Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Adolfo Castillo Vitlloch (CV)
Universidad de La Habana
adolfo@cim.sld.cu
Resumen.
Un rasgo distintivo e imprescindible del sistema socialista es el surgimiento de un nuevo tipo de entidad económica con respecto a las formaciones económico-sociales anteriores: la empresa estatal socialista. Hasta hoy ha constituido una gran polémica el papel del individuo dentro de este tipo de empresa y la relación del estado con las mismas, y por ende con los individuos que trabajan en ella. En el presente trabajo se hace una propuesta de cómo debe ser orientada la misión de estas empresas para garantizar una relación armónica con sus trabajadores, de forma tal que se logre una mayor estimulación de las fuerzas productivas. Además se propone un modelo de gestión económica que responda a los objetivos planteados en este sentido y se demuestra su viabilidad con ejemplos concretos.
A distinctive and essential feature of the Socialist system is the emergence of a new type of economic entity with respect to the previous economic formations: the Socialist state enterprise. Until today, the role of the individual in this type of enterprise and the relationship of the State with this organization, and therefore individuals who work in it has been a great controversy. The present paper is a proposal of how the mission of these companies should be oriented to ensure a harmonious relationship with their workers, in such a way that achieves a higher stimulation of productive forces. Also proposes a model of economic management that responds to the objectives set out in this regard and shows its feasibility with specific examples.
Palabras claves: empresa socialista, gestión, actualización económica, Cuba
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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Castillo Vitlloch: "¿Es posible lograr un nuevo modelo de empresa estatal eficiente a partir de los lineamientos aprobados para la actualización de la economía cubana?" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 160, 2011. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2011/Una revolución dentro de la Revolución.
“Allá Dios que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví”
El Necio, de Silvio Rodríguez
El socialismo es un esfuerzo colectivo, desde su diseño, hasta su implementación objetiva, dialéctico en su esencia marxista, y no es la obra para y por un solo hombre o grupo de hombres, aunque algunos puedan aportar más que otros. ¿Puede inferirse acaso del inmenso y valioso trabajo de los padres fundadores, Marx, Engels, Lenin y otros, cual es la receta exacta para construir el socialismo, cual es toda la extensión de su alcance y como debe implementarse en cada país y momento histórico específico?. Muchos (diría que la mayoría) nos hemos equivocado respecto a estos trascendentales temas, unos los reconocen y otros no.
Creo que nadie duda que un rasgo distintivo e imprescindible del sistema socialista, sin importar el contexto del momento histórico o del país en que se desarrolle, es el surgimiento de un nuevo tipo de entidad económica con respecto a las formaciones económico-sociales anteriores: la empresa estatal socialista. Esta es la forma productiva que mejor expresa la razón de ser del socialismo, o sea transformar los instintos individualistas y egoístas de supervivencia del hombre, en favor de sus valores como ser social, en donde el bien de la sociedad, como colectivo humano prevalece en equilibrio con los intereses individuales.
No obstante hasta hoy ha constituido una gran polémica el papel del individuo dentro de esta empresa estatal socialista y la relación del estado, como institución central de gobierno, con las empresas, y por ende con los individuos que trabajan en la misma. Es usual escuchar como crítica de parte de los enemigos del sistema socialista, e incluso entre algunos amigos de nuestro país, el hecho de que en el socialismo ocurre la abolición del individuo en aras del estado. De hecho la tendencia general en muchos países socialistas (y nuestro país no ha escapado a esto) ha sido que el aparato central de gobierno del estado mantenga un control cuasi total del desempeño de la empresa, administrando, gestionando, planificando y asumiendo los riesgos, la responsabilidad y los beneficios resultantes del funcionamiento de la empresa, relevando de hecho a sus trabajadores y directivos (los individuos) de estas funciones. Esto ha conllevado a resultados negativos, contrarios a la esencia que el sistema socialista propugna, y que han sido identificados y criticados en numerosos ámbitos. Entre estos fenómenos podemos citar la pérdida del sentido de propiedad sobre los medios de producción, la ausencia del papel estimulador del salario, la desvalorización del trabajo, el sentimiento de trabajar para un ente ajeno (¨el estado¨) y en general la indiferencia del individuo ante los éxitos o dificultades de las entidades estatales, entre ellas las empresas. Todo lo anterior pareciera dar la razón a aquellos que critican la relación entre el individuo y el estado en nuestro modelo de sociedad socialista como el sacrificio del primero en función del segundo. Sin embargo, el propio Marx consideraba que el socialismo debía producir una armonización entre los intereses de los individuos y de la sociedad1. En nuestra opinión en la solución de esta contradicción aparente esta el principal reto de la práctica de la empresa estatal socialista. De esto dependerá en gran medida desatar a su plena capacidad las fuerzas productivas principales del socialismo: los trabajadores de la empresa estatal socialista.
¨Sin embargo, el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar¨.
Ché Guevara3
Como ya dijimos, esta contradicción es aparente ya que realmente la esencia del marxismo es la emancipación plena del hombre. Esto define que el socialismo tiene entre sus principales atributos y diferencias con el capitalismo, la forma de apropiación de los valores generados en el proceso productivo, con vistas a satisfacer al máximo posible las necesidades materiales y espirituales de todos los integrantes de la sociedad, en correspondencia con el aporte de estos a la misma a través de su trabajo, ya sea manual o intelectual2.
En el socialismo las utilidades de la empresa estatal (incluida la plusvalía generada) debe ser en parte propiedad de la sociedad (a través del estado como instrumento) y la otra parte es redistribuida a los trabajadores a través de diversas vías. Así, a los gastos sociales debe ir aquella parte de las utilidades que sostienen los beneficios sociales principales y que garantizan los derechos fundamentales del hombre de forma igualitaria, tales como salud, educación, seguridad social y ciudadana (incluido defensa, orden interior, protección ante catástrofes, etc.), infraestructura básica en comunicaciones, trasporte, etc. A diferencia del capitalismo, en una sociedad socialista estos presupuestos no se colectan exclusivamente a partir de impuestos a sujetos individuales (personas u organizaciones), sino fundamentalmente de forma colectiva, a través de las contribuciones e impuestos a las empresas o formas cooperativas, garantizando que todos los individuos tengan igualdad de derechos y de acceso a estos.
De aquí que toda empresa socialista, al fundarse debiera responder las siguientes preguntas básicas:
En los tiempos que corren estamos abocados y convocados a realizar las rectificaciones necesarias, como apuntaba el Ché3. En esencia debemos realizar una revolución dentro de la Revolución, como las que ya hemos afrontado en otros momentos.
Los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el último Congreso del PCC sientan las bases ideológicas y reguladoras para proponer y afrontar las importantes y complejas transformaciones que no admiten más aplazamientos. En la primera página de ese documento se define que el sistema económico que prevalecerá continuará basándose en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción, donde deberá regir el principio de distribución socialista “de cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo” y más adelante se expresa que ¨el modelo económico a alcanzar reconocerá y promoverá, a la empresa estatal socialista como forma principal en la economía nacional¨4.
¿Cuáles deben ser los principales rasgos distintivos de la empresa estatal socialista?
¨El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas¨.
…..
¨Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño¨.
Albert Einstein5
Algunos de los elementos a tener en cuenta para resolver la aparente contradicción en la relación estado-empresa-individuo serían:
En el Capítulo I de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso se establece, entre otros preceptos, que el sistema de planificación socialista continuará siendo la vía principal para la dirección de la economía nacional. Además se define que la empresa estatal socialista es la forma principal en la economía nacional y se traza como objetivo principal el lograr que el sistema empresarial del país esté constituido por empresas eficientes, bien organizadas y eficaces, creando nuevas organizaciones superiores de dirección empresarial4. De esta forma este documento crea el marco propicio que permita alcanzar los objetivos expresados en los 4 puntos anteriores. Un factor que debe contribuir a lo anterior es definir como parte de su misión económica y objetivos fundamentales de la empresa socialista que esta debe:
En el lineamiento 13 se plantea explícitamente que se hará más flexible su objeto social para que éstas puedan desplegar al máximo sus potencialidades4, según lo normado, lo cual crea la posibilidad de implementar lo planteado anteriormente, dejando así fijado desde su misma razón de existir el principal rasgo distintivo de la empresa estatal socialista, que la diferencia de otros modos de producción.
Abordaremos a continuación una propuesta de cómo pudieran implementarse los lineamientos que rigen la actualización del modelo económico y social cubano para el caso de la empresa estatal socialista.
Modelo de gestión económica para las empresas estatales socialistas a partir de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
La propuesta de modelo que desarrollaremos en este trabajo trata de dar respuesta a los rasgos expuestos y que consideramos deben distinguir a la empresa estatal socialista, los cuales como ya dijimos deben estar contenidos en la misión y objetivos de la misma, con vistas a lograr un balance en el bienestar de cada uno de los componentes de la relación estado (sociedad)-empresa-individuo. Al mismo tiempo el modelo puede y debiera ser ajustado para incluir las características específicas de diferentes sectores empresariales. En el lineamiento 13 ya mencionado se plantea también que se definirán claramente las facultades y los instrumentos financieros a utilizar por las empresas para dirigir la producción de bienes y servicios.
Pasemos ahora a exponer las generalidades de lo que se propone en función de cada uno de los macro-objetivos a lograr por la empresa estatal socialista:
Estas propuestas están en concordancia con lo planteado en el lineamiento 16 que expresa que las empresas deciden y administran su capital de trabajo hasta el límite previsto en el plan. Poder manejar estos fondos a su disposición permitirá una mejor planificación, con una mayor eficiencia, agilidad y flexibilidad para el funcionamiento de la empresa y su capacidad de respuesta ante las exigencias del mercado.
Lo anteriormente planteado va en la línea de implementar el lineamiento 23 que expresa que, las empresas tendrán independencia para la aprobación de sus plantillas de cargos, cumpliendo los indicadores establecidos en el plan, que contribuirán a impedir que se incrementen las plantillas innecesariamente ya que de esta forma la empresa cada vez que ingresa un nuevo trabajador debe asumir también la responsabilidad de garantizar a partir de su desempeño económico, no solo el fondo de salario de este nuevo trabajador, sino además el financiamiento necesario para las contribuciones a la seguridad social y a las políticas sociales en educación y salud, que sustente el incremento de su plantilla. Además permite establecer un nexo más directo y transparente a los individuos y a la empresa como organización entre sus resultados económicos y su aporte a políticas de bienestar social.
¨Tampoco debe regalarse nada a los que pueden producir y no producen, o producen poco. Prémiese el mérito de los que trabajan con sus manos o su inteligencia¨.
Fidel Castro Ruz,
Reflexión del 14 de enero del 2008
Como ya se dijo anteriormente en el socialismo la empresa estatal debe tener entre sus prioridades garantizar el derecho a un empleo adecuado a sus trabajadores, y que su nivel de desempeño permita alcanzar una remuneración del trabajo que posibilite la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de estos y sus familias. El salario (aquí incluimos todas las formas de remuneración a los trabajadores) en la empresa socialista debe constituir una de las formas de distribución de las ganancias de la misma en la sociedad (personificada en este caso en sus trabajadores), y será el exponente de la responsabilidad y obligación de cada trabajador por garantizar el mantenimiento y éxito económico de la empresa que la sociedad les ha delegado en su forma de administración y propiedad, la cual a su vez es la vía de garantizar la forma de vida y el bienestar de todos los trabajadores de la misma.
Este concepto queda fehacientemente reflejado desde el mismo capítulo de Introducción de los Lineamientos en donde se expresa que con vistas a resolver los principales problemas que limitan el desempeño de la economía se deberá incrementar la productividad del trabajo, elevar la disciplina y el nivel de motivación del salario y los estímulos, eliminando el igualitarismo en los mecanismos de distribución y redistribución del ingreso y que como parte de este proceso, será necesario suprimir gratuidades indebidas y subsidios excesivos. Además se reafirma en el lineamiento 170, que plantea: Asegurar que los salarios garanticen que cada cual reciba según su trabajo, que éste genere productos y servicios con calidad e incremento de la producción y la productividad, y que los ingresos salariales tengan un reflejo efectivo en la satisfacción de las necesidades básicas de los trabajadores y su familia.
Se hace necesario hacer una valoración periódica de que se considera un salario adecuado para satisfacer estas necesidades, a partir de lo cual deben ser definidos el salario mínimo y salario medio deseado. La definición de que se consideran como necesidades básicas a satisfacer (salario mínimo) debe ser transparente y mediante un consenso social. Esta definición es especialmente importante para los trabajadores del sector estatal (presupuestado y empresarial).
Es indispensable propiciar el aumento del consumo interno controlado a partir de la capacidad adquisitiva real de los salarios, preferencialmente de los sectores productores de bienes y servicios, y principalmente de los exportadores. El pago de los salarios a trabajadores de empresas estatales, y en especial a las empresas exportadoras, debe tener un valor y capacidad adquisitiva real, con relación definida a divisas internacionales de referencia. De esta forma podemos equiparar el valor generado por el trabajo que sustenta el salario pagado, con la capacidad de consumo del mismo y el estatus social que corresponde de acuerdo al aporte realizado. Por esta vía el salario transmite su valor real en las transacciones entre los individuos y las empresas estatales o productores privados generadores de bienes o servicios con destino al mercado nacional interno. Así se logra valorar y asociar estas producciones o servicios para mercado nacional a la capacidad de captación de divisas del exterior. En el lineamiento 171 se expresa que se deberá incrementar los salarios de manera gradual, dirigidos inicialmente a las actividades con resultados más eficientes y a la labor de aquellos trabajadores que aportan beneficios de particular impacto económico y social.
El salario debe ser la fuente fundamental de los trabajadores estatales para cubrir gastos hoy subsidiados para servicios básicos, tales como electricidad, agua potable, alcantarillados, comunicaciones, transporte público, etc y la alimentación. En una etapa inicial y mientras se mantengan algunos servicios subsidiados total o parcialmente se pudiera implementar un impuesto sobre el salario (además de implementar el impuesto sobre ingresos) para cada trabajador de las empresas que vayan transitando a este tipo de modelo de gestión, de forma tal que los individuos de mayor ingresos aporten más y de forma transparente para cubrir estos subsidios. Los ingresos por pagos de estos servicios a partir del salario de los ciudadanos conformarán las ganancias y el capital para mantenimiento e inversión de estos sectores, debiendo dejar de ser parte de la actividad presupuestada y cubierta por impuestos a las empresas. En esencia se propone lo siguiente:
La aplicación de los sistemas de pagos para la distribución de estos fondos debe estar determinada por regulaciones internas de la empresa, previamente consultadas y aprobadas por el OSDE u organismo central, con vistas a propiciar la estimulación de aquellos aspectos que los directivos de la empresa consideren más prioritarios, previo acuerdo con los trabajadores, lo cual está en plena concordancia con lo planteado en el lineamiento 23 citado anteriormente y en la medida de lo posible, siempre que las condiciones lo permitan los sistemas de retribución salarial deberán diseñarse a partir del concepto de establecer perfiles de puesto de trabajo y estar ajustados a las especificidades de las empresas.
La creación de los fondos anteriormente planteados implicará el establecimiento de esquemas financiero “cerrado”, no solo a nivel de sectores, sino a nivel de cada empresa, que garantice el acceso oportuno a la divisa necesaria, abriéndose la posibilidad de que estas empresas operen sus cuentas corrientes de forma directa y con flexibilidad y autonomía para ajustes internos entre las partidas del presupuesto anual de ingresos en divisas, dentro del marco total aprobado. Esto está en plena concordancia con lo estipulado en el lineamiento 14, que expresa que las finanzas internas de las empresas no podrán ser intervenidas por instancias ajenas a las mismas; lo cual sólo podrá ser realizado mediante los procedimientos legalmente establecidos, así como con el lineamiento 16 que plantea que las empresas deciden y administran su capital de trabajo e inversiones hasta el límite previsto en el plan.
Las cuentas dan.
Fijaremos algunas premisas necesarias para la ejemplificación del modelo. Primeramente, asumiremos la contabilidad en una sola moneda, en este caso CUC, por su convertibilidad directa con el dólar y otras divisas, con una tasa de cambio más acorde con los fundamentos de la economía real y un mayor equilibrio entre la cantidad de esta moneda en circulación y los ingresos y reservas internacionales en divisas del país. Realmente la unificación de la contabilidad de las empresas en CUC o CUP puede realizarse de una manera muy similar y tendría casi los mismos efectos económicos, por lo que ambas variantes son equivalentes a los efectos de la esencia y resultados del modelo. Asumiremos la tasa de cambio con un valor entre la actual vigente para el sector empresarial (1:1) y que está muy sobrevalorada y la de vigente en CADECA, que evidentemente se encuentra muy lejos de la tasa de equilibrio. Tomaremos a modo de ejemplo una tasa intermedia de cambio de CUC a CUP, en este caso igual a 15.
La simulación de estas condiciones para casos hipotéticos de empresas ejemplos con diferentes características y niveles de productividad se muestran en la Tabla 1. Las empresas A y B presentan similares niveles de facturación, tanto en mercado interno (CUP) como por exportaciones (CUC), pero la primera tiene bajos costos por peso de producción (COP) comparada con la segunda (0.3 y 0.65 respectivamente). La empresa C presenta niveles de facturación relativamente bajos en ambas monedas, pero con costos por peso de producción bajos, mientas que la empresa D presenta niveles de facturación medios (en CUC y CUP) y costos por peso de producción similares a la empresa B (altos). La empresa E realiza facturaciones solamente en el mercado interno, con costos de producción medios (0.5). En todos los casos se tomó una fuerza laboral de 1000 trabajadores.
En esta plantilla de cálculo los datos que se ingresan son el número de trabajadores, las facturaciones en mercado nacional (CUP) y por exportaciones (CUC) y los costos de producción (COP). Además de los parámetros anteriormente mencionados en el modelo se fijaron las tasas y los porcientos siguientes:
Tabla 1: Simulación de la gestión económica para varios casos hipotéticos de empresas a partir de la plantilla de cálculo generada en Excel según el modelo propuesto. Valores en miles de CUC o CUP según corresponda. Facturación, CUC-facturación por concepto de exportaciones; Facturación, CUP-facturación por concepto de ventas nacionales; COP-costos de producción (por peso); VAB-valor agregado bruto; Gastos en FT-gastos en fuerza de trabajo; Impuesto-impuesto estatal sobre utilidades; Inversiones-inversiones internas de la empresa; OSDE-Organización Superior de Dirección Empresarial.
Tipo de empresa ejemplo |
A |
B |
C |
D |
E |
No. de trabajadores |
1000 |
1000 |
1000 |
1000 |
1000 |
Facturación total, CUC |
53.333 |
53.333 |
19.200 |
32.000 |
11.333 |
Fracturación, CUC |
50.000 |
50.000 |
18.000 |
30.000 |
0 |
Facturación, CUP |
50.000 |
50.000 |
18.000 |
30.000 |
170.000 |
Costos totales, CUC |
0,55 |
0,94 |
0,62 |
0,96 |
0,88 |
COP |
0,30 |
0,70 |
0,30 |
0,70 |
0,50 |
VAB (CUC) |
35.593 |
11.939 |
12.814 |
7.164 |
5.050 |
Productividad, CUC |
35,6 |
11,9 |
12,8 |
7,2 |
5,1 |
Gastos en FT, CUC |
10.186 |
4.746 |
4.947 |
3.648 |
3.162 |
Contribución social |
2.000 |
2.000 |
2.000 |
2.000 |
2.000 |
Fondo de salario |
7.119 |
2.388 |
2.563 |
1.433 |
1.010 |
Seguridad Social |
1.780 |
597 |
641 |
358 |
253 |
Gastos totales, CUC |
30.287 |
50.224 |
12.183 |
30.934 |
10.129 |
Utilidades, CUC |
23.047 |
3.109 |
7.017 |
1.066 |
1.204 |
Impuesto |
8.066 |
1.088 |
2.456 |
373 |
421 |
Tributo territorial |
3.457 |
466 |
1.053 |
160 |
181 |
Estímulos |
3.457 |
466 |
1.053 |
160 |
181 |
Inversiones |
3.457 |
466 |
1.053 |
160 |
181 |
Desarrollo |
2.305 |
311 |
702 |
107 |
120 |
OSDE y seguros |
2.305 |
311 |
702 |
107 |
120 |
En todos los casos analizados se observa que las empresas obtienen saldos positivos, aunque los valores de productividad a partir del VAB oscilan desde los 5100 CUC/trabajador (empresa E) hasta más de 35000 CUC/trabajador (empresa A). De acuerdo al criterio seguido en el modelo los fondos de salario y estímulos son proporcionales a los valores de productividad, obteniéndose una relación de 1 a 7 entre las empresas de mayor y menor FOS (A y E).
De la Tabla 1 puede observarse también que las empresas que presentan altos costos totales y de producción (B y D) deben dedicar un gran porciento de sus ingresos (más de un 80%) a su reproducción y gastos asociados para garantizar su viabilidad económica (ej., gastos totales y fondos para inversiones internas, OSDE, seguros y reservas). Esto implica que estas empresas pueden dedicar una proporción menor de sus ingresos a los objetivos de asegurar el máximo de bienestar social de sus trabajadores y familias (ej., aporte a la seguridad social, contribución a los presupuestos de salud, educación y bienestar social, impuestos sobre las utilidades y tributo territorial) y garantizar el crecimiento constante del nivel de vida de sus trabajadores, a través de la distribución de parte de los ingresos entre estos (ej., en formas de salarios y estímulos).
Teniendo en cuenta los resultados de la simulación hecha utilizando el modelo propuesta podemos afirmar que las empresas A y C deben tener como objetivo principal el aumento de su volumen de facturación, lo que pudiera implicar su crecimiento. Las demás deben tener como objetivos principales aumentar su productividad en base al ahorro y eficiencia, así como aumentando volumen de exportaciones, con vistas a equilibrar la fracción de sus ingresos que dedica al mantenimiento y la reproducción de la empresa con las dedicadas al aporte para el bienestar y desarrollo general de la sociedad y a garantizar el máximo nivel de vida de los trabajadores y sus familias.
Conclusiones
A diferencia del capitalismo, en cualquiera de las variantes de sistema socialista que se construya debe existir un predominio de la propiedad social sobre los medios de producción. En este sentido, ya desde los primeros trabajos fundacionales de la teoría del futuro sistema llamado a reemplazar al capitalismo, Marx consideraba que el socialismo implicaba una armonización de los intereses del individuo y de la sociedad. Lo anterior, unido a una economía planificada que prevenga de crecimientos disfuncionales de diferentes sectores socioeconómicos, debe conducir a una emancipación plena del hombre y la satisfacción cada vez creciente de sus necesidades materiales y espirituales, todo regido por los principios éticos de solidaridad y justicia social.
La empresa estatal socialista está llamada a ser la forma fundamental de producción en el socialismo, por lo que lograr su funcionamiento eficiente constituye uno de los objetivos vitales de todo modelo económico de este sistema. Para lograr esto es indispensable alcanzar el máximo nivel de estimulación de las fuerzas productivas involucradas en este modo de producción.
Para lograr estas metas estratégicas, la empresa socialista debe conseguir un balance en la distribución de las riquezas creadas por sus trabajadores, en cuanto a:
Las tres vías descritas de distribución de los valores creados por la empresa estatal socialista, ya sea en bienes o servicios, son en el fondo formas de aportar estos a la sociedad en su conjunto a través de diferentes actores: la empresa, el estado y el individuo, lo cual es la diferencia fundamental de su razón de ser con respecto a la empresa capitalista.
Tanto Marx, como Engels plantearon que la práctica era la que debía proporcionar el criterio de la verdad y que toda teoría científica necesita de la práctica, la experimentación, para ir verificándola, ajustándola y modificándola.
En la experiencia concreta de la construcción de la sociedad socialista han existido diferentes aproximaciones en respuesta a cómo aprovechar al máximo las fabulosas potencialidades de las fuerzas productivas del socialismo, a través de un balance óptimo entre diferentes vías de aporte de los resultados de las empresas al bienestar común.
Sin embargo la realidad económica actual de principios del siglo XXI es muy diferente a la que estudiaron los padres fundadores del marxismo, incluso de la que existía cuando se realizaron varias de las experiencias reales de construcción de una sociedad socialista, durante el pasado siglo. El acelerado avance de la ciencia y la tecnología ha dado lugar a nuevos escenarios, tanto en la esfera económica, como en las relaciones sociales.
Proponer, experimentar y establecer los modelos y mecanismos económicos que conlleven al pleno desarrollo de las ventajas del sistema empresarial socialista en Cuba, sustentado en el poder político de la clase trabajadora y el predominio de la propiedad social sobre los principales medios de producción, es la única vía de lograr preservar la validez de dicho sistema y por ende la independencia de nuestro país. Al mismo tiempo implicaría hacer un aporte significativo a la teoría y la práctica mundial en la construcción del único sistema social que realmente presenta una alternativa viable para el desarrollo de la humanidad.
Referencias bibliográficas