"Contribuciones a la Economía"
es una revista
académica mensual
con el Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8360
Algunos planteamientos sobre la gestión pública local del desarrollo regional
José Gpe. Vargas Hernández (CV)
Centro Universitario del Sur
Universidad de Guadalajara
jvargas@cusur.udg.mx
Resumen
En este trabajo se analizan las condiciones del desarrollo regional a partir de
los procesos de descentralización de las funciones del Estado nacional y de la
reforma del Estado. Se considera la estrategia del desarrollo local a partir del
desarrollo nacional que tome en cuenta las necesidades locales y nacionales, sus
particularidades y potencialidades, sus ámbitos económicos, políticos, sociales
y culturales. Se argumenta que la relación existente entre desarrollo
sustentable y las formas de organización económica, en donde las actividades
empresariales adquieren relevancia por ser la base de las actividades económicas
de los individuos consideradas en tanto que son relaciones entre fines y
recursos escasos.
Finalmente, se desarrolla el concepto de gestión pública local para el
desarrollo en donde toma en cuenta la construcción territorial del espacio de
las decisiones públicas de abajo hacia arriba, que privilegia con una mayor
autonomía al gobierno local, y que considera la corresponsabilidad de
competencias en la gestión pública. La importancia de los actores, personas e
instituciones que desarrollan acciones directas es puesta en evidencia para la
creación de un sistema democrático en el gobierno local que permita la
participación estrecha de la ciudadanía en los asuntos de la gestión pública y
en el fortalecimiento de la identidad comunitaria.
La reinvención política del gobierno local tiene su expresión en el
fortalecimiento espacial de las competencias del municipio en materia de
desarrollo y en la creación de instrumentos de apoyo a la gestión municipal
acorde al desarrollo regional. La gestión pública local requiere de una
delimitación de la estructura territorial para aprovechar las ventajas de las
negociaciones y estrategias del asociacionismo.
Palabras clave: desarrollo local, desarrollo sustentable, gestión pública
local y reinvención política del gobierno.
Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Vargas Hernández, J.G.:
"Algunos planteamientos sobre la gestión pública local del desarrollo regional" en
Contribuciones a la Economía,
diciembre 2003 en http://www.eumed.net/ce/
Las condiciones del desarrollo regional
La descentralización de las funciones del Estado nacional es una tendencia
relacionada a los cambios en “el modo de acumulación, a la revolución científica
y tecnológica, a la reestructuración del Estado y a las demandas por espacios de
autonomía planteadas por la sociedad civil (Marsiglia y Pintos, 2001). Por lo
tanto, la reforma del Estado implica una reingeniería de las instituciones
orientada al logro de una mayor eficiencia, y una participación más equitativa
en los procesos de desarrollo regional, de tal forma que los resultados
contribuyan a lograr tasas de mayor igualdad.
Sin embargo, la participación popular legalizada e institucionalizada que
refuerza la gobernabilidad democrática y la descentralización política es
relativamente nueva en el contexto de los gobiernos locales en Latinoamérica. La
introducción de la descentralización política orientó la descentralización
administrativa hacia la persecución de la gobernabilidad democrática, el combate
a la corrupción institucionalizada, reducir la brecha de las inequidades,
facilitar la participación ciudadana, etc. Por lo tanto, el aliento a la
participación ciudadana mediante procesos de descentralización política y de
reordenamiento territorial, pueden crear las condiciones para impulsar el
desarrollo regional.
Lamentablemente, este tipo de descentralización económica que introduce
externalidades y mecanismos de mercado, crea fuertes disparidades debido a las
diferenciaciones regionales y sociales en la asignación y provisión de bienes y
servicios públicos. Para abatir estas disparidades, se requiere la transferencia
de recursos desde el centro, mediante mecanismos de compensación al desarrollo
regional. Las transferencias de recursos para lograr una mejor redistribución
territorial puede efectuarse mediante fondos financieros no condicionados a
aportaciones específicas y de libre disponibilidad, así como aquellas
transferencias que si están condicionadas.
La implementación de políticas de descentralización debe estar acompañada con la
creación de nuevos espacios para una mayor participación de la sociedad. Así la
descentralización del aparato del Estado, debe liberar el potencial democrático
representado por los movimientos locales y regionales que operan al nivel de
sociedad civil a fin de servir como suplemento de oportunidades para la
participación popular, incluyendo la participación político - electoral
proveídas por una democracia más participativa.
Los movimientos sociales que operen al nivel de sociedad civil necesitan estar
respaldados por una voluntad política de una eficiente administración y para que
las acciones de los movimientos populares sean efectivas, éstos requieren
presentarse con un modelo de participación popular, la cual es inherente a su
propio voluntarismo. Pero esta participación popular, de acuerdo con Castells
and Borja (1988:47), se restringe a la consulta, información y cooperación con
la administración local y no a los procesos de toma de decisiones, las cuales
siguen siendo prerrogativas de los representantes electos. Sin embargo, habrá
que determinar si se liberan de las actividades productivas de bienes y
servicios públicos a las administraciones locales, mediante procesos de
descentralización, las repercusiones en términos de beneficios para el
desarrollo regional
Desarrollo local
En vez de ajustar el desarrollo local y nacional a las tendencias y patrones
globales, una estrategia de desarrollo nacional debe tomar en cuenta las
necesidades locales y nacionales, sus particularidades y potencialidades, sus
ámbitos económicos, políticos, sociales y culturales, como la base para una más
articulada integración en los procesos de globalización. En este caso el
desarrollo nacional que promueve el desarrollo local y regional, debe avanzar en
doble sentido. Esfuerzos para un desarrollo estructural con una amplia cobertura
de arriba hacia abajo y esfuerzos de abajo hacia arriba que enfatizan las
particularidades de las diferentes localidades y regiones.
Van Hermelrick (2001) define el espacio local como un sistema compuesto de “un
conjunto de subsistemas en interacción dinámica entre sí y con su medio
ambiente, cuya finalidad es la satisfacción de necesidades.” El mismo autor
entiende el desarrollo local como “un proceso basado en alianzas entre actores,
que se genera en un ámbito territorial inmediato, con el fin de impulsar
procesos de cambios para el mejoramiento de su bienestar colectivo.”
Los proyectos de desarrollo local deben tener como fundamento la reconstrucción
de su propia realidad y no ser elaborado desde el escritorio de una oficina del
gobierno central, de tal forma que tome en consideración las necesidades de
desarrollo locales, los recursos y capacidades locales existentes, las áreas
prioritarias y el involucramiento de los principales agentes económicos y
actores políticos y sociales. Estos agentes y actores son el Estado y gobierno
mismo, sociedad civil, empresas privadas, etc. Por lo tanto, no existe un modelo
único de desarrollo local sino distintas propuestas de proyectos.
Enríquez (2001) plantea la apertura del campo del desarrollo local en tres
vertientes: la concepción metodológica de trabajo que impulsan las
organizaciones de la sociedad civil y que impulsa acciones desde abajo para
enfrentar la problemática del crecimiento económico y desarrollo social; como
resultado de los procesos de descentralización y democratización del Estado, y
como respuesta a los requerimientos de la cooperación internacional, la
promoción de la reforma del Estado y la tendencia democratizadora. Las
concepciones extremas de los modelos autárquicos a los modelos globalizadores,
con diferentes componentes. Sin embargo, hasta ahora, el desarrollo local sufre
de los efectos recesivos de las políticas de ajuste estructural y de
estabilización económica que arrojaron un incremento masivo del desempleo,
elevación de los niveles de pobreza y desigualdad social.
Por lo anterior, el desarrollo local tienen que ser reorientado en su objetivo
para cubrir o minimizar estas deficiencias y los impactos negativos en el
desarrollo social, impulsando y promoviendo proyectos que impliquen nuevas
formas de organización para incrementar los niveles de eficiencia pero también
la consecución de una mayor igualdad en el acceso a los recursos y beneficios
del crecimiento económico. No obstante, la promoción del desarrollo económico
local se mantiene solamente con una orientación en el ámbito del mercado, por lo
que sería importante no conceptualizarlo subordinado siempre a la eficiencia de
los agentes económicos. Precisamente, Boisier (1988), lo local es el escenario
óptimo para la participación individual en la orientación del mercado, pero
insuficiente para la participación colectiva.
Así concebida, la posición ideológica de los países avanzados se centra en la
emergencia de un “Tecn.-nacionalismo” (May, 1997) El rol de la estructura del
conocimiento estratégico en la economía política global está siendo ampliamente
reconocida. El futuro pertenece a las economías del conocimiento, con
implicaciones en las transferencias de tecnología y de instituciones, mediante
métodos verticales y horizontales. Los métodos horizontales facilitan el
componente tácito o personal del aprendizaje de conocimientos del desarrollo
local y general. Los recientes debates relacionados con la competitividad
nacional en un sistema capitalista global, se han centrado en el papel del
conocimiento estratégico en las actividades productivas y de servicios en
organizaciones domésticas y multinacionales. La teoría económica moderna muestra
que la producción y distribución socialmente óptima del conocimiento, en donde
el costo marginal de proveer conocimiento a otro consumidor es casi cero. Sin
embargo, el óptimo de Pareto no optimiza la producción y la distribución del
conocimiento, debido principalmente a los derechos de propiedad intelectual que
bloquean el acceso libre.
En el modelo actual de desarrollo, la integración social, política e inclusive
la integración económica, quedan supeditadas a los mandatos del mercado y el
Estado a renunciado a su facultad para garantizarlas. No obstante, la formación
de redes de información y de conocimiento es uno de los principales requisitos
para esta integración económica, política y social. La formación de nuevas
formas de relación social que promuevan la dinámica del desarrollo local en los
procesos de globalización.
Si bien muchas de las ONG’s desarrollaron un importante papel en la formulación
de denuncias contra abusos de derechos humanos, en ningún momento se atreven a
denunciar las atrocidades cometidas por sus patrocinadores, casi siempre
organizaciones transnacionales. Además, para imponer la política económica
neoliberal, las ONG’s proporcionan ayuda económica para proyectos de
auto-empleo, promueven proyectos locales, apoyan capacitación y adiestramiento
laboral, promocionan la libre empresa con apoyos financieros a la microempresa y
suministran servicios sociales y asistenciales. La articulación de los proyectos
de desarrollo locales y regionales con políticas nacionales o globales
constituye una tarea prioritaria de las ONG’s. Por estar más cercas de las
comunidades, las ONGs dirigen la asistencia a los que verdaderamente la
necesitan.
Para que la política social, al igual que todas las políticas públicas, sean
incluyentes y orientadas al desarrollo humano, requieren de la democracia como
plataforma para los procesos de toma de decisiones. El desarrollo humano se
manifiesta en el espacio del desarrollo local como la expresión del capital
social que resulta de la participación de todos loas agentes económicos y
actores políticos en los diferentes procesos de decisiones. Los tomadores de
decisiones y los formuladores de las políticas públicas deben descentralizar las
operaciones de los programas para llevar los servicios lo más cercano a la gente
que tiene que ser servida. Además, deben saber como garantizar la rendición de
cuentas y buena práctica, a través de las diferentes unidades de servicio en
unidades dispersas.
La tendencia predominante de descentralización política es la del gasto y
vincularlo con las aportaciones locales para infraestructura básica, educación y
salud principalmente. La descentralización de funciones para la provisión de
estos servicios también requiere la descentralización administrativa de la
gestión social. La confrontación de las necesidades del desarrollo local implica
inversiones en infraestructura física que no pueden ser financiados con los
ingresos fiscales anuales y que por lo tanto requieren de financiamiento externo
a través de la emisión de deuda pública.
Desarrollo sustentable
Dunning (1997), argumenta que los patrones cambiantes de demanda y avances
tecnológicos han impactado los costos de transacción y coordinación de la
actividad de valor agregado. Las instituciones e infraestructuras culturales
sobre las que se desarrolla tal actividad, han afectado críticamente los méritos
de los modos alternativos de la organización económica, y sobre los años, la
combinación óptima de estos modos ha sufrido un cambio marcado. De hecho, la
combinación de los modos de organización económica es determinante de los
diferentes niveles de desarrollo sustentable. Sin embargo, para que los pueblos
alcancen niveles de desarrollo autosostenible es necesario no solamente que
realicen su revolución capitalista, sino que también logren su desarrollo
democrático.
Si este desarrollo sustentable se relaciona con las formas de organización
económica, entonces las actividades empresariales adquieren relevancia por ser
la base de las actividades económicas de los individuos consideradas en tanto
que son relaciones entre fines y recursos escasos. Las variables culturales
están siendo subestimadas como obstáculos al desarrollo, y tampoco se toma en
cuenta el estudio prioritario de las necesidades manifiestas por sobre los
deseos o preferencias de la población para la planificación del desarrollo. Las
organizaciones que se diversifican en los mercados internacionales tienen la
tendencia a ser más innovadoras y a desempeñarse mejor que las organizaciones
que no lo hacen. En parte, esto se debe a que participan en mercados mayores, en
los cuales no solamente pueden obtener más altos retornos sobre las inversiones,
sino también para proveerse de los recursos necesarios para desarrollar nuevas y
mejores innovaciones.
El papel de las agencias estatales subnacionales como socios de empresas y
asociaciones de negocios energizan las redes de acción económica ubicadas
localmente, es una de las formas para apoyar el crecimiento económico y el
desarrollo social. Pero este desarrollo económico y social desigual está muy
lejos de un verdadero desarrollo sustentable sólo delimitado por una cultura
propia local y por una moralidad económica. Para lograr niveles de desarrollo
económico sustentable es necesario que además de las reformas económicas se den
las reformas políticas y democráticas Abordar las discusiones sobre desarrollo
sustentable es preocuparse por los problemas del medio ambiente y por las
cuestiones sociales.
El medio ambiente comprende los elementos ecológicos, económicos, sociales y
políticos. El sistema local se inserta en el ambiente ecológico o ecoware
(Vázquez, 1993) con el que mantienen relaciones. El ambiente económico, político
y social se inserta en el “macro sistema de referencia” y norma las funciones y
relaciones externas al sistema local que comprende las capacidades instaladas
(software), los recursos financieros (finware) y formas organizacionales (orgware).
El modo de desarrollo económico actual está siendo seriamente cuestionado porque
no es desarrollo que aliente la sustentabilidad ecológica y la justicia social
en todos los habitantes del globo.
De hecho, las soluciones a los problemas sociales y del medio ambiente parecen
que se encuentran implícitos en las formaciones culturales de los pueblos. Así,
el desarrollo sustentable formula severos cuestionamientos a las prácticas
sociales, culturales y ambientales con respecto a las actividades
organizacionales. El desarrollo sustentable requiere de reformas económicas y
reformas institucionales.
Bebbington (2000) previene de usar el término desarrollo sustentable para
significar “buena administración del medio ambiente”. En otras palabras, logra
la eficiencia de uso del medio ambiente, o eco-eficiencia a largo plazo. El
imperativo moral del desarrollo sustentable está orientado a la obtención de la
justicia social para todos los habitantes del mundo, es decir, de una
eco-justicia entre las diferentes generaciones y al interior de cada una de
ellas. Esta eco-justicia tiene un impacto en las operaciones de las actividades
de los negocios que tradicionalmente se han orientado por entregar riqueza
material a ciertos grupos de alto consumo El desarrollo global sustentable
requiere que aquellos que son más ricos, adopten estilos de vida más de acuerdo
con los medios ecológicos. No obstante, es en la relación medio ambiente y
desarrollo en donde se localiza el origen del desarrollo sustentable y el
desarrollo que reconoce que tiene límites estructurales y de orígenes naturales
se orienta a la sustentabilidad.
El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del
presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones para
satisfacer sus propias necesidades. Satisface las necesidades básicas de todos y
extiende a todos la oportunidad de realizar sus aspiraciones para un mundo mejor
(UNWCED, 1987:8). El desarrollo sustentable se define como el desarrollo que
satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de futuras
generaciones para satisfacer sus propias necesidades. El desarrollo sustentable
es un valor que permite hacer una elección moral para aceptar la equidad y la
justicia social. La preocupación del desarrollo sustentable es la satisfacción
de las necesidades de todas las personas en el mundo ahora y en el futuro, y por
lo tanto, los beneficios y los costos del desarrollo deben distribuirse entre
todos.
Streeten (1992) hace referencia a que el término “desarrollo sustentable” tiene
seis diferentes significados: 1) mantenimiento, reemplazo y crecimiento de
capitales activos, ambos físicos y humanos; 2) mantenimiento de las condiciones
físicas del medio ambiente para la constitución del bienestar; 3) la
recuperación del sistema para que le permita ajustarse a las crisis y a los
shocks; 4) evitar las cargas a las futuras generaciones de deudas internas y
externas; 5) sustentabilidad fiscal, administrativa y política. La política
tiene que ser creíble y aceptada por los ciudadanos, de tal forma que exista
suficiente consenso para llevarla a cabo; y 6) la habilidad para manejar
proyectos por la administración por los ciudadanos de los países en desarrollo
en los cuales se llevan a cabo, de tal forma que los expertos extranjeros pueden
retirarse sin poner en peligro su éxito.
Redclift (1987) sugiere que “el desarrollo debe ser sujeto a una redefinición,
ya que es imposible que la acumulación tenga lugar dentro del sistema económico
global que hemos heredado sin costos del medio ambiente no aceptables. Ante
todo, el desarrollo plantea cuestionamientos a los valores humanos y actitudes,
así como las metas definidas por la sociedad y criterios para determinar los
costos que tienen que hacerse y por quien.
El desarrollo sustentable, si es que hay una alternativa al desarrollo no
sustentable, implicaría un receso dentro del modelo lineal de crecimiento y
acumulación que finalmente sirve para debilitar los sistemas de apoyo de la vida
del planeta.” El desarrollo sustentable se usa para motivar las iniciativas
económicas, políticas, legales, que buscan resolver la problemática del medio
ambiente, económica y social. La sustentabilidad debe asegurarse en las áreas
económicas, sociales, políticas, culturales, científicas, tecnológicas y del
medio ambiente El desarrollo, por tanto, se encuentra limitado a los costos
ambientales aceptados. Sin embargo, el actual desarrollo económico no es
sustentable porque los costos humano y del medio ambiente son inaceptables.
Sin embargo, el desarrollo actual es un desarrollo económico que privatiza los
beneficios y socializa los costos. El mismo proceso de integración comercial es
apoyando por el Estado-nación que está solícito a pagar socializando los costos
y riesgos de las empresas. Las corporaciones empresariales están obligadas a
dirigir sus energías a satisfacción de todos los aspectos del desarrollo de las
generaciones actuales y futuras en el contexto industrial.
El propio concepto de desarrollo sustentable debe estar relacionado con la
competitividad de la economía, el nivel de desarrollo social y por un modelo de
nación. Para alcanzar el desarrollo sustentable es necesario lograr resultados
en las reformas económicas y en las institucionales. La satisfacción de las
necesidades de la población está influida por el nivel de desarrollo económico y
social. Las raíces epistemológicas de un desarrollo no sustentable pueden
localizarse en la concepción lineal de progreso de la era moderna.
Tampoco resulta fácil determinar hasta qué grado los regímenes supranacionales y
las administraciones nacionales necesitan modificar sus agendas y prescripciones
de las políticas en virtud de la creciente movilidad de los recursos. En un
extremo, la definición por una mayor función de las instituciones del mercado
para autorregular las formas de organización económica y la asignación de los
recursos, y en el otro extremo, la concepción neoestructuralista de las
limitaciones del mercado como asignador óptimo de los recursos. Es en este
sentido que la organización económica está íntimamente relacionada con el
desarrollo sustentable de los pueblos.
La práctica de políticas públicas y una política económica que promuevan un
crecimiento económico que provea los recursos para sostener una política social
capaz de mejorar la equidad en la distribución de los beneficios, es un
requisito necesario, aunque no suficiente para ampliar las opciones y
oportunidades al pleno desarrollo humano. Así por ejemplo, la preservación del
medio ambiente es necesaria para el futuro desarrollo humano, la cual es una
condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo sustentable. Planteado
el desarrollo sustentaba como política de Estado no ha producido los resultados
esperados, ni los cambios en comportamientos y actitudes requeridos
Por tanto, en una economía capitalista, los modos en que se organiza la
actividad económica tales como los roles de los mercados, las jerarquías, las
alianzas entre empresas y los gobiernos, se han vuelto más complejos. En las
economías en desarrollo, son las fuerzas libres del mercado las que orientan sus
objetivos de crecimiento económico y su desarrollo social, la propuesta de los
países capitalistas desarrollados, aunque no señalen como lograr el equilibrio
de un desarrollo sustentable en el logro de estos objetivos, una vez que se han
rebasado los ánimos iniciales.
Por supuesto que aquí el concepto de desarrollo sustentable está enfocado hacia
la obtención de una racionalidad de medios-fines según el concepto Weberiano. En
un sistema de libre mercado, por ejemplo, no existe forzamiento para la
producción de acuerdos sobre cualquier cosa, de tal forma que cualquier acción
puede ser tomada, pero ajustándose a esta racionalidad en la relación
medios-fines. Mientras, el sistema socialista pregonaba que los medios de
producción y distribución debían ser propiedad y administradas por el Estado en
substitución del mercado.
Las tensiones que existen entre el crecimiento económico y el desarrollo se
fundamentan principalmente en la concepción del desarrollo sustentable, el cual
formula serios cuestionamientos sociales, culturales y ambientales a las
prácticas de las organizaciones. Para alcanzar el desarrollo sustentable es
necesario lograr resultados positivos en las reformas económicas e
institucionales. Lamentablemente, este enfoque de desarrollo no ha producido los
resultados esperados.
En este sentido es necesario establecer nuevos esquemas de colaboración entre la
sociedad y el mercado. Los cambios endógenos de los procesos de desarrollo
económico tienen su origen en las nuevas combinaciones de estos recursos,
descrito ya por Schumpeter (1962, 1943), como una destrucción creativa como un
proceso evolutivo que "incesantemente revolucionaliza la estructura económica
desde dentro, incesantemente destruyendo la vieja estructura e incesantemente
creando una nueva".
La discusión por la búsqueda de una mayor significación al valor del trabajo
frente al capital no concluye todavía Las formas de organización económica en
las economías de mercado consisten en distintas formas de llevar a cabo y
coordinar las actividades económicas dentro y entre las diferentes unidades de
acción económica. Si el desarrollo sustentable está íntimamente relacionado con
estas formas de organización económica, por lo tanto, las actividades
empresariales desempeñan un papel importante en este desarrollo, porque crean
las bases de las actividades económicas.
Gestión pública local del desarrollo
El desarrollo de los proyectos y las reformas para la transformación, siempre
son modificados por las dinámicas gestadas por los actores (Giddens, 1984; Clegg,
1990). Los costos y beneficios de la reforma económica, política y social pueden
ser compartidos por los diferentes agentes dentro de marcos institucionales que
faciliten la participación ciudadana. La reforma económica implica reformas al
sistema político, el desarrollo de las instituciones políticas y la reforma del
Estado. La participación de los ciudadanos en la gestión pública es uno de los
objetivos de los procesos de gobernabilidad democrática. Para que la asociación
y la participación ciudadana adquiera valor como instrumento democrático debe ir
acompañada de libertad de expresión.
La flexibilidad organizacional queda manifiesta en la flexibilización de los
sistemas de producción y acumulación que junto con la perspectiva de los costos
de transacción permiten que las organizaciones lleguen a ser más flexibles a
través de la desintegración vertical y horizontal. La fricción de la distancia
se incrementa en importancia proveyendo un fuerte incentivo para el
aglomeramiento geográfico (Appelbaum and Henderson, 1995) Esta flexibilización
se expresa en estructuras de redes que facilitan las interrelaciones que tienen
que desarrollarse en los diferentes niveles espaciales: local, nacional,
regional y global, dando paso a la emergencia de una sociedad de redes apoyadas
en la tecnología informática. La formación e integración de un sistema de redes
de participación directa en la gestión pública local permiten la reinvención del
espacio geopolítico y otorgan a los gobiernos locales las competencias
requeridas para afrontar los retos de la globalización.
Conviene más hablar de transformación de las funciones del Estado-nación que de
su inminente eliminación. Sin embargo, las transformaciones y mutaciones del
Estado-nación no van siempre siguiendo una misma dirección. Ya no es el
Estado-nación modelado como un actor que tiene coherencia y un destino propio
dentro de una jerarquía de poder internacional y como resultado de una
racionalidad de intereses. El espacio político del Estado-nación ya no se
identifica ni depende del ejercicio soberano sobre un territorio nacional
delimitado. El territorio se redefine para centrarse más en la gestión pública
local bajo una nueva estructura territorial local.
Lo que la reforma del Estado está haciendo es transferir la responsabilidad para
la gestión y resolución de conflictos sociales a los gobiernos locales, la cual
se condiciona a la estructura social de las localidades. El instrumento de la
reforma del Estado y modernización política es la descentralización del poder
político de las instancias del centro a las instancias locales. Para que la
reforma del Estado se centre en un redimensionamiento de las relaciones entre la
sociedad, el mercado y el Estado, requiere de procesos de descentralización para
lograr una gestión pública más eficiente.
La construcción territorial del espacio de las decisiones públicas de abajo
hacia arriba, que privilegia con una mayor autonomía al gobierno local, debe
considerar la corresponsabilidad de competencias en la gestión pública. El
desarrollo local es un proceso orientado por estrategias y políticas que
articula esfuerzos y recursos de agentes económicos y actores políticos con
capacidad de acción territorial para lograr objetivos de crecimiento económico,
desarrollo social y mayores niveles de bienestar de la población. Son actores y
agentes todos los que toman decisiones que afectan al territorio (Marsiglia y
Pintos, 2001). Por lo tanto, no existe un modelo único de desarrollo local sino
distintas propuestas de proyectos.
Los actores son las personas e instituciones que desarrollan acciones directas
en un territorio, así como también a las “estructuras, organismos y personas que
por misión o acción tienen un lugar y un papel en los engranajes de los
intercambios locales (Cachón, 1996). Tomando en consideración que el término
local se asocia tanto a un territorio físico definido, como también a un grupo
en movimiento en un espacio móvil, van Helmerick (2001) define una localidad o
un sistema localizado como “un conjunto de elementos en interacción dinámica,
localizado dentro de los límites de un espacio físico determinado, organizados
en función de un fin”. Una redefinición del territorio es la base para el nuevo
espacio geopolítico que requiere la nueva gestión pública local para involucrar
a los diferentes actores y agentes en la promoción del desarrollo de la
sociedad.
Este conjunto de elementos se refiere a las personas que viven habitualmente y a
las unidades económicas establecidas en un territorio. Marsiglia y Pintos (2001)
conceptualizan el territorio local/regional como “una dimensión económica, una
dimensión identitaria e histórica, una comunidad de intereses y como espacio con
un potencial endógeno para potenciar el desarrollo. La reinvención del espacio
geopolítico del gobierno local implica una nueva estructura territorial en la
cual la gestión pública municipal se manifiesta como el escenario en que los
diferentes actores y agentes interactúan en proyectos de colaboración conjunta
para la solución de sus propios problemas.
La creación de un sistema democrático en el ámbito del gobierno local y
municipal, permitirá la participación estrecha de la ciudadanía en los asuntos
de la gestión pública y permitirá el fortalecimiento de la identidad
comunitaria. La reinvención política del gobierno local tiene su expresión en el
fortalecimiento espacial de las competencias del municipio en materia de
desarrollo. Las tres relaciones más importantes en la reforma del Estado, son
aquéllas de regulación que se dan entre los agentes privados y del gobierno, las
relaciones de vigilancia y supervisión que se dan entre los políticos y los
burócratas y las relaciones de responsabilidad y rendición de cuentas (accountability)
que se dan entre los ciudadanos y los políticos
La evidencia sugiere que la conexión positiva entre el crecimiento y los
ingresos de los pobres no han cambiado mucho durante el período de la
globalización, que anteriormente. El análisis entre las variables pobreza y
desigualdad con el gasto social en Latinoamérica, muestran una correlación
negativa y una baja eficiencia de la gestión pública en el área social en las
últimas dos décadas, ya que se ha dado prioridad al equilibrio macroeconómico.
Esta gestión pública, al decir de Molina (2001) debe descansar en cinco
variables que profundiza los retos consecuencia de una participación ciudadana y
de procesos de descentralización: la ciudadanía efectiva, desarrollo económico
local, gestión territorial, sociedad de la información y desarrollo sostenible.
Sin embargo, este gasto social en la región latinoamericana se elevó casi al 25%
durante la década, pero los retornos sobre las inversiones son muy bajas, debido
a factores diversos tales como la corrupción.
El gobierno local está involucrándose cada vez más en un fuerte y persistente
apego al concepto de autosuficiencia y autonomía. El gobierno local ha sido
relegado a una política de descentralización que limita la reforma del Estado y
a ser los ejecutores de políticas y decisiones que se toman en otros niveles del
centro del Estado. La reconstrucción territorial que privilegia al gobierno
local en la determinación autónoma de espacios de decisión pública de abajo
hacia arriba, tiene que promover la corresponsabilidad de las competencias en la
gestión pública en los diferentes niveles de gobierno y en la concertación de
proyectos conjuntos de desarrollo entre los sectores público y privado. Esto
entre la mayor parte de los líderes de los grupos representados en los consejos
(Leach et al, 1994), a pesar de que no todas las decisiones pueden ser
descentralizadas a las instancias de poder local.
La participación política de la ciudadanía en los gobiernos locales no debe
reducirse exclusivamente a la elección de representantes. Pueden asumir la
responsabilidad de la institucionalización de una política social y de servicios
públicos que estén menos centralizados. Pueden participar en decisiones de
gestión pública local, tales como el gasto público e inversiones, así como en la
obtención de fondos e ingresos presupuestales.
Para superar parte de estos problemas, una nueva territorialización es
conveniente a efecto de que mediante el la formación de asociaciones que
mancomunen los recursos y esfuerzos de varios municipios, se formalicen
propuestas concretas de desarrollo mediante la creación de instrumentos de apoyo
a la gestión municipal acorde al desarrollo regional. La gestión pública local
requiere de una delimitación de la estructura territorial para aprovechar las
ventajas de las negociaciones y estrategias del asociacionismo.
Estas nuevas formas de asociacionismo de municipios para la producción y entrega
de servicios públicos, trascienden la división política misma para en contar
soluciones conjuntas a problemas similares en forma más efectiva y mediante la
generación de economías de escala, dadas las limitaciones espaciales, de
capacidades y de recursos. Los municipios orientan su desarrollo económico en
función de las estrategias del mercado, por lo que la satisfacción de los
requerimientos y demandas de los agentes económicos tiene como finalidad
incrementar la competitividad
En la descentralización administrativa, la gestión administrativa de decisiones
políticas territoriales implican su adopción en los niveles locales inferiores.
La gestión pública local requiere de un nuevo diseño y una nueva reingeniería de
la estructura territorial, para aprovechar las ventajas de la participación
social local. La participación en la gestión administrativa se extiende a las
organizaciones políticas y sociales.
La participación ciudadana en los procesos de descentralización política son muy
limitados. La descentralización política permite a los gobiernos locales
estimular la participación ciudadana para un mejor sistema redistributivo, más
equitativo, con mayor diferenciación y eficiencia en la provisión de bienes y
servicios públicos. La participación ciudadana debe ser alentada por los
gobiernos locales en los procesos de gestión pública, tales como en las
decisiones presupuestales de gasto e ingresos, sobre todo en aquellas decisiones
que afectan el uso eficiente de sus propios recursos y el aprovisionamiento de
bienes y servicios públicos
Una política de descentralización exitosa debe crear estructuras de
auto-gobierno regional al mismo tiempo que permitir el desarrollo de actores
sociales capaces de auto-administrarse y de desarrollar una identidad, lo cual
implica la necesidad de “construir” la región en términos sociales (Boisier,
1987: 143; Schönwälder, 1997:763). La falta de flexibilidad del Estado nación
para reaccionar a los acelerados cambios de la globalización económica y la
inercia de sus pesadas estructuras que no responden a las actuales demandas de
la ciudadanía, hace necesario fortalecer a las regiones.
La región se define en general como” un área de territorio sobre la que puede
identificarse una marcada unidad de problemas humanos y caracteres físicos con
una fuerte tendencia hacia tal unificación. Es decir, con el predominio de
ciertos factores tanto comunes como complementarios, que generan una suerte de
identidad” siguiendo a Boisier (1988). Una nueva delimitación del espacio
territorial del gobierno local es un requerimiento para promover una gestión
pública orientada a lograr la participación social de los principales actores y
agentes en la solución directa de sus problemas.
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