de BorÃsov, Zhamin y Makárova
TRABAJO COMUNISTA: trabajo de productores libres y conscientes, cientÃficamente organizado, provisto de los medios técnicos más perfectos y que arroja la más elevada productividad; es el trabajo como primera necesidad vital del hombre. "El trabajo comunista - escribió Lenin-, en el sentido más riguroso y estricto de la palabra, es el trabajo gratuito en beneficio de la sociedad... es el trabajo voluntario, el trabajo al margen de toda norma, el trabajo aportado sin miras de remuneración... trabajo realizado por el hábito de laborar para el bien común y por una actitud consciente (convertida en hábito) ante la necesidad de trabajar para el bien común; es el trabajo como necesidad de un organismo sano". Únicamente en el trabajo se revelan las aptitudes y el talento de las personas, únicamente a través de un trabajo en alto grado productivo, que haga más fácil la vida y la actividad del hombre, avanza el camino hacia la abundancia y el desarrollo integral del individuo. Con el paso al comunismo, toda persona en condiciones de trabajar participará conscientemente, sin pensar en retribución alguna en el trabajo social y contribuirá al crecimiento constante de los bienes materiales y espirituales de la sociedad. Pasar al trabajo comunista presupone resolver varias problemas esenciales, entre los que figuran: en primer término, superar las diferencias económico-sociales en el carácter del trabajo de los trabajadores de la ciudad y del campo; en segundo término, asegurar el progreso cultural y técnico en la esfera del trabajo; en tercer término, modificar radicalmente la actitud del hombre frente al trabajo, convertir el trabajo, poco a poco, en la primera necesidad vital de los hombres. Todo este proceso se cimienta en la creación planificada de la base material y técnica del comunismo. Sirve de fundamento material a la aproximación del trabajo fÃsico y el intelectual, el progreso cientÃfico-técnico, que transforma el trabajo, lo llena de nuevo contenido. Mecanizar y automatizar la producción a un alto nivel exige de cada trabajador el conocimiento de las bases cientÃficas de la técnica, de la tecnologÃa y de la organización de la producción, saber aplicarlas para lograr, en ésta, el rendimiento y la maestrÃa que requiere el paso al trabajo comunista. En una producción ampliamente mecanizada y automatizada, el papel del hombre se reduce a dirigir complejos mecanismos y aparatos, ajustarlos, elaborar los programas y regÃmenes de los procesos tecnológicos, perfeccionar la técnica y la organización de la producción. Ello hace posible y necesario que aparezca un nuevo tipo de trabajador en el que se armonicen el trabajo fÃsico y el intelectual con predominio de las funciones de este último. Semejante trabajador, con una sólida preparación técnica como ingeniero o como agrónomo, será capaz de dirigir maquinaria compleja, podrá contribuir al perfeccionamiento de la misma, seguir especializándose en el sector de la actividad productiva que haya elegido, cultivar las ciencias, el arte y la literatura. En la Sociedad comunista donde las facultades de cada individuo podrán manifestarse con un máximo de utilidad para toda la sociedad, el trabajo de los hombres no constituirá sólo un medio de vida sino que se convertirá además, en la manifestación natural de las funciones de un organismo sano. Para el cumplimiento de este proceso histórico, resultan de gran trascendencia los estÃmulos morales del trabajo, la elevación de la conciencia comunista y de la disciplina laboral. La actitud nueva, comunista, frente al trabajo se engendra en la primera fase del comunismo: en el socialismo, y encuentra su reflejo en la emulación socialista de masas, en el movimiento por conquistar el tÃtulo de obrero de choque y de brigada de trabajo comunista, en el amplio desarrollo del espÃritu de inventiva y de la obra racionalizadora de los innovadores de la producción, etc. Se cumple la previsión cientÃfica de los clásicos del marxismo-leninismo en el sentido de que a medida que se transformen todas las facetas de la vida social "deberá organizarse la producción de tal modo que, por un lado, ningún individuo pueda desentenderse de su parte en el trabajo productivo, que es condición natural de la existencia humana, cargándola sobre otros y en la que, por otra parte, el trabajo productivo se convierta, de un medio de esclavización, en medio de emancipación del hombre que proporciona a cada individuo la posibilidad de desarrollar y ejercitar en todos los sentidos todas sus facultades tanto fÃsicas como espirituales; y se transforme de una carga en un placer" (F. Engels).
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