Por: Econ. José Julio Cevallos Becerra
Haciendo un análisis histórico de las modificaciones tributarias que se han
producido en nuestro país en los últimos años, nos damos cuenta de que éstas,
han sido siempre en perjuicio de los contribuyentes, elaboradas bajo la óptica
estatal y considerando un aspecto fiscal cortoplacista.
En esta oportunidad la anunciada reforma tributaria tiene el peligro de convertirse en un parche coyuntural, sin tocar el problema de fondo . La reforma debe partir de un diseño de modelo de desarrollo económico, con medidas a corto, mediano y largo plazo.
En nuestro país nunca se ha consultado la dación de las reformas a los involucrados, en este caso con los contribuyentes o gremios empresariales, quienes son los actores del sistema y finalmente son los que soportan la carga fiscal, es por ello que nuestro sistema siempre ha sido inestable por que al no ser consultados, no se conoce las verdaderas necesidades, carencias y deficiencias del sistema.
Si revisamos la Constitución de la República en el artículo 74 están los principios de legalidad, igualdad, respeto a los derechos fundamentales de la persona y no confiscatoriedad. Estos principios no son tomados en cuenta al momento de legislar, es más, al no permitir la participación ciudadana, se corre el riesgo de aprobar normas impracticas como la Ley de Mypes, (excesivamente formalista) afectación tributaria sobre vacaciones, sistemas de pago adelantado de IGV, detracciones, percepciones, retenciones (donde el Estado cobra por adelantado y pone trabas para devolver los tributos pagados en exceso o indebidamente) y otras normas.
Esta anunciada reforma tributaria, no será distinta a las que la precedieron, puesto que la actual legislación tributaria pone énfasis en cuestiones puramente formales, como sanciones excesivas, que convierten al sistema en intolerable.
La actual reforma tributaria, presentada por la primer Ministra Beatriz Merino al Congreso no contiene medidas profundas que corrijan los problemas de fondo del país, las medidas dictadas son solo estructurales, orientadas desde un punto de vista corto placista, que solo busca obtener mayor recaudación.
El paquete comprende 18 medidas tributarias:
1. Modificar el Código Tributario
para perfeccionar la norma, las facultades y procedimiento de fiscalización.
2. Modificar el impuesto a la renta par ampliar su aplicación y eliminar
exoneraciones; uniformizar las tasa aplicables a las rentas de tercera
categoría, entre otras.
3. Racionalizar exoneraciones, beneficios e incentivos tributarios sectoriales.
4. Modificar el Registro Único de Contribuyentes para generalizar su uso como un
sistema único de identificación.
5. Establecer un régimen tributario promocional para pequeñas empresas.
6. Reducir la tasa del IGV de 17% a 16%
7. Modificar el sistema de pago de obligaciones tributarias con el gobierno
central
8. Establecer procedimientos para aplicar medidas cautelares y trabar embargos
mediante mecanismos informáticos a través del sistema financiero.
9. Aplicar medidas cautelares y trabar embargos a los proveedores de las
entidades del Estado.
10. Mecanismos de cobro de deudas tributarias del Estado.
11. Sanciones a entidades y funcionarios del Estado que incumplan obligaciones
tributarias.
12. Medidas para permitir a la administración tributaria contar con información
del sector público.
13. Disposiciones para formalizar operaciones económicas con participación de
las empresas del sistema financiero.
14. Modificación de la Ley General del Sistema Concursal.
15. Reforma de la Ley General de Aduanas.
16. Racionalización del sistema tributario.
17. Normas de descentralización fiscal.
18. Modificar normas para sancionar delitos tributarios.
Y por supuesto el pedido de facultades para legislar en materia tributaria, cuyos alcances se desconocen.
Analizando estos puntos, nos damos cuenta de que ésta, no es una reforma, sino mas bien un nuevo paquete de medidas, las que aunadas a la falta de conciencia tributaria de la ciudadanía, lo único que generarán será mayor informalidad, contrabando, evasión fiscal y falsificación de productos, que no solo afecta al fisco, sino también a la empresa formal. Analizando específicamente el proyecto de bancarización, nos damos cuenta inmediatamente que es altamente atentatorio a los derechos de los ciudadanos, puesto que grava el circulante de los consumidores, cobrándose excesivos impuestos a las operaciones pequeñas
Una verdadera reforma tributaria debe combinar criterios de eficiencia, equidad y una justa recaudación y no solo constituirse, como vemos, en un paquete de medidas destinadas a generar caja fiscal.
Es cierto que el Estado necesita mejorar su recaudación, pero no puede hacerlo perjudicando el normal desenvolvimiento de los agentes económicos. Creo que la verdadera tarea del Estado hoy, no es obtener mayores recursos para gastar, sino planificar y priorizar los gastos, evitando gastos improductivos, solo de esa forma el Estado va a poder cumplir sus compromisos sin perjudicar a la población.
Al final todo estaría bien ya que un sacrificio del pueblo en bien de un futuro mejor es aceptable, pero como siempre estamos constatando que sigue el derroche de gastos en viajes al exterior sin importar la necesidad del pueblo, lo que hace más ingobernable y difícil a aceptación del pueblo a cualquier nuevo paquete tributario.
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