Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES Y LA LUCHA POR EL PODER
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
El ser humano, de carácter gregario, inició en el comunismo primitivo la
organización de la sociedad a partir de la satisfacción de sus necesidades
naturales de sobrevivencia, comenzando de formas simples de organización social
(manada y horda) hasta alcanzar otra compleja y superior denominada sociedad
clasista constituida por clases sociales como los esclavos y esclavista, en la
antigüedad; feudales y siervos, en el medioevo; burguesía, pequeñoburguesía y
proletariado en el capitalismo y el “socialismo” en la época moderna y
contemporánea. Las formas de organización social, colectivista y clasista
(esclavismo, feudalismo, capitalismo y “socialismo”), fueron determinadas en sus
orígenes, limitaciones y diferencias por el proceso evolutivo empírico de la
economía (modos de producción) y la lucha de clases. En la sociedad del
comunismo primitivo o colectivista el hombre vive sometido a la naturaleza en la
sociedad clasista, a la economía y a las relaciones económicas y sociales de la
producción.
La sociedad clasista se originó con la primera gran división social del trabajo,
provocada por la domesticación de los animales en el estadio medio de la
barbarie, que determinó la escisión de la sociedad en dos clases sociales, una
dominante o explotadora y la otra dominada o explotada razón porque tienen
intereses de carácter irreconciliable con la pretensión cada una de ellas de
alcanzar el control del Estado a fin de preservar su dominio la una y liberarse
la otra dando origen a su vez, a la lucha de clases y al Estado. Es superior a
la organización de la sociedad gentilicia del comunismo primitivo porque en ella
no prima el vinculo sanguíneo o la familia sino la propiedad, resultante de la
apropiación individual de la producción social y de los medios e instrumentos de
producción, que determinó la forma de organización de la sociedad en clases
sociales, emergentes de las relaciones definidas por el modo de producción y del
proceso de su evolución en la historia.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Tito Atahuichi Salvatierra, R. “Las reformas constitucionales y la lucha por el poder" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 119, septiembre 2009. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
En la sociedad gentilicia, del comunismo primitivo, se desarrollaron formas de organización social ligadas por el vínculo sanguíneo como la gens, tribu, fratria, etc. que son inferiores a las formas de organización social clasista conformada por clases sociales, que se “encuentran constituidas por grandes grupos de personas que se diferencian por el lugar que ocupan en el proceso de producción , en el de la distribución de la riqueza social, en la organización social del trabajo y en sus relaciones con los medios de producción, lo que determina a su vez su modo de vida” (Lenin), en las que se hallan incorporadas las etnias (incluidas las precolombinas).
Los elementos comunes de la sociedad clasista son las clases sociales y la lucha de clases que se expresa, permanentemente, en la lucha por el poder es decir, en alcanzar el control pleno del Estado que cada clase social pretende a efectos de disponer del Estado y ponerlo al servicio de sus intereses imponiendo su voluntad dominante sobre la otra clase social dominada con el objeto de preservar su dominio y su orden social constituido.
La lucha antiimperialista y anticapitalista de los pueblos por defender su integridad territorial, recursos naturales y unidad nacional, ante la aplicación de la política neoliberal globalizadora del imperialismo que busca fragmentar los Estados para facilitar la apropiación y explotación de sus recursos naturales en beneficio de las transnacionales; las agresiones a periodistas, amenazas de no permitir el ingreso y realización de campañas electorales; la ocupación de concesiones mineras; el uso de la ley y su infracción para amedrentar al opositor, etc. constituyen la expresión aguda de la lucha por el poder, en nuestro Estado liberal y el contexto internacional.