Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y CONTEXTO POLÍTICO NACIONAL
Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
ricardotito39@hotmail.com
El gobierno, no obstante el compromiso electoral de nacionalizar los hidrocarburos y abrogar el D. S. 21060, tomó la decisión de asentar su administración en una política contradictoria, expresada por un lado en el modelo neoliberal. Por otro, la del nacionalismo revolucionario dirigido a fortalecer la propiedad estatal (Huanuni - Vinto), y finalmente la indigenista que cuestiona la existencia del Estado, la Nación y la nacionalidad boliviana en vez de sumar fuerzas para consolidarlo y potenciarlo económica y políticamente con el fin de lograr la independencia nacional.
Los efectos de esta política, contradictoria, ya se manifiesta en la inflación, la pérdida del valor adquisitivo de los salarios congelados, etc. al grado que se expresará en forma más aguda en la economía nacional que promoverá un mayor descontento favorable a la Oligarquía y a las transnacionales que buscan retomar el gobierno para nuevamente interrumpir el proceso de la revolución nacional. En política no hay posiciones intermedias que sean duraderas. Se avanza o se pierde. No hay términos medios. Es la ley de la lucha de clases, que se manifiesta hasta en hechos intrascendentes como la elección de los magistrados a la Corte Suprema de Justicia (cuoteo político).
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Atahuichi Salvatierra, R.T. “La Asamblea Constituyente y contexto político nacional" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 86, octubre 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/
El problema del trigo y el de la producción agraria son los que tienen que ser discutidos centralmente y no así la sustitución del Estado revolucionario por otro denominado plurinacional o el cambio de la sede de gobierno que solodistraen, mientras la población se halla sumida en la pobreza y el atraso.
La movilización de Camiri, que puso al descubierto la maniobra política que el gobierno hizo, presentando la recuperación de los hidrocarburos en favor del Estado como “nacionalización”, cuando en realidad no hubo tal nacionalización, sino, que simplemente se subsanó los errores contractuales cometidos, con las empresas transnacionales que expresan, nuevamente, la entrega de nuestros hidrocarburos a su favor. Las movilizaciones de los mineros que exigen al gobierno la adopción de medidas que garanticen la sostenibilidad y funcionamiento de la empresa minera Huanuni, de los comités cívicos por la autonomía, de universitarios, de cooperativistas, de campesinos por sus reivindicaciones, y el fenómeno de la inflación muestran el contexto político que se avecina, producto de la política indefinida aplicada, que es aprovechada por la oligarquía para su organización y recuperación de su fuerza social con el fin de retomar el gobierno y organizar la nación camba con el apoyo norteamericano.
Por otro lado, se ha creado bastante expectativa respecto a la Asamblea constituyente, como si ésta o las leyes fuesen la solución para los problemas económicos, políticos, culturales, de discriminación y marginamiento sin considerar que esa solución, no depende de ella, menos de la Refundación del Estado o de la elaboración de una nueva Constitución Política sino de la lucha de clases que se dá en nuestra sociedad.
El Estado puede tener una Constitución perfecta, pero no por eso los problemas de la pobreza, atraso, subdesarrollo, y la simple producción de materias primas se resolverán. Ese objetivo será alcanzado necesariamente cambiando la base económica y la superestructura de nuestra sociedad, sea dentro del marco democrático por medio de una revolución democrática, que hoy es posible, a través de una Asamblea Constituyente Originaria, como lo esta haciendo Venezuela o como lo hizo Cuba y Rusia en 1959 y 1917, respectivamente, recurriendo a la revolución violenta. Otras alternativas históricamente no existen.