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Revisión de literatura internacional
sobre la demanda de trabajo
Este texto forma parte del artículo
Isaza Castro, JG y Meza Carvajalino, CA (2004) "Cambios
estructurales de la demanda de trabajo en Colombia" en Observatorio
de la Economía Latinoamericana, número 36.
La literatura internacional da cuenta de algunos trabajos que intentan
sintetizar el estado del conocimiento en materia de demanda de trabajo. Si bien
no es el más reciente, el trabajo de Hamermesh (1993) podría considerarse como
uno de los más importantes, no solo por la extensa revisión de literatura que
presenta en cuanto a trabajos empíricos, sino también por los aportes a la
teoría económica de los mercados de trabajo. Algunos de los aportes teóricos más
relevantes de este trabajo se discutieron en la sección anterior, mientras que
los hallazgos empíricos se discuten enseguida.
Con base en la revisión de literatura efectuada por Hamermesh (1993: 61-136) en
más de cien estudios, el autor concluye que la evidencia empírica disponible
sobre la demanda de trabajo apunta hacia las siguientes conclusiones generales:
(i) el valor absoluto de la elasticidad empleo-salario para el trabajo
homogéneo, tanto en el nivel de la firma típica como en el agregado de la
economía, oscila en el largo plazo en un rango que va desde 0.15 hasta 0.75; un
valor típico de -0.3 resulta un “buen estimativo”.
(ii) el trabajo y la energía son insumos sustitutos
(iii) el capital y los trabajadores calificados son complementarios
(iv) el cambio tecnológico es complementario con la demanda de trabajadores
calificados
(v) la elasticidad empleo-salario decrece con el nivel de habilidad del trabajo
(vi) las elasticidades de complementariedad de otros grupos de trabajadores
respecto a los trabajadores inmigrantes son bastante bajas
(vii) tanto trabajadores como horas contratadas son sustitutos del capital (Hamermesh,
1993: 135).
En un documento más reciente, Hamermesh (2003) revisa algunos estudios sobre la
demanda de trabajo en siete países latinoamericanos, incluido Colombia. En todos
los estudios se efectúan estimaciones del logaritmo del empleo en función del
salario, la producción y, excepto en el caso de Barbados, el valor rezagado del
empleo. De dicha revisión, Hamermesh (1993: 3) se reafirma en que -0.3 resulta
ser un buen indicativo del valor de la elasticidad empleo salario, en este caso,
también para la muestra revisada (ver Cuadro 1).
De las elasticidades estimadas, llama la atención que aquella correspondiente al
estudio de Franzylber y Maloney (2000) para los obreros (trabajo no calificado)
en la industria colombiana registra un valor absoluto superior a 1. Dado que
este valor resulta ser inusualmente alto, se constató directamente en el estudio
de éstos autores las condiciones metodológicas para la estimación de dicha
elasticidad. En efecto, los autores utilizan tres especificaciones econométricas
con datos de panel para los diferentes países de su estudio a través del Método
Generalizado de Momentos –GMM. De todas las especificaciones empleadas, la que
presentó los estimativos más robustos fue el sistema de estimadores GMM
propuesto por Blundell y Bond (1998). Sin embargo, Franzylber y Maloney (2000:
11) indican que tal especificación falla las pruebas de correlación serial de
segundo orden para el caso, precisamente, de los obreros en Colombia. En
consecuencia y aunque Hamermesh (2003) no lo advierte en forma explícita, dicho
estimativo de elasticidad empleo-salario resulta poco confiable.
Los trabajos de Hamermesh (2003) y Franzylber y Maloney (2000) alertan sobre el
peligro de asumir la elasticidad empleo-salario como un indicador de la
flexibilidad o el grado de regulaciones que tiene un mercado de trabajo. Como lo
muestran los resultados arriba, es evidente que aunque Chile cuenta con una
legislación laboral más flexible que Colombia, su demanda de trabajadores
resulta ser mucho menos elástica frente a las variaciones del salario real. Dos
factores hacen difíciles este tipo de comparaciones. Por una parte, las
elasticidades difieren sustancialmente entre diferentes actividades económicas.
Por otra, alguna investigación preliminar sugiere variaciones sustanciales en la
elasticidad empleo-salario a lo largo del ciclo económico (Franzylber y Maloney,
2000: 13).