“Chiapas es en el cosmos lo que una flor al viento. Es célula infinita que sufre, llora y canta”, para el poeta chiapaneco Enoch Cancino Casahonda esa es una de las tantas cosas que para él mismo significa Chiapas, profetizando quizá que esa parte de la geografía mexicana día a día sufre, llora y canta. Podría parecer académicamente poco apropiado comenzar un texto de análisis de la situación económica que se vive en el sureño estado de la República Mexicana, con dichas frases, pero las palabras del poeta definen de una manera vivida la realidad chiapaneca.

De tal forma que en este breve texto se aportan una serie de datos sobre la situación económica de la sureña entidad, el círculo vicioso compuesto entre otros factores por la pobreza, migración y remesas.

Estudiosos con diferente formación académica y perspectiva teórica han analizado de manera implícita o explicita esta ancestral situación, entre ellos se puede destacar a: Moisés T. de la Peña que en su acucioso estudio titulado “Chiapas Económico” da cuenta de la potencialidad del estado para tener un importante despegue económico, explícita e implícitamente pone de relieve la paradoja de la riqueza de sus recursos naturales y la pobreza de su gente. Thomas Benjamín es otro autor que en su “El Camino a Leviatán, Chiapas y el Estado Mexicano, 1891-1947” y en “Chiapas. Tierra rica, pueblo pobre. Historia política y social” , visibiliza también la paradoja: una tierra rica y un pueblo extremadamente pobre.

Mención especial merece Antonio García de León, autor preocupado por el desarrollo histórico-económico del estado de Chiapas; quien en Utopía y resistencia” , hace gala del manejo de fuentes, información y metodología para poner de relieve los problemas del desarrollo histórico y económico de Chiapas, no es extraño que también señale la riqueza del estado y la pobreza de su gente. Similar aporte realiza en su obra, cuyo título es por demás elocuente: “Fronteras interiores. Chiapas: una modernidad particular” .

En un contexto “un tanto diferente” en el presente texto se hace un breve análisis de tres indicadores básicos que revelan el desenvolvimiento económico en la entidad antes multicitada.

El estancamiento productivo chiapaneco

Diversos autores caracterizan a la situación económica chiapaneca como una crisis de carácter estructural (Villafuerte, 2006:104; Escobar et al 2006:5 y López Arévalo 2007: s/p). Tomando en consideración que el vocablo “crisis”, en su definición básica hace referencia a que esta se presenta de manera coyuntural, consideramos que el fenómeno del cual adolece la economía chiapaneca no es una crisis sino una situación de permanente atraso económico , tomando en cuenta que las actividades productivas de la entidad tienen más de dos décadas de crecer a ritmos mínimos y en algunos casos con tasas de desempeño económico negativas.

En el cuadro 1, se puede apreciar el comportamiento del Producto Interno Bruto en la entidad chiapaneca, la serie estadística de 15 años revela el pobre desempeño de la misma.

Esta situación es aún más grave en el sector primario de la economía chiapaneca, en su conjunto el sector agropecuario muestra un estancamiento productivo estructural. Exceptuando 1999, el PIB agropecuario ha crecido a tasas por debajo de los cinco puntos porcentuales, en muchos casos con tasas de crecimiento cercanas al cero y en diversos años con decrecimiento productivo (Gráfica 1), lo cual impide generar los alimentos y las materias primas que la población y la industria del estado requiere.

La migración en Chiapas

El estado de Chiapas estaba caracterizado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) como una entidad federativa con baja o muy baja intensidad migratoria hacia los Estados Unidos, según datos de este Consejo con base en el XII Censo de Población y Vivienda, 2000, el 0.8 por ciento de los hogares chiapanecos, es decir, aproximadamente 6,573 contaban con emigrantes en Estados Unidos y el 0.76% recibían remesas del citado país (Cuadro 2). Datos más recientes indican que aproximadamente 50 mil chiapanecos han migrado hacia Estados Unidos (Calabró, Carlo 2004: 2) y datos del Banco de México señalan que en 2003 los migrantes chiapanecos enviaron 360 millones de dólares, esto es, un promedio per cápita de 86 dólares, lo que en ese momento constituía el 2.72 % del total de las remesas que México recibió de migrantes a los Estados Unidos (Banco de México, 2003:2).

Es importante señalar que en el último lustro el estado de Chiapas ha acentuado el comportamiento migracional iniciado en la década de los noventa del siglo pasado, transitando de tener un grado de intensidad migratoria muy baja a uno bajo y medio; en el ámbito de las remesas, Chiapas ha transitado en el lapso de una década (1995 a 2005) del sitio 27 al 11 en lo que a recepción de ellas se refiere a nivel nacional. Superando ampliamente a estados como Zacatecas, Morelos y San Luis Potosí, entidades con índices de intensidad migratoria muy altos; ello nos puede reflejar el aumento del índice de intensidad migratoria de la entidad chiapaneca (Cuadro 3).

Dado que no existen datos con un nivel de desagregación a escala municipal es difícil indicar cuánto de estos montos es remitido por migrantes expulsados de cada municipio o región.

Como se puede observar en el cuadro 4 el monto de las remesas con respecto al PIB ha vendido creciendo considerablemente hasta alcanzar más del 6 por ciento. Ello a pesar de que en los dos últimos años su monto total ha tenido disminución en su crecimiento.

La magnitud, en términos absolutos, a nivel regional y municipal y su destino e impacto final en la economía de los hogares que reciben las remesas está en la agenda de investigación.

Reflexiones finales

La economía chiapaneca muestra signos de que su atraso económico y estancamiento productivo están muy lejos de ser resueltos; al contrario, los indicadores permiten afirmar que el atraso puede profundizarse.

Los tomadores de decisiones deben de tomar con seriedad la problemática que significa el aumento de la migración estatal y su correlato en las remesas, la economía estatal caerá en una especie de “síndrome holandés” al considerar que las remesas son una “veta inacabable” de recursos, que puede financiar el desarrollo. La experiencia nacional muestra que dicha veta es ilusoria y muestra signos de agotamiento.

Bibliografía

Banco de México (2003). Ingresos por Remesas Familiares en 2003. Boletín de prensa 3 de febrero de 2004. Banco de México. México D.F. www.banxico.mx. Consultado el 1 de septiembre de 2004.

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Baquero, Jenaro (1962) “El atraso económico y su medición”. Desarrollo económico revista de ciencias sociales No. 1 Vol. 2 abril-junio de 1962. Buenos Aires, Argentina.

Calabró, Carlo (2004). Chiapas. El ataque de Gringo Coyote Company. Ojarasca No. 85, mayo de 2004. También se puede encontrar como Boletín 406 del CIEPAC. Abril de 2004. www.ciepac.org.

CONAPO (2002). Geografía de la migración México-Estados Unidos. En CONAPO (2002) Índice de Intensidad Migratoria México-Estados Unidos, 2000. México D.F.

Escobar Rosas, Héctor; Sovilla, Bruvo y López Arévalo, Jorge (2006): "Pobreza, desastres naturales y migración en la regiones Istmo-Costa, Sierra y Soconusco de Chiapas" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Número 70, noviembre 2006. en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/index.htm

López Arévalo, Jorge (2007). Crisis económica, mercados de trabajo y emigración en el estado de Chiapas. Puerto Vallarta, 4 de diciembre de 2007. Versión electrónica disponible en: http://usmex.ucsd.edu/programs/18JorgeLopezArevaloCHIAPAS.pdf.pdf. Consultada el 30 de julio de 2008.

Villafuerte S., D. (2001) Integraciones comerciales en la frontera sur. Chiapas frente al Tratado de Libre Comercio México-Centroamérica. Programa de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica y el Sureste. Colección Científica 3. UNAM. México. D.F.

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