Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
LA CURVA DE PHILLIPS EN LA ECONOMÍA ARGENTINA
Carlos Horacio De Maria (CV)
chdm@fibertel.com.ar
Para citar este artículo recomendamos utilizar este formato:
Carlos Horacio De Maria: "La Curva de Phillips en la Economía Argentina" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 59, abril 2006. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ar/
Resumen
Se intenta en este trabajo realizar una primera aproximación a la validez de la
Curva de Phillips en el comportamiento de la economía argentina luego de la
crisis del año 2000.
No se desarrolla una formalización matemática, solo se expone en forma muy
somera el comportamiento de la economía en los últimos años, dicho análisis
induce a pensar que el fenómeno descripto en la Curva de Phillips se verifica en
la economía argentina. Un análisis más formal se realizará en un futuro trabajo.
Las expresiones “Curva de Phillips” y “Economía Argentina” pueden servir como
términos de referencia.
Los datos estadísticos son los presentados por el Instituto Nacional de
Estadísticas de la República Argentina
En los últimos meses del año en curso la economía argentina
presenta signos de inflación, en un nivel que, podemos considerar por el momento
relativamente moderado; pero es deseable y necesario controlarlo, sin provocar
un fenómeno deflacionario.
Más allá de la observación del fenómeno, cabe formular la siguiente pregunta:
¿Está funcionando en la economía argentina el proceso que describe la CURVA DE
PHILLIPS?.
A primera vista parecería que sí.
Superado el momento más álgido de la crisis de fines del 2001 y todo el 2002,
resultó evidente que se deberían aplicar políticas activas de recuperación del
empleo, y de redistribución progresiva del ingreso.
Pero la urgencia en aplicar esa política, por razones no solo económicas, sino
fundamentalmente sociales y políticas, que aseguraran la estabilidad del sistema
democrático, encontraba un graves condicionante, cual era salir del defaul y
ello en el contexto de las transformaciones de la estructura económica operada
en la década del noventa.
Se logró salir del defaul y al mismo tiempo recuperar, aunque modestamente, los
niveles de empleo; pero se presentó el fenómeno descripto por la CURVA DE
PHILLIPS.
¿Que nos muestra la curva?.
Nos muestra la relación existente entre un cambio en el porcentaje de aumento de
la inflación y la variación en el índice de ocupación.
Alban William Phillips vivió entre 1914 y 1975, construyó modelos matemáticos
analizando la relación existente entre los conceptos multiplicador y acelerador
desarrollados por J. M. Keynes.
En 1956 publica su trabajo titulado “The Relation Between Unemploymente and the
Rates of Change of Money Wage Rates in the United Kingdom, 1861 –1957”, en ese
trabajo muestra una relación entre la tasa de desempleo y la tasa de cambio de
los salarios. Esa relación es la que aparece reflejada en el gráfico uno.
Representado en un esquema simple, y fácil de comprender le Curva es así:
GRAFICO 1
En el eje x se mide el porcentaje de desocupación, y en el eje y el porcentaje
de inflación.
La relación mostrada se ha presentado, y continua presentándose frecuentemente
en todas las economías del mundo, sin embargo debemos reconocer que en algunas
economías, fundamentalmente las más desarrolladas, y durante los últimos años
del siglo XX, ha habido aumentos en el nivel de ocupación de la mano de obra,
sin que se produzcan cambios en el nivel general de precios.
Estos casos, un tanto excepcionales, son los que hacen que la relación mostrada
por la Curva de Phillips no tenga el carácter de una Ley de la Economía. Obvio
resulta señalar que una Ley científica debe mostrar validez universal, aún
dentro de condiciones perfectamente definidas.
Cabe entonces preguntarse
¿que es lo que ignoramos de la naturaleza de la
economía, que nos impide comprender porque se presenta la relación objetivamente
mostrada por la Curva?.
Hace ya años que el debate entre keynesianos y monetaristas se encuentra
estancado, y ninguna de ambas escuelas ha podido aportar argumentos concluyentes
que permitan confirmar o desechar definitivamente la Curva de Phillips.
Mientras tanto en nuestra economía de los dos últimos años la curva muestra su
presencia, y parece confirmar su validez.
Resulta sin duda muy difícil probar la validez de la Curva de Phillips
analizando el comportamiento de una economía subdesarrollada como la argentina
pero, no obstante ello, esta economía presenta algunas características
particulares, que la hacen un caso que merece algún tipo de análisis en este
aspecto.
Las particularidades a las que me refiero tiene que ver con el cambio operado en
los años 90, años en los que nuestra economía pasó de tener una fuerte presencia
estatal, a una mayor presencia del mercado, y de ser, en cuanto al comercio
internacional, las finanzas y la privatización de los servicios públicos, una
economía mucho más abierta.
En los años de economía estatal y cerrada, la Curva de Phillips funcionó hasta
la aparición de la hiperinflación (1988 – 1991), en rigor de verdad debería
hablar de estanflación.
En los años de la convertibilidad la inflación fue baja, pero no cero, y ese
valor aparentemente pequeño pero positivo fue en valor en dólar, pero a demás,
la relación mostrada por la Curva continuó verificándose, toda vez que la
estabilidad en el nivel general de precios se vio acompañada por altos niveles
de desocupación.
En la actualidad se vuelve a verificar, ya que la caída en los índices de
desocupación se ven acompañados por aumentos en el nivel general de precios.
¿podemos concluir de lo anterior que la Curva de Phillips se cumple con
independencia del grado de desarrollo del mercado que tenga la economía?.
De eso trata, en definitiva, este intento de investigación.
La relación mostrada por la Curva de Phillips, a simple vista, nada nos dice
respecto de la interacción entre la oferta y la demanda de trabajo (L).
Parece entonces necesario analizar ese mercado.
GRAFICO 2
GRAFICO 3
Partimos, como siempre, del sencillo esquema de la
interacción de las curvas de oferta y demanda, en este caso referidas al mercado
de trabajo, donde una cantidad ofertada y demandada de trabajo Q0 se equilibra
con un nivel de salario S0.
Desde luego, como siempre en este esquema esta implícita la idea de un mercado
de competencia perfecta, lo que supone que no existen interferencias políticas,
sociales o institucionales; y además se supone que oferentes y demandantes
poseen igual poder de negociación uno frente a otro.
A continuación, en dos gráficos, bastante similares y no mucho más complejos que
el anterior, analizaremos los efectos resultantes de desplazamientos del punto
de equilibrio a consecuencia de desplazamientos de las curvas O y D (gráficos 2
y3).
Estos desplazamientos reflejarán cambios autónomos tanto en la oferta como en la
demanda de trabajo.
Una vez hecho lo señalado en el punto anterior, introduciremos el efecto
inflación sobre cada una de las curvas, y a partir de allí, volveremos a
analizar la Curva de Phillips.
Como se puede ver fácilmente, un incremento en la cantidad demanda de trabajo de
D a D’ provocará, céteris paribus, un incremento de salarios de So a S’.
Si en cambio la curva de demanda se hubiese desplazado hacia la izquierda y
hacia abajo, la cantidad demandada habría disminuido y, consecuentemente, el
salario S’ sería menor que So.
Veremos ahora el efecto sobre el nivel de salarios S resultante de un
desplazamiento de la curva de oferta.
En el gráfico siguiente consideraremos el caso de un desplazamiento de la curva
de oferta hacia la derecha y hacia abajo.
GRAFICO 4
Como se observa, un aumento en cantidad de trabajo ofertada
provoca una caída del salario. Un desplazamiento a la inversa, es decir hacia la
izquierda y hacia arriba provocará un aumento en el nivel de salario S, al
provocar el desplazamiento del punto de equilibrio e a el nuevo punto de
equilibrio e’.
En el debate entre monetaristas y keynesianos, o si se prefiere neoclásicos y
neokeynesianos encontramos que en torno a la formación de expectativas en
relación a la inflación, se trata a los agentes económicos reaccionando de forma
adaptativa o anticipando la inflación futura, esto último a partir de una cierta
previsión de la política monetaria y fiscal aplicada por el gobierno.
Esta diferencia en los respectivos enfoques se traduce en una importante
diferencia de criterio respecto al comportamiento en el tiempo de la Curva de
Phillips.
Para los monetaristas la Curva tiene sentido, y se verifica, solo en el corto
plazo, antes de que comiencen a actuar las expectativas adaptativas, pero pierde
significado en el largo plazo, pues la conducta de los agentes, inducida por las
expectativas, les permite anticipar la inflación futura, así la curva se torna
totalmente inelástica (aumentos en el porcentaje de inflación no generan
reducciones en el porcentaje de desocupación.).
Por el contrario, para los neokeynesianos la relación mostrada por la Curva se
mantiene vigente en el largo plazo, aun bajo la influencia de las expectativas.
Esta forma de plantear el tema omite el hecho que los agentes económicos son
capaces de observar el inicio y desarrollo de un período de auge, por aumentos
en la demanda de trabajo, aun antes que se observen cambios en la política
monetaria y fiscal, y cambios en el nivel general de precios.
Si suponemos que los agentes económicos tienen esta posibilidad de observación,
es razonable suponer que el empresario estará dispuesto a incrementar su
producción, situación en la que estará dispuesto a ofrecer mejores salarios a
nuevos trabajadores, y los nuevos trabajadores convocados procurarán mejores
salarios.
Se inicia entonces un proceso de negociación, en el que las partes no tienen
igual capacidad negociadora.
El trabajador es el que posee la menor capacidad negociadora, el límite de esa
capacidad está dado por dos factores, en primer término su capacidad de
permanecer en situación de desempleo, y en segundo término que el salario máximo
que puede lograr es aquel que resulte compatible con aquella parte de la tasa de
ganancia que el empresario espere obtener de ese salario.
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Tasa de desempleo abierto k/
17,5
17,2
14,9
12,9
14,3
15,1
17,4
19,7
15,0
Tasa de subempleo visible k/
12,0
13,2
13,2
13,5
14,3
14,6
15,6
19,3
17,1
SUMA
29,5
30,4
28,1
26,4
28,6
29,7
33
39
32,1
Log.nat de desempleo abierto
2,86
2,84
2,7
2,56
2,66
2,71
2,85
2,98
2,71
Log. Nat de la suma
3,38
3,41
3,33
3,27
3,35
3,39
3,49
3,66
3,47
Variación de precios al consumidor
1,6
0,1
0,3
0,7
-1,8
-0,7
-1,5
3,7
NOTA:
En este análisis muy elemental de la validez de la Curva de Phillips en la
economía argentina de los últimos años he omitido realizar una formalización
matemática. Ese será el siguiente paso de este estudio, pero para ello tendré
que obtener nueva información, que permita medir el impacto de algunas variables
importantes, en especial la fuga de capitales operada en los años 2000 y 2001,
como así también el efecto del proceso de integración dentro del MERCOSUR, y el
impacto de las inversiones extranjeras directas.