CIENTÍFICO - TEÓRICO - ESTADÍSTICO - COMERCIAL JURÍDICO - SOCIOLÓGICO
RECOPILADO POR EL PROFESOR MANUEL SERRA MORET
M
MAPA INDUSTRIAL
En los estudios económicos se ha hecho corriente la confección de mapas industriales o de producción donde se señalan en las zonas de cada país o continente en que se concentran industrias de cierta clase o donde existen yacimientos minerales, fuerza hidráulica, centros de comunicaciones, producciones agrícolas determinadas, etc., etc. Los mapas industriales resultan de suma utilidad y a veces explican los motivos por los que ciertos países o distritos se han especializado en una determinada producción y son indispensables para la planificación regional que se proyecta aplicar en algunos países para resolver el problema que crean las grandes congestiones de población y una mejor distribución física de la riqueza y del desarrollo del territorio nacional. En la República Argentina, la Dirección de Economía rural y Estadística, ha confeccionado mapas de producción y económicos en general que resultan de mucha utilidad para el estudio de este vasto país.
MÁQUINAS
En su acepción económica se llama máquinas a aquellos medios o instrumentos de producción que sirven para substituir o auxiliar las fuerzas físicas del hombre, extendiéndolas y disminuyendo así su esfuerzo, al mismo tiempo que supera sus resultados en cantidades cada vez más crecientes. Desde el punto de vista técnico, las máquinas suelen clasificarse, como herramientas, máquinas-herramientas y máquinas. Las primeras son las que la mano del hombre pone en movimiento y utiliza directamente, como la palanca o el martillo; las segundas, consisten en mecanismos diversos encadenados entre sí, para la elaboración de maderas, metales, etc.; Y las terceras son las que tienen una organización propia y son movidas por un esfuerzo motor. Industrialmente, se distingue la máquina motriz de los organismos transmisores del movimiento y de la máquina operadora. En la guerra moderna, las máquinas han llegado a un estado' de perfección y de complicación que, lo mismo que en la industria, requieren expertos y especialistas para cada cosa. En la guerra, como en la industria, la máquina tiende a suprimir la fatiga física y a exigir mayor atención mental, substituyendo el esfuerzo muscular por el ejercicio cerebral.
Las máquinas constituyen hoy la parte más esencial y valiosa del capital que, juntamente con el trabajo y la tierra, integran los factores básicos de la producción. La historia de sus inventos y perfeccionamientos en los últimos doscientos años llenaría volúmenes. Las hay para todos los usos, industriales, agrícolas, domésticos, transportes, sanitarios, intelectuales, como las máquinas de calcular y de escribir, las de reproducción de la palabra y la acción, las auxiliares de los órganos visuales, auditivos y táctiles, y para registro de las sensaciones y aprovechamiento y conducción de todas las energías. La producción de máquinas en sí es una de las industrias más pujantes y la que da una idea más clara del desarrollo de los países modernos. Tomando por ejemplo el año 1925, la producción mundial de máquinas para la industria se elevaba a 5.250 millones de dólares, de la cual correspondía una mitad a los Estados Unidos, 715 millones a Gran Bretaña, 697 a Alemania, 169 al Canadá, 123 a Francia, 96 a Rusia, 79 a Austria, 67 a Suiza, 61 a Italia, 51 al Japón, 40 a Suecia, 38 a Bélgica y 103 a los restantes países europeos. En cambio, en 1929, los Estados Unidos solamente produjeron maquinaria industrial por valor de 6.964 millones de dólares, de la cual correspondía 3.917 a maquinaria manufacturera, 2.275 a maquinaria eléctrica, 278 a maquinaria agrícola y 494 a máquinas para uso doméstico y para oficinas.
La importación de máquinas en la República Argentina ha quedado sumamente reducida a causa de la guerra actual. En 1938 el monto de estas importaciones llegó a su punto álgido con un valor global de $ 226.747.392 que se dividía en $ 51.549.551 por máquinas y motores en general; $ 123.027.538 por vehículos, accesorios y repuestos, excluidos los de madera, y $ 52.170.303 por máquinas e instrumentos agrícolas.