CIENTÍFICO - TEÓRICO - ESTADÍSTICO - COMERCIAL JURÍDICO - SOCIOLÓGICO
RECOPILADO POR EL PROFESOR MANUEL SERRA MORET
T
TICKET
Palabra inglesa muy generalizada que significa boleto, boleta, nota, tarjeta o talón.
TIEMPO
Según el Código Civil, los días, meses y años se contarán en la República Argentina, para todos los efectos legales, por el Calendario Gregoriano. El día es el intervalo entero que corre de medianoche a medianoche; y los plazos de días no se contarán de momento a momento, ni por horas, sino desde la medianoche en que termina el día de su fecha. Los plazos de mes o meses, de año o años, terminarán el día que los respectivos meses tengan el mismo número de días de su fecha. Así, el plazo que principia el día 15 de un mes terminará el 15 del mes correspondiente, cualquiera que sea el número de días que tengan los meses o el año. El modo de contar los intervalos del derecho se regula en los artículos del Código anteriormente indicado comprendidos entre el 23 y el 29.
TIERRA
Desde la iniciación de los estudios económicos la tierra ha sido considerada como uno de los tres factores esenciales de la producción: tierra, trabajo y capital. William Petty (1623-87), tratadista y estadístico inglés, fue el que primero destacó la importancia de la tierra como creadora de riqueza. Su frase favorita era que "si el trabajo es el padre y el principio activo de toda riqueza, la tierra es la madre". Su contemporáneo, el genial filósofo John Locke (1632-1704), veía las cosas de distinta manera. La tierra no tenía valor alguno y era solamente por la aplicación del trabajo que adquiría algún valor. El capital mismo no era más que trabajo acumulado en herramientas y equipos.
La tierra ha sido siempre la fuente de todos los recursos vitales del hombre. Mientras el hombre vegetó sobré la tierra como los animales, aprovechando los frutos que ésta espontáneamente le ofrecía, la tierra, como otros conceptos de valor, apenas si tenía representación concreta en la mentalidad del hombre primitivo y trashumante. Fueron la iniciación de la agricultura y de las medidas de previsión las que concentraron el interés del hombre en una tierra determinada y establecieron las primeras relaciones de propiedad. La evolución de la propiedad colectiva de la tierra a la propiedad individual, claramente determinada y consagrada después de la partición de los feudos medioevales, es lo que dió predominancia a la idea de la tierra como bien supremo y único sin el cual el hombre carecía de medios de existencia y perdía su libertad. Por eso Platón favorecía la propiedad en común y Aristóteles aconsejaba restricciones, particularmente de los derechos hereditarios sobre la tierra. Thomas More (1478-1535), el insigne autor de Utopía, creía que la propiedad en común de la tierra era la única forma de asegurar la vida y la libertad de todos los hombres.
Pero, desde Santo Tomás de Aquino, los partidarios de la propiedad privada de la tierra sumaron defensores, como Hugo Grotius (1583-1645) y Thomas Hobbes (1588-1679), que justificaron como de interés para la producción el que la tierra tuviese un dueño directo y responsable, y demostraban, con el apoyo de Locke, que la evolución hacia la propiedad privada de la tierra era la más elocuente sanción del progreso social. La propiedad y la autoridad eran para ellos los fundamentos del orden natural. De ahí arrancan las teorías de los fisiócratas de que la tierra es el arca de todo valor y el único instrumento capaz de rendir producto neto, en tanto que el trabajo aplicado a otras actividades nada produce. Esta idea se unía a la de la propiedad privada de la tierra que Quesnay consideraba la base de todo el orden económico. En realidad era la gravitación de la idea de propiedad la que creaba el concepto del produit net y la teoría de la renta formulada por Malthus y aclarada por Ricardo, al punto de considerar axiomático que la tierra producía por "ley natural" tres clases de valores, a saber: el premio al trabajo o salario, el beneficio o interés del capital invertido en instrumentos de trabajo, y la renta, premio al propietario, según unos, valor social o colectivo, según otros.
Durante la época que Adam Smith calificó de "mercantilista", los que trataban cuestiones económicas daban poca importancia a la tierra y consideraban que lo importante era tener dinero y metales preciosos con lo cual se obtenía todo lo restante. Los fisiócratas representan una reacción aguda contra ese olvido de la importancia de la tierra en la creación de valores. Pero el desarrollo del industrialismo, del gran comercio y de las altas finanzas, ha ido desplazando y diluyendo el concepto de valor, el cual tiene hoy, más que nunca, su verdadera representación social y cristaliza en conceptos más abstractos que la tierra, el trabajo y el capital, e incluso difuma la importancia de la propiedad y particularmente de la propiedad territorial que ha pasado a ser uno de tantos privilegios consentidos, pero uno de los secundarios.
No falta todavía quien atribuye a la tierra cualidades únicas en el orden de los valores e insiste en que es la base y el origen de todo valor. Su limitación, por una parte, y su cotización en venta y en renta allí donde se concentran grandes masas humanas atrae la atención de los que tienen una visión reducida del fenómeno económico y no se dan cuenta de las desvalorizaciones que ha sufrido y sufre la tierra como toda mercancía sujeta a las leyes del mercado. Ni como espacio, ni como elemento de producción, la tierra es un elemento limitado en las condiciones industriales modernas y no es difícil demostrar que con una pequeña porción de la tierra hoy utilizada en la producción pueden satisfacerse abundantemente todas las necesidades humanas. Cada día son menos los que se ocupan en las labores de la tierra y el valor de los capitales invertidos en ella tiende a decrecer en volumen y proporción. En la pirámide de valores, los atribuidos a la tierra no se encuentran en la base ni en la cúspide, sino diluidos en el conjunto creado por el esfuerzo social, al cual la ciencia, la técnica y la organización dan cada día mayor aliento dinámico, reduciendo a recuerdo histórico el concepto de una economía estática dentro de la cual las formas de propiedad, la renta y el interés aparecían como divinidades intangibles o como máquinas de opresión diabólica.
Los fisiócratas, al igual que los seguidores de Henry George de principios de este siglo, propugnaban por el impuesto único sobre la tierra. Si fuese cierto que la tierra es la única fuente de valor, los gobiernos tendrían que ir al manantial a buscar los medios de satisfacer las necesidades públicas en progresivo aumento. Ningún gobierno ha pensado en ello a pesar de que la contribución territorial es una de las más antiguas formas de tributación. Por regla general, las contribuciones territoriales pertenecen a los Estados particulares y los gobiernos federales o centrales tienen escasa participación en los mismos. Pero, incluso en los Estados particulares, se les concede poca importancia como fuente de ingreso y se buscan otras clases de impuestos para nutrir la hacienda pública. Únicamente en los Estados menos desarrollados las contribuciones territoriales tienen alguna importancia como recursos fiscales, pero en los Estados modernos no alcanzan a cubrir el diez por ciento de los ingresos generales. El hecho mismo de que esos ingresos dependan en gran proporción de la deuda cada día mayor explica en forma elocuente cómo el concepto prevaleciente del valor se ha alejado del que tenían los fisiócratas y la tierra resulta hoy uno de tantos elementos valorables, pero ni el primero, ni con mucho. el más importante.
Para dar una idea de cómo se forma y se divide el núcleo territorial de una nación de vida reciente, damos a continuación un resumen de la constitución y distribución de la tierra de dominio público de los Estados Unidos de Norte América:
Quedan del dominio público de los Estados Unidos:
El valor de las tierras de dominio público de los Estados Unidas y de otras naciones nuevas; como la Argentina, libres de mejora, se calcula en menos de lo que recauda en un año la administración pública por media de impuestos y gravámenes. La tierra útil y más productiva está en poder de particulares y su precio se regula por la ley de la .oferta y la demanda y las incidencias monopolistas que la afectan como a las demás mercaderías. El grado de desarrollo industrial de un país es lo que determina su lugar en la escala de valores, retrocediendo en la misma medida que ese desarrollo industrial se afirma y se completa.
Titulación
Conjunta de documentos y garantías que acreditan la propiedad o posesión de un bien o de un derecho.
Títulos
Entre otras acepciones, un título es el documento académico otorgado al que ha realizado ciertos estudios y le autoriza para ejercer una determinada profesión. Es también la dignidad o categoría honorífica de una persona o entidad, el origen de un derecho u obligación y el documento acreditativo de una porción de la deuda pública o de otro crédito financiero. El título ejecutivo es el que lleva aparejada la realización a ejecución del crédito o derecho, como, por ejemplo, los documentas públicos en forma; los privados suscriptos por el obligado y reconocidos en juicio; la confesión de deuda ante juez competente; el juramento decisorio; las letras de cambio, vales o pagarés protestados con arreglo a las normas legales o, en su defecto, reconocidos en juicio, y los créditos por arrendamientos de predios rústicos a urbanos.