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Análisis estático de la demanda de trabajo
Este texto forma parte del artículo La demanda
de trabajo puede definirse como el conjunto de decisiones que los empresarios
deben tomar en relación a sus trabajadores, esto es, la contratación, los
salarios y las compensaciones, los ascensos y el entrenamiento (Hamermesh, 1993:
3). De allí que el propósito de la teoría de la demanda de trabajo, al menos
desde el punto de vista neoclásico-microeconómico, consiste en determinar cuáles
son los principios a través de los cuales los empresarios toman este tipo de
decisiones. Desde un punto de vista más general (o macro si se quiere), la
teoría de la demanda de trabajo tendría como objetivo identificar los principios
que explican la cantidad de trabajadores que demandan las firmas, el tipo de
trabajadores que éstas requieren y los salarios que ellas están dispuestas a
pagar a estos trabajadores. Un aspecto
característico de la demanda de trabajo es que se trata de la demanda de un
factor de producción. Por definición, los factores de producción se demandan
para la producción de otros bienes. En el entendido que los recursos de
producción se demandan para la producción de bienes que enfrentan una demanda
específica por parte de los consumidores, la demanda de trabajo es una
demanda derivada: “depende o se deriva del producto o servicio que
contribuye a producir o suministrar” (McConnel y Brue, 1997: 131). Lo anterior
supone una relación positiva entre la producción y la cantidad demandada de
trabajadores. Si se mantienen todos los demás factores constantes (los salarios,
el costo del capital, la productividad y la tecnología, las preferencias de los
consumidores), el grado en que puede variar la cantidad demandada de
trabajadores frente a cambios en el nivel de producción se conoce como la
elasticidad empleo-producto de la demanda de trabajo. Ahora bien,
el trabajo no es el único factor de producción. Los bienes de capital y la
tecnología también son necesarios como insumos en el proceso productivo y
también experimentan variaciones en su cantidad demandada frente a variaciones
en su nivel de precio. Como se explicará más adelante, la demanda de trabajo
puede verse afectada por el precio de otros factores. Por ejemplo, frente a una
variación del precio del capital, los empresarios pueden contratar más
trabajadores o despedir algunos de los que tienen actualmente. De esto surge el
concepto de la elasticidad de cruzada entre el trabajo y el capital: si
tal elasticidad es negativa, el trabajo y el capital son complementarios entre
si; si es positiva, el trabajo y el capital son sustitutos. Lo importante por
ahora es tener presente que se trata de una misma elasticidad (elasticidad
cruzada) y que ésta nos puede indicar como se comporta la demanda de trabajo
frente a cambios en el precio relativo del capital y otros factores. En síntesis,
la demanda de trabajo está sujeta, cuando menos, a tres medidas de elasticidad
que explican su comportamiento frente a tres variables importantes que la
determinan: su precio (elasticidad empleo-salario), el precio de otros factores
(elasticidad cruzada) y el nivel de producción (elasticidad empleo-producto).
Para la discusión que sigue a continuación, se demostrarán algunas de las
propiedades de la demanda de trabajo en el análisis estático bajo dos
escenarios: primero, asumiendo que el trabajo es el único factor de producción y
que la función de producción presenta rendimientos decrecientes; y, segundo,
asumiendo que el proceso productivo se desarrolla con dos factores (trabajo y
capital) y que la producción presenta rendimientos constantes a escala.
Isaza Castro, JG y Meza Carvajalino, CA (2004) "Cambios
estructurales de la demanda de trabajo en Colombia" en Observatorio
de la Economía Latinoamericana, número 36.