LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y EL MOVIMIENTO OBRERO
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
La insurgencia popular que echó abajo a los gobiernos de Gony Sánchez de Lozada (Octubre 2003) y Carlos Mesa (Junio 2005), canalizada por la política de concertación acordada entre los partidos neoliberales, el MAS y otras fuerzas políticas, hacia el proceso electoral, que tuvo por resultado el triunfo masista como producto de la radicalización y descontento general contra la política neoliberal aplicada y el apoyo de la población y del movimiento obrero (COB, FSTMB, CSUTCB, ETC.) a la propuesta antineoliberal, planteada por el MAS, expresada centralmente en el compromiso electoral consistente en abrogar el D.S. 21060; la nacionalización de los hidrocarburos y su industrialización evitando vender el gas como materia prima; la recuperación de los recursos naturales y de las empresas capitalizadas a favor del Estado; una nueva ley de pensiones sobre la base de los principios de la solidaridad y la universalidad; la realización de una Asamblea Constituyente que refunde el Estado y apruebe una nueva Constitución, etc. contuvo el avance de la revolución boliviana.
La objetividad de la participación de los movimientos sociales, tendencias políticas revolucionarias, anticapitalistas y antiimperialistas, el movimiento obrero (COB, CSUTCB), estudiantes, campesinos, profesionales, etc. se manifestó en el voto de confianza que dío el pueblo a favor del MAS con la intención de impulsar y dar seguridad a su dirección en la lucha anticapitalista y antiimperialista a fin de alcanzar la independencia económica y la unidad del Estado ante la amenaza de la “media luna” de dividir el Estado y constituir la nación camba. Se fue reafirmando con ese acto la decisión popular de recuperar para el Estado las empresas capitalizadas (ENFE, COMIBOL, ENAF, ENTEL, etc.) y los recursos naturales, entregados a las transnacionales, con el objeto de consolidar el Estado revolucionario emergente de la revolución de 1952 debilitado por el neoliberalismo.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Atahuichi Salvatierra, R.T. “La Asamblea Constituyente y el movimiento obrero" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 87, octubre 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
No recupero los empresas estatales privatizadas con excepción de la fundición de Vinto que la nacionalizó y Huanuni en la que se contrato cuatro mil obreros mineros con el objeto de elevar la producción y fortalecer COMIBOL. Y, finalmente, utilizo la Asamblea Constituyente derivada con el fin de distraer la atención y manipularlo en función de evitar que la población discuta el problema del poder, el económico, político y social creando expectativas falsas en sentido de que la nueva Constitución Política aprobada por la Asamblea resolvería la exclusión social, la discriminación, el atraso y la pobreza en la que se debate la población dotando, a la derecha y a la oligarquía de un instrumento de reorganización para retomar el gobierno objetivo, que pretende alcanzar ante un movimiento obrero debilitado, por la acción del MAS que controló en parte los sindicatos, la COB, los movimientos sociales, etc. y la perdida de apoyo social permanente provocado por sus errores (UDP).
La Constituyente al ser derivada no tiene la fuerza política ni social para imponer cambios en la estructura económica ni la superestructura jurídica y política por estar supeditada al poder constituido pero para ser útil y avanzar, en la lucha por la independencia económica, no puede ignorar el Estado revolucionario producto de 1952 que es una experiencia a consolidar.