Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y ESTADO REVOLUCIONARIO
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
La humanidad en su lucha por liberarse de toda forma de pobreza y dominio
realizó experiencias trascendentes, por alcanzar una sociedad libre, justa y
equitativa, que se expresaron en procesos revolucionarios producidos en la
historia en circunstancias y formas particulares distintas, como la revolución
bolchevique en Rusia (1917), dirigida por un partido revolucionario y de clase
de ideología marxista; la de China (1949) de particularidades campesinas; la
cubana (1959) de carácter guerrillero, y otros que influyeron en el desarrollo y
avance del proceso de la revolución socialista mundial. Procesos en los que, los
pueblos, tomaron el poder por medio de una revolución violenta a diferencia de
nuestra época en la que es posible, tomar el poder por la vía democrática debido
a la conciencia social alcanzada y al nivel antiimperialista elevado de los
pueblos, recurriendo a una Asamblea Constituyente Originaria (Venezuela 1999).
El triunfo de la revolución Rusa, y el surgimiento de otros estados obreros
denominados “socialistas”, luego de la segunda guerra mundial, como Rumania
(1946), Alemania oriental (1949), Corea del Norte (1948) y otros que propagaron
la ideología marxista influyeron particularmente en América latina a tal grado
que radicalizaron la ideología nacionalista que adquirió un carácter
revolucionario que se manifestó en los movimientos nacionalistas dirigidos por
Francisco Villa y Emiliano Zapata (1913) en México, Getulio Vargas (1930) en
Brasil, Juan D. Perón (1949) en Argentina, etc. Bolivia, como Estado capitalista
atrasado, recibió esa influencia que estimuló el desarrollo del nacionalismo
revolucionario que culminó con la revolución de 1952.
El pueblo con la experiencia de la insurrección de Abril, alcanzó un nivel político y de organización trascendental como consecuencia del carácter antiimperialista y anticapitalista que tuvo la revolución, cuyo resultado fue la constitución del Estado Revolucionario emergente de un modo de producción que tiene por base económica la propiedad estatizada y por superestructura la democracia participativa que ni el nacionalismo burgués (dirección del MNR --1952) ni el neoliberalismo pudo destruir.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Atahuichi Salvatierra, R.T. “Asamblea Constituyente y estado revolucionario" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 86, octubre 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
La revolución de 1952 integró y unió sólidamente al pueblo en defensa de la soberanía, el Estado, los grupos étnicos y mayorías marginadas, la Nación, los recursos naturales, empresas estatizadas, el control obrero con derecho a veto, el mercado y producción nacional y jugó una función superior al de la Constituyente derivada, que funciona en Sucre, por que dio origen al Estado Revolucionario.
Los mineros ocuparon las minas e impusieron su nacionalización y organizaron una dirección nacional sindical y política denominada Central Obrera Boliviana (COB – 17 de Abril de 1952) dirigida por el movimiento minero que constituyó la fuente del doble poder. Los campesinos al ocupar las tierras, expulsar a los hacendados y organizar los sindicatos y centrales agrarias forzaron a la dirección nacionalista burguesa de Víctor Paz Estensoro (MNR) a emitir la ley de reforma agraria y así se contuvo el proceso de expropiaciones. La imposición del voto universal (derechos políticos) la educación única, antiimperialista y gratuita ligada a la producción, (Código de la Educación Boliviana- 1955), etc. refleja el nivel que alcanzó la revolución.
El gobierno y la dirección del MAS que apostó a una Asamblea Constituyente Originaria con el fin de Refundar Bolivia y cambiar totalmente la Constitución fracasó en el logro de esos objetivos por ser la Constituyente DERIVADA sin potestad para refundar el Estado y sustituirlo por uno plurinacional de carácter regresivo, ni Cambiar totalmente la Constitución que en los hechos significaría desconocer las conquistas alcanzadas por el pueblo, que costó sangre y luto, en las distintas etapas de nuestra historia.