"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Alfredo Apilanez
aapilanez@yahoo.com
"Si, pues, ha de haber un principio práctico supremo y un imperativo categórico con respecto a la voluntad humana, habrá de ser tal que, por la representación de lo que es fin para todos necesariamente, porque es fin en sí mismo, constituya un principio objetivo de la voluntad y, por lo tanto, pueda servir de ley práctica universal. El fundamento de este principio es: la naturaleza racional existe como fin en sí mismo. Así se representa necesariamente el hombre su propia existencia, y en ese respecto es ella un principio subjetivo de las acciones humanas. Así se representa, empero, también para mí vale; es, pues, al mismo tiempo un principio objetivo, del cual, como fundamento práctico supremo, han de poder derivarse todas las leyes de la voluntad. El imperativo práctico será, pues, como sigue: obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca meramente como un medio. Vamos a ver si esto puede llevarse a cabo."
Kant, E.: Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
Introducción.
El trabajo es un esbozo, es decir, un marco que quiere establecer (intentando aplicar un bisturí al mundo aberrante actual) las "condiciones de posibilidad" de la acción revolucionaria, lo que en términos de Gramsci serían las condiciones que debe reunir en nuestros tiempos la conquista de la hegemonía comunista.
Intento decir a los escépticos
y reaccionarios de toda laya que se les llena la boca con el fin de las
ideologías (será de las suyas) que la fruta está cada vez más "madura" pero,
trágicamente, no tenemos la mano que la recoja para que no se pudra. Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Apilanez, A.: "En medio no hay nada" en Contribuciones a la Economía,
agosto 2003 en
http://www.eumed.net/ce/2003-b.htm
¿Qué
hacer?
"¿Cómo califica usted que George W. Bush, sin mediar provocación alguna, y sólo sobre la base de afirmaciones falsas, envíe un ejército a invadir una nación extranjera; y luego, sin ningún intento de negociar una rendición, realizar un arresto, o juzgar a los dirigentes de una nación y presentar alguna evidencia de sus crímenes, ofrece recompensas multimillonarias por sus cabezas, confía en colaboradores y espías para perseguirlos y luego los arrincona y los hace volar por los aires en sus hogares, en su propio país? "
Douglas Valentine: " Una nación de asesinos", Rebelión, 1 de agosto de 2003 http://www.rebelion.org
Hay que eliminar el derrotismo, hay que dejar de llorar por una supuesta pérdida del sujeto activo (el príncipe gramsciano, el partido obrero tradicional) y dedicarse a reconstruirlo de nuevo sin cejar nunca en el empeño. Verbigracia: llevar la filosofía a la práctica, que es el "imperativo categórico" de nuestros días y la principal enseñanza marxiana. Habría que empezar "deconstruyendo" algunos tópicos paralizantes. El derrotismo contemplativo de tantos intelectuales orgánicos se basa en que nada se puede hacer ya para combatir, o siquiera erosionar, el poder atronador del capital. Desde la pérdida del partido-encarnación del movimiento comunista queda demostrada (en su burda opinión) la inevitable égida indefinida del capital, convirtiendo así el medio en fin, y quedándose “sin neuronas” de paso certificando la defunción del movimiento revolucionario mundial para poder dedicarse a regar los jardines bien vallados de sus "adosados" académicos.
Pero la historia es tozuda, y muestra palmariamente que el "príncipe" era sólo el instrumento, el agente de intervención en un determinado momento histórico en el que se podían identificar proletariado occidental y clase explotada "par excellence", y formar así un bloque histórico homogéneo para librar una batalla fratricida contra el capitalismo decimonónico. Esa lucha acabó en derrota, pero hizo tambalearse al gigante: en 1919 había soviets en Alemania, consejos obreros en Italia, ascenso vertiginoso del fascismo, una larga etapa revolucionaria en Méjico y, lo más importante: una lejana revolución comunista en la Rusia zarista. Y diez años después, el colapso capitalista de 1929. El enemigo del capitalismo no sólo está fuera, también acecha el corazón del proceso de la acumulación de capital, que se tambalea hasta que llega su "salvavidas" eterno: el Estado.
Así pues: guerra al derrotismo. El que se quede en esas lamentaciones en realidad está deseando que se alejen esos tiempos convulsos, y que se pierdan en la historia feliz del "nuevo orden mundial" del capital, declinando así compromisos más peligrosos para la rentabilidad de sus carteras bursátiles. Ellos son los que Lenin llamaba renegados.
Lo único cierto es que el sujeto activo ha mutado, no se ha esfumado del teatro dramático de la historia, y sería mucho más "comprometido" dedicarse a estudiar esas condiciones de existencia y desarrollo del nuevo "príncipe", que estar aporreando la puerta de los popes académicos y periodísticos en busca de prebendas, y escribiendo luego (muy sesudamente, con "negros" y becarios abundantes) sobre el desconcierto de estos tiempos sin valores morales, cuando son ellos los que los pervierten. Esos impostores que prefieren esconderse "debajo de la pluma", no vaya a ser que pierdan sus privilegios y su posición social, escucharán algún día a ese pueblo al que dicen conocer tanto y dar tantos útiles consejos: "¡...Impostores, no os necesitamos!".
Dejemos que la realidad les remueva sus poltronas. Hay que recordarles una vez más que el capital crea a su enterrador, y quizás entre ellos alguno caiga en el lado de los enterrados en lugar de ese difunto proletariado cuyas cenizas desearían esparcir a los cuatro vientos.
La historia no ha terminado, y ya decía Rosa Luxemburgo que el proletariado era el único ejército que podía permitirse perder todas las batallas antes de ganar la guerra.
Y sin embargo, se mueve.....
"Veamos ahora cómo ha de exponerse y representarse en la realidad el concepto del trabajo enajenado, extrañado.
Si el producto del trabajo me es ajeno, se me enfrenta como un poder extraño, entonces ¿a quién pertenece?
Si mi propia actividad no me pertenece; si es una actividad ajena, forzada, ¿a quién pertenece entonces?
A un ser otro que yo.
¿Quién es ese ser? "
Carlos Marx, "Manuscritos económico-filosóficos", 1844Si cumplimos ese imperativo práctico que distingue a "los que van en serio" (en términos de Sacristán) de los que se dedican a practicar la escisión teórico-práctica (clave del pensamiento metafísico que nos rodea pretende separar, diferenciar planos, pagar la hipoteca del adosado mientras se escriben tochos académicos sobre el "desconcierto" de la izquierda, el aburguesamiento del trabajador occidental, y demás memeces) entonces contemplaremos como las miserias humanas cada vez son más mundiales (lo que por cierto pondría a Marx en el buen camino, contra los referidos sepultureros renegados)pero también veremos que la clase explotada actual dispone de una herramienta que facilita la comunicación de una manera impensable hace tres lustros (internet).
El bloque histórico de nuestro tiempo se está cociendo, aunque muy embrionariamente, en esas movilizaciones millonarias y sorprendentes que utilizan la red para dar aldabonazos contra el "nuevo orden mundial" (Seattle, Génova, Porto Alegre, etc.)
Ya no es el proletariado urbano europeo (que objetivamente vive de la explotación de su alter-ego tercermundista y además está atrapado entre el contrato basura y el pavor al paro) sino una infinidad de explotados a lo largo de la faz de la tierra, muy fragmentada, eso sí, por las tácticas disolventes del capital, cuyo denominador común continúa siendo (ahora como dos siglos atrás), su condición de víctimas de los violentos coletazos del capital, del expolio de sus medios de producción, de las multinacionales genocidas y de su sed de exprimir al máximo el trabajo humano para convertir cualquier cosa en mercancía, en inflar su cuenta de resultados y los dividendos accionariales de los parásitos rentistas de Wall Street. Mercancía por otro lado nada abstracta, ya que se trata del robo de trabajo humano concreto que contiene. En eso tenía razón el viejo Proudhon.
El capital es un "moloch" cuyo rastro destructor deja a su paso miseria, hambre, corrupción, guerras y toda clase de sufrimiento humano genérico, ahora más que nunca, pero a la vez, según el clásico paso marxiano, crea a su sepulturero, aunque este no sea el minero del Lancashire, sino el quechua del Perú o el guerrillero indonesio.
En la ciudad, en el campo, en la selva amazónica, surgen por doquier, a pesar de la imagen armonista de los "tomados" mass-media, movimientos insurgentes que desde que el hombre existe, luchan por una vida humana.
No más humana, sólo categóricamente humana: ¡qué poca cosa y qué jodida!. Así que lo que nos toca a los que pretendemos ir en serio es poner manos a la obra para coordinar (otra vez la red) esas erupciones de humanidad doliente y darles las herramientas para mitigar su sufrimiento.
Del cero al infinito. El erial de la pax-americana
"El Pentágono también se está expandiendo hacia lugares de ultramar y roles previamente no imaginados Actualmente hay sobre 100 bases militares de EEUU alrededor del mundo, y operaciones militares en curso en Iraq, Afganistán, el Cuerno de África, Colombia, la ex Yugoslavia, Corea del Sur, las Filipinas, y en antiguas repúblicas de la ex URSS, tales como Georgia. Los últimos detalles, descubiertos por el Wall Street Journal el 10 de junio, incluye planes para aumentar las fuerzas de EEUU en Djibuti en el Cuerno de África a través del Mar Rojo, del Yemen, estableciendo bases semi-permanentes “de avanzada” en Argelia, Marruecos y posiblemente en Túnez, y pequeñas estructuras en Senegal, Ghana y Mali, que puden ser usadas para intervenir en los países ricos en petróleo del África del Oeste, particularmente Nigeria. Bases similares-o como algunos las llaman “plantitas de lilas”-ya se conciben o se están expandiendo en el norte de Australia, Tailandia, Singapur, las Filipinas,Kenya, Georgia, Azerbajan, a través del Asia Central, Polonia, Rumania, Bulgaria, Qatar, y aún Vietnam e Iraq. Las nuevas repúblicas de la antigua Asia Central Soviética y los antiguos satélites soviéticos en Europa Oriental son fuertes magnetos de atracción para la presencia militar de EEUU, y una mirada al mapa mostrará que EEUU está cercando sistemáticamente a China. Todavía más, las misiones militares del Pentágono están marginando a las diplomáticas del Departamento de Estado, con oficiales militares de alto rango que tienen mayor influencia y recursos que el embajador norteamericano (Boston Globe, June 8, 2003)".
André Gunder Frank, "Golpe de Estado en Washington" Junio 2003.
El avance esencial que representó el marxismo respecto de los movimientos emancipatorios utópicos anteriores fue la exigencia de "conocer al enemigo", es decir, en lugar de proponer recetas mágicas para salvar a la humanidad o de intentar convencer al poder de sus errores (ya no son los tiempos del "querer saberlo todo" de Fourier, Owen o Saint-Simon), se ha de estudiar su estructura y las bases de su dominación, para así desarrollar la táctica revolucionaria más conveniente en este momento histórico. Ésta es la tan mal entendida pretensión "científica" del marxismo, que no consiste en hacer predicciones quinielísticas sobre el futuro humano, ni en construir modelos primitivos para explicar hasta el último detalle la formación de los precios en el mercado, sino en aplicarle el bisturí de la ciencia (con minúsculas), es decir, de la razón humana, al mundo realmente existente para construir una vez más una alternativa comunista (alternativa, puesto que reconocemos que siempre existe la otra posibilidad, la barbarie, en medio no hay nada).
Y el bisturí penetra hondo, porque ahora sabemos cuántos millones de hambrientos "cuesta" un billonario de Wall Street, sabemos que el mundo actual está bajo la férula de unas pocas corporaciones multinacionales, sabemos del complejo militar-industrial genocida montado para controlar el suministro de petróleo y materias primas a escala mundial, sabemos que la llamada "economía de la información" no es más que un nuevo paso en la dirección de suprimir cada día más el trabajo "vivo" por el "muerto", esto es lo que implica la supuesta revolución tecnológica de la informática: toneladas de tiempo de trabajo muerto por el trabajo acumulado que es el capital, trabajo "vivo" contra trabajo "muerto"; verbigracia: el hombre es un lobo para el hombre.
Este proceso cava su propia fosa, es el caballo de Troya del capital, ya que seca la fuente de la que mana su poder (la fuerza humana de trabajo) pero, sin embargo, vemos por doquier como el monstruo se retuerce para evitarlo, monopolizando cada vez más sectores productivos, [por cierto, resucitando una vez más al viejo Marx, que se retorcerá en su tumba viendo como sus "herederos" se devanan los sesos con estériles y estúpidas discusiones bizantinas sobre la vigencia de sus ideas. Si pudiera, seguro que les daría con la tesis XI en la cabeza], desmantelando estados del "bienestar" keynesianos, hundiendo los precios de las materias primas, empobreciendo y esclavizando al mal llamado tercer mundo, utilizando con descaro el poderío militar, dinamitando ecosistemas y capas de ozono mientras algunos hablan de desarrollo "sostenible", otra laya reformista que no ve que lo que define a este monstruo es que es anárquico e insostenible, y cada vez lo será más.
¡Basta ya de parches y de engañar al pueblo, sólo un modo de producción comunista será "sostenible"!
En fin, dando estertores de moribundo. Eso sí, cuánto más moribundo más peligroso (vuelve a estar ahí, sin enemigo estalinista, la amenaza nuclear).
Pero el limón no se puede exprimir "ad eternum" y frente a este panorama desolador, el gigante tiene en realidad los pies de barro. Las vías de agua se agrandan y amenazan con hundir la nave: el actual imperialismo se basa, como siempre, en la insoluble contradicción entre el trabajo "vivo" (cada día más escaso en nuestro “primer mundo”) y el trabajo "muerto". Esta es la gran antinomia derivada de la llamada, ortodoxamente, creación de demanda efectiva; es decir, cómo realizar la plusvalía limitando al mínimo el precio de la fuerza de trabajo (y también su valor: cada vez es más "barato" mantener a un currante).
La "huida hacia adelante" del capital está clara y es la misma de siempre: aumentar la explotación, subyugar al Estado a sus designios manipulando con métodos fascistas y corruptelas múltiples la farsa parlamentaria de nuestros días, movilizar capitales especulando delirantemente, como en los mercados de futuros de materias primas. En los del petróleo se "descuenta" una intervención militar a unos meses vista en tal o cual país productor si interesa a las "Cuatro grandes hermanas" (British Petroleum, Exxon-Mobil, Shell y Chevron-Texaco) para especular con la subida consiguiente del precio del petróleo. Éste es el trasfondo de la criminal guerra "preventiva" contra los blancos geo-estratégicos de las petroleras, que prosigue reforzando al máximo la maquinaria bélica e infla el déficit americano hasta el infinito para tratar de matar (nunca mejor dicho) dos pájaros de un tiro: inyectar demanda efectiva en la economía americana con el desarrollo explosivo de la industria militar y los sectores claves dependientes de ella (incluida la investigación científica y técnica que, como es bien sabido, ha estado detrás de todas las innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo, empezando por Internet), y controlar el suministro del "oro negro" a escala mundial.
Se trata de asegurar un petróleo abundante y barato para el consumo interno mientras se vende al resto del mundo a precios astronómicos, con las tensiones intra-imperialistas que vemos a diario por el control de esos recursos estratégicos y con el riesgo enorme de explosión de la burbuja especulativa que sirve de andamiaje a esta salvajada.
Ahí están los ejemplos de la llamada contabilidad "creativa", es decir, mentirosa, los mercados de futuros antes citados, y la "bomba de relojería" que representa el sector de la construcción basado en el crédito hipotecario barato. Otra vez la obsesión por la demanda como ocurrió en la expansión económica "interminable" de los años 50-60 fundada en el petróleo barato y en las ventas a plazos de bienes de consumo duradero.
Además, cada vez está más claro el riesgo de guerras imperialistas por la necesidad de financiar con capital extranjero el mastodóntico déficit americano, capital inexistente desde las crisis conjuntas de la "locomotora" alemana tras la unificación y de la economía asiática (Japón y los dragones: Vietnam, Corea y Tailandia). Ellos fueron los principales suscriptores de bonos del tesoro americano para financiar su deuda estructural.
Así pues, la huida hacia adelante del imperialismo yanqui consiste en sustituir el obligatorio recurso a la financiación extranjera, tratando infructuosomente de controlar su déficit astronómico, por un control absoluto del oro negro a nivel mundial, manipulando el precio a través de las Grandes Hermanas y de los ataques militares a países productores no demasiado sumisos. (Insisto en proponer que el ataque "preventivo" a Irak estaba fijado desde al menos un año antes por las Grandes Hermanas, manipulando los mercados de futuros de petróleo para favorecer la subida del precio, y controlar a continuación el baratísimo petróleo iraquí).
No será casual que los jerarcas yanquis y las petroleras formen un tándem perfecto, un binomio criminal cuyo "teatro de operaciones" es el mundo entero.
Así pues, nada nuevo bajo el sol, pero el cero ya quedó muy atrás y el infinito hay que construirlo cada vez con más urgencia, en frase del poeta: "el infinito todavía no ha sido procesado".
¿Cómo hacerlo?
"Todo aquel que habla, calla o realiza una acción cualquiera por un libre mandato del alma, sueña con los ojos abiertos".
Fragmento de la Ética de Spinoza.
Volvemos al principio: El imperativo "categórico" de nuestros días nos obliga a pugnar por encontrar la "fusión" entre los coletazos y estertores del imperialismo, y las "condiciones de posibilidad" de la lucha revolucionaria. Por mor de brevedad enunciaremos algunos atisbos tácticos que permitan, más temprano que tarde, la reconstrucción de una alternativa comunista al "reino del capital", sin olvidar nunca que el monstruo agoniza pero en su muerte nos puede llevar a todos por delante.
· Fomentar el uso masivo de Internet, una herramienta que se puede volver contra el poder militar que la creó y conectar a los revolucionarios de todo el mundo, para discutir tácticas de lucha comunes "puenteando" a las burocracias partidarias y sindicales. La simiente está ya delante nuestro en todas las movilizaciones concertadas en la red contra la OMC, el FMI, y demás agencias del crimen organizado del capital.
· Internacionalismo: recuperar el ideal clásico de la unión de los explotados en una única organización a escala mundial, descentralizada y fraterna, que seleccione y coordine objetivos de lucha y que comparta información tendente a desenmascarar las tácticas del imperialismo actual.
Por lo demás, es vital acometer el estudio de las actuales condiciones objetivas de la valorización del capital y de la acumulación del mismo a escala mundial, para así tratar de adecuar las luchas a las realidades y hacerlas así más eficaces.
· Estudio de la bomba de relojería del déficit americano y de la debilidad estructural de su economía, de la guerra genocida permanente emprendida por el binomio militar-pretolero, de la dependencia capital del petróleo por parte de las multinacionales, que incluso quieren controlar en su voracidad los desarrollos tecnológicos de las fuentes de energía llamadas alternativas. La crisis crónica de las economías alemana y japonesa y su implicación mencionada con la deuda americana. Fomento de la resistencia (no desconexión, sino conexión revolucionaria a través de Internet del 90% de explotados de este "valle de lágrimas"), denuncia del parasitismo de las burocracias sindicales y políticas, creación de nuevos instrumentos de organización (llámense redes, movimientos de lucha, etc.), denuncia de la sangrante apología del capital que realizan impunemente los mass-media y del crimen ecológico cuya entidad real sólo comenzamos a atisbar.
En fin, arduas tareas que nos quedan por delante a los que, siguiendo a los clásicos que desde hace milenios buscan acabar con la destrucción progresiva del ser humano y de su planeta, nosotros decimos bien alto: "Socialismo o barbarie, en medio no hay nada". Que no lleguemos demasiado tarde.
Epílogo.
Imperativo categórico actual: Fusión de la acción racional (uso de internet, internacionalismo,... en fin, la praxis) y del estudio de las "condiciones de posibilidad objetivas" del comunismo en nuestros días.
Vamos a ver si esto puede llevarse a cabo.