Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES Y LA VOLUNTAD DEL PUEBLO
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
El fracaso de la Asamblea Constituyente fue la manifestación de la derrota que sufrió el Movimiento Al Socialismo (MAS – IPSP) en su estrategia de gobierno. El pueblo no respaldó la refundación del Estado porque no eligió a los representantes del MAS-IPSP en una proporción equivalente a los 2/3 necesarios para conformar e instalar una Asamblea Constituyente Originaria con potestad para refundar el Estado, de acuerdo a la ideología liberal del derecho elaborada en 1751 (“La Enciclopedia”) y contenida en la Constitución de 1825 y sus reformas, incluida la denominada “Nueva Constitución”.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Tito Atahuichi Salvatierra, R. “Las reformas constitucionales y la voluntad del pueblo" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 122, noviembre 2009. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
El gobierno, para imponer su propuesta, debería de haber alcanzado una representación de 170 (2/3) constituyentes de los 255 que conformaron la Asamblea. El pueblo al elegir solo, 135 representantes del MAS – IPSP y 120 de la oposición y otras fuerzas rechazó la propuesta de la refundación del Estado, consecuente con su conciencia antiimperialista y anticapitalista que provocó la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa.
El soberano no respaldó la refundación del Estado porque esa propuesta no reflejaba la continuidad de su voluntad, consistente en consolidar el debilitado Estado revolucionario emergente de su insurgencia realizada el año 1952 bajo la dirección de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB). Ni expresaba la resistencia y repudio a la política del capitalismo salvaje (20 años) que fue fortalecida y vigorizada con las movilizaciones insurreccionales del año 2003 que dieron como resultado la aprobación de la Agenda de Octubre y las del 2005 que reafirmaron la decisión de fortalecer el Estado revolucionario desarrollando y diversificando la economía y la industria con el uso de nuestros recursos naturales, la abrogación del DS 21060 y la nacionalización de los hidrocarburos.
La burguesía no pudo destruir el Estado revolucionario, no obstante que como clase social tomó el poder en 1985 y aplicó la política neoliberal contenida en el DS 21060 a consecuencia de las permanentes movilizaciones de resistencia de los sindicatos mineros, campesinos, estudiantiles, gremiales, intelectuales progresistas y la población en general.
El MAS-IPSP ignoró la decisión y voluntad del pueblo expresada el año 1952, 2003 y 2005 planteando la refundación del Estado con el fin de sustituir el Estado revolucionario (capitalismo de Estado) por el “plurinacional”, que divide La Nación Boliviana en 36 pedazos étnicos, en coincidencia con la oligarquía separatista y las fuerzas del capital financiero y las transnacionales que tratan de constituir la “Nación camba” dividiendo Bolivia, La Nación y la patria
Cabe aclarar que el rechazo a la refundación del Estado no significó la derrota de la política neoliberal sostenida e impuesta por el FMI, el BID, el BM y las transnacionales porque el DS 21060 se encuentra en plena vigencia y aplicación con algunas reformas intrascendentes. Por ejemplo está en vigencia: la ley 1670 que permitió al Banco Central de Bolivia sacar las reservas fiscales del Estado para ser depositadas en bancos extranjeros, generando ganancias sustanciales al Banco Mundial y otros a cambio de tasas insignificantes en favor del Estado bajo el riesgo de perderlas por efecto de la crisis económica mundial o de ser embargadas; el decreto supremo relativo a los certificados de devolución impositiva (CEDEIM) que establecen la devolución de impuestos por las exportaciones que realizan las transnacionales y otras empresas, que generaron una enorme deuda estatal que se acumula permanentemente; la Ley de Bancos, de pensiones, de capitalización, INRA, etc.
El gobierno con el fin de encubrir su fracaso, relativo a la refundación del Estado, concertó con las fuerzas oligárquicas y neoliberales con representación congresal la aprobación de la “nueva Constitución” en el Congreso imponiendo la refundación del Estado contra la voluntad de la Asamblea Constituyente, que elaboró una Constitución que el Congreso, sin la facultad legal y legitima, lo modificó de acuerdo a los intereses del MAS-IPSP y de las fuerzas de posición representadas en el legislativo.
Juzgue el lector, si es correcto sustituir la voluntad del pueblo por la voluntad de los partidos en función de gobierno y de la oposición.