Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Cuba

 

LA POLÍTICA DE EMPLEO EN CUBA

 

Sara Colás Griñán
Nolivio López Diaz
UCLV, Cuba
salacg@uclv.edu.cu
saracg56@yahoo.es 


Resumen

En Cuba, a pesar de las limitaciones impuestas por un cruel bloqueo con más de 40 años de duración, el empleo constituye un elemento fundamental en la planificación del desarrollo económico y social. La legislación tiene entre sus principios básicos el de igualdad en el acceso al empleo, a la educación y a otros derechos.

Summary

In Cuba, in spite of the limitations imposed by a cruel blockade with more than 40 years of duration, the employment constitutes a fundamental element in the planning of the economic and social development. The legislation has among its basic principles that of equality in the access to the employment, to the education and other rights


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Colás Griñán y López Diaz: “La política de empleo en Cuba" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 106, 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2008/cgld.htm


INTRODUCCIÓN

Las transformaciones socio-económicas emprendidas por la Revolución cubana a partir de 1959, han permitido diseñar y aplicar una estrategia de desarrollo que armoniza el crecimiento económico con el desarrollo social.

Esta política laboral contrasta notoriamente con la existente en Cuba antes de 1959. En materia de empleo, la estrategia de desarrollo ha estado dirigida desde el primer momento a procurar un empleo con un ingreso decoroso a cada ciudadano apto para trabajar.

A principios de los años 90, tras la pérdida de los principales socios comerciales de Cuba, la caída del 34,8% del PIB entre 1989 y 1993 y el brutal recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba, que incluyó la adopción de leyes extraterritoriales como la Torricelli y la Helms-Burton, se registró un significativo deterioro de la situación económica del país y en 1995 se llegó a un indicador de 8,3% de desempleo.

A pesar de la dura situación, esto no representó la merma de los servicios y derechos sociales básicos para la población cubana pues desde 1959 la salud y la educación son gratuitas y universales.

Con el llegada de la segunda mitad de los años noventa, se experimento una recuperación económica que en la política de empleo se orientó, entre otras cuestiones, a disminuir la desocupación.

Cuba alcanzó la condición de país con pleno empleo, según los conceptos e indicadores de los organismos internacionales, al registrar una tasa del 2.3% en el 2004 y de 1.9% en enero del 2005 (*)

Objetivos de la política de empleo en Cuba

 Crear empleo productivos sostenible .El tipo de empleo al que debería aspirar una política depende de las condiciones nacionales .Por ejemplo, el que el tipo de empleo necesario a corto plazo sea altamente calificado o no sea dependerá de condiciones nacionales tales como el nivel de desarrollo económico , el nivel de educación y de capacitación y así la proporción entre personas sin calificación y personas calificadas y el tipo de ventajas comparativas con que cuenta o que podría desarrollar el país

 Elevar el nivel de vida a través de política que generen empleos más productivos y de mejor calidad así como que mejoren la distribución de ingresos en la economía

 Adaptar las calificaciones de las personas a los requisitos de los empleados actuales y de los que van apareciendo

 Conseguir empleo para los desempleados mediante incentivos apropiado

Orientar las inversiones públicas y privadas, así como la ayuda internacional hacia las áreas más productivas

Política de empleo, su desempeño en la mujer

La política social y la estrategia de desarrollo económico del gobierno revolucionario cubano, desde 1959, tienen como objetivos fundamentales la eliminación de todas las formas de discriminación y explotación por motivos de clase, raza y género. Desde entonces, se han diseñado e implementado consecuentemente políticas públicas, cuyo propósito estratégico ha sido borrar las barreras culturales, ideológicas, psicológicas, económicas y sociales que mantuvieron siempre a las mujeres en condiciones de subordinación, marginación y secular atraso.

La presencia de las mujeres en el empleo a partir de los datos censales permite apreciar las variaciones ocurridas: en 1953 las trabajadoras representaban el 17.1%, en 1970 el 18.3%, y ya en 1981 ésta ascendía al 31.5%. En el año 1999 es el 43.3% de los trabajadores del país, en el sector estatal civil.

El objetivo ha sido avanzar hacia la recuperación económica, sin perder los rasgos esenciales que durante años han caracterizado la política de empleo e ingresos, y preservar el objetivo de la equidad. Durante los primeros años de crisis y guiado precisamente por este objetivo

 El estado mantuvo un enfoque sociopolítico, más que económico, en su política relativa al empleo. Con el propósito de incrementar el nivel de empleo en el período especial, los subsidios por pérdidas a empresas y las transferencias presupuestarias aumentaron durante 1992 y 1993 Las acciones estuvieron encaminadas a no reducir el número de trabajadores a pesar de la caída de la producción, debido a que los desocupados, constituyeron el grupo en mayor situación de riesgo. A su vez, inducía la agudización de las desproporciones que le daban origen (Ferriol, 1998).

 A lo anterior se sumó la reducción de las posibilidades del Estado para crear nuevos puestos de trabajo y la elevada oferta de empleos no atractivos.

 Un factor adicional, asociado a la situación económica, fue el crecimiento de un sector informal, con transacciones no controladas por el Estado, que proporcionaba un nivel de ingresos monetarios superior al obtenido por la vía de los salarios.

Según estimaciones, un asalariado de la industria azucarera percibía un ingreso siete veces inferior al de un vendedor de la economía sumergida (PNUD, 1999)

El estado no pudo mantener por mucho tiempo esta situación. A raíz del proceso de cambios económicos, fue necesario fijar medidas en relación con el empleo y los salarios. Sin embargo, las nuevas medidas, sostenían básicamente los rasgos históricos de la política de empleo cubana y de preservar, en lo posible, el nivel alcanzado. Su principio rector ha seguido siendo el de no dejar desamparada a ninguna persona.

Según estimaciones del Comité Estatal de Estadísticas (CEE), muestran la distribución de los grupos ocupacionales en la población que trabaja en el sector estatal civil. En este contexto, las mujeres se ocupan profesionalmente de forma distinta que los hombres. Entre los grupos profesionales más cualificados se emplean mucho menos que los varones como gerentes y directores, pero mucho más que éstos como profesionales y técnicos. De hecho, destaca la alta proporción (33,0% en 1991) de técnicas y profesionales en la fuerza laboral femenina, algo que también sucede en otros países latinoamericanos, aunque en menor medida.

Otra diferencia sustantiva consiste en que, mientras un 14,5% de la fuerza laboral femenina se ocupa como administrativa, sólo lo hace así un 0,9% de los hombres. Por el contrario, un 68,1% de éstos son obreros, en tanto que lo son un 26,0% del total de mujeres ocupadas. Ello hace que la composición por sexo de los grupos ocupacionales muestre fuertes diferencias: las mujeres eran en 1990 sólo el 19,5% del total de obreros, el 28,6% de los directores, mientras eran el 57,7% de los técnicos, el 62,6% de los trabajadores de servicios y el 90,2% de los administrativos. Los datos de 1991 muestran que la grave crisis que ha reducido la ocupación en general, está afectando al conjunto de los grupos ocupacionales tanto entre las mujeres como entre los hombres

Conclusiones

La línea central de la política sobre la fuerza de trabajo para los próximos años, deberá integrar cada vez más un grupo de principios básicos en la evolución del empleo:

1. La concepción de que el Socialismo no se concibe con uno solo de sus ciudadanos sin empleo. Hay que trabajar por reducir la desocupación hasta eliminarla.

2. Las prioridades en la generación de empleos para jóvenes, mujeres y el pleno empleo para las personas con discapacidad.

3. El Perfeccionamiento Empresarial de la Economía para lograr aumentar en la productividad del trabajo y la eficiencia de la gestión empresarial.

4. La situación del empleo en las provincias y municipios más críticos y la previsión de las medidas oportunas para su equilibrio.

5. Las prioridades del desarrollo de empleos en los servicios sociales que eleven la calidad del nivel de vida de la población.

BIBLIOGRAFÍA

Núñez Sarmiento, Martha: Estrategia cubana para el empleo femenino en los 90: Un estudio con mujeres profesionales

Oficina Regional de la OIT para AL y el Caribe: Políticas de empleo para superar la pobreza.

http: // www.embacuba.com.mx/pht.htm1#h

http: www monografías .com. trabajo.10/dese/ decc. shtmhpoly

http: www.chasqui.cu

* Intervención en la Mesa Redonda de Alto Nivel No. 2 “La Promoción del Pleno Empleo” del Embajador Orlando Requeijo, Representante Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas. Nueva York, 10 de febrero de 2005.


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