Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
La crisis del sistema capitalista, en esta etapa de la historia , ha llegado a tal grado que los problemas generados, por el sistema, al no ser resueltos sino agudizados, producen niveles de desesperación que desembocan en la participación permanente de los pueblos, con el fin de resolver su sobrevivencia, para cuyo efecto crean los instrumentos necesarios (direcciones, organismos, formas de participación, etc.) para impulsar el desarrollo de los procesos nacionalista en el mundo. El hambre, la pobreza, promiscuidad, sueldos y salarios bajos; falta de trabajo, servicios básicos, sanidad, vivienda, discriminación, etc. son cuestiones que aquejan a los pueblos en diferente grado, particularmente a los productores de materias primas, que por medio de sus movilizaciones (bloqueos, huelgas, etc.) buscan resolverlos de inmediato. La revolución boliviana no es ajena a ese proceso. La presión ejercida por los distintos sectores sociales, para resolver sus necesidades inmediatas, son el resultado de esa influencia y el de la conciencia social alcanzada por el pueblo.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Atahuichi Salvatierra, R.T. “Asamblea Constituyente y participacion social" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 70, 2006. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
Bolivia tiene una de las experiencias mas ricas y elevadas relativas a la participación popular y al ejercicio de la presión social. En 1952, a la cabeza del movimiento obrero, el pueblo, derrotó al Ejercito y lo sustituyo con las milicias armadas y puso en el gobierno a V. Paz Estensoro al que le impuso: la nacionalización de las minas y la reforma agraria una vez que los mineros ocuparon las minas y los campesinos las tierras; la organización de las empresas estatales (COMIBOL, YPFB y otras); el control obrero con derecho a veto; el fuero sindical; la organización y funcionamiento de los sindicatos agrarios y laborales centralizados en la COB, etc. Un resultado de la participación del pueblo fue el Estado revolucionario emergente de la revolución de abril que se estructuró en base a las empresas estatales que constituyeron el sostén de la economía nacional.
Sin las movilizaciones, campesinas, mineras, fabriles, estudiantiles y el de la población no se hubiera producido la revolución que: eliminó el trabajo gratuito, la servidumbre, los privilegios y derechos de los señores feudales y la Iglesia, como el derecho a la pernada por Ej.; generalizó la educación fiscal gratuita y antiimperialista; impuso el voto universal, la incorporación de los regímenes especiales en la Constitución Política que protegen los recursos naturales, incentivan la producción, defienden el mercado nacional, el desarrollo industrial y la diversificación de la economía, etc. El doble poder llego al extremo que el gobierno del MNR tenia que consultar a la COB para tomar sus decisiones en la administración del Estado (primeros años de la revolución).
Es la experiencia mas hermosa que se dio en América latina - antes de la revolución cubana – que fue enriquecida con el proceso posterior a 1952 de tal manera que fueron los sindicatos , la COB, y la población nacional, a pesar de la claudicación de varias de sus direcciones, las que expulsaron al gonismo y resistieron la política neoliberal aplicada por los gobiernos que entregaron nuestros recursos naturales a la voracidad de las transnacionales, pisotearon la soberanía y liquidaron la mediana y pequeña industria. Esa es la experiencia y la riqueza de la revolución nacional que hizo posible que el MAS sea gobierno. La población busco un centro de resistencia y aglutinamiento para derrotar al neoliberalismo por eso votó en favor del MAS buscando la recuperación de las empresas capitalizadas y los recursos naturales, abrogación del DS 21060, industrialización y diversificación de la economía..
La dirección del MAS y los Constituyentes tienen la responsabilidad de considerar la experiencia alcanzada por el pueblo boliviano adoptando posiciones que no lesionen su unidad y combatividad y menos, con errores políticos (Constituyente declarada originaria sin respetar los 2/3 o hablar de nacionalización cuando no lo es) dotarles a la oligarquía y a los partidos neoliberales, que buscan dividir nuestro Estado, de argumentos relativos a la legalidad y legitimidad.