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La demanda de trabajo en el contexto del desarrollo
Este texto forma parte del artículo El valor
de la elasticidad empleo-producto reviste gran importancia, por sus
implicaciones para la teoría y la política económica. Desde un punto de
vista teórico, el valor del coeficiente de elasticidad empleo-producto está
íntimamente relacionado con la ocurrencia del “efecto difusión” o “trickle-down”
del crecimiento económico sobre el desarrollo social. Según la teoría
neoclásica, el crecimiento económico genera en forma automática efectos
positivos en toda la población, dado que éste se encuentra acompañado de
mayor generación de empleos. No obstante, si el valor del coeficiente de
elasticidad empleo-producto es demasiado pequeño, es factible que el
crecimiento económico no se traduzca necesariamente en mayores empleos.
Incluso, un valor de a1 cercano a cero supondría la
coexistencia de crecimiento económico positivo con una generación nula de
nuevos puestos de trabajo. Dicho fenómeno se conoce en la literatura
anglosajona como “jobless growth” –que significa “crecimiento sin
empleos” o crecimiento de baja calidad (véase, por ejemplo, Gore, 2000;
Horton et al 1994 y Van der Hoeven, 2000). De otro
lado, algunos autores como Rodrik (1997: 11-27) señalan que los mayores
niveles de apertura comercial conllevan cambios importantes en los mercados
de trabajo a través de dos vías principales. Primero, el comercio
internacional afecta las demandas relativas de trabajo calificado y no
calificado. Para el caso de los países industrializados, esto significa una
menor demanda de sus trabajadores menos calificados debido a que el grueso
de las importaciones provenientes de países menos desarrollados está
representado por productos intensivos en mano de obra no calificada. Estas
importaciones entran a competir con la producción local que emplea a los
trabajadores no calificados, lo cual reduce su demanda. Segundo, dado que
los países menos desarrollados ofrecen una mano de obra no calificada más
barata, algunos de los procesos productivos que se llevan a cabo en países
más desarrollados se desplazan hacia los primeros. Esto lleva a que los
trabajadores no calificados en países desarrollados se vuelven más
fácilmente sustituibles, lo cual altera la elasticidad empleo-salario de su
demanda de trabajo. La suma de los dos efectos hace que el trabajo menos
calificado deteriore en términos relativos su posición frente a los
trabajadores más calificados. La ampliación de la brecha de ingresos de
estos dos grupos de trabajadores, que se ha observado en los países
desarrollados durante las últimas décadas, puede explicarse como un
resultado de los dos efectos descritos (Rodrik, 1997: 12-16). Maloney
y Fanjzylver (2002) distinguen tres canales a través de los cuales el
comercio internacional puede afectar la elasticidad precio de la demanda de
trabajo de las empresas: (i) sustitución de factores; (ii) elasticidades de
la demanda de los productos; y (iii) el grado de colusión en la industria.
A partir
de las leyes marshallianas de la demanda de trabajo, es posible señalar que
el mayor comercio internacional (inducido por reformas para la
liberalización del comercio), puede aumentar las posibilidades de
sustitución entre factores. La reducción de los aranceles para la
importación de maquinaria y equipo podría hacer más accesible para los
empresarios nacionales adquirir la tecnología necesaria para implementar
procesos productivos más intensivos en tecnología y menos en trabajo. Ahora
bien, la introducción de nuevas tecnologías puede conllevar a contratar más
trabajo calificado y, así, aumentar su demanda. De otro
lado, la liberalización comercial también contribuye a aumentar la oferta de
importaciones que compiten con la producción nacional. En la medida que un
producto cuenta con más sustitutos, su elasticidad precio se vuelve más
elástica. Con la mayor afluencia de importaciones, la producción nacional
enfrenta más sustitutos y la elasticidad precio de la demanda de los
productos nacionales aumenta en términos absolutos. Al aumentar la
elasticidad precio de la producción nacional, la elasticidad empleo-salario
también aumenta, tal como lo predicen las leyes marshallianas de la demanda
de trabajo. Por último, se supone que
los mayores niveles de competencia inducidos por la liberalización del
comercio pueden llevar a reducir la colusión entre empresas. Para Maloney y
Franjzylver (2002: 5), existe alguna evidencia empírica a favor de la
hipótesis según la cual mercados más competitivos están asociados con
mayores elasticidades empleo-salario de demanda de trabajadores.
Isaza Castro, JG y Meza Carvajalino, CA (2004) "Cambios
estructurales de la demanda de trabajo en Colombia" en Observatorio
de la Economía Latinoamericana, número 36.