La convertibilidad, es la capacidad de una divisa de cambiarse por otra. La convertibilidad debe ser total sin restricciones de ningún tipo. El libre juego de oferta y demanda deben ser las únicas coordenadas en las que se muevan las divisas convertibles. Según definición del Fondo Monetario Internacional, las autoridades monetarias del país madre de la divisa “no pueden imponer restricciones a los pagos y transferencias derivadas de transacciones corrientes; no pueden discriminar tales pagos o transferencias en razón del país de destino; los saldos de la moneda en cuestión acumulados en otro país como consecuencias de transacciones corrientes, puedan ser recomprados en cualquier momento por el país emisor”.
Ver también: Divisas convertibles y dinero no convertible
Texto de Pedro Hernández Álvarez
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