"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 1696-8360
Alfredo Sánchez Ortiz (CV) (*)
als_so@yahoo.com.mx
Resumen:
El motor principal de la globalización ha sido la integración económica, y con ello generando una serie de cambios y consecuencias: liberación de las economías nacionales, fortalecimiento de los regímenes (básicamente liberales) en el comercio y finanzas internacionales, y transnacionalización de las estructuras corporativas. Lo que ha generado un crecimiento acelerado del mercado e integración económica y política.
Abstract:
The main engine of globalization has been economic integration, and thereby has generating of changes and consequences politics and economic: release of national economies, strengthening the regimes (mainly liberals) in trade and finance, and transnationalization of corporate structures. This has generated a rapidly growing market and economic and political integration.
Palabras clave: globalización, regionalismo, mundialización, integración
económica, internacionalización.
Sánchez Ortiz, A.: "Globalización y Regionalismo; una perspectiva económico – comercial" en Contribuciones a la Economía, agosto 2009 en http://www.eumed.net/ce/2009a/
Introducción
Los fenómenos de la Globalización y la Regionalización llevan implícito el surgimiento de reglas y mecanismos impuestos por las principales potencias mundiales y entidades multilaterales -como el redespliegue industrial transnacional y la puesta en marcha de políticas financieras multilaterales- que, a diferencia de lo ocurrido en otras etapas del desarrollo de la economía mundial donde predominaba la interdependencia estatal, insertan de manera desigual a Estados y sociedades en la economía global. O lo que es lo mismo, facilitan la dinamización al mismo tiempo que contribuyen al estancamiento. En este sentido, cabe resaltar su carácter ambiguo; la Regionalización como mecanismo de defensa de intereses regionales y como paso intermedio a los crecientes procesos de trasnacionalización que experimenta la economía mundial, convierte en premisa la necesidad de mercados y espacios económicos cada vez más jerarquizados y flexibles a las estrategias y exigencias de las trasnacionales, para los cuales las fronteras nacionales resultan insuficientes para garantizar el proceso de acumulación del capital.
Se entiende por Integración Económica al proceso de creciente vinculación de las economías nacionales que tiene lugar a partir de la reducción o eliminación de los obstáculos que impiden el desarrollo de los vínculos mutuos, con el propósito de obtener beneficios conjuntos en función de los inte¬reses de los agentes económicos dominantes.
La globalización, la definimos, como el proceso de integración y complementariedad de los aspectos financiero, comercial, productivo y tecnológico. Esto produce la sensación de que “la economía mundial ya no es una sumatoria de economías nacionales, sino una gran red de relaciones con una dinámica autónoma” (Wolovick, 1990), y tiene como características la liberalización del comercio de bienes, servicios y capitales; reducción en los costos de transporte, facilidad y rapidez de la comunicación; papel central de los innovadores en la organización de negocios; y, la expansión del conocimiento, así como de los avances tecnológicos más allá de las fronteras (Salinas de Gortari 2002). La globalización en los países en desarrollo se manifiesta en la decisión de mejorar sus climas de inversión y abrirse al comercio exterior.
Asimismo entendemos que la integración regional pretende ser un mecanismo económico más que político, mediante el cual los Estados se integran porque persiguen objetivos comunes e intentan alcanzar la competitividad internacional de sus empresas a través de la creación de Áreas de Libre Comercio, Uniones Aduaneras o Acuerdos Sectoriales de ámbito regional, para incrementar su nivel de desempeño comercial. Sus consecuencias políticas documentadas son en el campo de la diplomacia y la colaboración militar.
En cambio, la Mundialización (Organización Internacional del Trabajo, 2005) debe ser considerada como una fase específica del proceso de internacionalización del capital y su valorización en el conjunto de las regiones del mundo donde hay recursos o mercados y sólo en éstas. La globalización es mucho más que el importe de lo flujos comerciales, tiene una base muy importante en la internacionalización del capital productivo y el dominio de unos cuantos grupos transnacionales como agentes del mismo. La producción masiva y la sobreproducción son procesos exigidos al crecimiento empresarial, con la consecuencia de la saturación del mercado tradicional y la búsqueda de nuevos y mayores mercados. Las empresas multinacionales se han beneficiado ampliamente con la apertura del espacio mundial, lo que les ha permitido optimizar beneficios en territorios muy distintos.
Antecedentes
Se sabe que la globalización tiene efectos en lo económico, político y cultural, pero, por el objeto propio de la investigación, aquí se resalta el aspecto comercial más que lo político y cultural. Esto, en razón de que la globalización ha tenido como propulsor fundamental a la empresa transnacional, que ha demostrado ser el agente económico más dinámico y adaptable del mundo de hoy, cuyas estrategias se modifican rápidamente de acuerdo a las distintas circunstancias que enfrentan.
Saxé-Fernández (1999; 9) establece que la globalización como fenómeno social se inscribe dentro de la historia del hombre, y que surgió como un equivalente a la “internacionalización de la economía” y por tanto es un fenómeno íntimamente vinculado con el desarrollo capitalista. Se afirma que los conflictos entre las naciones (sobre todo en la II Guerra Mundial) hicieron que éstas se preocuparan por las disparidades que se dan entre los países. Las inconformidades desembocaron en conflictos, estableciéndose de esta forma en 1944 el plan de Breton Woods con el que se creó el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la finalidad de evitar crisis en los países y establecer las bases para su desarrollo. A partir de esto, comenzaron a surgir acuerdos entre los países que buscaban facilitar las relaciones entre sí; uno de ellos fue el Acuerdo General de Aranceles (GATT) que sería el precursor de la globalización y que desembocaría en la OMC (1).
Con el fin de la Guerra Fría, la competencia pasó del terreno político-militar al económico. Desde entonces, la carrera entre empresas se acentuó, con lo que los beneficios para la población (innovaciones, nuevos productos, y mejores precios) se vinieron materializando.
Desde inicios de los 90’s el comercio internacional creció a una tasa superior a la de décadas anteriores, lo que significaba que lo hacía más rápido que las economías domésticas. Ante la evidencia de que ya no podían depender del comercio local, las empresas comenzaron a concentrarse en los mercados globales.
De esta forma se ha llegado a afirmar que la globalización busca la aplicación de los principios capitalistas, porque lleva implícitamente incorporados sus valores. En otras palabras, la globalización es un proceso enfocado en la productividad con una visión occidental del mundo (Gutiérrez Haces, 2002)
El calificativo “global” apareció a principios de los años 80’s en las escuelas americanas de gestión de empresas, las célebres 'business managament schools' de Harvard, Columbia, Stanford. El término ha sido popularizado por los trabajos de los consultores de estrategias y marketing de estas escuelas, principalmente se expandió a nivel mundial por la influencia de la prensa especializada en finanzas y economía anglosajona, antes de invadir el discurso económico neoliberal.
El problema –como plantean algunos escritores- es que no existe un momento específico de la historia como comienzo de una ideología. Para muchos, el arranque del “sistema mundial capitalista” se remonta al siglo XVI con el inicio del colonialismo; para otros con el advenimiento de las empresas internacionales o transnacionales, y hay otros que sostienen que la globalización se inició con la supresión de los tipos de cambio fijos o con el colapso del bloque oriental (Beck, Ulrich, 1998; 41).
Lo que es claro es la relación entre el desarrollo de los mercados globales en muchos sectores, lo que conlleva a una mayor integración cada vez más institucionalizada a un nivel regional en la economía mundial.
Además, la globalización encierra un proceso de creciente internacionalización (2) del capital financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones políticas internacionales y el surgimiento de la empresa transnacional, que a su vez dio origen a nuevos procesos productivos, distributivos y de consumo geográficamente distantes, pero que se dan por el desarrollo que han alcanzado las tecnologías de la comunicación, originando una expansión y uso intensivo de la tecnología (3) sin precedentes.
La confluencia de los tres circuitos del capital (mercancía, dinero y producción) supone la internacionalización del capital. La globalización es la expansión total del capital: no sólo en el ámbito geográfico, sino en todos los ámbitos de actividad e incluso en la vida cotidiana (la mercantilización del consumo, el ocio, las relaciones personales, etc.),
En términos económicos, la globalización es esencialmente el proceso de integración de los mercados nacionales y locales en un solo mercado mundial. Aquí, el mercado incluye no sólo los mercados de bienes y servicios sino también los mercados de capital, el mercado de tecnologías y, con un alcance más limitado, el mercado laboral. Los mercados locales se han integrado cada vez más al mercado mundial con el rápido desarrollo de los transportes, las comunicaciones y las tecnologías de la información.
En cambio, la Mundialización (Organización Internacional del Trabajo, 2005) debe ser considerada como una fase específica del proceso de internacionalización del capital y su valorización en el conjunto de las regiones del mundo donde hay recursos o mercados y sólo en éstas. La globalización es mucho más que el importe de lo flujos comerciales, tiene una base muy importante en la internacionalización del capital productivo y el dominio de unos cuantos grupos transnacionales como agentes del mismo. Las empresas multinacionales se han beneficiado ampliamente con la apertura del espacio mundial, lo que les ha permitido optimizar beneficios en territorios muy distintos.
De esta forma, el espacio global se forma sobre la base de la expansión mundial de los grandes grupos, de sus inversiones cruzadas entre la tríada (Japón, UE y EE.UU.) y de la concentración internacional que resulta de las adquisiciones y fusiones que efectúan con este fin. Este espacio es un lugar de competencia feroz, pero también de colaboración entre grupos.
La globalización ha implicado el reordenamiento del sistema político internacional con dos visiones antagónicas: los que están a favor por considerarla como la panacea de los males económico y políticos del mundo contemporáneo, y los que se oponen porque la creación de un mundo sin fronteras prácticamente es imposible y en consecuencia no es más que una forma de neocolonialismo (Saxé-Fernández, 1999).
En síntesis, la globalización (4) se presenta como el proceso de integración y complementariedad de los aspectos financiero, comercial, productivo y tecnológico. Esto produce la sensación de que “la economía mundial ya no es una sumatoria de economías nacionales, sino una gran red de relaciones con una dinámica autónoma” (Wolovick, 1990; 32), y tiene como características la liberalización del comercio de bienes, servicios y capitales; reducción en los costos de transporte, facilidad y rapidez de la comunicación; papel central de los innovadores en la organización de negocios; y, la expansión del conocimiento, así como de los avances tecnológicos más allá de las fronteras (Salinas de Gortari 2002; 200). La globalización en los países en desarrollo se manifiesta en la decisión de mejorar sus climas de inversión y abrirse al comercio exterior.
Por su parte, el camino hacia la conformación de bloques económicos (5) que muestra avances casi extraordinarios en los últimos años, ha tomado diferentes rutas y se ha manifestado de múltiples formas de acuerdo a sus propósitos, las distintas áreas geográficas involucradas y el nivel de desarrollo de los participantes, destacándose al respecto el caso de la UE que ha devenido en un importante punto de referencia en la compleja evolución histórica del fenómeno, caracterizada por altas y bajas, pero que en definitiva muestra logros significativos, sobre todo en los últimos años (6).
Se ha hecho el anterior análisis del concepto de globalización por su relación estrecha con el Regionalismo, específicamente con los casos de Regionalismo Abierto Estratégico. El Regionalismo Abierto fue visto como compatible con la idea de Globalización, el Regionalismo Estratégico parecía, a primera vista, opuesto a ella.
Conclusión
La globalización ha quedado definida como un proceso de internacionalización del capital financiero, industrial y comercial, resultado del surgimiento de la empresa trasnacional, que se basa en el avance y desarrollo de la tecnología porque ha facilitado su extensión y profundidad en la interacción e intercambio entre las naciones, originando profundas consecuencias económicas, políticas y culturales (7) tanto a nivel nacional como internacional.
Del regionalismo se establece que es un mecanismo de respuesta a la globalización que se basa en la proximidad geográfica, y que este es precisamente el factor que explica en gran parte el aumento de los flujos comerciales entre países vecinos. Las diferencias en los costos de transporte entre centros de producción o consumo cercanos y aquellos localizados a una mayor distancia y la consecuente posibilidad de entregar oportunamente los productos o servicios permiten un intercambio más intenso en torno a grandes centros de consumo, sin respetar necesariamente las fronteras de los Estados nación. Las economías de proximidad explican que la tendencia a la globalización del comercio se acompaña de una creciente regionalización de los flujos comerciales.
Bibliografía
Beck, Ulrich. (1998). ¿Qué es la Globalización?. Barcelona: Ediciones Paídos.
Flores Olea, Víctor y Mariña Flores, Abelardo. (2000). Critica de la globalidad Dominación y liberación de nuestro tiempo. México, DF.: Siglo XXI.
Gutiérrez Haces, Ma. Teresa. (2002). Procesos de integración económica en México y Canadá. Una perspectiva histórica comparada. Textos Breves de Economia. México, D.F.: UNAM – Porrua.
López Villafañe, Víctor y DI MASI, Jorge Rafael. (Coordinadores). (2002). Del TLC al MERCOSUR. Integración y diversidades en América Latina. México, DF.: Siglo XXI.
Organización Internacional del Trabajo. (2005). Los Retos de la mundialización. Obtenido de la Red Mundial el día 2 de marzo de 2005, en
http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/gender/doc/cinter/pacto/cue_gen/ret_mun.htm
Salinas de Gortari, Carlos. (2002). México: Un Paso Difícil a la Modernidad. (4ª. Edición). México, D.F.: Plaza and Jane´s.
Saxe-Fernández, Jhon. (Coordinador). (1999). Globalización: Crítica a un Paradigma. México, D-F.: Plaza y Janés.
SELA. Secretaría permanente. (2000 B). Realidad y mito de la globalización. Obtenido de la Red Mundial el día 22 de Mayo de 2003. http://lanic.utexas.edu/~sela/docs/spdi7-2000.htm
Thurow, Lester C. (1996). El futuro del capitalismo. Cómo la economía de hoy determina el mundo de mañana. Buenos Aires, Argentina: Javier Vergara, S.A.
Wolovick, Daniel. (1990). Globalización de la economía. En: Humanismo Latinoamericano. 1993. Obtenido de la Red Mundial, el día 21 de enero de 2003. http://hlatino.com/htdocs/globalzeconom.htm.
NOTAS
* Profesor de Tiempo Completo en el Centro Universitario de los Lagos de la Universidad de Guadalajara.
1. El 1º de Enero de 1995, la OMC sustituyó al GATT, que llevaba en funcionamiento desde de 1947, como organización encargada de supervisar el sistema multilateral de comercio. Los 128 países que habían firmado el Acuerdo General antes de finales de 1994 con la firma de los nuevos acuerdos de la OMC (entre los que se incluye el GATT actualizado), se convirtieron oficialmente en “Miembros de la OMC” (Lopez Villafañe, 2002; 27).
2. Se entiende por mundialización la progresiva integración de las sociedades y de las economías nacionales en diferentes partes del mundo, impulsada por la interacción de los avances tecnológicos, las reformas en el comercio y la política de inversiones, y las cambiantes estrategias de producción, organización y comercialización de las empresas multinacionales. El ritmo y la profundidad de la mundialización difieren según los países y las regiones, pero los principales aspectos económicos del proceso son básicamente idénticos (Organización Internacional del Trabajo).
3. Desde el punto de vista tecnológico, los costos de transporte y comunicación han bajado sustancialmente, y la velocidad con la cual se viaja y se transmite ha aumentado exponencialmente. Esto ha hecho posible crear nuevos sistemas de comunicaciones, dirección y control dentro del sector empresarial. Los grupos de diseño e investigación se pueden coordinar en diferentes partes del mundo; los componentes se pueden fabricar en el lugar del mundo que sea más barato y enviar a puestos de montaje que minimicen los costos totales. Los productos armados se pueden despachar rápidamente hacia donde sean necesarios a través de sistemas de fletes aéreos puntuales (Thurow, 1996: 129).
4. La discusión de la dimensión cultural en la globalización no está incorporada explícitamente en la mayoría de los modelos de economía política (tanto los del neoliberalismo como de sus opositores) y ocupa un papel relativamente menor en las teorías de relaciones internacionales. Sin la dimensión cultural es muy difícil impartirle coherencia a una lectura del mundo contemporáneo en el cual el nacionalismo, la religión y los conflictos interétnicos tienen una influencia equivalente a los aspectos internacionales y seculares. Los modelos de economía política y de relaciones internacionales actualmente vigentes no pueden por sí solos explicar, dar sentido y proponer políticas orientadas a la solución de los problemas multidimensionales que hoy enfrenta la humanidad (SELA, 2000 B).
5. La integración de los mercados empezó a producirse a gran escala a finales del siglo XIX. El proceso de integración fue interrumpido por las dos grandes guerras de este siglo. Como sucede hoy en día, en la primera ola de globalización el volumen de comercio internacional y de flujo de capitales creció con el desarrollo de los transportes y las tecnologías de la comunicación, y con la disminución de las tasas arancelarias.
6. Algunos autores (como Flores Olea Víctor y Mariña Flores, Abelardo, 2000 entre otros) destacan la existencia de tres momentos o etapas dentro de este proceso que pueden sintetizarse de la siguiente forma:
• Primera ola inspirada en el mercantilismo en boga en los años treinta, cuando el mundo se encontraba dividido en esferas de dominación coloniales o neocoloniales claramente definidas y rodeadas de barreras comerciales.
• El regionalismo proteccionista e industrializador basado en estrategias de sustitución de importaciones en el caso de los países subdesarrollados entre los años 50 y 70.
• Tercera etapa a partir de fines de los años ochenta caracterizada por la profundización y proliferación de los mecanismos integracionistas y que se combina en general, principalmente en las naciones en desarrollo con altos niveles de apertura.
7. En el campo cultural podría entenderse la globalización como el tránsito de identidades culturales tradicionales y modernas, de base territorial, a otras modernas y postmodernas, de carácter transterritorial. Las identidades culturales de la globalización no se estructuran desde la lógica de los Estados-nación, sino de los mercados; no se basan, en lo esencial, en comunicaciones orales y escritas, sino que operan mediante la producción industrial de la cultura, su comunicación tecnológica y el consumo diferido y segmentado de los bienes (Estefanía, 2001).