Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
REFORMAS CONSTITUCIONALES Y LA POLÍTICA DE CONCERTACIÓN
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
El pueblo guiado por la necesidad de luchar por una nueva forma de organización social que elimine la pobreza, el atraso y toda forma de opresión e injusticia cuando no tiene una dirección la inventa y crea con el fin de que la organice, oriente y conduzca en su contienda por alcanzar mejores condiciones de vida; fortalecer la soberanía del Estado, la integración y la unidad de La Nación por medio de la industrialización de los recursos naturales. Tiene como fuerza de empuje indeclinable a los sindicatos, estudiantes, curas y militares revolucionarios; movimientos obreros, intelectuales progresistas; partidos antiimperialistas, anticapitalistas y a la población en general.
Impulsa formas de participación, organización y movilización para avanzar en su
tarea ineluctable, por vencer el atraso y la pobreza que el sistema capitalista
no puede resolver porque su naturaleza de clase (burguesa) se lo impide.
Inventa, crea, utiliza y desecha direcciones, partidos y movimientos políticos,
etc. si no responden a sus necesidades e intereses para alcanzar el progreso del
ser humano, la sociedad y el Estado.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Tito Atahuichi Salvatierra, R. “Reformas constitucionales y la política de concertación" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 123, diciembre 2009. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
En las elecciones del 2005 apoyó al “Movimiento Al Socialismo” (MAS-IPSP) porque, esa organización política, se mostró como una de las fuerzas anti neoliberales (en el discurso) organizadas y con representación parlamentaria capaz de consolidar y continuar con la aplicación de la política nacionalista revolucionaria que fue interrumpida y sustituida por el gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1985) con la política neoliberal, expresada en el DS 21060, cuya finalidad fue destruir: a) Los sindicatos (COB, FSTMB, etc.) a través de la ley de la capitalización que impuso el cierre de las empresas estatales productivas (Comibol, YPFB, ENFE, ENTEL y otras.) causando la relocalización de miles de trabajadores y. b) La estructura y superestructura estatista sobre el que se asentó el Estado revolucionario, emergente de la revolución de Abril, separándolo de toda actividad económica y productiva con el fin de sustituirlo con el Estado neoliberal.
El pueblo guiado por su objetividad y la falta de una dirección revolucionaria que la represente depositó su confianza en el MAS, a sabiendas que propugnaba la política de la concertación, con la finalidad de consolidar el Estado revolucionario desarrollando la industria y la economía; dar continuidad a la aplicación de la política nacionalista revolucionaria impuesta en 1952, planteada por el Partido de la Unión Nacional (Hernando Siles en 1927), continuada por el gobierno socialista de David Toro que nacionalizó el petróleo y fundó YPFB (1937), los sindicatos en sus congresos y replanteada en las movilizaciones insurgentes del año 2003 dirigidas y respaldadas por la COB, FSTMB, las juntas vecinales, organizaciones laborales y la población nacional que reafirmaron esa decisión y voluntad, aprobando el programa mínimo de acción contenido en la “Agenda de Octubre”.
El “Movimiento Al Socialismo” al comprometerse a cumplir con la agenda de Octubre, en cuyo contenido se plantea la: abrogación del DS 21060, recuperación de las empresas capitalizadas en favor del Estado, nacionalización de los hidrocarburos, industrialización del gas y del país usando los recursos naturales, etc., ganó y concentró el apoyo popular de la población. El triunfo electoral (53,4 %) que obtuvo expresa la voluntad del pueblo por consolidar el Estado revolucionario y destruir la estructura y superestructura del Estado neoliberal que permanece casi intacto debido a la concertación política entre el gobierno y la oposición neoliberal, practicada con el fin de contener el proceso de la revolución nacional y defender el sistema capitalista. Al sustituir la “Agenda de Octubre” con una política indigenista, que se adecua a la neoliberal y que divide la Nación boliviana en 36 “naciones étnicas” inexistentes, permitió a la oligarquía y a la burguesía, que propugna la “nación camba”, recuperar fuerzas y organizarse.
La “Nueva Constitución” aprobada en el Congreso resultante de la modificación de la “Constitución” aprobada por la Asamblea Constituyente es uno de los productos de la concertación que expresa la voluntad de los partidos neoliberales y del MAS-IPSP y no de la voluntad del pueblo.