos y actores.), de los planteamientos
formulados por Boisier, se asume lo siguiente:
a) El comienzo de los años noventa marca el umbral para el otorgamiento de
un estatus significativo al desarrollo regional en el proyecto político
nacional de importantes países latinoamericanos.
b) Las dos formas institucionales más importantes de generación y difusión
de progreso técnico -la corporación transnacional y los aglomerados
sinérgicos porterianos son portadores de una desconcentración territorial
que busca localizaciones no metropolitanas, sea porque sus actividades se
ligan a la manufactura de recursos naturales usualmente periféricos, sea
porque requieren de sinergia más fácilmente explotables en regiones y
ciudades intermedias.
c) Los territorios, en un contexto contemporáneo donde el Estado se debate
entre una apertura externa (la globalización) y una interna (la
descentralización), pasan a constituirse en los nuevos protagonistas de la
competencia internacional por capital, tecnología y por nichos de comercio.
d) Las regiones están llamadas a convertirse en sujetos de su propio
desarrollo, es decir, auto-construirse a partir de un proceso que se
desenvuelve en dos vertientes simultáneas y complementarias: una, política,
que tiene que ver con el sistema institucional de gobierno; y la otra,
social, que busca incorporar a la comunidad, organizándola, cohesionándola y
procurando su identidad con la cultura de la región y con los proyectos
colectivos.
e) El balance del proceso es deficitario, a juzgar por los éxitos parciales
y a veces efímeros que se han obtenido. La contabilización de las fallas
apunta a señalar un desfase permanente entre pensamiento y acción en cuanto
a política públicas de desarrollo regional se refiere, es decir, una
asincronía entre teoría y realidad.
La otra referencia, está más relacionada con uno de los aspectos centrales
en los cuales descansa la potencialidad de las regiones para incorporarse en
la nueva dinámica del sistema territorial, esto es, la innovación como rasgo
distinto para la construcción de ventajas competitivas, en función de los
planes de desarrollo que deben adoptar los países subdesarrollados. En este
caso, Cervilla de Olivieri (La irmovación como un proceso económico y
social algunas implicaciones para el diseño de una estrategia de desarrollo),
agrega valor a la discusión y a la literatura que se ha venido elaborando al
respecto al pasar revista al planteamiento de un sector importante de
autores que abordan el tema. En el
marco de la globalización y el carácter nacional de los sistemas de
irmovación, alude al estudio comparativo de Freeman (1995) entre América
Latina y los cuatro dragones del Este asiático. Allí destaca el hecho de que
en los años cincuenta, aquella mostraba ventajas con relación a estos
últimos por cuanto disponía de un incipiente nivel de desarrollo industrial;
en las dos décadas que siguieron, ambos grupos presentaban un crecimiento
relativamente rápido, pero en los años posteriores el contraste es marcado
por el crecimiento del producto interno bruto en los países asiáticos a una
tasa promedio anual de 8 por ciento, mientras que en la mayoría de los
países latinoamericanos (Brasil incluido), dicho indicador fue superior a 2
por ciento. La explicación remite a la introducción de cambios más
radicales, particularmente en el área educativa, para reafirmar el rol de
ésta en la sociedad del conocimiento y el desarrollo.
Venezuela: ¿Cómo armar el rompecabezas? (2)
El recorrido analítico-bibliográfico efectuado permite detectar que existen
un conjunto de aspectos comunes que definen y caracterizan la problemática
del reordenamiento territorial (globalización económico-financiera,
innovación tecnológica, sociedad-red, desequilibrios espaciales,
planificación, desarrollo regional y local, nuevos paradigmas,
descentralización, participación, etc.) dentro del esquema teórico
denominado la reformulación del modelo centro-periferia, los cuales -a su
vez- posibilitan una aproximación a la comprensión del caso venezolano.
En primer lugar, se asume la inserción de Venezuela dentro del sistema
capitalista mundial, a lo largo de un proceso histórico que muestra cómo las
transformaciones que se producen en el seno de aquel, impactan la dinámica
económica, social, política, cultural, tecnológica y, por supuesto, los
procesos de reestructuración espacial que igualmente se están operando
actualmente en dicho sistema.
En segundo lugar, de acuerdo con las cifras y apreciaciones que arroja el
Informe sobre el Índice y Entorno del Desarrollo Humano en Venezuela (1998),
«más del cincuenta por ciento de los habitantes del país no logra cubrir sus
necesidades básicas y si se ubica la pobreza territorialmente, existen
regiones completas donde la miseria y la exclusión constituyen el rasgo
predominante» (p. 54), lo cual evidencia la existencia de las disparidades
regionales presentes en otras latitudes.
En tercer lugar, aparte de reconocer la existencia de procesos de diferente
naturaleza que se entrecruzan en el entramado que configura la problemática
territorial, particular énfasis se coloca en el proceso institucional por
considerado altamente significativo para el desarrollo en todos sus ámbitos
y sectores. Desde este punto de vista, se observa la coexistencia, por
ejemplo, de organismos, políticas, planes proyectos, leyes, etc. que en un
momento histórico determinado expresan y traducen una voluntad política
alrededor del problema sin que los resultados sean los esperados.
En cuarto lugar, el señalamiento anterior conduce a la reseña de una especie
de inventario que de entrada consigna -en lo que podría denominarse un
proceso de modernización tardía- la existencia de un stock mínimo de
instituciones, lato sensu, que fueron creadas y continúan o se
mantienen como soporte para el reordenamiento del territorio en función de
las demandas que el desarrollo nacional regional y local está planteando.
Así, por ejemplo:
Marco jurídico-institucional: existe un sistema normativo que consagra y regula en gran medida aspectos que tienen que ver con la problemática que se analiza, desde la Constitución vigente hasta ordenanzas municipales, pasando por leyes orgánicas, especiales, reglamentos y decretos. La Carta Magna (1999), contiene lineamientos importantes para el ordenamiento del territorio, en correspondencia con las bases para la estrategia de desarrollo y el modelo político para la gerencia pública que en ella se perfila (Guerra y Ponte, 2001).
Sistema Nacional de Planificación: la práctica política parece demostrar que su evolución (auge y decadencia), ha estado sujeta a la concepción que la elite y los grupos de poder le imprimen al gobierno (v.gr: V Plan de la Nación/ intervencionismo; VIII Plan de la Nación/neoliberalismo), no obstante, sus instituciones aún permanecen en pie, resistiéndose a desaparecer, como es el caso de FUDECO, en el ámbito regional, y del Plan de Desarrollo Urbano Local, en el ámbito municipal.
Red-PYMEs: existe unanimidad de criterio en cuanto a su rol como elemento dinamizador de la nueva economía. Un diagnóstico acerca del grado de «empresariedad» existente en cada una de las regiones (Estados) del país y la conformación del ranking mediante el cual se evalúa el nivel de articulación de los distintos actores para impulsar y fortalecer el desarrollo regional, está recogido en el Observatorio PYMEs (2002). La situación existente reclama una política oficial más agresiva y pertinente, máxime cuando en medio de la crisis económica se anuncia que del total de 16.229 que existían, actualmente solo operan 7.957, es decir, más del 50% del parque industrial se ha declarado en quiebra o ha cambiado de ramo de actividad. (3)
Universidades: igualmente representan una pieza clave dentro del sistema institucional que se analiza, en lo concerniente a la formación de recursos humanos del alto nivel en el área y en la cantidad y calidad de la investigación científica y tecnológica que está llamada a producir, dados los requerimientos de una nueva política integrada en cuanto a organización industrial, cultura empresarial y entorno innovador. Existe una política oficial en torno a redes de cooperación (MECyD, 2001).
Parques tecnológicos: desde su creación hasta hoy se les tiene como uno de los componentes importantes de un sistema de innovación tecnológica para efectos de potenciar el desarrollo industrial de las regiones. Su evolución institucional no parece corresponderse con las expectativas que se le colocaron en el diseño y orientación de la política industrial bajo la cual se concibieron. Hoy, la evaluación que de ellos se hace como medios de innovación territorial los considera desfasados de la realidad (Castells, 2002).
Descentralización: forma parte del sistema institucional sobre el cual se edifica la nueva era postindustrial tanto en 10 que compete a la forma de organizarse la producción como en el ámbito político y administrativo del Estado. De acuerdo con el criterio de Lázaro Araujo (1999) es uno de los nuevos paradigmas sobre los cuales descansa teóricamente el desarrollo regional y local. Los cambios que ha experimentado y su potencial como factor estratégico dentro de la historia reciente del país en la última década le confieren un balance favorable (Mascareño, 2000).
Participación: frente al viejo paradigma encarnado en la centralización y el autoritarismo que presidió la organización de la producción y del poder tanto en la empresa como en el Estado, el nuevo paradigma reivindica la institución de la participación dotándola del contenido necesario para legitimada en función de superar los diferentes desequilibrio s del sistema, incluido el territorial. De allí que institucionalmente no se conciba proyecto estratégico alguno que no la incorpore, al menos en el plano formal. ¿En cuál medida se ha materializado en el país? Vale el dato referencial según el cual existen en el país alrededor de 6.500 organizaciones sin fines de lucro que trabajan en el área de desarrollo social. (4) Además, resulta evidente la emergencia de la sociedad civil en comparación con épocas anteriores.
La conclusión provisional en tomo a la
problemática territorial analizada, apunta en primer lugar, a reconocer que
sus expresiones urbano-regionales han cambiado, se han hecho más complejas;
y, en segundo lugar, a ratificar que al igual que en otras latitudes, la
discusión en Venezuela, traduce: a) preocupación legítima por la
persistencia y agudización de las disparidades que ella acarrea, con todas
sus consecuencias en, el plano social; b) esfuerzos permanentes de
diferentes organizaciones en la búsqueda de aportes para enfrentarla; c) un
sistema institucional potencialmente favorable a una política integral más
asertiva para el sector; d) por su naturaleza, en el plano regional, la
universidad está en condiciones de activar una mayor sinergia en pro del
diseño y la ejecución del proyecto político y del proyecto cultural que la
situación actual ya futuro demanda.
La universidad y el desarrollo local
Uno de los rasgos que se advierte en buena parte de la literatura que
pretende dar cuenta del surgimiento del denominado modelo endógeno, el cual
se asume no como alternativo al modelo exógeno sino complementario, es aquel
que le asigna un papel clave a la universidad en la nueva red o sistema
institucional que se configure para el mejor aprovechamiento y elevación de
las potencialidades regionales y locales. (5)
En lo que sigue, se trata de explorar esa relación a partir de referencias
específicas, desde una perspectiva crítica y sin pretensiones de
exhaustividad, al caso de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
CUCLA). A tales efectos, se juzga de utilidad ensayar algunas respuestas,
por lo menos, a dos interrogantes, para orientar las disquisiciones. La
primera, es indagar la relación directa entre las ideas y las propuestas que
se instrumentan, esto es, a decir de Boisier (1994), cuál es el grado de
asincronía entre la teoría y la práctica tratando de mostrar que la política
regional en lo territorial no es consistente, ni en el sector universitario,
ni entre ambas. La segunda, tiene que ver con la contribución que la
universidad ha dado y puede dar a la región para encarar la densidad
institucional (6) que el desarrollo requiere.
De acuerdo con Zambrano Sequín (1986) durante el lapso de 15 años (gobiernos
de: Rafael Caldera l, Carlos Andrés Pérez l y Luis Rerrera Campins) se
promulgaron cinco decretos diferentes en materia de regionalización, lo cual
revelaba la inconsistencia e ineficiencia del proceso, mostrando síntomas
poco alentadores para el impulso del desarrollo regional, entre otros
factores, por la ausencia de voluntad política. Asimismo, a mediados de la
década del noventa, en ocasión del Seminario: «Regionalización y cambio
económico: una visión comparativa en América Latina», patrocinado por Fudeco/OENCordiplan,
a propósito del análisis de la política de desarrollo regional en Venezuela,
como parte de los programas de desarrollo regional, el balance evidenciaba:
que la mayoría de los objetivos aún no se habían cumplido; que en los
documentos conocidos del Plan Macroeconómico anunciado para esa época no se
contemplaban alusiones explícitas y precisas a lo regional y, en general,
que existían grandes dudas al respecto, en cuanto al futuro (Machado y
otros, 1994).
Por otra parte, a la creación de la UCLA (con el nombre de Centro
Experimental de Estudios Superiores, en 1962) siguió, en el ámbito regional,
el Instituto Universitario Politécnico, creado ese mismo año. Como dato de
interés para el análisis no puede obviarse que en el año 1961 es creado el
Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes).
La proliferación de universidades se acentuó en las décadas subsiguientes
(ver Cuadro N° 1) Y en sus respectivos documentos constitutivos y
reglamentos se plasma la idea-objetivo de lo regional como componente
teórico que asocia las funciones de docencia, investigación y extensión a
contribuciones en órdenes diferentes del desarrollo (cultural, económico,
tecnológico, social, etc.). No obstante, en el marco de los estudios acerca
de la crisis de la universidad venezolana, aún cuando hay quienes califican
este crecimiento como un proceso de «regionalización» (Morles y otros,
2002), se estima que no fue concertado ni entre sí, en el marco de una
política universitaria y mucho menos en atención a una deficiente o casi
inexistente política oficial en materia de desarrollo regional (de la
conexión con la crisis general de las universidades hay varios testimonios).
(7)
Cuadro N° 1 |
|||||
Universidades | 1960 | 1970 | 1980 | 1990 | 2000 |
Oficiales | 5 | 7 | 13 | 16 | 21 |
Privadas | 2 | 4 | 6 | 15 | 20 |
Total | 7 | 11 | 19 | 31 | 41 |
Fuente: OPSU www.cnu.gov.ve |
Adicionalmente a la asincronía: que acá se refiere, vale destacar como en el
IX Plan de la Nación (Un Proyecto de País. Cordiplan, 1995) sin lugar a
dudas se le asigna relevancia capital a las reformas estructurales de la
educación superior; en particular, por ejemplo, se establece dentro de las
acciones del quinquenio: «se fortalecerá el rol de las universidades
regionales en la dinamización del proceso de descentralización colectiva,
generando capacidades locales para gerenciar los cambios» (p. 192). No
obstante, una de las decisiones más cuestionadas a ese gobierno fue la
eliminación de la figura de Ministro de Estado para la Descentralización,
por señalar lo menos.
En la construcción de un nuevo mapa de regionalización que superpone y acerca una visión del desarrollo espacial, territorial y urbano, más integradora de las diferentes instituciones para fortalecer y potenciar los recursos existentes, se aprecia desde el Ministerio de Educación Superior, la definición de una política y de una acción estratégica orientada a la conformación de redes académicas donde las universidades y otras instituciones de educación superior interactúan con otros miembros de la red como son el gobierno regional y local, el sector productivo y la sociedad civil organizada. De hecho, el país se divide de nuevo en regiones, asiento de redes de educación superior, habiéndose conformado, en la actualidad, la Región Guayana, la Región Central y la Región Centroccidental, que incluye a la UCLA. (8) Este tipo de política está contemplada en el documento: «Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2001-2007; específicamente conectada con la idea-objetivo del equilibrio social como uno de los grandes ejes orientadores del desarrollo, junto con los demás ejes: económico, político, territorial e internacional.
Red de Cooperación de Educación
Superior |
|
1. Región Capital 2. Región Central 3. Región Occidental 4. Región los Llanos 5. Región los Andes 6. Región Nor-Oriental 7. Región Guayana 8. Región Zuliana |
|
Fuente: Ministerio de Educación Superior. Marzo 2002 |
Es relativamente temprano para una
evaluación de los resultados, empero continúa como desideratum: impulsar y
fortalecer una política de desarrollo regional y local pensada y ejecutada
en términos globales e integrada alrededor no sólo de la universidad en su
posible interacción y sinergia con el entorno, sino con el concurso de las
demás instituciones, de manera tal que éstas «se constituyen en instancias
mediadoras que vinculan las políticas macro con los agentes económicos y
sociales a nivel de la comunidad» (Appendini y Nuijten, 2002).
UCLA-Cendes: retomar el sendero
Como se refirió infra, ambas instituciones son creadas en la misma
época, al iniciarse el período de reinstauración democrática en el país, a
comienzos de la década del sesenta. El balance que muestra el desarrollo
instituciona1 del Cendes, en atención a su misión, su visión y sus
objetivos, a lo largo de cuarenta años puede considerarse positivo. El caso
de la UCLA, en general, forma parte del concierto de las universidades
venezolanas, al cual se le aprecian aspectos positivos, en comparación con
otros países de América Latina (García Guadilla, 1998). Sin embargo está
visión de conjunto contrasta con algunas referencias específicas. Así por
ejemplo, en cuanto a la formación de profesionales que la región requiere,
continúa ofreciendo las carreras tradicionales con las cuales nació, aún
cuando la mayoría de ellas han sufrido ajustes curricu1ares. Lo que sí ha
crecido y se ha diversificado en los últimos años es el área de postgrado
que ofrecen sus diferentes Decanatos.
Vale reseñar que en el Decanato de Administración y Contaduría, a mediados
de la década del setenta se acometió y puso en práctica una reforma
curricular importante, tanto a nivel de pregrado existente como el
postgrado, que luego se crearía. En ambos casos las teorías acerca del
desarrollo y de la planificación y administración de la regionalización
tuvieron peso específico. (9) En las modificaciones
posteriores a los planes de estudios se fue abandonando progresivamente esta
concepción, a tal extremo que hoy por hoy, de manera expresa y formal y como
contenido programático no está plasmado en ninguna investigación. (10)
Ante el reto y los desafíos que la realidad plantea a la universidad,
algunos esfuerzos están orientados, por ejemplo, en el área de ciencias
económicas y sociales, a la creación de carreras como la Licenciatura en
Desarrollo Humano. Igualmente por intermedio del Decanato de Administración
y Contaduría, desde el año 1996, mantiene un Convenio con la Fundación
Escuela de Gerencia Social (FEGS) a través del cual forma Especialistas en
Gerencia de Programas Sociales (área de Postgrado)
En este orden de ideas, también adquiere relevancia la firma del Convenio
con el Cendes-UCV, mediante el cual se acuerda dictar en la ciudad de
Barquisimeto, bajo la responsabilidad académica del Cendes, el Programa de
Doctorado en Estudios de Desarrollo, el cual está en ejecución. Se juzga que
hay una especie de vuelta o retorna del sendero que originalmente constituyó
uno de los postulados de la relación universidad-desarrollo, a los cuales en
el área de la formación no se le asignó la debida importancia, con las
consecuencias que el balance arroja para la situación actual del país.
De acuerdo con estadísticas recientes,
«para el año 2002, en Venezuela se ofrecen estudios superiores a más de
800.000 personas en 145 instituciones de educación superior, las cuales
funcionan en 22 ciudades ofreciendo oportunidades de estudio en 563 carreras
distintas a nivel de pregrado y en cerca de 200 especialidades de
postgrado... En cuanto a la distribución de las carreras según las áreas de
conocimiento, parece ser que hubiese una alta correspondencia entre las
necesidades de desarrollo nacional (el cual supone altas exigencias del
sector tecnológico y del de servicios de la economía) por cuanto la mayor
oferta de carreras se refieren a ingeniería, arquitectura y tecnología (un
33,24%) y ciencias sociales y economía (un 38,28%), área en la cual
predominan las ofertas de administración, gerencia y economía» (Mortes y
otros, 2002).
El contraste entre estos datos y la realidad que se evidencia de las
instituciones que ofrecen estudios de postgrado en las áreas señaladas en el
cuadro N° 2, parece indicar que se está en presencia de una situación
paradójica: formamos un buen número de recursos humanos de acuerdo a las
necesidades del desarrollo nacional pero no sabemos a qué tipo de desarrollo
nos referimos porque no contamos con un número adecuado de programas de
estudio sobre el desarrollo. A nivel de pregrado la oferta de este tipo de
estudio es casi inexistente en las instituciones de educación superior. A
nivel de postgrado, representa el 0,06% del total de programas que las
universidades ofrecen en el país. (No se incluyen programas de universidades
extranjeras, por ejemplo, según convenios con instituciones españolas).
Cuadro N° 2 Programas de postgrado en áreas del desarrollo e instituciones que los ofrecen |
|
Programas | Institución |
Desarrollo Agrario | Universidad de los Andes (ULA) |
Desarrollo y Ambiente | Universidad Simón Bolivar (USB) |
Desarrollo de Rec. de Agua y Tierra | Universidad de los Andes (ULA) |
Desarrollo Rural |
Universidad Central de Venezuela (UCV) Universidad Ezequiel Zamora (Unellez) |
Desarrollo Social | Universidad del Zulia (LUZ) |
Desarrollo Urbano Local | Universidad de los Andes (ULA) |
Estudios del Desarrollo | Centro de Estudios del DesarroJlo (Cendes-UCV) |
Planif. del Desarrollo (menciones) | Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes-UCV) |
Planif. del Desarrollo Regional | Universidad de Oriente (UDO) |
Planif. Física y D° Urbano | Universidad Central de Venezuela (UCV) |
Sociología del Desarrollo | Universidad del Zulia (LUZ) |
Fuente: Directorio Nacional de Estudios de Postgrado, CNU.OPSU. CCNEPG, 1997. |
La UCLA, el vinculacionismo y el desarrollo regional
Las reflexiones que al respecto se formulan dan cuenta de una visión de
carácter un tanto limitada que impidió encarar con mayor grado de
asertividad el nivel de complejidad de la dinámica que la reestructuración
espacial va generando, en su simbiosis con las diferentes instituciones
conectadas con el desarrollo regional. Durante mucho tiempo está visión se
ha expresado en las denominadas corrientes del vinculacionismo y el
neovinculacionismo. (11) «cuyo formato, confionta, al
menos en Venezuela, las mismas dificultades que ha limitado su eficacia en
el pasado» (Maragno Gipardio, 2002).
Obviamente, no se trata de restarle importancia al valor agregado de las
acciones y decisiones que en esta materia se han realizado y lo que
representan para el capital tangible o intangible de la UCLA a lo largo de
su desarrollo como institución. En todo caso se considera viable para
efectos de una mayor pertinencia social -una manera de enunciar dentro de
las modernas teorías educativas la relación que se analiza- soportar sobre
las teorías y tesis del desarrollo, (verdadero problema de fondo), las
estrategias, políticas, planes, proyectos etc., que puedan diseñarse para
reconstruir el nuevo tejido social de la región o localidad.
En la UCLA, al igual que en otras universidades del país, se cuenta con
diversos estudios e investigaciones que han trabajado el tema de la
vinculación con el sector productivo, las PYMEs, otras instituciones de
educación superior y centros de investigación en el ámbito regional (Espósito
de Díaz, 1999; Colmenárez, 2001; Reyes V. y otros, 1995), ponderando las
ventajas y los inconvenientes presentes en esa relación y formulando
recomendaciones para su fortalecimiento.
Se estima necesario transcender la cultura del «vinculacionismo» anidada en
la UCLA, sin desconocer su importancia relativa. Uno de los indicadotes a
través de los cuales ésta se expresa es, por ejemplo, el número de convenios
firmados con instituciones diversas del entorno, en diferentes ámbitos.
Desde 1999 hasta marzo del año 2003, se registran 216 convenios vigentes,
entre los cuales se tienen con: las Gobernaciones del Estado Lara y del
Estado Yaracuy; Alcaldías de ambos Estados; el sector empresarial;
universidades (de la región, nacionales e internacionales); centros de
investigación (regionales y nacionales); organizaciones no gubernamentales;
empresas del Estado; e instituciones públicas locales (Dicori-UCLA. 2003).
No obstante, llama la atención: 1) la pronunciada concentración de ellos
alrededor de las instituciones universitarias y centros de investigación, lo
cual se explicaría por la propia naturaleza de la UCLA. 2) el bajo número de
convenios con el sector productivo local, regional y nacional. 3) la
existencia de convenios con instituciones de renombre nacional, por ejemplo:
Pdvsa, BCV, Cendes, Fonacit, Seniat, Telcel, Oracle, etc. 4) las
insuficientes referencias específicas al alcance real y resultados o
impactos por la ejecución de cada uno de ellos.
En una línea similar de apreciación crítica se inscriben la función de
extensión y su gestión: se reconocen los aportes a la inserción de la UCLA
en el entorno regional a través de un conjunto de programas que se ejecutan
desde cada uno de los Decanatos y las distintas dependencias. El número de
ellos y su localización en la región es importante, (12)
pero, dada las circunstancias actuales y los retos planteados, resulta
procedente avanzar a un giro de 1800 en la política de extensión con una
reorientación hacia lo cualitativo, una integración más efectiva con la
docencia y la investigación y una visión mejor fundamentada del desarrollo
local, regional y nacional.
La UCLA como empresa regional: errores y rectificación
En sentido estricto, la evolución institucional de la UCLA debería avanzar
hacia su incorporación al sector productivo no como observador-promotor del
desarrollo regional y local, según el desempeño tradicional o clásico, sino
de acuerdo a las tendencias contemporáneas que asume el modelo convencional
en términos de su conversión en modelo innovador o emprendedor (García
Guadilla. 2002).
La asunción de ese nuevo rol o adopción de la función relacionada con el
fomento de la producción y de la prestación de servicios, se inscribe
-además- en 10 que ha denominado Vessuri (1995 :345) «la divisoria de aguas
en las formas de vinculación del mundo académico con el mundo de los
negocios (proceso) que tiene lugar a finales de los setenta y con mayor
fuerza en los ochenta».
La UCLA, por intermedio de su empresa rental (Asociucla) vivió una
experiencia que culminó en un rotundo fracaso debido a una ineficiente
gestión administrativa, falta de supervisión y controles, y una
desvirtuación total del proyecto original. (13)
En febrero del año 2001, mediante reglamento, el Consejo Universitario crea
el Consejo de Fomento como su órgano asesor en materia de finanzas, economía
y negocios. Asimismo, en diciembre de ese año aprueba el Reglamento para la
Administración y Control de los Ingresos Propios manejados a través de las
Coordinaciones de Negocios. La Junta Directiva actual se instaló e121 de
enero de 2002.
En general, del marco jurídico y normativo que regula las actividades de fomento se infiere una visión que intenta darle cierta sistematicidad, coherencia y articulación a la interacción de la UCLA con el entorno productivo, en particular, y con la sociedad, en general. De allí se extrae por ejemplo:
Posibilidad de crear empresas.
Estímulo e incentivo a la participación de personal docente y de investigación, estudiantes, empleados y obreros en proyectos de generación de ingresos.
Impulso a mecanismos que faciliten la transferencia y negociación de conocimientos generados por la universidad.
Oferta al sector público y privado de proyectos de interés social formulados o desarrollados en la universidad.
Evaluación de los proyectos teniendo en cuenta:
Prioridad nacional o regional.
Coherencia con los planes de desarrollo institucional de la VCLA.
Vinculación con el desarrollo de las actividades docentes, de investigación y de extensión.
Rentabilidad según evaluación económica, financiera y social.
Disponibilidad y factibilidad de recursos humanos, materiales, técnicos y financieros para la ejecución de los mismos.
Carácter multidisciplinario.
El resultado de la gestión del Consejo
de Fomento se tradujo en una generación de ingresos por un monto de Bs.
123.252.464,43, (año 2002), cifra que representa apenas el 1.18% del
presupuesto asignado a la UCLA para el año 2003 (Bs. 104.428.609.948.00,
según cifras de la OPSU). La ejecución por Decanatos y el número de
proyectos se muestra en el Cuadro 3. Dichas resultados porcentualmente son,
si se quiere, muy bajos, sin embargo, dadas las potencialidades de los
Decanatos de la UCLA, dentro de un esfuerzo sostenido, puede elevarse y
cobrar significación en razón de la crónica insuficiencia presupuestaria que
tradicionalmente ha enfrentado la UCLA, derivada de la crisis económica
estructural del Estado en Venezuela.
La UCLA y la formación en desarrollo regional: líneas de acción
Una referencia paradigmática previa como premisa central, está representada
por el denominado modelo de interacción para la organización de la
investigación: la Rosa de los Vientos, según el cual se asume aquella como
clave de la sinergia para la integración con la docencia, la extensión y el
fomento de la producción y prestación de servicios en el ámbito
universitario. A nuestro modo de ver, ésta perspectiva, dentro de la misma
dinámica del sistema, simultáneamente puede operar para la sinergia que debe
generar la UCLA con los demás componentes del sistema Red-Institucional:
gobierno local, regional, nacional; sector productivo, organizaciones
comunitarias; resto de instituciones de educación superior y cooperativas
regionales. El modelo contempla enunciados, tales como:
La Rosa de los Vientos de la Investigación
La investigación contribuye a la producción de conocimientos certificados
cuya solidez y originalidad son evaluados por la comunidad de especialistas.
Esta es la investigación académica la cual engloba, también, tanto las
actividades llamadas fundamentales como las ciencias de la ingeniería o la
investigación tecnológica de base.
La investigación puede participar en el proceso de valorización económica lo
cual conduce a la producción de innovaciones. Estas actividades se inscriben
en las estrategias de las empresas para crear ventajas competitivas.
La investigación contribuye a acciones de interés general en los dominios de
la salud, el ambiente, el espacio, la defensa, etc. El mecanismo de
regulación subyacente no es, ni el aumento dé los conocimientos como tales,
ni la creación de ventajas competitivas, sino la producción de bienes
colectivos (Bienestar de la colectividad).
La contribución a las actividades de formación constituye para la
investigación una salida esencial. Los conocimientos y el saber-hacer
elaborados por los investigadores derivan así en saberes de los seres
humanos (estudiantes, formación profesional).
La investigación no puede desarrollarse en una sociedad hostil a la ciencia
y al progreso técnico. Desde siempre los investigadores se han esforzado en
«vulgarizar» sus actividades. A ello se agregan las actividades de
experticia del investigador con las cuales hace oír el punto de vista de la
ciencia sobre diferentes problemas (polución, normas, ética, etc.).
La Rosa de los Vientos. Modelo de Interacción UCLA - Desarrollo Regional
Resulta consustancial y concomitante a
la valoración capital que se hace de la educación para con el desarrollo, en
términos generales, la ponderación de las universidades y, en este caso de
la UCLA, para con el desarrollo regional. El grado de pertinencia social que
pueda llegar a alcanzar en gran medida estará determinado por el
enriquecimiento del diálogo con su entorno, en proporción simétrica -según
lo sugiere la figura de la rosa de los vientos- con cada uno de los demás
actores del entramado social. No obstante, vale destacar que «dificilmente
se pueda pensar que será ella la institución matriz inicial de un proceso de
desarrollo local, ni se puede suponer que por mucha voluntad que tengan sus
acciones podrán dar resultados mientras no se lleven a cabo en un contexto
más amplio de movilización colectiva y acompañados de otras acciones
complementarias definidas en el marco de una política y una estrategia de
desarrollo global» (ILPES, 1998: 1 07)
El involucramiento o, para ser más exactos, el empoderamiento de la UCLA con
el desarrollo regional, a partir de una estrategia de formación, incluye las
siguientes líneas de acción:
Apoyo de las autoridades universitarias
No basta con el impulso que puedan ofrecer a los programas en educación,
formal y continua, los docentes e investigadores comprometidos con la idea
del desarrollo regional. La conformación de una masa crítica más amplia pasa
por incorporar a la comunidad académica toda, desde la cátedra,
departamentos, decanato s y hasta la institución en pleno, a un proceso de
concientización que logre cristalizar en una voluntad política de los
actores internos (autoridades rectorales, decanos, jefes de departamentos,
profesores, estudiantes, etc.) que irradie luego hacia los actores externos
(gobierno y «fuerzas vivas» de la región). El capital intelectual, la imagen
institucional, cuarenta años de labor hacen que la UCLA sea considerada «patrimonio de los larenses». Ello es importante para un proyecto de desarrollo
regional.
Cooperación intra-universitaria
Las áreas en las cuales realizan sus actividades cada uno de los Decanatos
están vinculadas con los recursos existentes y potenciales de la región. No
obstante, no existe el grado de articulación y coordinación entre ellas. El
abordaje académico de la problemática del desarrollo regional resulta más
provechoso si se estructuran: a) Unidades de estudio con un plantel propio
de investigadores. b) Una red institucional de cooperación
interdisciplinaria.
Cooperación inter-universitaria
La región es reconocida como polo educativo por el número de instituciones
con las cuales cuenta. En el nivel superior, no obstante, ha prevalecido una
visión feudal que impide avanzar en un proceso de integración con base en la
racionalización de los recursos y programas conjuntos en áreas de
convergencia. Las posibilidades de cooperación son múltiples y diversas, por
intermedio de: a) Intercambio de docentes e investigadores. b) Convenios
para la acreditación y reconocimiento de créditos en
la materia. c) Programas de educación continua, conjunto de cursos,
talleres, seminarios, etc., de carácter itinerante y asociados a la
plataforma del área de extensión con la cual cuenta actualmente la UCLA.
Integración del saber en los planes curriculares
Las modificaciones de los planes de estudios deben contemplar contenidos
específicos relacionados con el conocimiento de la temática del desarrollo
regional. La realidad ofrece una multiplicidad de dimensiones y expresiones
(culturales, societales, políticas, agrícolas, económicas, tecnológicas,
industriales, etc) a partir de las cuales puede crearse y validarse una
praxis educativa de mayor pertinencia y actualidad.
Profesionalización de los estudios del desarrollo regional
La descentralización y la saturación del mercado de trabajo por parte de las
carreras tradicionales hacen volcar la mirada sobre posibles ofertas
innovadoras por parte de la universidad corno respuestas al entorno. El
proyecto de Licenciatura en Desarrollo Humano, corno nueva Carrera de la
UCLA, p. ej., constituye una posibilidad cierta de legitimar este tipo de
estudios.
Obligatoriedad de la práctica comunitaria al servicio del desarrollo
regional
En el caso de la UCLA, los profesionales egresados del Decanato de Medicina,
dada la orientación curricular del perfil de la carrera y la obligatoriedad
de la prestación de servicios de salud a la comunidad corno requisito de
grado, son reconocidos corno verdaderos líderes sociales. Si ésta práctica
se extendiese al resto de las carreras que ofrecen los Decanatos de
Veterinaria, Agronomía, Ciencias y Tecnología, Ingeniería Civil y
Administración y Contaduría, en un plan concertado con la región, se
lograría potenciar el desarrollo y la calidad de vida de la población en un
mayor nivel.
Programas de apoyo tecnológico al sector productivo local
Mediante la infraestructura y los recursos con que cuenta la universidad,
particularmente en el Decanato de Ciencia y Tecnología, se considera
factible la implementación de éste tipo de programas destinado a elevar la
capacidad tecnológica, tratando de ajustar los procesos de innovación en
función del potencial endógeno.
Red de investigación sobre el desarrollo regional
Los programas de doctorado que actualmente se llevan a cabo en la UCLA
constituyen un punto de apoyo fundamental para la elaboración de
conocimiento sobre la problemática del desarrollo regional. Está en curso
una experiencia de estudios de alto nivel en el área del desarrollo
orientada a fortalecer la investigación en el campo
del desarrollo regional, corno base para la integración con la docencia (pre
y postgrado) y extensión, a partir de: a) los proyectos de investigación que
se generen específicamente en los programas de doctorado en Estudios del
Desarrollo (Cendes); Metodología, Técnicas y Análisis de Desarrollo Regional
(Universidad de Sevilla, España); y además en Administración (USM) y otras
áreas afines (otras universidades
españolas). b) Apoyo institucional del Cipost (Faces-UCV) y del BCv. c)
Desagregación de los proyectos, en efecto cascada hacia subproyectos en el
IV y III nivel. (referencias para programas de pre y postgrado e
investigaciones libres).
Construcción del desarrollo regional a partir del cambio institucional en la
UCLA
En el contexto de cambios que a todos los niveles se producen, la
transformación del modelo tradicional bajo el cual está organizada la UCLA
constituye un reto clave para el desarrollo regional y local. El costo de
oportunidad está sustentado en la decisión gubernamental de otorgarle
autonomía plena en razón de la madurez institucional alcanzada, con sujeción
al cambio de sus estructuras. He aquí, en términos de Boisier (1994), la
vertiente política, simultánea y complementaria a la otra, la vertiente
social, a partir de la cual- sinergia necesaria de por medio - puede
procurarse la cohesión de la red institucional con la cultura regional y con
base en proyectos colectivos para el mejoramiento de la calidad de vida: de
la formación en estudios del desarrollo dependerá en gran medida el
desarrollo regional. (14)
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NOTAS
1.- C Legna
señala que tratándose de empresas, los cambios tecnológicos de procesos y de
organización se extienden o contagian a todas las áreas. El
«rejuvenecimiento» es factible por cuanto no hay sectores obsoletos sino
gestiones y tecnologías obsoletas.
2.- El título del acápite se inspira a su vez en el texto
de Hercilio Castellano Bohórquez pero se limita a la consideración de
elementos parciales que forman parte de una realidad que es necesario
integrar, pero sin llegar a utilizar la metodología propuesta en dicha obra.
3.- Diario El Nacional. Edición del 22/06/2002. Caracas.
4.- Reseñado en Alianza Social. Directorio Venamcham, 2001, Caracas, p. 7.
5.- Con relación a la disquisición teórica entre desarrollo regional o local, asumimos el criterio de Laureano Lázaro Araujo expuesto en: El desarro110 local y los fondos estructurales (1999), según el cual hay diferentes niveles territoriales del desarro110 (supranacional, nacional, regional y local) que no se contraponen sino que se complementan.
6.- El concepto de densidad institucional incluye, a decir de Andrés Rodríguez-Pose, cuatro aspectos fundamentales: la relación y sinergia interinstitucional, la representación colectiva por numerosos entes, un objetivo industrial común, y finalmente, una serie de valores culturales compartidos. Obviamente nuestra perspectiva desborda lo puramente industrial o económico y se inscribe en lo humano, y en lo social.
7.- Diversos autores en diferentes épocas. V.gr: Gabaldón A. (La enfermedad latinoamericana de la educación superior. 1992); Mayz Vallenilla, E. (El ocaso de las universidades, 1984); Cadenas, J.M. (La universidad entre el apocalipsis y la esperanza, 1996); Yicón, C. (Aspectos críticos de la universidad. 1997); Fuenmayor, T. L. (Universidad. poder y cambio, 1995); García Guadilla, C. (La educación superior en Venezuela: debate en la transición, 1998); González, E. (Evaluación para la reformulación de las instituciones de educación superior. 2001); Morles, Medina y Álvarez (La educación superior en Venezuela. Año 2000. Informe a Iesalc-Unesco. Versión preliminar).
8.- Ver: «Políticas y estrategias para el desarrollo de la educación superior en Venezuela (2000-2006»>. Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Caracas, diciembre 2001. Especificamente la acción reseñada forma parte de la Política 5 (pp. 54 Y 55).
9.- Reseñada en: B, Kliskberg (1983). Universidad, formación de Administradores y Sector Público en América Latina. FCE, México.
10.- En el registro de textos, tesis de grado y trabajos de ascenso perteneciente a la Biblioteca del DAC-UCLA se constató que no existen textos relacionados con el tema de la regionalización (14/03/2003) (Testimonio del autor).
11.- Algunos planteamientos críticos respecto a tales corrientes han sido formulados por autores venezolanos tales como: Amoldo Pirela, Alexis Mercado y Paolo Maragno Gipardio.
12.- Ver: Informe de Gestión. Año 2002. Dirección de Extensión. UCLA. 2003. Barquisimeto (mimeog.).
13.- A finales de la década anterior la empresa fue liquidada comercialmente y el juicio por responsabilidad cursa en los tribunales del Estado Lara.
14.- Pablo
González Casanova en la última parte de su texto: «La universidad necesaria
en el siglo XXI», en los trazos gruesos de un anteproyecto, señala los
objetivos y la relevancia de un Sistema de Ciudad-Universidad.