"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 1696-8360
Antonio M. Ruiz Cruz
marino@uclv.edu.cu
Diana J. Molina Tarasiouk
Universidad Central
“Marta Abreu” de Las Villas, Cuba
larisa@uclv.edu.cu
Resumen: En el marco de las relaciones económicas internacionales siempre están presentes las relaciones monetario-mercantiles, ya sea por vía del comercio o por vía de las finanzas. Estas transacciones se expresan en términos monetarios. El dinero abandona de esta forma los límites nacionales y se cumple la función definida por Carlos Marx como Dinero Mundial. Al no existir de hecho una moneda que en propiedad cumpla completa y perfectamente la función de dinero mundial, las transacciones económicas internacionales se realizan a través de distintas monedas nacionales. Ante la necesidad de relacionar estas monedas nacionales surgen las tasas o tipos de cambio.
Summary: In the mark of the international economic relationships they are always
present the monetary-mercantile relationships, either by way of the trade or by
way of the finances. These transactions are expressed in monetary terms. The
money abandons this way the national limits and the function is completed
defined by Carlos Marx like World Money. When a currency that completes in
property not existing in fact complete and perfectly the function of world money,
the international economic transactions are carried out through different
national currencies. In the face of the necessity of relating these national
currencies the rates or exchange rates arise.
Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Ruiz Cruz y Molina Tarasiouk:
"Aspectos generales sobre el tipo de cambio monetario"
en Contribuciones a la Economía, julio 2009 en
http://www.eumed.net/ce/2009a/
Con el surgimiento y desarrollo de las relaciones comerciales entre diferentes países, el dinero sale de las fronteras nacionales e interviene en estas relaciones como dinero mundial. En las formaciones sociales precapitalistas ya el dinero desempeñaba esta función, pero es en el capitalismo donde adquiere su completo desarrollo con la creación del mercado mundial y el desarrollo de las relaciones económicas y políticas entre las naciones. (Humberto Pérez González, 1967).
En la esfera internacional el dinero cumple las mismas funciones que en el interior de los países:
Medida de valor: por medio del dinero se realiza la valoración de las mercancías que se comercian internacionalmente. Esta función sólo puede ser desempeñada por la mercancía-dinero, es decir, el oro: “En el mercado mundial reina una doble medida de valor: el oro y la plata” [1]
Medio de pago: al saldar las balanzas comerciales negativas, pagar empréstitos, créditos, intereses, etc.
Medio general de compra: cuando un país se ve obligado por determinadas circunstancias a efectuar sus compras con efectivo, para pagos de servicios turísticos, para el uso de diplomáticos, etc.
Medio de atesoramiento: cuando se utiliza como reserva oficial, bien sea en forma natural (oro) o determinadas divisas.
Materialización universal de la riqueza social: cuando no se trata de compras ni de pagos, sino de trasladar riqueza de un país a otro sin que ello pueda hacerse bajo la forma de mercancías, bien porque no lo permita la coyuntura del mercado o porque lo vede el fin que se persigue (Carlos Marx, El Capital, 1867).
Los mecanismos del cambio internacional permiten liquidar la mayor parte de las obligaciones sin trasladar dinero físico de un país a otro. Sólo es necesario trasladar dinero para liquidar los saldos que quedan después de las compensaciones e inclusive a veces ni siquiera en estas circunstancias, bastando sólo con operaciones contables para liquidar estos saldos.
Como la casi totalidad de las operaciones comerciales se hacen a crédito y gran parte de las operaciones monetarias se refieren a los pagos de intereses y otro tipos de pagos, la función principal que desempeña el dinero mundial es la de medio de pago.
“El dinero mundial funciona como medio general de pago, como medio general de compra y como materialización social absoluta de la riqueza en general (universal wealth). Su función de medio de pago, para nivelar los saldos internacionales es la predominante” [2]
Durante mucho tiempo, la moneda internacional estuvo constituida únicamente por el dinero metálico, el cual adoptaba diversas formas. El patrón de precio coincidía con el patrón de pesos de los metales preciosos (oro y plata). Aunque las monedas nacionales circulaban en el exterior, lo hacían atendiendo a su contenido metálico, siendo indiferentes su ley y nombres nacionales. Con el desarrollo de las relaciones monetario-mercantiles internacionales, la práctica del comercio y los ajustes monetario internacionales estableció el mecanismo más cómodo de establecer los precios mundiales utilizando el patrón de precios propio de una u otra moneda nacional. Así, si dos comerciantes de diferentes países establecían un negocio entre ellos, se ponían de acuerdo en relación a la moneda a utilizar para fijar el precio de sus mercancías. Esto no alteraba la esencia del problema puesto que ambas monedas nacionales tenían un determinado contenido de oro o lo representaban. (Humberto Pérez González, 1967).
En estas condiciones, surge la necesidad de establecer el curso de cambio, paridad monetaria o tipo (tasa) de cambio de la moneda de cada país, conceptos que se han utilizado indistintamente en diferentes épocas y por diferentes autores. En la actualidad, el concepto que se ha generalizado es el tipo o tasa de cambio y en este trabajo utilizaremos siempre el tipo de cambio. El tipo de cambio es el precio de la moneda de un país expresado en términos de la moneda de otro país.
La compra y venta en el extranjero, los pagos internacionales, las inversiones externas y en fin, todas las actividades que integran la economía internacional, presuponen la utilización del tipo de cambio y por ello, el conocimiento de los problemas relacionados con el mismo es indispensable para la comprensión de los complejos problemas de las relaciones económicas internacionales y en este mundo caracterizado por el proceso de globalización, para la comprensión del propio desarrollo del modo capitalista de producción.
I. Acerca de los regímenes cambiarios
El régimen de tipos de cambios (régimen cambiario) es un conjunto de reglas que describen el papel que desempeña el Banco Central en la determinación del tipo de cambio.
El tipo de cambio es fijo, si el Banco Central establece su valor e interviene en el mercado cambiario para mantenerlo. El régimen de tipo de cambio fijo debería llamarse con mayor propiedad tipo de cambio programado, porque además del tipo de cambio realmente fijo incluye también un tipo deslizante, o fluctuante, dentro de una banda fija o móvil (Arcanjo y Ruiz, 2001).
El tipo de cambio es flotante (flexible) cuando el Banco Central no interviene en el mercado cambiario, permitiendo que el nivel del tipo de cambio se establezca como consecuencia del libre juego entre la oferta y la demanda de divisas. Si las reglas de intervención del Banco Central en el mercado cambiario son claras y conocidas, hablamos de una flotación administrada. Si las reglas no son claras, existe una flotación sucia (dirty float). Si los Bancos Centrales de varios países se ponen de acuerdo para intervenir conjuntamente con el objeto de fortalecer o debilitar una moneda determinada, tenemos una intervención cooperativa (Arcanjo y Ruiz, 2001).
Las formas que asumen los regímenes cambiarios abarcan una amplia gama, desde el patrón oro (el extremo de los tipos de cambio fijos) hasta el tipo de cambio de libre flotación. Entre estos dos extremos existe una gran variedad de regímenes híbridos (mixtos). (Arcanjo y Ruiz, 2001)
Es importante tener claridad en relación a las semejanzas y diferencias de los conceptos que identifican las variaciones del tipo de cambio, los cuales están en dependencia del régimen cambiario predominante.
Estos son los conceptos de apreciación, depreciación, revaluación y devaluación. Una disminución del tipo de cambio se define como apreciación en un régimen de tipo de cambio flotante y como revaluación en uno de tipo de cambio fijo. En cambio, un aumento del tipo de cambio se define como depreciación en un régimen de tipo de cambio flotante y como devaluación en uno de tipo de cambio fijo. La semejanza radica en que los efectos económicos son los mismos en los casos de la apreciación y la revaluación, así como en la depreciación y la devaluación, pero la diferencia radica en que con un tipo de cambio flotante, el movimiento lo determina la acción del mercado, mientras que con un tipo de cambio fijo, el movimiento está determinado por la política del gobierno a través del Banco Central.
I.1. Los tipos de cambio y los precios nacionales y extranjeros
El tipo de cambio se puede expresar como el número de unidades de moneda nacional por unidad de moneda extranjera (términos directos) o como el número de unidades monetarias extranjeras por unidad de moneda nacional (términos indirectos).
Si se conoce el tipo de cambio entre las monedas de dos países, se puede expresar el precio de las exportaciones de un país en términos de la moneda del otro.
Una depreciación de la libra respecto al dólar es una caída del precio de la libra expresado en dólares. Por ejemplo, una variación en el tipo de cambio de 1,50 dólares por libra a 1,25 dólares por libra, supone una depreciación de la libra. Considerando todos los demás factores constantes, la depreciación de la moneda de un país abarata sus productos para los extranjeros. Un incremento en el precio de la libra en términos de dólares, por ejemplo, de 1,50 dólares por libra a 1,75 dólares por libra, representa una apreciación de la libra respecto al dólar, y si se supone todo lo demás constante, la apreciación de la moneda de un país encarece sus productos para los extranjeros.
Una apreciación de la libra respecto al dólar es al mismo tiempo una depreciación del dólar respecto a la libra. A partir de lo expuesto podemos arribar a la siguiente conclusión: cuando la moneda de un país se deprecia, sus exportaciones se abaratan y sus importaciones se encarecen. Una apreciación de la moneda tiene el efecto contrario: encarece sus exportaciones y abarata sus importaciones (Krugman, 1996).
I.1.1. El tipo de cambio real y el tipo de cambio nominal
El tipo de cambio real es el precio relativo de dos cestas de productos y el tipo de cambio nominal constituye el precio relativo de dos monedas.
El tipo de cambio real, por ejemplo, del dólar respecto al marco, es el precio en dólares de la cesta de bienes alemana en relación a la de Estados Unidos, en símbolos se observa en la ecuación [1.1]. Pus es el precio en dólares de una cesta de productos que no varía y que constituye las compras semanales típicas de los particulares y de las empresas residentes en los Estados Unidos, y PG una cesta de bienes que no se modifica, y que refleja las compras usuales de las familias y las empresas alemanas. E $/DM representa el tipo de cambio nominal del dólar respecto al marco.
Q $/DM = (E $/DM * PG) / Pus [1.1]
Un aumento en el tipo de cambio real del dólar en relación al marco conlleva a una depreciación real del dólar respecto al marco. El poder adquisitivo del dólar en Alemania disminuye en relación a su poder adquisitivo en Estados Unidos. Esta variación del poder adquisitivo se produce por el aumento de los precios en dólares de los productos alemanes (E $/DM * PG) en relación a los precios en dólares de los productos de los Estados Unidos (PG). Los bienes y servicios de los Estados Unidos se hacen más baratos.
Una apreciación real del dólar respecto al marco es una disminución de Q $/DM. Esta disminución indica una reducción en el precio relativo de los productos comprados en Alemania, o un incremento del poder adquisitivo del dólar en Alemania en relación al de los Estados Unidos.
Las formas de describir las depreciaciones y apreciaciones reales del dólar respecto al marco es la misma que se utiliza con los tipos de cambio nominales. Un aumento de E $/DM supone una depreciación del dólar y una disminución una apreciación. A precios de los productos constantes, la depreciación nominal (apreciación) implica una depreciación real (apreciación), y viceversa (Krugman, 1996).
I.1.2. Razones que conllevan a la fluctuación de los tipos de cambio.
La comprensión de los factores que inciden en el tipo de cambio adquiere especial relevancia. Los principales que se destacarán a continuación no siempre actúan en un mismo sentido, y en ocasiones ejercen su acción en forma contraria, por lo tanto los movimientos y la cuantía de la tasa de cambio de un país muy raramente depende de un solo factor sino más bien son el resultado de fuerzas combinadas donde prevalecerán los de mayor peso o importancia relativa.
Los mismos funcionan con mayor claridad en las naciones industrializadas. En el caso de las subdesarrolladas, debido a las deformaciones estructurales de su economía, a su limitado y decreciente peso en la economía mundial, así como el insuficiente desarrollo de los mercados financieros, algunos de estos factores ejercerán una influencia diferente a la ejercida por estos factores sobre las grandes economías subdesarrolladas.
Resultados de la balanza de pagos: Déficit o superávit mantenidos que corresponden a causas más bien estructurales que coyunturales de la balanza de pagos ejercen una fuerte y directa influencia sobre el tipo de cambio.
Una balanza de pagos deficitaria significa que el país tuvo que desembolsar una mayor cantidad de dinero que la que ingresó, ya sea debido a la cuantía de las importaciones, los servicios recibidos, los pagos de utilidades e intereses, amortización de préstamos o exportación de capitales vía préstamo o inversión. Ello implica que su demanda de divisas se incrementa en tanto la demanda de su moneda por parte del extranjero disminuye, lo que trae consigo la disminución del tipo de cambio.
De modo opuesto, si un país posee una situación de superávit debido a que ha alcanzado una posición competitiva en materia de exportaciones y servicios financieros y no financieros-, si decepciona considerables cantidades como beneficios, préstamos y otras partidas de la cuenta de capital, se incrementará la demanda de su moneda, por lo tanto, la tasa de cambio de la misma.
Situación de las reservas internacionales: Directamente vinculado con la situación de la balanza de pagos está el estado de reservas del país. Si hay superávit de balanza, estas se incrementan al mejorar la imagen y prestigio del país, y como consecuencia, su tipo de cambio.
Si las reservas aumentan, además del efecto psicológico expresado, existe la posibilidad de que el país oferte divisas a cambio de la moneda nacional, lo que puede incrementar la demanda de esta última e implicar una apreciación de su tasa de cambio.
De modo inverso si se ha producido una reducción de las reservas monetarias de un país como resultado de la necesidad de financiar un déficit reiterado de la balanza de pagos, una de las vías que puede utilizar el país para honrar sus compromisos internacionales, es la de comprar divisas a cambio de moneda nacional, lo cual se traduce en un crecimiento de la oferta de moneda nacional que lleva implícita la posibilidad de depreciación.
Inflación: La inflación se expresa en un incremento de los precios, incide en que la moneda pierda poder adquisitivo y por ende tienda a depreciarse.
Situación cíclica de la economía: Cuando una nación se encuentra en crisis económica, se socava la confianza por parte de los inversionistas extranjeros, los cuales se abstendrán de realizar inversiones y mover capitales para dicho país, e incluso pueden tratar de retirar capitales, lo cual condiciona la disminución de la tasa de cambio.
Durante la fase de auge la situación es inversa, pues resulta estimulante para la entrada masiva de capitales, lo que influirá en la apreciación de la moneda.
Especulación internacional: Si se produce un movimiento especulativo lo suficientemente fuerte, el mismo puede provocar variaciones en el tipo de cambio tanto en la baja como en el alza, según sea la orientación dominante en el mercado de divisas en relación con una moneda.
Si impera un sentimiento alcista –los operadores compran para vender después más caro– el tipo de cambio tiende a apreciarse como resultado del aumento de la demanda provocada por el movimiento especulativo.
Si en el mercado predomina el criterio balista en relación con una moneda –los corredores venden ahora para comprar después– ello incrementa la oferta y por tanto presiona a la depreciación.
Financieras: Si los tipos de interés en un país son más altos que en otros, habrá una tendencia a comprar moneda del mismo para poder invertirla, lo que causará una apreciación de la moneda.
Por ejemplo, si la rentabilidad de los activos financieros a corto plazo en Estados Unidos es un 5% y en España un 4 % existirá la tendencia por parte de los poseedores de pesetas a venderlas para comprar dólares para obtener un 1% más de intereses. Esta demanda de dólares hará subir la cotización de ésta moneda.
También puede ocurrir que, por razones diversas, se produzca una falta de confianza en una moneda, y los tenedores de ella se apresuren a cambiarla por otra produciendo así una depreciación.
Crediticias y monetarias: Si la circulación de billetes de un país aumenta a un ritmo superior al del comercio interno, podrá deducirse que se está imprimiendo demasiado dinero lo que conduce a una depreciación de la moneda.
El presupuesto de una nación también es un factor importante a considerar, pues si los impuestos aumentan o disminuyen esto tendrá un efecto importante sobre el poder adquisitivo de sus habitantes, que influirá en el comercio exterior del país, y por consiguiente en la cotización de la moneda.
Situación política interna de un país: La posibilidad de turbulencia política, aunque solo sea sospechada puede causar un efecto negativo en la cotización de una moneda. La fe en la habilidad de un gobierno para respaldar su moneda también afecta a las cotizaciones.
En caso de serios conflictos políticos, rebeliones, ruptura de procesos democráticos, guerras u otros, los inversionistas extranjeros sufren una pérdida de confianza que lleva a interrumpir los flujos de capitales con destino al país en cuestión, e incluso los titulares de depósitos bancarios y otros inversionistas tratan de retirar su capital y trasladarlos a plazas más seguras. Ello provoca fuertes tendencias a la depreciación para la moneda de dicho país.
Industriales: Las relaciones laborales, la relación de los precios de los salarios y otros factores industriales pueden fomentar la afluencia de capital extranjero o su salida con la consiguiente variación del precio de la moneda.
Por razones de tipo periódico o cíclico: Por ejemplo, generalmente la moneda de países con un fuerte movimiento turístico se cotiza más alto en primavera y verano debido a la demanda de ésta por parte de los turistas.
(http://www.nagalux-group.com/index2.html)
Tampoco hay que olvidar las decisiones tomadas por los fondos de inversión en divisas, que se han convertido en un potente factor de movimiento del Mercado. Si bien éstos actúan de manera independiente y desde un punto de vista parcial, la mayoría de ellos, por no decir todos, actúan en función de los análisis chartistas. Por consiguiente, a medida que el Mercado se acerca a niveles de soporte o de resistencia, la orientación de estos fondos en divisas se hace más técnica y sus intervenciones suelen ser con mucha frecuencia predecibles y similares. En momentos como éste, el Mercado bien puede experimentar movimientos repentinos y dramáticos a medida que importantes sumas de capitales son invertidas en posiciones muy similares.
Una importante fuente de alteraciones de los tipos de cambio procede del hecho de que el mercado recibirá nueva información entre un período y el siguiente.
Si esta información afecta a los tipos de interés nacionales o extranjeros futuros, a las primas de riesgo o al tipo de cambio de largo plazo, las expectativas serán revisadas y, con ellas, el tipo de cambio. Sin embargo, para que las expectativas sean revisadas ha de ocurrir algo genuinamente nuevo: sólo las noticias son relevantes a este respecto.
Los mercados de divisas son bombardeados constantemente con noticias acerca de la situación política, la aparición de datos económicos, declaraciones de ministros, de analistas, de empresarios destacados, etc. A continuación muchas de esas noticias serán corregidas, precisadas o desmentidas. Mientras tanto, sin embargo, afectarán significativamente a la evolución en el tipo de cambio. Las noticias –tanto los hechos reales como los rumores– pueden elevar el tipo de cambio en un instante y hundirlo a continuación.
Aquellos participantes del Mercado Forex que se hallen bien asesorados pueden aprovecharse de estas fluctuaciones comprando una divisa determinada cuando ésta se halla débil y vendiéndola una vez se haya fortalecido. La flexibilidad del Mercado Forex también permite a un individuo entrar en el Mercado vendiendo y beneficiarse de un movimiento a la baja.
Conclusiones
El objetivo de controlar el tipo de cambio es disponer de un mayor margen de maniobra en la política macroeconómica. Para la mayoría de los países, el tipo de cambio es el precio más importante en la economía. No debe extrañar el afán de controlarlo, pero tampoco deberíamos olvidar que no todo lo que es deseable es al mismo tiempo posible.
Referencias bibliográficas
[1] Marx, Carlos: “El Capital” Tomo I, Cap. III, Pág. 106, Edit. de Ciencias Sociales, la Habana, 1973
[2] Marx, Carlos: Obra cit. Cap. III, Pág. 107, Edit. cit.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
1. Arcanjo, Jorge.(2001). “El Sistema Monetario Internacional: propuesta de cambios” Tesis en opción al Título de Lic. en Economía
2. Krugman, Paul R-Obstfeld, M (1995). Economía Internacional.Teoría y Política, Capítulo 20, McGraw-Hill.
3. Marx, Carlos. (1973)”El Capital” Tomo I, Cap. III, Pág. 106, Edit. de Ciencias Sociales, la Habana