Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Una visión previa a la Comisión Marcel.[1]
René Fernández Montt (CV)
([2])([4])
Universidad de Santiago
rene_ingenieria@hotmail.com
Karina León Leiva
([3])([4])
Universidad Academia Humanismo Cristiano
Versión del artículo revisada en abril 2007. Fernández Montt, René y Karina León Leiva:
"Administradoras de Fondos de Pensión en Chile: La Trasnacionalización de
la Previsión en Observatorio de la Economía Latinoamericana
55, enero 2006
Texto completo en www.eumed.net/cursecon/ecolat/cl/
Resumen:
En Chile desde 1980,
gracias al Decreto ley 3.500, se cambió el sistema de previsión en
Chile. Antes existía un sistema de reparto basado en las cajas de
pensión, para luego pasar a un sistema de capitalización individual,
donde el trabajador es el único aporte a su futuro y paga
(obligatoriamente) para su administración a las Administradoras de
Fondos de Pensión (AFP).
Este cambio se debe a
un paso de Estado benefactor a un Estado subsidiario, generando
cambios conceptuales y estructurales que permitieron llevar a cabo
un funcionamiento totalmente distinto en el tema de previsión, sin
quedar claramente definidos en la Constitución chilena de 1980, la
aseguración de la Seguridad Social.
El modelo de
capitalización individual administrado por las AFP en Chile, aún no
se ha puesto a prueba en su real magnitud y se estima que sus
falencias observadas hoy en día, conllevarían a una reforma
realista que permita dar real abasto a la población.
A 24 años de su
ejercicio, las AFP, no han logrado posesionarse dentro del rol para
el cual fueron creadas, siendo muy lucrativas para sus dueños, pero
no para los jubilados, considerando que la mayor parte de
pensionados siguen bajo el alero del Estado. Lo cual hace muy
curioso, que este modelo de previsión sea exportado al mundo, sin
ser probado en su real magnitud y siendo comprobadas sus falencias. Palabras clave:
Pensión, Seguridad Social, AFP.
Presentación
A modo de
presentación, es importante señalar que la previsión ha sido un tema
estudiado, pero que no había generado mayor relevancia política en
el país hasta el Gobierno de la Sra Michelle Bachelet., lo que se
nota en la escasez de políticas públicas en torno a la previsión con
posterioridad al Gobierno Militar. Sin embargo, estas pocas
políticas previas al actual gobierno han sido bastante profundas.
Para una mayor
comprensión de estos cambios denotados en este trabajo, se apelará a
un recorrido histórico de la Previsión en Chile, desde su origen en
la Seguridad Social, y las políticas públicas que han acompañado a
la vejez en este país. Cambios estructurales y conceptuales que
permiten la justificación del funcionamiento de las Administradoras
de Fondos de Pensiones que funcionan hoy en día en el país.
Evidenciando las
últimas reformas en el área de previsión, considerando el
lineamiento de estas, además de su fondo plasmando algunas de las
repercusiones en la actualidad de nuestra sociedad.
Por otro lado, es
crucial analizar las proyecciones de las pensiones y jubilaciones a
doce años, cuando el sistema de Fondos de Pensiones se haga cargo
del total de la población, futuro que no se ve muy alentador, para
ello se explicará con cifras el futuro de las pensiones.
Finalizando con el
funcionamiento de las AFP en Chile, sus estrategias en Chile y en el
extranjero, permitiendo plasmar los intereses reales de las AFP
tanto en Chile como en Latino América.
A modo de conclusión
vemos el futuro de las AFP en Chile, además de sugerencias a la hora
de realizar nuevas reformas, en espera de un cambio real a puertas
de un nuevo gobierno en Chile.
Antecedentes.
La Previsión social,
es la expresión usada tradicionalmente para referirse al sistema
público que se implementó en Europa continental a fines del siglo
XIX y principios del siglo XX para la protección de los riesgos
sociales; tal sistema trató de superar los anteriores sistemas
mutualistas de asistencia social y de beneficencia y adoptó técnicas
aseguradoras. En este sentido la previsión social es la denominación
genérica de los distintos seguros sociales y el precedente de los
actuales de seguridad social. Hoy en día suelen adscribirse al
concepto de previsión social todos aquellos mecanismos, órganos y
sistemas de carácter voluntario e independiente que contemplan la
protección pública y básica del sistema de seguridad social.
Para definir Seguridad
Social en Chile, se puede recurrir a distintas fuentes jurídicas y
doctrinales en las cuales se encuentran diversos enfoques y
desarrollos. En particular desde la perspectiva Constitucional y
legal, debemos considerar, la regulación constitucional, que postula
como principio fundamental el derecho de toda persona a la
Seguridad Social. La materialización constitucional de este
principio se expresa en el artículo N°19 y N°18 de la Constitución
Política como un derecho de toda persona “a que el Estado garantice
el acceso a prestaciones básicas uniformes”, ante la verificación de
contingencias sociales, definidas taxativamente por la ley,
otorgando beneficios y prestaciones de vejez, sobrevivencia,
invalidez, accidentes del trabajo, enfermedad y salud, prestaciones
familiares, desempleo y asistencia social, “que se otorgarán a
través de instituciones públicas o privadas”.
Si bien la
Constitución Política de la República de Chile en su parte
dogmática, artículo 1° dispone que “El Estado está al servicio de la
persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo
cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a
todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su
mayor realización espiritual y material posible.”, esto no se
expresa en la propia definición constitucional del derecho a la
seguridad social, señalada en el artículo N° 18 y 19, pues se
establece un concepto de carácter instrumental, limitado a
garantizar el acceso a un sistema sin comprometerse con el contenido
y características de este derecho (no se garantiza el derecho a la
seguridad social). Esta forma de entender el derecho a la Seguridad
Social, se expresa y desarrolla en la normativa legal y otras
disposiciones de inferior rango, las cuales por regla general
benefician a personas que participan formal y sistemáticamente
dentro del sistema económico y laboral.
En la legislación
chilena sobre previsión social coexisten dos sistemas:
El sistema de
administración pública, denominado sistema antiguo, que consiste en
un régimen solidario o colectivo, de reparto. Este sistema fue
administrado entre 1924 y 1988 por Cajas de Previsión, y desde 1988
a la fecha, por el Instituto de Normalización Previsional o INP.
El sistema de
administración privada, denominado nuevo sistema, que consiste en un
régimen de capitalización individual, ha sido administrado desde su
creación, en 1981 a la fecha por las AFP.
El modelo de Seguridad
Social, está condicionado y es funcional al sistema económico, que
en Chile se caracteriza, por radicar su capacidad productiva en el
sector privado interviniendo el Estado en materias económicas bajo
el principio de la subsidiariedad.
En Chile la Seguridad
Social es una larga historia de exclusiones, vividas desde antes de
la llamada “Cuestión social”, donde los trabajadores además de no
tener pensiones, carecían de viviendas, salud y educación.
Administradoras
de Fondos de Pensión o AFP.
Después de la mayor
reforma provisional en Chile, en 1980
[5],
denotamos ver los cambios estructurales y conceptuales que dan pie
al funcionamiento de las AFP.
Además advertimos el
tipo de reformas llevadas a cabo en democracia en Chile, para luego
centrarnos en el funcionamiento de las AFP en Chile y sus
estrategias de crecimiento, las que las han llevado a posicionarse
como la mayor inversión en el país.
Cambios Estructurales y Conceptuales
Cambio Estructural
En el año 1980, se
materializa una profunda reforma estructural del sistema de
pensiones, materializada en el decreto ley 3.500, sustituyéndose el
sistema público de reparto por un sistema privado de capitalización
individual, administrado por instituciones con fines de lucro
denominadas AFP.
La principal
característica de las AFP, es que el nuevo sistema se basa en planes
individuales de ahorro obligatorio privado, el que es de
concurrencia exclusiva del trabajador. Relegando al Estado, un rol
regulador a través de la Superintendencia de AFP, además el Estado
garantiza una pensión mínima a aquellas personas que al momento de
agotarse sus fondos hayan cotizado veinte años o más.
El sistema previsional
que se impuso en Chile a partir de 1980, se realizó al margen de la
participación de los trabajadores, e inspirado en una concepción
política y económica basada en la privatización y la expansión de la
inversión financiera, necesaria para potenciar el crecimiento de la
acumulación de capital de los privados, respondió a estas
finalidades de política económica más que a consideraciones de
Seguridad Social.
Es por ello, que en el
diseño del sistema no se consulta como un elemento determinante el
grado de adecuación de sus normas a los Convenios Internacionales,
lo que implica que exista una constante tensión y falta de
adecuación entre las reglas internacionales de seguridad social y la
legislación doméstica.
La Reforma previsional
excluye a las Fuerzas Armadas y de Orden, las que continúan formando
parte del antiguo sistema, ya que la Reforma Previsional no
considera realizar modificaciones en este sector de cotizantes,
dejando de forma independiente la Caja de Previsión de la Defensa
Nacional (CAPREDENA) y la Caja de Dirección de Previsión de
Carabineros (DIPRECA).
Cambio Conceptual
Este cambio se aprecia
en el trueque del concepto de “pensión” por el concepto de
“jubilación”, en donde el primer término, pensión, proviene del
latín pensio – onis, que significa pago, permitiendo que las
pensiones se refieran a una cantidad de dinero que recibe una
persona periódicamente por cumplir con ciertos requisitos como
jubilación, invalidez, orfandad, viudedad, o alimentación, entre
otras. Y el segundo término, jubilación, provienes de júbilo o
celebración y se refiere, en seguridad social, a retirar a una
persona del trabajo por haber cumplido la edad estipulada por ley o
por enfermedad, asignándole una pensión vitalicia.
Por ende, el concepto
más amplio de pensión se acota a sólo un tipo de pago, antes asumido
por el Estado benefactor, ahora asumiéndose por parte del sector
privado remitiéndose sólo un área de las pensiones, que es el pago
de las pensiones por “jubilación”, es decir, después de años de
trabajo como recompensa ante el mérito.
Concepto
Definición
Dimensión
PENSION
Cantidad
de dinero que recibe periódicamente una persona que
cumple con ciertos requisitos como, pensión de:
Jubilación
Retirar a
una persona del trabajo por haber cumplido la edad
estipulada por la ley o por enfermedad, asignado una
pensión vitalicia.
Invalidez
Pensión
entregada a cuyas personas posean algún grado de
limitación que le impida laborar o valerse por si
mismos, generada por razones laborales o no.
Orfandad
Personas
que han quedado sin sustento paterno y/o materno.
Viudedad
Pensión
otorgada a las parejas de trabajadores fallecidos
-casadas o con convivencia-, que hallan quedando en
condición de viudez (normalmente mujeres).
Este traspaso de
conceptos, asumidos por el sector privado, no aleja al Estado, sólo
lo encadena a su rol subsidiario, ya que sigue asumiendo en forma
indirecta (el Estado) estos beneficios, además del rol de
fiscalizador del sector privado.
Últimas Reformas
Las reformas en el
tema de previsión, en democracia desde 1990 en adelante, no se han
posicionado dentro del problema de cobertura, funcionamiento u
otros problemas estructurales, sólo apelan a apalear el problema en
torno al trabajo y las imposiciones.
Recalcando la última
reforma en el período presidencial de Ricardo Lagos, que creó tres
medidas de apaleamiento al problema:
Seguro de cesantía
Ahorro Provisional
Voluntario o APV
Multifondos de
inversión (A, B, C, D o E)
Estas medidas, sobre
todo el seguro de cesantía es un aporte al sistema laboral chileno,
en cambio el APV, busca tapar los baches o vacíos de cotización de
los trabajadores, rescatando principalmente a los trabadores
independientes y temporales, y finalmente los fondos de inversión,
sólo genera riesgo al dinero destinado a la vejez, sin que las AFP
tomen ese riesgo, al cobrar su porcentaje de administración
independiente si la inversión baje o suba; por ende, el riesgo es
absorbido sólo por los cotizantes generando inestabilidad en sus
fondos de pensiones, por ello no sería mejor tener la plata en un
banco.
Cálculos y Proyección de la Previsión en su funcionamiento total
A la hora de estimar
los beneficios y cobertura a esperar del sistema de AFP, dentro de
12 años más que será su real auge de funcionamiento, se debe
considerar, por ejemplo, que un pensionado del sistema antiguo que
imponga por la remuneración tope de $1.050.000 durante los últimos
tres años de su vida obtiene hoy una jubilación superior a $750.000
mensuales, y para obtener una pensión similar en el sistema de AFP
se requiere un capital acumulado superior a 100 millones de pesos.
En realidad si existe un gran diferencia entre un sistema y otro, lo
cual solo podría mejorarse con bonos de reconocimiento.
Hay que considerar
también que para alcanzar la pensión mínima hoy día se requiere un
capital aproximado de $13,9 millones al momento de jubilar, y de
$14,2 el 2025-2030, por lo cual de jubilar con los actuales saldos,
y sin considerar los bonos de reconocimiento que, como se ha dicho,
incrementan los saldos actuales significativamente, el 90% de los
afiliados al sistema jubilaría hoy día con una pensión inferior al
mínimo. Por cierto hay que pensar que la edad promedio de los
actuales afiliados es de poco más de 36 años, por lo cual en
promedio les faltan unos 27 años para alcanzar la edad legal
promedio de jubilación actual, sin embargo, también es necesario
recordar que los saldos actuales se han logrado luego de 24 años de
funcionamiento del sistema.
Se puede estimar en
forma sencilla, que si la mitad de los afiliados cotiza hoy con una
densidad baja, y de mantenerse estas condiciones durante los 44 años
de vida laboral, esa mitad de los afiliados va a lograr menos de 184
cotizaciones mensuales, muy por debajo de las 240 cotizaciones
mínimas requeridas para obtener pensión mínima. Pero actualmente más
de un 60%[6]
de los afiliados se encuentra por debajo de dicha densidad. Puesto
que es bastante obvio, como se verá más adelante, que esa masa de
afiliados estará muy lejos de obtener una pensión mínima a partir de
lo acumulado en su cuenta de capitalización, entonces se puede
concluir que bajo las condiciones actuales de densidad, más de un
60% de los afiliados no va a lograr la garantía estatal y quedará
por lo tanto muy por debajo de la pensión mínima. En el caso de las
mujeres, esta situación es mucho más dramática, puesto que ellas
tienen 41 años de vida laboral aproximadamente, con lo cual la
densidad requerida sube, y no subirá más que en el número de
afiliadas; De esta manera, más de dos tercios de las mujeres
afiliadas al sistema, que suman una cantidad de 2 millones de
mujeres, no van a lograr la meta de garantía estatal; y dado que sus
fondos acumulados, como se verá, no les van a alcanzar para mucho.
Las cifras calculadas
evidencian los problemas a 12 años, remecen tanto ahora y aún más
estos datos al notar que no existe mayor cambio a la hora de
asegurar una Seguridad Social digna, ni ahora ni a largo plazo.
Funcionamiento y Estrategias de las AFP.
En estos días, donde
el sistema de AFP ha pasado a cuestionamiento público[7],
uno se pregunta por que, después de 24 años se generan estos
cuestionamientos. Lo cual se explica a través de las expectativas
planteadas por las AFP desde su implementación en 1981, su mayor
aporte era las altas ganancias prometidas en una buena suma mensual
para la jubilación del trabajador, renta ganada gracias a la
capitalización individual, poniendo en mano de los afiliados la
responsabilidad de preocuparse de sus fondos a la hora del retiro, y
a la administración privada que haría crecer estos montos.
Lamentablemente, esto
no resultó así, según la Superintendencia de AFP al menos 40% de los
afiliados no logrará financiar una pensión mínima (cerca de 78 mil
pesos chilenos) y requerirá apoyo estatal. En suma a este
porcentaje, el Ministro del Trabajo ha informado que la jubilación
promedio está llegando a sólo unos 120 mil pesos, cifra mucho menos
a las expectativas prometidas.
La principal causa de
esta promesa no cumplida, es el panorama laboral en Chile.
Principalmente el sistema de AFP fue concebido considerando que una
persona tendría empleo estable para toda su vida y sería parte de
una familia tradicional (padre proveedor y esposa encargada sólo de
la mantención del hogar), es decir, no se previo las nuevas
modalidades de empleo (trabajos independientes, temporales, part-time,
entre otros) además de la incorporación de la mujer a la fuerza
laboral, el incremento de las tasas de divorcios y el aumento de la
expectativa de vida, que en su conjunto, dan como resultado una baja
significativa en el monto mensual prometido a la hora de jubilar.
Para hacernos un
panorama general, hoy en día el 56% de los chilenos cotiza en una
AFP y cerca de la mitad de ellos cotiza menos de seis meses al año,
además del millón estimado de trabajadores independientes que no
cotizan o cotizan en forma invariable, se suma los que simplemente
no cotizan, los cuales se estima que son un millón seiscientas
personas.
De lo anterior
planteado, sólo se rescata que las AFP han crecido en ganancias
millonarias posesionándose entre las inversiones más rentables en
Chile y Latino América. Ello ocurre porque las AFP cobran un
porcentaje (alto, al compararse con el de otros países) de dinero
por administrar los fondos mensuales, que puede llegar a un 20% de
los fondos del afiliado, lo que produce que la rentabilidad obtenida
no sea la mejor para los cotizantes. Al momento de crear las AFP se
contó con la generación de competencia entre las administradoras,
activando el mercado, proponiendo formas novedosas de lograr
rentabilidad y favorecer al trabajador; pero, esto probó no ser así,
de las 21 AFP que existían en 1990, hoy sólo quedan seis, al bajar
la competencia provocó que todas las AFP tomasen la misma tendencia.
Más patente aún se
hace el problema del sistema de AFP, con las declaraciones que
reconoció a la prensa que “es absolutamente imposible pensar que un
sistema de esta naturaleza vaya a resolver las necesidades de
ingreso de los chilenos cuando lleguen a la tercera edad”, además de
las declaraciones que el Senador Alejandro Foxley realizó a Davos,
en que afirmó que el sistema de AFP es un “Complemento de los
sistemas públicos de jubilación”.
Como se explica
entonces la administración de las AFP, en realidad se explica a
través de las estrategias que estas han realizado hacia el mercado
nacional e internacional. Llevadas a cabo en dos períodos en las
AFP, el primero se remite a sus orígenes y el segundo período se
refiere a la recomposición y refuerzo del funcionamiento,
estrategias utilizadas por las manos que manejan las Administradoras
de Fondos de Pensión.
Período de origen o
conformación de los grupos económicos financieros: los que están
detrás de los inicios de las AFP, estos en su mayoría son ex
ministros[8]
de Pinochet (uno de estos grupos, y de mayor relevancia es INFISA[9]).
La estrategia
utilizada en este período, es comprar empresas de bajo rendimiento o
con mala administración y recursos, para hacerlas crecer, lo cual
era logrado satisfactoriamente con dineros públicos, donde cualquier
ganancia iba a manos de estos grupos económicos, generando aún más
recursos a través de la venta de acciones de estas administradoras o
financieras, atrayendo a grupos extranjeros españoles o
estadounidenses.
Esto les permite
actuar como instrumentos de “centralización financiera”, reforzados
en el cambio de propietarios, socios y gerencias sin consultar a
nadie más que sí mismos, excluyendo a los afiliados cuyo capital
manejan, además de accionistas con títulos de las AFP obtenidas a
través de mecanismos denominados de “capital popular”.
Período de
recomposición o refuerzo de la concentración: período que se
pronuncia en 1996. Si bien, las AFP comienzan siendo 13 en 1981, es
en 1990 en democracia, donde como inversión toman gran relevancia,
aumentando notoriamente el número de AFP, período que también
responde a una estrategia.
Estrategia que
corresponde a reducir el número de AFP. Para ello, se debe crear más
AFP aumentando el número de estas en el sistema, generando un auge
inflado, y luego de este periodo de su auge, entrar a un periodo de
baja donde desciende el número de AFP nuevamente a 13 en 1996
(número con que se inicio el sistema de AFP en 1981). La táctica de
este período corresponde a la espera de la reacción estatal para la
mayor integración entre bancos y AFP, además de las compañías de
seguros, permitiendo mejor acaparamiento de estos grupos
financieros. Ya que la mayoría de las AFP están controladas por
estos, la compra de una AFP en ese momento pretendía alianzas
estratégicas de los grupos financieros chilenos, incrementando la
presencia de intereses extranjeros, creciendo en número, aumentando
las divisas, y la presencia tanto en Chile como en el resto de
Latino América.
Gracias a estas
estrategias, es que las AFP, es uno de los mayores negocios en
Chile, y Latino América, permitiendo ganar dinero a través de
acciones en numerosas Sociedades Anónimas abiertas, generando
grandes cantidades de dólares para las que administran los fondos,
pero no para los dueños de las pensiones, es decir, los trabajadores
afiliados quines imponen mensualmente.
Conclusiones y Futuro de las AFP.
Desde sus orígenes las
AFP en Chile no fueron creadas en torno a la Seguridad Social, y la
garantía de pensiones, si no más bien, su origen fue el lucro de la
administración de fondos y alivianar la carga del Estado, por ende
es de esperarse que en este sentido, las AFP han logrado su primer
objetivo, ya que es uno de los negocios más rentables, pero la carga
hasta el momento continua manteniéndola el Estado, pues la mayor
parte de los pensionados le pertenecen. Ha sido un negocio tan
rentable, que es el mercado favorito de las trasnacionales
extranjeras en Chile, de las seis AFP en Chile sólo una es nacional,
siendo las extranjeras las de mayores utilidades, que en muchas
ocasiones son remesadas al extranjero, generando un debate
importante en la Comisión Marcel sobre el destino de las inversiones
de las AFP.
Además del lucro de
las AFP, debemos decir que las proyecciones que se han generado
denotan una urgente reforma al sistema de capitalización, y si bien
existen variadas posturas ya sean desde los trabajadores o desde
políticos de derecha e izquierda, es evidente que el cambio no puede
esperar más.
Sin embargo, el
sistema estatal que constituye el primer nivel del sistema
provisional en Chile, también necesita urgentemente ampliarse, ya en
el presente, pero crecientemente hacia el futuro. Sin duda, es el
nivel institucional el que va a tener que hacerse cargo de todos
aquellos que al jubilar – se están dando cuenta y crecientemente- se
encuentran con la sorpresa, que el sistema de AFP no les otorga nada
o casi nada para su vejez.
[10]
Por lo visto lo único
que crece es la pérdida de inversión chilena en el rubro, en suma a
ello la poca participación estatal en las AFP en esta área, deja
pidiendo a gritos una intervención por parte del Estado en reformar
el Sistema.[11]
Bibliografía.
[1]
Este artículo corresponde al primero sobre la Reforma
Provisional en Chile. Una segunda parte de este se encuentra
en proceso de redacción y trataría sobre la efectividad de
la Comisión Marcel y sus propuestas.
[2]
rafernandez@svs.cl Licenciado en Ciencias de la
Administración de Empresas. Estudiante Magíster en Economía
Financiera, Universidad de Santiago de Chile. División de
Estudios y Relaciones Internacionales de la
Superintendencia de Valores y Seguros.
[3]
kleonl@gmail.com Licenciada en Sociología, Universidad
Academia Humanismo Cristiano.
[4]
Agradecemos el aporte de Vanessa Brevis. Cualquier error u omisión
es de exclusiva responsabilidad de los autores.
[5]
Decreto Ley 3.500 que crea las Administradoras de Fondos de
Pensión, pero su funcionamiento fue llevado a cabo en 1981.
[6]
Cálculos extraídos del documento: “Chile: Bases para una
Reforma del Sistema de Pensiones”. Manuel Riesco, Centro de
Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA) e
Instituto de Normailización Provisional (INP), 2004.
[7]
Gracias a las elecciones Presidencial y Parlamentarias 2005
en Chile.
[8]
Mérito de creación y funcionamiento correspondiente a
personajes conocidos en Chile como los “Chicago Boys”;
encabezando esta área, José Piñera.
[9]
Mayor información, Fazio Hugo, “Trasnacionalización de la
economía chilena. Mapa actual de la extrema riqueza al año
2000”. LOM-ARCIS. Chile. 2000.
[10]
Para suplir esta falencia, la Comisión Marcel con
posterioridad a la redacción original de este artículo, se
estableció una pensión mínima.
[11]
Este proceso aún está en marcha. Este artículo fue redactado
en el
momento que un alto número de actores sociales reclamaba por
una reforma al Sistema Provisional. Con posterioridad a
ello, el llamado fue acogido por la Presidenta Michelle
Bachelet, quien creó la Comisión Marcel y en el transcurso
del 2007 se ha prometido la redacción de los
proyectos de ley para su discusión en las cámaras
legislativas.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: