Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Jesús Nicanor Molina Molina (CV)
Rector IETA de Campeche, Colombia
jesusnicanormolina@hotmail.com
jesusmolina@uniremington.com
En este artículo se trata de mostrar la realidad acerca del nivel de Inversión Extranjera Directa IED en Colombia y sus repercusiones económicas en el mediano plazo, además se presentan alternativas para salir de la crisis de la mineralización a que podría estar sujeto el país.
Palabras claves: Inversión Extranjera Directa, IED, petróleo, carbón, café, ferroníquel, minería, exportaciones tradicionales, no tradicionales, commodities, comercio e industria, Colombia, China, Estados Unidos, Chile,
Venezuela, PDVSA, Banco Mundial.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Molina Molina, J.: "¿Más o mejor inversión?" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 137, 2010. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/co/
Colombia, uno de los países que más ha recibido Inversión Extranjera Directa (IED) en la región, ha demostrado con cifras las expectativas que tiene de convertirse en un punto obligado a la hora de pensar en invertir, de manera segura para el futuro, en las naciones emergentes. A pesar de la gran recesión que atraviesa la aldea global y de las bajas en las tasas de inversiones en muchas regiones en desarrollo, Colombia ha logrado en el 2010 aumentar la IED en los primeros cuatro meses un 22,9% con relación al mismo período que el año anterior. Además según el ranking del Banco Mundial del “Doing Business” Report (Reporte Haciendo Negocios), Colombia mejoró del 2007 al 2010 unas 26 posiciones entre 181 países del mundo y se colocó en el número 53 por detrás solamente de Chile, ubicado en el puesto 40, situando a Colombia como el país que más genera reformas y facilita el clima de negocios en América Latina y el segundo mejor calificado después de Chile. Esto, por supuesto, abre aún más las puertas a la IED.
En declaraciones recientes, el saliente Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, aseveró que la IED crecerá este año hasta unos 10.000 millones de dólares, frente a los 7.201 millones del 2009, un 40% de crecimiento. Desde el 2002, dicha inversión ha evolucionado desde los 2.134 millones hasta los 10.564 millones en el 2008, un 400% más gracias a la estabilidad macroeconómica y a un régimen favorable a la inversión extranjera (léase exenciones tributarias), presentándose un desajuste solamente en el año anterior por cuenta de la crisis financiera de las hipotecas tóxicas.
Otra de las motivaciones principales para el aumento de la inversión extranjera ha sido el aumento de las exportaciones que desde el 2002 se han triplicado pasando de 12.000 a 37.000 millones de dólares, gracias a un aumento en los tratados de libre comercio y al mantenimiento de las preferencias arancelarias unilaterales que le otorga Estados Unidos, el mercado potencial de Colombia se estima en unos 1.200 millones de personas lo que representa excelentes oportunidades para los inversionistas.
Desafortunadamente y a pesar de que las cifras son alentadoras a la primera lectura, desglosando los sectores en que se concentran las inversiones se encuentra que para el año 2009 el 85% de las inversiones se aglutinaban en el sector de petróleo, hidrocarburos y minas, desplazando los demás sectores. Esta tendencia se ha mantenido ya que en el año 2007 la concentración correspondía a un 64,6% y en el 2008 aumentó hasta casi un 70%, teniendo el año de mayor crecimiento en el 2009, correspondiente a un 15%. Muchos expertos opinan que este salto en la minería se ha dado por las condiciones favorables en la estructura tributaria y en los incentivos que el gobierno ha dado a un sector que en últimas puede desindustrializar al país y generar la enfermedad holandesa. Lo desindustrializa porque la inversión se concentra de manera sostenida en un sector que no genera empleo, que depende de los precios internacionales de los commodities comprometiendo los ingresos a futuro y descuida el comercio y sobre todo la manufacturas y los servicios, sectores claves para el crecimiento sostenido y diversificado de cualquier país.
En economía siempre se dice que no es bueno meter todos los huevos en el mismo cesto y por tanto es preocupante, mucho diría yo, que casi el 90% de la IED para el 2010 dependa de un solo sector. Primero no es conveniente porque apostarle todo a un sector primario que depende del vaivén de los precios en el mercado internacional puede conllevar a “mineralizar”, por así decirlo, la economía del país. Venezuela está pasando por un mal momento porque su economía depende de los ingresos de la estatal petrolera PDVSA y por tanto ante la caída de los precios desde el año pasado, el coronel Chávez ha tenido problemas con las finanzas de la hermana república bolivariana. Otro punto importante y que quizás no han tenido en cuenta los técnicos del gobierno que prefieren resignarse – Plata, el Ministro, ha dicho: Si bien no es lo ideal, la inversión en hidrocarburos es bienvenida en Colombia –. Yo hubiera enunciado que no es ideal, que es bienvenida por el momento pero que se hace necesario un conjunto de medidas que garanticen empezar a reestructurar la composición de la IED en los próximos diez años. ¿Por qué? El desarrollo sostenible y el calentamiento global son las temáticas que preocupan a una población que crece desmedidamente y que busca garantizar la satisfacción de sus necesidades sin afectar a las próximas generaciones. Y la economía del petróleo y sus derivados no está en los planes futuros de personalidades como Obama, Merkel o Jibao que apuestan a que en 30 años o menos la dependencia de estos productos se reduzca considerablemente (al menos en sus discursos). Por tanto apostar gran parte de la IED de un país en petróleo, minas, carbón y derivados es jugar a la ruleta rusa.
Por otra parte, permitir que la IED se concentre en un sector tan variable como es el de petróleo, carbón y minas, es alentar a que las exportaciones también se vean afectadas en el nivel de participación con una tendencia perversa a un aumento sostenido de algunos de los llamados productos tradicionales (petróleo, carbón, ferroníquel) que monopolizan las ventas al exterior. Todo el terreno que se había ganado reduciendo la participación de las exportaciones tradicionales colombianas (petróleo, café, carbón, y ferroníquel) en los años anteriores a Uribe, se ha perdido. ¿Cuándo equivocó el camino el gobierno? Cuando era estudiante de administración de empresas (1996-2000), la principal temática económica en cuanto a exportaciones eran los esfuerzos ingentes del gobierno para aumentar la contribución porcentual de las exportaciones no tradicionales con el fin de diversificar el riesgo, por así decirlo, y no colocar todos los huevos en la misma canasta. En el año 2002 las exportaciones no tradicionales correspondían a un 56,7% de todas las exportaciones, el país estaba alcanzando resultados sobresalientes. Pero este año, durante los primeros cinco meses del 2010, dichas exportaciones equivalieron a un 40,3% del gran total exportado, un 5% menos que el mismo período del año anterior, en tanto que las exportaciones tradicionales dieron un salto de 58,1%. Una fuente consultada más precisa (El Espectador.com) asevera que en los tres primeros meses del año 2010 las ventas al extranjero crecieron un 19,4%, donde las exportaciones no tradicionales aumentaron sólo un 0,3% con respecto a enero-marzo de 2009 en tanto que las tradicionales registraron un ascenso de 39,8%. Lo más preocupante es que el este aumento obedece principalmente a un crecimiento de 103% en el aumento de las ventas de petróleo y sus derivados para el mismo período (esto por la cantidad de barriles diarios vendidos y no por efectos del precio). Queda claro que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo equivocó el camino sin que Uribe se preocupara por desmineralizar la economía colombiana. A mayor inversión en un sector, mayores ventas en dicho sector.
¿Qué se puede hacer? Llegó el momento de tomar decisiones acertadas con el ánimo de no caer en futuras crisis por cuenta de los commodities. Lo primero que se debería hacer es incentivar las inversiones diferentes a las de petróleo, minas y derivados y que generen valor agregado y empleo intensivo no sólo en mano de obra sino también en conocimiento, a través de exenciones elevadas, para empresas que desarrollen operaciones eminentemente de investigación y de manufactura de avanzada tales como fabricación de chips, aparatos digitales, electrodomésticos, autos impulsados con energías alternativas, entre otros. Aprovechar los recursos naturales para la explotación organizada del ecoturismo y del mercado del CO2 que generan ingresos preservando la riqueza del país. Impulsar el llamado tercer sector (servicios) especialmente en los sectores de salud, turismo, ambiente, de suministro de energía, suministro de agua y transporte donde Colombia tiene mucha experticia acumulada y ha sobresalido en los últimos años. Estructurar el tan anhelado Fondo de Compensación Regional para redirigir los recursos a inversiones que aporten más a la innovación y a la tecnología en las regiones que más lo necesiten. Llegar al 1% del PIB como inversión en innovación y tecnología auspiciando centros de investigación, tecnología y desarrollo dentro de las universidades públicas atrayendo de verdad, con excelentes oportunidades e ingresos, a la población colombiana dispersa por el mundo y que ostenta doctorados y pos doctorados y que están al frente de centros destacados, a semejanza de la experiencia de Universidades Asiáticas (China e India).
Finalmente pueda ser que el nuevo Presidente Santos sepa capitalizar las oportunidades para revertir la tendencia de la alta concentración (85%) de inversiones extranjeras en un sector tan variable y en tela de juicio por el calentamiento global. Aún estamos a tiempo de retomar el rumbo. Sus anuncios así lo señalan. Aunque el Congreso ya da muestras de incoherencia e incumplimiento de la Gran Unidad Nacional y busca pescar en río revuelto. Sólo basta verdadera voluntad política para que, como dicen en mi Colombia, “no se queme el pan en la puerta del horno”.
FUENTES CONSULTADAS
China Anuncia Meta De Reducción De Emisiones Para COP15. En Http://Www.Actualidadambiental.Pe/?P=2883
Clases De Servicios. En Http://Www.Proexport.Gov.Co/Vbecontent/Newsdetail.Asp?Id=371
Comportamiento De Las Exportaciones No Tradicionales A Mayo De 2010. Marco Aurelio Bermúdez Quintero Y Martha Cecilia Álvarez Rubiano. En Http://Www.Mincomercio.Gov.Co/Econtent/Documentos/Estudioseconomicos/Documentos/OEE007.Pdf
En Marzo De 2010, Las Exportaciones Crecieron 19,4%. En http://Www.Elespectador.Com/Economia/Articulo201685-Marzo-De-2010-Exportaciones-Crecieron-194.
Inversión Extranjera En Colombia Llegó A 4.400 Millones De Dólares En Primer Semestre De 2010. En http://Www.Portafolio.Com.Co/Economia/Pais/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-7804446.Html
Inversión extranjera en Colombia creció 22,9% en primeros 4 meses. En http://www.rcnradio.com/noticias/econom/07-05-10/inversi-n-extranjera-en-colombia-creci-229-en-primeros-4-meses
Negocios en Colombia Bogotá. Comercio Exterior Economía Colombiana. En http://www.reingex.com/Colombia-Negocios-Economia.shtml
Petróleo y explotación minera acaparan 85,6% de la inversión extranjera. En http://www.eltiempo.com/economia/noticias_portafolio/home/petroleo-y-explotacion-minera-acaparan-856-de-la-inversion-extranjera_6239229-1