Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Cuba

 

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL SISTEMA MONETARIO CUBANO

 

Antonio M. Ruiz Cruz
marino@uclv.edu.cu
Diana J. Molina Tarasiouk
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas
larisa@uclv.edu.cu 
 

 

Resumen:

En este trabajo se analiza el desarrollo histórico del régimen cambiario cubano desde su surgimiento hasta la actualidad. Evidenciando que es una importante variable macroeconómica que refleja las propias fluctuaciones de la economía y es un importante instrumento para actuar sobre ella, aún en las condiciones de una economía como la cubana, que está muy lejos de ser dominada por las fuerzas ciegas del mercado.
 


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato

Ruiz Cruz y Molina Tarasiouk: Evolución histórica del sistema monetario cubano" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 117, 2009. Texto completo en http//www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2009/rcmt2.htm


1. Introducción

La situación de Cuba en relación al mercado de divisas y al manejo del tipo de cambio es especial. En primer término es necesario tener en cuenta la existencia de la dualidad monetaria, con la circulación del peso convertible cubano (CUC) al mismo tiempo que el peso cubano (CUP) al tipo de cambio de CADECA. En segundo lugar, es el criterio generalizado, y así se expresa en la propia Resolución Económica al V Congreso del PCC, que el tipo de cambio oficial está sobrevaluado con las consiguientes consecuencias negativas para la economía y que por lo tanto es imprescindible ir a un tipo de cambio que refleje con la mayor precisión posible las condiciones reales de nuestra economía.

Aunque se han utilizado al mismo tiempo varias monedas incluyendo el euro en el polo turístico de Varadero se pueden enmarcar dos momentos de la dualidad monetaria. Durante diez años la dualidad monetaria estuvo definida por la circulación del peso cubano y el dólar estadounidense. Actualmente, las dos monedas que ocupan la casi totalidad de las transacciones internas son el peso cubano y el peso convertibles, ambas emitidas por el Banco Central de Cuba.

A continuación se expone un resumen de la evolución histórica del sistema monetario cubano.

2. Esbozo histórico sobre la creación y etapa inicial del Sistema Monetario Cubano

La intervención norteamericana en 1899 estableció que los pagos oficiales debían hacerse en moneda norteamericana o en caso de que se hiciera en otras monedas que circulaban, tendrían que efectuarse según el tipo de cambio fijado al efecto por las autoridades interventoras. Hasta 1914 en Cuba circularon tres monedas: el dólar para pagos oficiales y el comercio exterior, y el centén español y el luis francés que predominaban en el comercio local.

Como en Estados Unidos, en 1913 se había instaurado el Sistema de la Reserva Federal y debido a que Cuba estaba en lo político atada por la “Enmienda Platt” y en lo económico por el “Tratado de Reciprocidad Comercial” de 1902, instrumentos ambos que imponían fuertes restricciones a nuestra soberanía, la formación de un sistema monetario cubano completaría el procedimiento para convertirnos en neo-colonia.

El “Tratado de Reciprocidad”, oportunamente denunciado por Manuel Sanguily establecía un sistema desigual e injusto en materia arancelaria, permitiendo a las exportaciones norteamericanas entrar en nuestro País con bajos aranceles, en tanto eran mucho más elevados lo que pagaban las exportaciones cubanas al vecino norteño. Así fueron progresivamente desplazados nuestros mercados Europeos, en tanto se prohibía por ese “Tratado” el establecimiento de controles de cambio para proteger la moneda nacional que habría de ser creada.

Como se verá más adelante, el peso cubano surgió subordinado al dólar. Pronto los billetes de banco norteamericanos inundaron la circulación, dentro de un proceso en el que nuestra riqueza territorial y financiera pasó a poder Yanqui.

El sistema monetario fue basado en el patrón oro. En 1914 se promulgaron las leyes que crearon el Sistema Monetario Cubano. Veamos lo esencial de las mismas a los efectos de este trabajo. La primera, “Ley de Defensa Económica” dispuso que:

Se acuerda la creación de una moneda nacional cuyo derecho exclusivo sería del Estado sobre la base del patrón oro, debiendo ser objeto de una ley especial la unidad monetaria, clases de moneda, peso de las mismas y cuantas más particularidades se refieran a la acuñación, emisión y circulación de dichas monedas, así como las disposiciones que deben regularla

Sobre estas premisas, la Ley de Acuñación de la Moneda Nacional, estableció que:

Sobre la base del patrón oro se dispone la acuñación de la moneda nacional que tiene por unidad el peso que pesará 1.6718 gramos con 1.5046 de fino; se acuñarán monedas de oro en piezas de 20, 10, 5, 4,2 y 1; de plata en monedas de 1, 2/5 de 1, 1/5 de 1 y 1/10 de peso. De níquel habrán monedas de 5, 2 y 1 centésimas de peso

El artículo 3 de la Ley dejó regulado que la acuñación de oro sería ilimitada; de plata habría un límite de 12 millones de pesos (para cuidar el patrón oro) y el Ejecutivo fijaría el límite a las de níquel. También la Ley señaló las proporciones de metal fino y tolerancia en la acuñación tanto en el peso como en la ley de la moneda y con respecto a la fuerza liberatoria señaló que el Oro tendría fuerza liberatoria ilimitada, la Plata cubriría hasta el 8% de la deuda y hasta 10 pesos y el Níquel hasta 1 peso.

Según la Ley el dólar tendría fuerza liberatoria ilimitada, lo que en la práctica constituía un privilegio injustificado, disponiéndose la recogida de la plata extranjera y del vellón circulante, a excepción de la moneda norteamericana. Fueron dictadas algunas normas para retirar las monedas españolas y francesas, así como para impedir su entrada.

Aquella reforma monetaria en la práctica fue Monometalista oro, le confirió fuerza liberatoria a la moneda norteamericana, aún cuando en EE.UU. alguna clase de dólares no tenía fuerza liberatoria y fue el dólar, y no el oro el verdadero patrón.

Durante la primera mitad de la década de los años 30 el peso sufrió una aguda depreciación con respecto al dólar, lo cual determinó su devaluación por Ley del 22 de mayo de 1934 con el objetivo de equipararlo al dólar, que además había sido devaluado el año anterior. A partir de ese momento, la unidad monetaria nacional que serviría como medida de valor o unidad de cuenta sería un peso oro de 0.9873 gramos de peso e bruto y 0.8886 gramos de oro fino (equivalente al dólar), pero estas monedas nunca fueron acuñadas y las monedas de oro circulantes dejaron de tener curso legal y fueron sacadas de la circulación mediante su compra. De esta forma, nuestra unidad monetaria oficial quedó cumpliendo su función de medida de valor, pero dejó de actuar como medio de circulación. Esta función de medio de circulación fue desempeñada por los pesos plata y certificados plata que se comenzaron a emitir en 1935 y a los cuales se les dio fuerza liberatoria ilimitada. El dólar-papel continuó teniendo fuerza liberatoria ilimitada. De esta forma, a partir del año 1934 se creó un sistema parecido al patrón plata, emitiéndose certificados que en realidad constituía un peso plata acuñado en papel, y que no constituía una moneda fiduciaria, por el respaldo que la plata ofrecía. La plata en circulación no lo hacía ya de acuerdo con su propio valor, sino simbolizando el valor de una determinada cantidad de oro.

Para fortalecer la moneda nacional fue creado el Fondo de Estabilización de la Moneda en el año 1939 y la creación del Banco Nacional de Cuba en 1948 fue sin duda un factor importante en la estructuración del sistema. Desde el momento de la creación del BNC, el peso plata cubano se desmonetizó dejando de acuñarse y retirándose de la circulación y fue sustituido por los billetes del Banco Nacional con curso legal y forzoso y fuerza liberatoria ilimitada, no siendo convertibles en metálico. El tipo de cambio oficial de la moneda cubana en relación al dólar se fijó al 1x1 y es el que se mantuvo hasta el 2005. En esas circunstancias, se produce el triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959.

3. Sistema Monetario y tipo de cambio: de 1959 a la actualidad

Al triunfar la Revolución el 1ro. de enero de 1959, el Gobierno Revolucionario se encontró con serios problemas monetario-financieros, los cuales se agravaron debido a la actitud hostil de los EEUU y de la burguesía nacional. En primer lugar, en Cuba las reservas de moneda internacional en los últimos años del dominio capitalista sufrieron un serio deterioro, descendiendo de 534 millones de USD en 1952 a 84,4 millones de USD a fines de 1958 (Humberto Pérez, 1967). En segundo lugar, la tenencia de grandes sumas de dinero en manos de la reacción interna aportaba un apoyo económico importantísimo a la contrarrevolución alentada desde Estados Unidos. Tal situación llevó a Gobierno Revolucionario a decretar un canje total de moneda, constituyendo esta medida un serio golpe a los grandes tenedores de dinero que utilizaban éste en contra de nuestro proceso. Por supuesto que se tomaron todas las medidas para preservar las cuentas de ahorro legales y las tenencias de dinero en manos del pueblo trabajador.

Durante mucho tiempo y gracias a las relaciones con la desaparecida URSS y el resto de los antiguos países socialistas, el país gozó de estabilidad monetaria, circulando los billetes y monedas ampliamente conocidos por todos.

Esta estabilidad se vio abruptamente interrumpida por el derrumbe de la URSS y el campo socialista, encontrándonos de pronto sin fuentes de financiamiento externo y con un déficit de divisas agravado por las extremas condiciones de bloqueo impuestas por Estados Unidos. Internamente, en tales circunstancias se desató un agudo proceso inflacionario, sufriendo nuestro peso una significativa pérdida de valor. El mercado ilegal de compra-venta del dólar norteamericano, que ya existía muy reducido, adquirió proporciones alarmantes disparándose el tipo de cambio vigente en este mercado (Cuadro 1)

En estas circunstancias, la despenalización del dólar, la emisión del peso cubano convertible y otras medidas emergentes, fueron necesarias para enfrentar una situación sobre la cual no es necesario insistir, pero en la actualidad se hace evidente que el proceso de recuperación de la economía y los cambios que dicha recuperación implican, demandan el estudio y aplicación de una nueva reforma monetaria.

Algunos fenómenos que se observan ponen de relieve desajustes en el funcionamiento del sistema monetario actual, entre los cuales se pueden señalar:
 

Cuadro 1. COTIZACION PROMEDIO DEL DOLAR EN CUBA

Años

Tipo de cambio

1989

6 – 7 a

1993

50 – 60 a

1994

130 a

1995

32.1 a

1996

19.2

1997b

22.8

1998b

22,1

1999b

21

2000b

21

2001b

21

2002c

27

a- Estimado y del mercado subterráneo según datos publicados.

b- Según cotizaciones de CADECA.

La persistencia del actual régimen monetario obstaculiza el avance del proceso de perfeccionamiento empresarial, no solo por la inestabilidad de la fuerza de trabajo que “emigra” hacia centros que estimulan con monedas mejor valoradas, sino también por las dificultades en la medición del gasto de trabajo. Por otra parte, el hecho de que la productividad del trabajo aumente más en las entidades que adquieren sus insumos comprados en divisas que en aquellas que no tienen esas posibilidades, implica cierto intercambio desigual o no equivalente de orden interno en sus recíprocas relaciones.

Es necesario ahora examinar aspectos referidos a la masa de dinero puesta en circulación por la CADECA, cuando compra y vende dólares y pesos convertibles. La tasa de cambio a la que realiza sus operaciones constituye un factor de regulación de la emisión o desemisión, pero se hace necesario mantener un rígido control para que la masa de moneda nacional que se inyecta en el torrente circulatorio no presione la inflación, que habría de expresarse en primer término en aquellos mercados en que actúan la oferta y la demanda con respecto a la formación de precios.

El mercado informal que existe, en el cual se ponen directamente en contacto el peso, el peso convertible y el dólar, es un espacio que sirve para lograr ciertos ajustes en las proporciones de cambio, tanto en esa especie de cotización que allí se realiza, como mediante aquella que se efectúa en los centro oficiales.

Es evidente que el fortalecimiento de la moneda nacional depende de la capacidad de recuperación de la producción nacional, pero es necesario examinar otras vías, como pudieran ser las de estimular a los inversionistas extranjeros para que en vez de enviar a sus respectivos países las ganancias o parte de ellas, cambien a una tasa preferencial y diferenciada estas divisas por pesos cubanos, a los fines de reinvertirlos en esa denominación.

En los círculos de economistas cubanos, aunque existe consenso acerca de la necesidad de una nueva reforma monetaria, son diversas las propuestas teóricas que están encaminadas a implantarla.

No obstante la diversidad de opiniones en esa dirección, parece existir un criterio bastante generalizado acerca de que dentro de la reforma monetaria deberá estar incluida la devaluación de la moneda nacional, al menos en lo que se refiere al tipo de cambio oficial existente en la actualidad. Un aspecto importante a estudiar, por tanto, son los posibles efectos de tal medida.

En primer lugar, una devaluación debe producir un aumento de las exportaciones para productos de coeficientes altos de elasticidad, así como la contracción de las importaciones. Se trata por tanto de investigar y proyectar el comportamiento por productos y del conjunto de estos efectos. La devaluación también implica la revalorización de todas las reservas en divisas, a fin de lograr los ajustes conforme a las nuevas paridades.

Al reducirse los precios de exportación expresados en divisas, en tanto se mantienen los precios en moneda nacional, hay que precisar varias cuestiones, dado que los importadores con menos divisas, adquieren los mismos niveles de pesos.

En este sentido, es necesario analizar con respecto a la exportación las cuestiones siguientes:

a) La elasticidad precio de la demanda sobre los productos de exportación de Cuba.

b) El resultado sobre el ingreso que se puede producir como consecuencia del aumento previsible de las cantidades a exportar, porque hay que ver si con este incremento se sobrepasa lo que se pierde por la reducción de precio.

c) El grado de devaluación, es decir, las proporciones en que queda fijada la nueva paridad.

No siempre el mayor ingreso obtenido mediante cálculos teóricos basados en la elasticidad precio, constituye el factor decisivo para determinar hasta donde devaluar, porque habría que tener en cuenta lo que va a ocurrir en los precios internos, en los salarios reales, en las inversiones extranjeras, las repercusiones en los mercados externos, así como también los efectos que pudieran producirse en países que exportan similares productos, con los cuales ya se ha avanzado en el proceso de cooperación con vista a una integración regional o extra regional.

Por otra parte, el eventual encarecimiento de algunas producciones nacionales, sobre todo de aquellas que utilizan insumos procedentes del extranjero, y los efectos sobre los precios de los productos que provienen del exterior, y son de amplio consumo popular, son cuestiones a tomar en cuenta para adoptar la decisión devaluadora.

Un elemento vital es la definición del grado de devaluación, o sea, ¿cuál es el tipo de cambio correcto entre la moneda nacional y la moneda extranjera? La respuesta a esta interrogante no parece haber sido encontrada hasta el momento por los economistas cubanos, debido fundamentalmente a su complejidad técnica, mucho mas en las condiciones de la economía cubana. Dos cosas sí se pueden asegurar: en primer lugar, tal y como se expresa en la Resolución Económica del V Congreso del PCC, es necesario ir a la fijación del tipo de cambio correcto y en segundo lugar, el nuevo tipo de cambio debe estar en un rango que lo sitúe por encima del oficial de 1x1 pero por debajo del que se utiliza en CADECA (actualmente de 25x1).

La solución de este problema no puede hacerse de forma apresurada. Es indudable que en la estrategia económica de la Revolución Cubana no está la idea de continuar con la dualidad monetaria actual, ni con un tipo de cambio oficial sobrevaluado, pero también es evidente que todas estas acciones responden a una clara noción de la situación económica concreta y no al voluntarismo económico. Las palabras de Fidel al respecto son muy esclarecedoras:

Sobre la referencia que hiciste con relación a la dolarización de la economía, debo responderte dos cosas: Primero, la economía mundial está actualmente dolarizada. Después de Bretton Woods, Estados Unidos adquirió el privilegio de emitir la moneda de reserva de la economía mundial. Segundo, en Cuba existe una moneda nacional que en nada está regida por el Fondo Monetario Internacional. Tiene en su haber, como conté ya, la hazaña de haberse revalorizado siete veces en tiempo récord. No existe la fuga de capitales. Ha surgido además el peso convertible a la par con el dólar, y la libre circulación de éste fue simplemente una necesidad imprescindible, pero jamás fruto de una concepción económica. En el futuro pienso que nunca será necesario volver a prohibir la tenencia de dólares u otras divisas extranjeras, pero su libre circulación en el pago de muchos productos y servicios sólo será por el tiempo que los intereses de la Revolución lo consideren conveniente. Estamos por tanto en condiciones de no preocuparnos en lo absoluto por la famosa frase dolarización de la economía

Conclusiones

Al final, hay que concluir que el problema de la dinámica del tipo de cambio, su control y correcta fijación, no sólo es importante como medio para la participación en el mercado de divisas, sino que es una importante variable macroeconómica que refleja las propias fluctuaciones de la economía y es un importante instrumento para actuar sobre ella, aún en las condiciones de una economía como la cubana, que está muy lejos de ser dominada por las fuerzas ciegas del mercado.

Bibliografía

1. Arcanjo, J. y A.M. Ruiz (2001). “El Sistema Monetario Internacional: propuesta de cambios”. Tesis en opción al Título de Lic. en Economía, Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Santa Clara, Villa Clara, Cuba.

2. Castro F., M. (2002) La dolarización, el ALCA y la Unión Monetaria en América Latina, Editorial Ciencias Sociales, La Habana

3. Hidalgo V. y Y. Doimeadios (2002). Dualidad Monetaria en Cuba: Causas e Implicaciones de Política Económica, Economía y Desarrollo N.° 1.

4. Krugman, P. R. y M. Obstfeld, (1995). Economía Internacional. Teoría y Política, Sexta Edición Capítulo 20, McGraw-Hill.

5. Levy Yeyati, E. (2006). Financial Dollarization: Evaluating the Consequences, Economic Policy, enero, pp. 61-11 8.


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