ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y
NACIÓN
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
La revolución industrial (1760 ) Inglesa, como resultado de la invención y
creación de los nuevos instrumentos de producción (la maquina a vapor y otros),
provocó el cambio de las relaciones de producción que definió la sustitución del
modo de producción feudal por el capitalista que a su vez dio origen a la
existencia de nuevas clases sociales ( burguesía, proletariado y pequeña
burguesía) correspondientes a la época moderna. Cambios que dieron origen a una
de las etapas (s- XVII y XVIII) trascendentes del desarrollo del capitalismo por
que con ella, el avance de la ciencia y otros factores, se constituyó la
burguesía como clase social, que tomó el poder en Francia con la revolución de
1789 e impulsó el desarrollo acelerado del capitalismo como sistema social de
carácter universal, en el orbe occidental y parte del oriental, por medio de un
proceso de formación, desigual y combinado, de las naciones y los Estados
modernos, que se expresan en las repúblicas como nuevo tipo de organización del
Estado, que gradualmente fueron liquidando el feudalismo en su transito hacia la
conformación de los Estados actuales.
El sustento ideológico que justifica la existencia del capitalismo es el
liberalismo cuyos principios básicos son la libertad, igualdad y fraternidad.
Principios que se hallan contenidos en las diversas constituciones políticas
escritas y no escritas que definen la organización, el funcionamiento y la
estructura de los estados del sistema social moderno. Estados que se constituyen
en nacionales independientes y soberanos creados y regulados por un ordenamiento
jurídico fundamentado en una “Ley Suprema” denominada Constitución Política del
Estado emergente de la potestad de una Asamblea Constituyente Originaria.
Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Atahuichi Salvatierra, R.T. “La Asamblea Constituyente y
la Nación" en
Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 77, 2007. Texto completo
en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
La Nación, como producto histórico de la época moderna tiene su origen en el
desarrollo del capitalismo. Sus elementos constitutivos son: de carácter común y
entre ellas están: una comunidad humana estable históricamente formada, un
idioma, territorio, sicología que se expresa en la cultura y una vida económica
común.
Si la nación emerge, en la escena de la historia, en la época moderna a
consecuencia del desarrollo del capitalismo es incorrecto sostener argumentos
relativos a la “nación quechua”, “aymará”, “tupi-guarani”, etc. como
frecuentemente se afirma al referirse a las culturas precolombinas señaladas que
corresponden a la etapa de transición del estado medio de la barbarie al
superior o del comunismo primitivo al esclavismo. La nación corresponde al
periodo histórico moderno. No es el resultado del poder constituyente ni del
poder constituido por que el poder constituyente es un órgano de poder que da
origen al Estado, al derecho, a la Ley, etc. es decir; al poder constituido pero
nó a la nación. La nación es un fenómeno histórico propio de la época moderna
producido por el desarrollo ascendente del capitalismo como sistema social y la
eliminación lenta y gradual del feudalismo. La nación puede contener en su seno
varias nacionalidades, como en el caso nuestro, y por lo general tiende a
constituirse como un Estado soberano e independiente.
La nación boliviana tiene su origen con la creación de La Republica ( 1825 )
sobre los antecedentes históricos de los procesos de resistencia a la conquista
(1532), las luchas anticoloniales contra España. Y se constituyó en base a los
pueblos aborígenes correspondientes al collasuyo ( quechuas, aymaras, tupi
guaraníes, ayoreos, etc.) del Alto Perú. Su proceso de formación es lento y
tortuoso producto de su dependencia norteamericana, a las transnacionales, al
capital financiero (FMI, BM, etc.); la producción de materias primas dirigidas
al mercado mundial; la debilidad de la burguesía nacional, la falta de
industrialización, diversificación económica y desarrollo industrial.
La Constituyente, no obstante de ser derivada, puede aprobar reformas dirigidas
a: proteger los recursos naturales, las empresas estatales, impulsar el paso de
la democracia representativa a la participativa con el objeto de consolidar el
Estado revolucionario emergente de 1952 como una forma de conformar una nación y
patria soberana e independiente.
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