Contribuciones a la Economía


"Contribuciones a la Economía" es una revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360

 

MERCADO LABORAL – POLÍTICAS DE EQUILIBRIO

 

Dora del Carmen Orfila
docaror@hotmail.com



TIPOS DE DESEMPLEO

Recordando Los diversos tipos de desempleo que se producen en las economías, ellos son:

Desempleo coyuntural: es el que ocurre por un tiempo no superior a los seis meses y cuyas causas pueden ser:

A - Estacionales: por ejemplo, se da cuando los trabajadores agrícolas migran a distintos lugares dentro y ocasionalmente fuera del país, para participar de diferentes cosechas.

También las tareas que realizan profesores de esquí en la nieve o bañeros en playas marítimas, fluviales o en piletas natación. Todos ellos se desplazan siguiendo la estación climática que favorece sus trabajos.

B - Movimientos etarios del mercado: obedecen a las altas y bajas que se producen en el mercado laboral, cuando ingresan los nuevos trabajadores y egresan quienes pasan a ser jubilados (pensionados). Keynes lo denominó desempleo friccional.
 


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
del Carmen Orfila, D.: "Mercado laboral – políticas de equilibrio" en Contribuciones a la Economía, mayo 2009 en http://www.eumed.net/ce/2009a/


Desempleo estructural

Es el que existe durante más de seis meses continuos en una economía y obedece a diversas causas. Recordando algunos hechos de décadas atrás, hacia el final de de los `50, época de rápido progreso tecnológico, muchos estudiosos del mercado de trabajo concluyeron que la automatización aumentaba la demanda de trabajadores calificados, reduciendo la de los operarios manuales y empleados administrativos. A raíz de ello se originaba una situación en que las habilidades y las calificaciones de la mano de obra ya no se ajustaban a las necesidades de la industria. Aún más; argumentaron que v.gr. los altos niveles de desempleo ocurridos en Estados Unidos de Norteamérica después de 1953 eran consecuencia de una demanda agregada insuficiente, sumada al desempleo estructural producido por la automatización.

También sostenían que, a medida que el tiempo pasaba, el desempleo estructural debido a la automatización del mercado, crecería cada vez más. Este era un argumento persuasivo, en especial cuando el desempleo llegó a cifras elevadas. No hay dudas de que estos estudiosos exageraron la capacidad de la automatización para crear el desempleo estructural.

Es que no tuvieron en cuenta otras razones por las cuales las empresas que deseaban minimizar costos, no estaban dispuestas a realizar sustituciones rápidas y en gran escala, de operarios por computadores y robots, porque:

a) es muy difícil y costoso, proyectar una máquina que realice las mismas tareas delicadas que ejecutan los trabajadores manuales;

b) esas computadoras para controlar los procesos productivos directamente, no sólo crean problemas cuya solución es bastante cara, así como también exigen procesos que sean entendidos y que además existan datos históricos para todas las variables relevantes. Esas dos condiciones actualmente sólo son satisfechas en un número pequeño de casos.

c) El argumento de la automatización también subestimaba la capacidad de los productores para sustituir un tipo de mano de obra por otro, fuera por la alteración de las rutinas de trabajo u ofreciendo entrenamiento interno a los trabajadores. También subestimó la capacidad de los trabajadores para pasar de un sector del mercado laboral a otro a través de un nuevo entrenamiento y educación. Este argumento de la automatización pasa a dejar de tener validez cuando, con la expansión económica de los inicios de 1960, se demostró que los altos niveles de desempleo de la década anterior fueron causados más que por la existencia de causas estructurales, por una demanda agregada insuficiente.

LA SITUACIÓN ACTUAL

En la actualidad parece poco probable que el avance tecnológico aumente el desempleo a niveles muy elevados. Tanto ahora como en el pasado existen áreas de desocupación que no pueden ser atribuidas a la insuficiencia de la demanda agregada. En diferentes etapas de desarrollo económico de varios países, cuando se ha llegado a un nivel de aumento de la demanda agregada, de manera tal que se elimina el desempleo, no desaparece el desempleo coyuntural.

Muchas situaciones de desempleo pueden ser atribuidas a la inmovilidad de la fuerza laboral. Ello obedece a que 1- no desean trasladarse fuera de su ámbito habitual, menos aún si deberá ser con su familia y 2- a que no desean pasar de un sector o industria a otro.

La inmovilidad geográfica es sencilla de explicar. Muchas personas no desean ni hablar de oportunidades laborales en otras regiones, ya que los lazos familiares y también los hábitos culturales, sujetan a las personas en el área que habitan. Y además saben que en caso de trasladarse habrá nuevos problemas y mayores gastos.

En cambio, la inmovilidad entre industrias es más difícil de explicar. En los lugares en que existe una única industria, ello puede entenderse como una inmovilidad geográfica. En una región con varias industrias existen otras causas: a – para los trabajadores semicalificados un motivo importante de inmovilidad interindustrial radica en el hecho de que las calificaciones adquiridas no poseen alto valor de transferencia y los trabajadores de este nivel pueden encontrar solamente empleo en otra industria si estuvieran dispuestos a una reducción sustancial (a veces de hasta un 40%) en sus remuneraciones. Por ejemplo: las calificaciones de un trabajador de la industria de la carne no serán de gran valor para que éste consiga empleo en una industria siderúrgica.

Una economía dinámica en la que la tecnología, la composición del producto y la localización geográfica de una industria están modificándose constantemente, la inmovilidad de la fuerza de trabajo, cualquiera sea su causa, siempre crea núcleos de desocupación.

El desempleo estructural se produce cuando las imperfecciones del mercado limitan la libertad con que los salarios de los diferentes sectores del mercado de mano de obra se ajustan para que los niveles de de demanda y oferta se equilibren. Tal el caso de la legislación sobre salarios mínimos, que si bien tiene la loable intención de elevar los ingresos de los grupos de bajos salarios, también tiende a crear desempleo entre los jóvenes, los operarios con baja escolaridad y los trabajadores de más edad, los que por falta de experiencia o de calificación, pueden no ofrecer una fuerza de trabajo que valga al menos ese salario mínimo, para los potenciales empleadores.

Y también debe tenerse en cuenta el tema de la discriminación por razas; por edad: muy jóvenes o muy viejos; por sexo; por problemas físicos o enfermedades que requieren control permanente (epilepsia, baja audición, limitación física leve, sida, etc.).

ESTRATEGIAS PARA ELIMINAR EL DESEMPLEO ESTRUCTURAL

Las estrategias para eliminar el desempleo estructural exigen una doble tarea: a – el gobierno debe verificar que la demanda agregada sea lo suficientemente alta como para eliminar el desempleo estructural; b – deben promoverse programas especiales que ataquen las causas que generaron ese desempleo estructural, las que habitualmente son:

1. Desempleo estructural en áreas con depresión: una de las maneras en que el gobierno puede combatir este tipo de desempleo es promover programas destinados a crear nuevos empleos en áreas deprimidas, sea atrayendo industrias hacia allí p desarrollando su potencial económico. Estos programas pueden incluir: construcción de nuevas calles; mejoría en la calidad de la condiciones de salud y educación; desarrollo turístico; reentrenamiento de mano de obra; asistencia técnica y crédito barato para las nuevas empresas comerciales e industriales. Los programas de desarrollo son apropiados para regiones deprimidas y que poseen recursos adecuados para sustentar una economía local próspera. Algunas áreas, a veces, no poseen esos recursos. En estos casos, la única respuesta para combatir el desempleo estructural consiste en estimular a los trabajadores inactivos a mudarse a zonas con alto nivel de empleo. Estas medidas pueden incluir información para los trabajadores con relación a las oportunidades de empleo en estas zonas y las remuneraciones respectivas.

2. Desempleo estructural por calificaciones inadecuadas o superadas: la mejor manera de atacar este tipo de desocupación es ejecutar programas especiales de reconversión. Son programas específicos de reconversión para trabajadores con desempleo por progreso tecnológico, jóvenes, analfabetos o semianalfabetos y con defectos físicos.

3. Desempleo estructural por discriminación: en este caso es adecuado dictar normas que prohiban la discriminación de todo tipo en el sector estatal y en las empresas que efectúan contratos con el gobierno. Estas disposiciones requieren del apoyo voluntario de los sectores sindicales y de las empresas para dar condiciones de afiliación gremial y oportunidades de empleo.

4. Desempleo estructural por restricciones salariales: aumentos continuos de salarios mínimos tienden a elevar el desempleo entre los trabajadores no calificados. A largo plazo la manera más eficaz de incrementar los salarios de los trabajadores no el aumento de los salarios mínimos, sino ofreciéndoles entrenamiento para aumentar su valor como trabajadores mejor entrenados para los empleos potenciales.

LLEGA LA GLOBALIZACIÓN

Luego de la reunión del Consenso de Washington, para dar un punto de referencia que no se caracteriza por su exactitud, el sistema capitalista toma un impulso diferente. Ya recuperadas las economías de los países desarrollados y “clasificados” los países en los en vías de desarrollo o emergentes y en los subdesarrollados, inicialmente con un mundo en Europa del Este y Asia que dejaba el sistema socialista, el capitalismo se enfoca hacia las políticas llamadas neoliberales, con Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica a la cabeza de ese desplazamiento.

El extraordinario avance tecnológico en comunicaciones, en electrónica, en investigación y desarrollo, etc. determina aquella clasificación de naciones más y menos poderosas, dueñas del conocimiento algunas y dependientes las restantes. Al mismo tiempo las empresas de los países más avanzados se ubican en distintos lugares del mundo, con nuevas filiales, y en países en los que nunca se habían radicado antes, llevados por el atractivo de obtener fuerza laboral bien capacitada y que exigía salarios notoriamente menores a los que acostumbraban abonar en los países centrales.

Así la deslocalización de las empresas trasnacionales provocó también la transferencia de la fuerza laboral a diversos países, especialmente de sus gerentes y responsables regionales. Con ello se produjo la emigración desde diversos países, al mismo tiempo que las empresas invirtieron en investigación y desarrollo en los países periféricos, para proveerse de técnicos especializados con bajas remuneraciones. Tal el caso de personal de la empresa Nestlé trabajando en Asia o el desarrollo de software en Costa Rica, América Central. Otras firmas también lo hicieron en Africa y en países árabes.

La mundialización ya fue desde la década 1980-1990, una realidad que superó rápidamente cualquier pronóstico temporal. De esta forma también la economía financiera abrió su abanico de inversiones en todo el mundo, a la par que los jefes de gobiernos que gozaban de gran prosperidad por su dominio sobre la explotación petrolífera, compitieron en inversiones fuera de sus países de origen. Y muchos de ellos, tanto de Africa como del Sudeste Asiático llegaron a salvar la economía de Estados Unidos y de países europeos luego de la reciente crisis de finales de 2008, efectuando depósitos bancarios en sus sistemas financieros, a los que salvaron de la quiebra o sencillamente compraron en parte.

De esta forma las teorías que hasta la década del ’60 sostenían la poca o nula movilidad del trabajo entre países, a diferencia de la fluidez con que podía trasladarse el otro factor productivo, el capital siguiendo los movimientos del comercio internacional, quedaron desvirtuadas.

La realidad de la globalización dominó y logró que los trabajadores junto con sus familias, soportaran el gran cambio de la deslocalización. Así debieron adaptarse a nuevas culturas, alimentación diferente, educación distinta para sus hijos, a hablar nuevas lenguas, además del desarraigo que todo ello generó en el grupo familiar durante un tiempo inicial, muchas veces más extenso de lo previsto.

BIBLIOGRAFÍA

P.J. Krugman – M. Obstfeld - Economía Internacional – Teoría y Política – Edit. Addison Wesley

Appleyard y Field – Economía Internacional –Edit. Irwin

Sachs – Larraín – Macroeconomía en la Economía Global – Edit. Prentice Hall

Argandoña – Gómez – Mochón – Macroeconomía Avanzada – Tomos I y II – Edit. Mc Grow Hill

Dora del Carmen Orfila - Apuntes propios


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Economistas Diccionarios Presentaciones multimedia y vídeos Manual Economía
Biblioteca Virtual
Libros Gratis Tesis Doctorales Textos de autores clásicos y grandes economistas
Revistas
Contribuciones a la Economía, Revista Académica Virtual
Contribuciones a las Ciencias Sociales
Observatorio de la Economía Latinoamericana
Revista Caribeña de las Ciencias Sociales
Revista Atlante. Cuadernos de Educación
Otras revistas

Servicios
Publicar sus textos Tienda virtual del grupo Eumednet Congresos Académicos - Inscripción - Solicitar Actas - Organizar un Simposio Crear una revista Novedades - Suscribirse al Boletín de Novedades