Revista académica de economía con el Número
Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas ISSN 1696-8352.
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Bonny JEAN
BAPTISTE[1]
Bonny.JeanBaptiste@student.ua.ac.be
Resumen: La agricultura juega un papel importante en los países en vías de
desarrollo. Constituye una fuente de ingresos, de empleos y de rentas de
exportación para estos países. Además una mayor parte de su población (sobre
todo rural) vive y depende del sector agrícola.
Desde varias décadas, asistimos a una liberalización creciente del comercio en
el mundo. Esta liberalización comercial es el objeto de numerosos estudios y
análisis. No existe unanimidad acerca de los resultados de estos estudios.
Mientras que algunos de ellos subrayan sus consecuencias beneficiosas; otros
demuestran, al contrario, sus impactos negativos sobre el medio ambiente, la
seguridad alimentaría y el nivel de la pobreza en los países del Tercer Mundo.
El objeto de este artículo es estudiar los efectos de la liberalización
comercial sobre la producción agrícola en Haití especialmente la del arroz.
Palabres claves: Haití, Inseguridad, Importaciones de arroz, Liberalización
comercial, Producción de arroz
Trade liberalization and rice production in Haiti
Abstract : Agriculture plays an important role in the developing countries. It
constitutes a source of income, employments and export revenues for these
countries. Moreover, a major part of their population (especially rural) depends
on it and lives by it directly.
Since several decades, we have seen increasing liberalization of the exchanges
in the world. This trade liberalization is the object of many studies and
analyses. Unanimity does not exist about the results of these studies. While
some studies underline its beneficial consequences; others show, on the contrary,
its negative impacts on the environment, food security and the level of poverty
in the Third World countries.
The object of this paper is to study the effects of trade liberalization in
Haiti on the agricultural production, especially on the rice production.
Key words: Haiti, Insecurity, Rice Importation, Rice Production, Trade
Liberalization
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Bonny, J.B.: Liberalización comercial y producción de arroz en Haití en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 87, octubre 2007. http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ht/bjb-arroz.htm
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I- Introducción
En muchos países en vías de desarrollo, el sector agrícola juega un papel muy
importante como fuentes de ingresos, de empleos y de rentas de exportación. La
agricultura constituye un elemento principal de la potencialidad económica de
estos países y del nivel de vida de sus habitantes. Las poblaciones rurales
dependen directamente de este sector, el cual condiciona también la seguridad
alimentaria y el crecimiento económico sostenido del país. Es el caso de la
República de Haití. En efecto, el sector agrícola en este país conoce un declive
caracterizado por la reducción de las exportaciones y su incapacidad de cubrir
las necesidades alimentarias de la población.
Según algunos análisis, una de las causas del deterioro de la situación agrícola
en Haití tiene que ver con las políticas económicas nacionales implementadas
desde las dos últimas décadas, especialmente la liberalización comercial. Ésta
constituiría un freno al aumento de la producción agrícola y tendría
consecuencias importantes (Chéry 2001, Oxfam 2002). Este proceso se acompañó de
un aumento muy rápido de las importaciones alimentarias procedente sobre todo de
los Estados Unidos y del contrabando. Contribuyó al deterioro de las condiciones
de vida de la población haitiana (sobre todo rural) y su empobrecimiento aún
más. Aceleró también el proceso de migración, de degradación del medio ambiente
y el fenómeno de inseguridad en este país.
Nuestro artículo se quiere estudiar los efectos de la liberalización comercial
en Haití sobre la producción de arroz. Vamos inicialmente a hacer una breve
presentación de la economía haitiana. A continuación realizamos, a partir de
cuadros e indicadores estadísticos, un análisis profundo del sector arrocero.
Abordaremos después los impactos de la liberalización en este sector a partir de
cuadros y gráficos considerando distintos efectos (importaciones de arroz y
ayuda alimentaria, embargo económico, dumping arrocero de los Estados Unidos,
etcétera). Este artículo se termina mostrando cómo el proceso de liberalización
contribuyó al proceso de aceleración de la migración, de degradación
medioambiental y de inseguridad en este país.
II- Breve presentación de la economía haitiana
Haití está situada en América y comparte la isla caribeña del mismo nombre con
la República Dominicana. Es un país montañoso y de clima tropical. Con una
población de 8.3 millones de habitantes (entre los cuales 2/3 en zonas rurales)
en 2002, se le considera hoy como uno de los países más pobres del mundo . Los
resultados de una investigación sobre las condiciones de vida realizada en 2001
han hecho esta constatación: un 67% de la población rural en situación de
extrema pobreza , baja tasa de actividad económica y altos niveles de desempleo,
elevados autoempleos (79% de la mano de obra), un 44% de la mano de obra en
agricultura, utilización principal de la madera o del carbón para la cocción
(más del 90% de los hogares), etcétera (IHSI/FAFO/PNUD 2003).
Con una tasa de crecimiento demográfico que supera la del PIB (1.9% contra un
-0.5% en 2002), un déficit de su balanza comercial (alrededor $ 811.0 millones),
una deuda externa total de más de mil millones de dólares , un bajo ingreso por
habitante ($ 440.0 en 2002) y bajas entradas de inversiones extranjeras directas
(alrededor $ 3.0 millones en 2002, este país depende en parte de la asistencia
extranjera y las transferencias de los emigrantes .
III- Análisis del sector arrocero haitiano
3.1 El sector arrocero haitiano: importancia y características
a) El sector arrocero haitiano: su importancia
El arroz es el alimento básico de la población haitiana. El plato nacional de Haití es, por otra parte, el "arroz con las judías rojas y salsa de carne". Según el Departamento de la Agricultura de los Estados Unidos de América (USDA), el consumo total anual de arroz mecanizado se evaluaba en 360.000 toneladas métricas en 2002 mientras que era 36.000 en 1961 (o sea un aumento del 5.64% para el período en cuestión) . Es importante destacar no obstante que la población haitiana pasaba de 3.868.000 habitantes en 1961 a 8.326.000 en 2002 (o sea una tasa de crecimiento de 1.8%) . El gráfico 1 muestra la evolución del consumo de este cereal entre 1961 y 2002.
Fuente: Index Mundi
El arroz es el medio de subsistencia de un quinto de la población haitiana (Charveriat y Fowler 2002). El cultivo de arroz es en efecto la principal actividad y fuente de ingresos para alrededor de 93.000 familias haitianas (Chéry 2001). Según una investigación de la FAO en 1997, este sector tiene 52.000 productores (85% de los cuales son pequeños explotadores), 22.000 trabajadores, alrededor de 8.000 comerciantes locales, 400 molineros asegurando la transformación del arroz paddy en arroz blanco y alrededor de 300 comerciantes urbanas (o "Madan Sara") que desempeñan el papel de intermediarias entre las zonas de producción y los mercados urbanos donde venden el arroz a detallistas (Chéry 2001). No tenemos estadísticas sobre estas últimas. Pensamos que son millares. Además de los participantes citados, existen otros (transportadores, propietarios de depósitos de almacenamiento urbanos, portadores). Los datos no están disponibles sin embargo.
b) Las características generales del sector arrocero haitiano
Tres tipos de ecosistemas se encuentran en el cultivo del arroz en Haití. Se trata de los llanos aluviales, de las zonas pantanosas y montañas húmedas (arroz pluvial). El arroz se cultiva en nueve de los diez Departamentos de este país (IHSI 1996, 34), pero sobre todo en las tierras (de llano) irrigadas . Es un cultivo intensivo que requiere una utilización abundante de mano de obra y de insumos químicos (Bonheur 1996, 3).
La superficie destinada a la producción arrocera oscila, desde el principio de
los años ochenta entre 50.000 y 62.000 hectáreas (excepto en 1997 donde se
estimaba en 70.000 hectáreas). Según la FAO, el cultivo de arroz haitiano
ocupaba una superficie de 55.000 hectáreas en 1985 para pasar a 52.000 hectáreas
(ha) en 2002 .
Con una superficie cultivada en arroz de 28000 ha, el Valle del Artibonito (o
Vallée de l’Artibonite) es la principal zona irrigada y de producción arrocera
del país. Cubre, en efecto, más de un 60% de la superficie global sembrada en
arroz (Chéry 2001) y proporciona entre 60 y un 80% de la producción total
(Bonheur 1996, 3; IHSI 1996, 34). El Valle es una de las zonas de Haití más
productivas al nivel agrícola. La producción en el Valle se realiza a través de
dos grandes temporadas culturales: la temporada lluviosa (entre 500 y 1.200
milímetros de lluvia), extendiéndose de mayo a noviembre y la temporada seca
(entre 50 y 100 milímetros), de diciembre a marzo (Chéry 2001). Las principales
variedades de arroz producidas eran: la “Crête” y “CICA” (más de 80%), la
“Sheila” (o Shella) y de otras variedades tradicionales. A raíz de los daños
causados por la enfermedad de la paja negra causada por el hongo “Sarocladium
orizae”, se introdujo una nueva variedad, la TCS 10, para sustituir a las dos
primeras variedades a principios de los años 2000. En cuanto al rendimiento,
varía según las estimaciones de la FAO entre 1.719 y 3.300 kilogramos por
hectárea (kg/ha) para el período 1961-2002. El rendimiento disminuyó en 2002. De
2.500 kg/ha en 2000, pasaba en 2002 a 2000 kg/ha .
3.2 La producción arrocera en Haití
La producción arrocera haitiana es realizada sobre todo por pequeños agricultores (alrededor de 77.350 en 1997, lo que representa 85% del total de los explotadores) y consumida localmente. La mayoría de estos pequeños explotadores son pobres. El tamaño de las explotaciones de los pequeños y medianos productores del Valle del Artibonito se sitúa, en efecto, entre 0.10 y 5 hectáreas (FAO 1985). Explotan más de un 70% de las tierras irrigadas, lo que representa más de 20000 hectáreas, y tienen un nivel muy bajo de capitalización para valorizar sus tierras (Bonheur 1996, 6). La evolución del tamaño de estas pequeñas explotaciones muestra que hay un aumento de su fragmentación desde 1950. Entonces es difícil hacer posible la mecanización (véase gráfico 2).
Fuente: Bonheur 1996
Teniendo en cuenta un explotador puede tener una o más parcelas, la FAO y el PAM
consideran en 2005 el tamaño de las explotaciones alrededor de 1 hectárea
(FAO/PAM 2005, 23). La fragmentación de las explotaciones se explica por el
hecho de que los pequeños explotadores no tienen bastante capital para invertir
en la producción y no tienen accesos al crédito. Se les obliga pues o sea:
vender sus animales u otros bienes preciosos para comprar insumos agrícolas,
alquilar una parte de sus tierras, o en el peor de los casos recurrir a los
préstamos usurarios fijados en 20% el mes (FAO/PAM 2005, 7) . Cerca del 60% de
las parcelas cultivadas partenecen a sus explotadores, 20% están en
arrendamiento y 4% en aparcería. 16% de las tierras están en indivisión.
Con herramientas agrícolas rudimentarias , la mano de obra familiar y asalariada
(costosa), insumos agrícolas (semillas poco mejoradas, abonos costosos) y un muy
escaso apoyo técnico y financiero, los campesinos haitianos llegan a producir
según la FAO 104 millares de toneladas métricas de arroz paddy en 2002 mientras
que producían 129 y cerca de 130 millares de toneladas respectivamente en 1985 y
1990 (véase gráfico 3). Lo que representa un declive.
Fuente: FAO (FAOSTAT)
En el Valle del Artibonito, las mujeres de los productores o comerciantes locales se encargan la transformación del arroz paddy a través de múltiples molinos. En cuanto a la comercialización del arroz local, se hace valerosamente por comerciantes urbanas (llamadas "Madan Sara") en condiciones caóticas visto el estado de las redes de carretera y vehículos.
3.3 Las principales dificultades en la producción de arroz en Haití
A pesar de grandes potencialidades agrícolas del Valle del Artibonito, existen
numerosas dificultades en la producción arrocera (Bonheur 1996, 21-22; Chéry
2001; Duret 2001, 24-29; Charveriat & Fowler 2002; Georges 2004). Estas
dificultades pueden clasificarse en cuatro (4) grandes categorías: técnicas,
socioeconómicas, organizativas y financieras.
La primera categoría está relacionada sobre todo con la gestión del agua (mal
drenaje, incertidumbres sobre la provisión de agua relacionadas con la falta de
mantenimiento de las obras de toma y los canales secundarios, etcétera).
La segunda categoría se refiere a los problemas relacionados con la
disponibilidad de abonos y a su accesibilidad, la falta y la debilidad de los
servicios de apoyo y de investigación agrícola , los problemas de acceso a los
servicios de mecanización (cinco tractores disponibles solamente para todo el
Valle del Artibonito en octubre de 2004, precio muy costoso de los motocultores
y no-disponibilidad de las piezas de recambio en el mercado), el coste y la
disponibilidad de la mano de obra agrícola (Bonheur 1996, 22; FAO/PAM 2005, 8).
En lugar de trabajar en las explotaciones arroceras, la mayor parte de los
empleados agrícolas prefiere los trabajos de alta intensidad de mano de obra
menos difíciles o más bien la migración hacia la República Dominicana con el fin
de obtener empleos mejor remunerados en los sectores de la agricultura, la
construcción y el turismo (Duret 2001, 28). Además, el coste de la mano de obra
asalariada aumentó mucho nominalmente. De 13,20 gurdas ($2.64) al día en 1981 y
15 gurdas ($3,00) en 1985, el salario mínimo pasaba sucesivamente a 30 ($2,34) y
36 gurdas ($2.30) en 1992 y 1995 (Lafontant Joseph 2003, 46) . A eso se añade un
contexto macroeconómico cada vez más desfavorable para la producción de arroz:
disminución de la renta global de los cultivadores de arroz (y en consecuencia
de su poder adquisitivo) en razón del aumento más rápido del coste de los
insumos y del precio de los bienes de consumo con relación a los precios del
arroz (Duret 2001, 28).
La tercera categoría de dificultades tiene que ver con las debilidades de las
asociaciones campesinas del Valle del Artibonito. Estas asociaciones tienen una
muy escasa influencia sobre los precios del arroz del mercado. Eso se explica
sobre todo por su falta de capacidad económica y financiera.
La última categoría está relacionada con las escasas inversiones del Estado
haitiano y los agricultores en la producción arrocera. Los escasos ingresos de
los arroceros, « constituidos por pequeños ahorros y préstamos usurarios » y el
carácter aleatorio del sector agrícola no les permiten acceder al crédito
bancario (Bonheur 1996, 22).
IV- El sector arrocero haitiano frente a la liberalización comercial
4.1 Antecedentes de la liberalización comercial en Haití
La liberalización comercial se refiere a la reducción o a la eliminación de las
barreras al comercio.Durante el período 1957-1986, se protegía el mercado de
arroz en Haití. El Gobierno del Presidente François Duvalier (1957-1971)
efectuaba una política de protección del mercado nacional: cierre de todos los
puertos (excepto el puerto de la Capital), control estricto de las importaciones
(pues pocas importaciones de arroz). La ayuda externa era débil y el contrabando
casi inexistente. Con la llegada de su hijo, Jean Claude Duvalier, al poder en
1971, esta política económica nacionalista comienza a caer considerablemente.
Así pues, a principios de los años ochenta, se llevó una primera tentativa de
aplicar reformas neoliberales, pero se paró.
El año 1986 constituyó una doble ruptura: una ruptura política con la pérdida
del poder de Duvalier y una ruptura económica con la apertura de la economía
haitiana al mercado mundial y la política de liberalización. Ésta se caracteriza
por: la apertura de los puertos de las provincias, las modificaciones de los
aranceles aduanueros que pasan de 30 al 10%, la eliminación de las tarifas a la
exportación y licencias de importaciones, una ley especial por la que se
eliminan las medidas previas de protección de la producción nacional.
Después del período del Golpe de Estado (1991-1994), esta política de
liberalización comercial va a ser reforzada en 1995 por la eliminación total y/o
la fuerte reducción de los aranceles aduanueros a la importación. La estructura
de las tarifas se simplificó para llegar a seis tipos: 0%, 3%, 5%, 10%, 15% y
57.8% (WTO 2003, viiii). El último tipo (57.8%) se aplica solamente a las
importaciones de gasolina. Según, la OMC (2003), la media aritmética simple de
las tarifas de Haití es del 2.9% y lo que hace esto país uno del más abierto del
mundo. Según el Banco Mundial, las tendencias de los tipos de tarifa medios en
Haití, entre 1982 y 2002 no hacen más que disminuir. De 27.7% en 1982, pasan al
9.0% en 2002 mientras que eran de 11.6% en 1987 y un 10.0% en 1995 . El sector
agrícola es el más protegido con un tipo de protección medio es del 4.5% (WTO
2003, x). El arancel aduanuero sobre el arroz es del 3% (Chéry 2001).
¿Cuál es entonces el impacto de esta liberalización en el sector arrocero?
4.2 Impacto de la liberalización comercial sobre el sector arrocero
El impacto de la liberalización puede ser apreciado mediante los indicadores económicos siguientes: la producción, las importaciones y el consumo de arroz, los precios, el empleo y los ingresos, las rentas del Estado y el crecimiento económico.
a) Los efectos de la liberalización sobre las importaciones, la producción y el consumo de arroz en Haití
Sobre las recomendaciones de las Instituciones Financieras Internacionales, Haití adoptó brutalmente medidas de liberalización comercial. Ésta causó importaciones masivas de arroz en el mercado haitiano. De 200 toneladas métricas para el período 1961-1966, estas importaciones pasan a 1.3 mil millones para el período 1997-2002. La producción arrocera haitiana ante la competencia directa del arroz importado y otros factores (embargo y ayuda alimentaria) disminuyó: de 759.446 toneladas métricas para el período 1985-1990, pasa a 723.320 para el período 1997-2002 (véase cuadro 1 y gráfico 4) .
Cuadro 1: Producción e importación de arroz en Haití en millares de toneladas métricas (1961-2002)
Periodo Importaciones Produccion de arroz (paddy)
1961-1966 200 395000
1973-1978 82300 680406
1985-1990 198000 759446
1991-1996 925000 680478
1997-2002 1323900 723320
Fuente: FAO (FAOSTAT)
Fuente: gráfico realizado a partir de los datos del cuadro 1
A la producción local y las importaciones de arroz, viene a añadirse la ayuda alimentaria. Lo que aumenta la disponibilidad interior. Resulta una subida del consumo de arroz en Haití. El gráfico 5 muestra la evolución de este consumo con relación a la producción local. La constatación es que el consumo (123 millas toneladas) supera la oferta local (alrededor de 121 millares de toneladas) en 1987. Eso se explica seguramente por la liberalización comercial.
Fuentes: Index Mundi y FAO (FAOSTAT)
b) Los efectos de la liberalización sobre los precios, los empleos y las rentas
en el sector arrocero
La fuerte reducción y/o la eliminación de las protecciones a la importación de
los productos agrícolas tiene una influencia directa sobre los sistemas de
precio y las rentas agrícolas (Sergot 2002). La liberalización comercial rápida
en Haití (que se acompañó del contrabando) tuvo como resultado la entrada de
volúmenes importantes de arroz americano, una caída relativa de precio de este
último y una fuerte reducción del poder adquisitivo, por lo tanto rentas, de los
arroceros (Chéry 2001). Favoreció a los consumidores urbanos debido a un arroz a
bajo precio. Pero este beneficio era a corto plazo. Observamos desde cerca de
una década una cierta convergencia en efecto entre los precios del arroz
importado y del arroz producido localmente (Pecos 2003). El precio del arroz en
el mercado local es fijado por el precio del arroz importado (véase cuadro 4).
Éste desempeña el papel de precio director (Chéry 2001). La competencia del
arroz importado hace que el mercado interior no puede pues garantizar un precio
remunerador a los esfuerzos de los pequeños arroceros, los cuales se encuentran
obligados alinearse sobre precios inferiores al coste real de su producción con
todos los riesgos que eso puede implicar (descapitalización, quiebra y éxodo
rural).
Ante el deterioro de su poder adquisitivo y el aumento de salário mínimo
nominal, el arrocero haitiano no puede contratar la misma cantidad de empleados
agrícolas, ya raros, en sus explotaciones con el fin de producir. Se obliga pues
a aumentar el tiempo de trabajo de su familia (mujeres y niños) (Pecos 2003). No
puede tampoco aventurarse al cultivo de productos agrícolas destinados a la
exportación dado que los precios de éstos son bajos a menudo en el mercado
internacional y además, el sistema de comercialización de estos productos
permaneció desde siempre bajo el control de un pequeño grupo cuyo interés es
realizar el máximo beneficio y sólo dar a los productores una ínfima parte de
los beneficios extraídos de su venta (Sergot 2002).
La liberalización comercial pues no se tradujo en un aumento del empleo en el
sector arrocero. La subida de los costes de producción y productos de primera
necesidad que causó contribuyó cada vez más a reducir las rentas y el poder
adquisitivo de los pequeños productores (Chéry 2001; Duret 2001, 28).
c) Los efectos de la liberalización sobre los ingresos del Estado y el
crecimiento económico en Haití
La disminución de las tarifas de importación sobre todos los productos (incluso
el arroz) y la eliminación de los impuestos sobre las exportaciones se
acompañaron de una reducción de los ingresos aduaneros. De cerca de 61.3
millones de dólares en 1982-1986, los ingresos aduaneros medios anuales pasaban,
en efecto, de 43.3 millones de dólares en 1987-1991 en aproximadamente 20
millones para el período 1992-1996 . Esta reducción de los ingresos causada por
la liberalización comercial y empeorada por el embargo contribuyó al
debilitamiento aún más del Estado haitiano ya frágil y subdesarrolló (Joachim
1979, Francisque 1986, Corten 1989, Lundhal 2001). Constató una mejora de los
ingresos para el período 1997-2001 (70.2 millones de dólares). No obstante, si
consideramos los ingresos aduaneros en porcentaje del PIB, vemos que por término
medio eran más elevados (3.4%) para el período de antes de la liberalización
(1982-1986) que para los otros períodos en cuestión (respectivamente 1.93%,
0.92% y 1.95% para los períodos 1987-1991, 1992-1996 y 1997-2001).
Las reformas comerciales liberales no tuvieron un impacto positivo en el
crecimiento económico del país. De 0.44% para el período 1980-1985, la tasa de
crecimiento medio anual del PIB pasó respectivamente al 0.85%, -2.56% y un 0.76%
para los períodos 1986-1991, 1992-1997 y 1998-2002 .
4.3 Los Estados Unidos: el principal beneficiario del proceso de liberalización comercial en Haití
El principal beneficiario del proceso de liberalización comercial en Haití es
incuestionablemente Estados Unidos de América . Supieron extraer beneficios
sustanciales del mercado haitiano aplicando toda una serie de medidas políticas
y económicas. La liberalización comercial pues reforzó aún más la dependencia de
Haití respecto al exterior, sobre todo de los Estados Unidos.
Intentemos ver los efectos de esta liberalización examinando al mismo tiempo las
ventajas e implicaciones de los Estados Unidos. Nuestro análisis se hará a
través de: las importaciones haitianas de arroz americano, la ayuda alimentaria
americana, el embargo decretado contra Haití y el dumping arrocero americano.
a) Las importaciones de Haití de arroz americano
Haití es uno de los cinco primeros importadores de arroz americano en el mundo. Según los datos del USDA, siempre se clasifica en los 10 primeros países donde los Estados Unidos exportan más arroz en el mundo. Del sexto lugar en 1996-1997, pasa al cuarto el año siguiente (1997-1998) para ocupar desde 2001-2002 la tercera posición (véase cuadro 2) .
Cuadro 2: Los diez primeros mercados de exportación de arroz de Estados Unidos en millares de toneladas métricas (1996-1997, 1997-1998, 1999-2000 & 2001-2002)
Años Nombre Parte de los 10 primeros en la exportación total de arroz americano
1996-1997 1-Mexico (263.8), 2-Turquía (226.9), 3-Japón (220.2), 4-Canadá
(161.8), 5-Arabia Saudí (160.3), 6-Haití (146.4), 7-Rep. de Sudáfrica (119.1),
8-Reino Unido (101.8), 9-Jordania (87.9), 10-Suiza (79.6) 63.1%
1997-1998 1-Mexico (318.9), 2-Japón (267.4), 3-Colombia (207.1), 4-Haití
(178.7), 5-Canadá (172.8), 6-Arabia Saudí (121.3), 7-Perú (119.8), 8-Ecuador
(112.6), 9-Rep. Dominicana (108.7), 10-Turquía (101.3) 61.0%
1999-2000 1-Mexico (373.0), 2-Japón (281.8), 3-Turquía (212.8), 4-Haití (200.2),
5-Canadá (180.4), 6-Indonesia (174.2), 7-Arabia Saudí (154.2), 8-Reino Unido
(125.9), 9-Ghana (81.3), 10-Rep. de Sudáfrica (75.0) 65.8%
2001-2002 1-Mexico (471.9), 2-Japón (359.2), 3-Haití (256.0), 4-Canadá (175.8),
5-Nicaragua (133.6), 6-Turquía (120.8), 7-Honduras (115.3), 8-Arabia Saudí
(114.5), 9-Salvador (109.1), 10-Reino Unido (94.4) 65.1%
Fuente: USDA, 2004, 2003 & 2002
Las cifras entre paréntesis representan la cantidad de arroz exportada por
Estados Unidos en millares de toneladas métricas
No obstante, es necesario precisar que esta clasificación en términos de toneladas de arroz exportado por los Estados Unidos no explica realmente la realidad. Ésta puede apreciarse a través del siguiente indicador: el número de kilogramos de arroz importado de los Estados Unidos per cápita . Según este indicador, Haití se clasifica desde 1997-1998 en primera posición (véase cuadro 3).
Cuadro 3: Clasificación de los diez grandes países importadores de arroz de Estados Unidos según la cantidad de kilogramos de arroz importado por habitante (1996-1997, 1997-1998, 1999-2000 & 2001-2002)
Años Clasificación según la cantidad de kilogramas de arroz importado por
habitante
1996-1997 1-Jordania (19.81), 2-Haití (19.54), 3-Suiza (11.23), 4-Arabia Saudí
(7.98), 5-Canadá (5.39), 6-Turquía (3.63), 7-Rep. de Sudáfrica (2.93), 8-Mexico
(2.79), 9-Japón (1.75), 10-Reino Unido (1.72).
1997-1998 1-Haití (23.37), 2-Rep. Dominicana (13.17), 3-Écuador (9.25), 4-Arabia
Saudí (5.85), 5-Canadá (5.70), 6-Colombia (5.07), 7-Perú (4.83), 8-Mexico
(3.73), 9-Japón (2.12), 10-Turquía (1.59).
1999-2000 1-Haití (25.15), 2-Arabia Saudí (7.44), 3-Canadá (5.86), 4-Ghana
(4.15), 5-Mexico (3.81), 6-Turquía (3.16), 7-Japón (2.22), 8-Reino Unido (2.14),
9-Rep. de Sudáfrica (1.70), 10-Indonesia (0.84).
2001-2002 1-Haití (30.89), 2-Nicaragua (25.01), 3-Salvador (17.0), 4-Honduras
(16.96), 5-Canadá (5.61), 6-Arabia Saudí (5.23), 7-Mexico (4.68), 8-Japón
(2.82), 9-Turquía (1.73), 10-Reino Unido (1.59).
Fuente: Cálculos propios efectuados a partir de los datos de USDA y WDI del
Banco Mundial
Las cifras entre paréntesis representan la cantidad de kilogramos de arroz
importado per cápita
A partir de los datos extraídos de la FAO, calculamos el número de kilogramos de arroz mecanizado importado de los Estados Unidos entre 1980 y 2002. Constatamos que esta ratio, débil entre 1980 y 1986, no hace más que aumentar luego. Lo que confirma aún el aumento importante de las exportaciones de arroz americano a Haití después de su gran apertura económica en 1986 (véase gráfico 6).
Fuente: FAO (FAOSTAT)
b) La ayuda alimentaria
Haití recibió para el período 1993-1999 una ayuda alimentaria por un valor de 349.0 millones de dólares (IHSI 2000b, 103). Según la CNSA, los principales países donantes de ayuda alimentaria a Haití estabán para el período 1993-1999 y por orden de importancia: Estados Unidos de América a través el USAID ($226.9 millones), la Unión Europea ($44.3 millones), del Canadá ($40.8 millones), Francia ($24.9 millones), Japón ($ 10.4 millones), España ($1.5 millones) y Alemania ($135 miles). Cerca de los dos tercios de esta ayuda han sido puestos en ejecució según la CNSA por las ONG americanas mediante el Programa PL 480 Título II (véase gráfico 7).
Fuente: CNSA
Por lo que se refiere a la ayuda alimentaria en arroz, Haití había recibido
respectivamente 86.863, 13.392 y 132.569 toneladas métricas para los períodos
1970-1980, 1981-1991 y 1992-2002. La parte de la ayuda arrocera americana era
respectivamente del 36%, 59% y 30% de la ayuda total recibida en arroz para los
tres períodos en cuestión .
La ayuda alimentaria americana en Haití está administrada por la USAID y puede
clasificarse bajo estas tres formas:
1) la ayuda urgente distribuida gratuitamente a la población y puesta en
ejecución por el organismo de las Naciones Unidas PAM y principalmente por tres
ONG: CARE, CRS y ADRA. Es financiada por el Título II del PL 480;
2) la ayuda-proyecto distribuida en el marco de un proyecto de desarrollo
comunitario y puesta en ejecución por el PAM y otras ONG (CARE, CRS, ADRA,
etcétera) a través de la realización de proyectos o actividades de comida por
trabajo ("Food for Work")." Su financiación está garantizada también por el
Título II del PL 480;
3) la ayuda-programa, ayuda directa otorgada (sobre todo en harina de trigo ) al
Gobierno haitiano con el fin de venderse en el mercado. Los ingresos de esta
venta sirven para financiar trabajos de alta intensidad de mano de obra. Esta
ayuda es financiada por el Título III del PL 480.
La ayuda alimentaria americana, aunque útil y necesaria , es a menudo nociva.
Reviste en Haití un carácter sobre todo permanente. Así, ha contribuido a:
competir con las producciones agrícolas de Haití (el arroz es un ejemplo) y
modificar las prácticas de consumo de la población haitiana en favor de los
productos agrícolas (sobre todo el arroz) americanos importados (Coutrot y
Husson 1994, 87).
La caída de la producción local de arroz (de 104.000 toneladas métricas de arroz
paddy en 2002 contra 129.000 en 1990 y 129.195 en 1985), el aumento de las
importaciones de arroz mecanizado de los Estados Unidos (278.500 toneladas
métricas en 2002 contra respectivamente 103.000 y 7.000 en 1990 y 1985) y el
hecho de que los trabajos de alta intensidad de mano de obra absorben una gran
parte de la mano de obra agrícola (Bonheur 1996, 21) en detrimento de los
trabajos en los arrozales ilustran perfectamente esta competencia de la ayuda
alimentaria. Además, la distribución de ésta en forma gratuita a menudo está
desviada con el fin de venderse en el mercado y además creó y mantuvo una
mentalidad de dependencia en las poblaciones objetivas (CNSA 1996, 10).
La ayuda alimentaria americana crea pues una presión continua en su propia
perennización. No hace más que crear mercados en Haití más importantes para las
producciones agrícolas americanas. Es para eso que se votó, por otra parte, la
ley PL 480 en 1954 (Coutrot y Husson 1994, 88).
Hay que subrayar finalmente que la distribución de la ayuda alimentaria en Haití
se hace sin un diagnóstico agrícola y económico previo y el Estado haitiano
juega prácticamente ningún papel en su gestión (CNSA 1996, 9 y 13).
c) El embargo
Después del Golpe de Estado militar en septiembre de 1991, la OEA y la ONU decretaron un embargo económico y financiero contra Haití. Este embargo que ha durado tres años (1991-1994) tuvo consecuencias importantes sobre todos los sectores de la economía de este país . Al nivel político, este pequeño país pobre tenía durante este período (1991-1994) dos Gobiernos: uno reconocido por la Comunidad Internacional en exilio que tiene su sede en Washington D.C. y como Presidente Jean Bertrand Aristide y el otro con Port-au-Prince para sede dirigida por un Gobierno bajo la férula de los militares putchistes (ex-FADH). Los dos Gobiernos utilizaban como les parezca los recursos financieros del país . Estudios deberían llevarse a cabo con el fin de evaluar los gastos efectuados por los dos, el impacto en Haití del Golpe de Estado y el embargo que se siguió.
Algunos analistas denunciaron el doble juego de la Administración americana del
periodo: por una parte, apoyó oficiosamente a los autores del Golpe de Estado
realizado en 1991 contra el Presidente elegido Aristide, y el otro lado,
reconocimiento oficial de éste como Presidente de Haití pero en exilio (Richard
2000, Chossudovsky 2004). Así pues, bajo la amenaza de llegada en los Estados
Unidos millares de refugiados ("boat-people"), esta administración decidió
enviar 20.000 infantes de marinas en Haití para el regreso de Aristide al Poder
en octubre de 1994 y también para facilitar la salida de los militares golpistas
en exilio (¡Con sus fortunas dudosas!) .
En resumen, el embargo de tres años decretado contra Haití a raíz del Golpe de
Estado de 1991 hizo aumentar el precio del arroz local. Permitió en efecto:
1) frenar la producción arrocera local haciendo aumentar los costes de
producción, especialmente los de los insumos (abono y pesticidas) importados tan
importantes en el proceso productivo ,
2) disminuir las actividades de los molineros que se ocupan de la transformación
de arroz paddy en arroz descascarillado en razón del acceso difícil a los
productos derivados del petróleo y a sus costes vertiginosos.
3) aumentar los costes de transporte.
El cuadro 4 confirma por otra parte esta subida del precio de la libra de arroz local así como el de un insumo importante para su producción: los abonos.
Cuadro 4: Evolución del precio medio del saco de abono, de la libra del arroz producido en Haití y del arroz importado de Estados Unidos de América en gurdas
Producto Arroz blanco local
(Puerto Príncipe) Arroz importado Abonos
(Saco de 100 libras)
Antes 1987 - - 50.0
1987-1991 2.82 2.88 90.0
1991-1994 3.29 3.33 200.0
1995 4.58 4.21 250.0
1996 5.06 5.04 270.0
1997 5.40 5.05 270.0
1998 6.00 5.60 175.0
1999 6.78 6.01 175.0
2000 7.00 5.83 190.0
Fuente: Chéry 2001
La misma constatación puede hacerse para los productos derivados del petróleo.
Como ejemplos los precios medios al consumo del galón de gasoil (o gasóleo) y
queroseno pasaban respectivamente de 8.46 y 3.77 gurdas durante el período
1988-1991 (antes del embargo) a 12.15 y 14.96 gurdas durante el período del
embargo (IHSI 1996, 29).
El embargo favoreció, por el contrario, el aumento fulgurante de las
importaciones de arroz americano en Haití. Según Chéry, los importadores de
arroz en Haití no superan una decena y tres de ellos tienen un 60% del volumen
de arroz americano importado. Es necesario indicar finalmente que es durante el
período del Golpe de Estado (en 1992) que se instaló una de las compañías de
importaciones de arroz americano en Haití, la Rice Corporation of Haiti (RCH).
d) El dumping estadounidense de arroz
El dumping puede definirse como «la exportación de un producto a un precio inferior al precio de producción. Eso es posible gracias al apoyo financiero en forma de subsidio o a los métodos de producción no duraderos. Constituye una competencia desleal» . Contrariamente a Haití donde los productores agrícolas no se benefician de ningún apoyo financiero y técnico, los Estados Unidos soportan suyos usando varios mil millones de dólares . Según la OCDE, el apoyo concedido por este país a sus productores agrícolas se consideraba, por término medio anual, durante el período 1986-1988 cerca de a 42 mil millones de dólares para convertirse en 51 mil millones para el período 1999-2001 (véase gráfico 8) .
Fuente: OECD
Según una publicación de Oxfam, los Estados Unidos gastan anualmente 1,3 mil millones de dólares en subvenciones con el fin de apoyar su producción arrocera. Estas subvenciones favorecen el dumping de 4.7 millones de toneladas de arroz en los mercados mundiales, vendiéndolo al 34% por debajo de los costes de producción. Sin las subvenciones masivas, el arroz americano no sería competitivo (Oxfam 2005, 41) y además un 57% de agricultores americanos no estarían en condiciones de cubrir sus costes de producción (Livesey y Foreman 2004). Los arroceros haitianos, en una palabra, no podrían ser competitivos con relación al arroz subvencionado importado de los Estados Unidos.
V- A manera de conclusión
Ante las dificultades de toda clase, la liberalización comercial fulgurante acompañada del contrabando y la importación masiva de arroz subvencionado americano, el arma alimentaria y el embargo, los riesgos climáticos, etcétera, los pequeños cultivadores arroceros haitianos disponen de pocas alternativas: cultivar otros cultivos o abandonar su tierra y emigrar. Esta segunda alternativa es la utilizada por muchos de ellos . La liberalización comercial brusca y sin preparación pues aceleró la migración, la degradación medioambiental y la inseguridad en Haití.
a) La migración
Es de orden interno y externo. La migración interna se hace hacia las ciudades.
La Capital del país, Puerto Príncipe, es el destino privilegiado . En efecto,
una investigación realizada en 2001 reveló que la mitad de los residentes de su
Zona Metropolitana no nacieron allí (IHSI/FAFO/PNUD 2003) . La Capital es
incapaz de acoger a los migrantes. Los nuevos tienen una muy escasa oportunidad
de encontrar trabajo en las pocas fábricas que cuenta esta ciudad con alta tasa
de desempleo. Pues se ven obligados a agrandar el número de los pobres y
desprovistos colocándose en los múltiples barrios de chabolas y dedicándose a
las actividades del sector informal y de otras a veces ilegales.
La migración externa se hace principalmente hacia la República Dominicana a
través de la frontera terrestre común, las islas caribenas vecinas
(especialmente las Bahamas) y los Estados Unidos a través sobre todo de
embarcaciones de fortuna (« boat people ») . Según nuestros cálculos, la
diáspora haitiana cuenta con actualmente alrededor de 4 millones de habitantes
de quienes más de la mitad viven en los Estados Unidos.
b) La degradación medioambiental
La degradación medioambiental en Haití no data de hoy. Bajo el efecto combinado
de la liberalización comercial, el contrabando y el embargo, se aceleró aún más.
Basta con tener en cuenta las consecuencias de la migración de los campesinos de
la Capital:
- la producción aún más de detritos y depósito de estos últimos dondequiera, su
escasa recogida (lo que causa la contaminación marina y atmosférica, problemas
sanitarios e higiénicos),
- la proliferación de barrios de chabolas a través de la construcción anárquica
de alojamientos malsanos o tugurios en lugares no convenientes (cerca de los
barrancos, a bordo del mar, sobre el lado del Morne del Hospital que implica la
erosión de éste y de las inundaciones frecuentes), etcétera.
Un estudio realizado bajo la dirección de Holly en 1999 hace un inventario más
exhaustivo de esta degradación medioambiental en la Zona Metropolitana de
Port-au-Prince.
c) La inseguridad
Se puede apreciar la inseguridad al nivel alimentario y sociopolítico. En razón
a las condiciones difíciles de producción en el sector agrícola, la
liberalización comercial empeoró la crisis agraria en Haití (Cadet 1996, 67-68).
Contribuyó a empobrecer aún más varios millares de pequeños campesinos
productores haitianos acelerando la reducción de sus rentas. Es de esta
situación de pobreza extrema que se deriva la inseguridad alimentaria. Un
haitiano sobre dos es en efecto víctima de ésta a principios de los años 2000
(Sistema de las Naciones Unidas República de Haití 2003, 25).
Esta situación de pobreza de masa tiene estrechos vínculos con la inseguridad
sociopolítica cuya existencia de distintos grupos armados, frecuentes cambios
políticos, asesinatos, robos, etcétera son algunos de sus manifestaciones. Un
60% de los habitantes de las ciudades declararon en efecto tener miedo en su
propia casa según una investigación realizada en 2001 (IHSI/FAFO/PNUD 2003).
Uno de los indicadores que permiten apreciar esta subida de la inseguridad
sociopolítica es la evolución del número de solicitantes de asilo haitianos en
el extranjero. Así pues, a partir de los datos disponibles para tres países (los
Estados Unidos, el Canadá y Francia), constatan una aceleración de éstos con el
proceso de liberalización comercial. De 3.562 para el período 1982-1986, el
número de solicitantes de asilo haitianos pasaba a 7.553 en 1987-1991, 35.113 en
1992-1996 y 25.538 en 1997-2001 . Por estos tres países, son los Estados Unidos
donde se registró el mayor número de solicitantes. De 0% en 1982-1986, la parte
americana en el total pasó sucesivamente al 16%, 91% y 73% para los períodos
1987-1991, 1992-1996 y 1997-2001.