"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Yoandris Sierra Lara
ysierra@fcsh.upr.edu.cu
En el campo de la economía política, la teoría de los ciclos económicos y por consiguiente las crisis económicas, desempeñan un rol esencial, sobre todo un rol de confrontación ideológica y científica. No en balde la economía política burguesa tardó en aceptar la posibilidad lógica de las crisis económicas como eventos inherentes a la dinámica del Capitalismo, y no en balde a lo largo de la historia del pensamiento económico una y otra vez han intentado rebatir la idea de que el sistema genera crisis.
Para la economía política marxista por su parte, no sólo no cabe duda de la existencia de las crisis económicas como eventos propios, inherentes al modo de producción capitalista, sino que además de eso fundamenta el hecho de que tales crisis son una de las fases que atraviesa el sistema económico en su desenvolvimiento, acompañada de otras tres. Así, no solo hay crisis económicas, existe además un movimiento cíclico secular en la vida del Capitalismo. Ya en la obra del mismo Marx, aunque de forma poco sistematizada, aparece esta situación tratada. Se observa además como el pensador socialista no sólo reconoce la dinámica real sino que además fustiga los dogmas de la economía vulgar, como la denominada ley de los mercados de Say, donde se planteaba tranquilamente que en el mundo capitalista toda oferta es capaz de generar su propia demanda y no existe por tanto sobreproducción. La economía política marxista no podría asimilar una idea así nunca, siendo una economía política que analiza la esencia del sistema capitalista distinguiéndolo muy claramente de los regimenes donde predomina la circulación simple de mercancías, y que parece ser la base de la famosa ley de Say.
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Sierra Lara, Y.:
"Ciclos Económicos en la Vida del Capitalismo" en Contribuciones a la Economía,
octubre 2008 en
http://www.eumed.net/ce/2008b/
Pero la vida y las investigaciones económicas demostraron que además de estos ciclos económicos relativamente cortos y sus crisis recurrentes de superproducción, existían en la propia vida del Capitalismo ciclos de una mayor extensión, profundidad y alcance; los denominados Ciclos Largos de la vida económica del Capitalismo. Tales Ciclos portarían también con una Crisis específica, la denominada Crisis Estructural, una crisis en nuestra opinión surgida de las vicisitudes históricas de la ley de correspondencia y capaz de afectar dramáticamente la vida y el rumbo de la sociedad humana en condiciones de dominio capitalista. De tal manera, dos ciclos se conjugan en la vida del sistema y marcan definitivamente su evolución.
En la bibliografía marxista pocas veces se hace el estudio conjunto de ambos tipos de ciclos y sus respectivas crisis económicas, y pocas veces también se manejan los puntos de vistas teórico – metodológicos de los autores en sus discusiones y polémicas científicas en torno a estos temas buscando la necesaria contrastación de criterios, lo cual puede en algún momento restar valor a la forma en que se estudian tales procesos.
A partir de tal situación hemos definido el siguiente problema: Necesidad de analizar tanto el ciclo económico corto como el ciclo económico largo y sus respectivas expresiones de crisis haciendo énfasis en la esencia, naturaleza, carácter y contenido de estos procesos típicos de la economía capitalista para lograr así una mejor sistematización de estos temas en la teoría de la economía política marxista.
Nuestro Objeto de Investigación es: La teoría económica de los ciclos y las crisis económicas del Capitalismo.
Por su parte, el objetivo del trabajo es el siguiente: Analizar ambas modalidades de ciclos y crisis económicas destacando su esencia, naturaleza, carácter y contenido, lo que tributa a una mejor sistematización de estas teorías en la economía política marxista.
Para dar cumplimiento al objetivo del trabajo y lograr resolver el problema planteado, hemos diseñado la siguiente estructura para la investigación: Apartado I. El Ciclo Económico Corto.
I. a. Cuestiones generales.
I. b. Fundamentación teórico – metodológica de los Ciclos Cortos.
Apartado II. Ciclos Largos de la Economía Capitalista.
II. a. Evidencia histórica.
II. b. Fundamentación teórico – metodológica de los Ciclos Largos.
II. c. Naturaleza interna del Ciclo Económico Largo. La Crisis Estructural.
II. d. Relación de los Ciclos Largos con los demás niveles de desenvolvimiento del Capitalismo
Desarrollo.
Apartado I. El Ciclo Económico Corto.
I. a. Cuestiones generales.
La historia de la crisis económica antecede a la historia del Capitalismo, por lo tanto, no es este sistema quien tiene el mérito histórico de su génesis. Pero existen al menos dos diferencias radicales entre las crisis del Capitalismo y las crisis económicas de las formaciones precapitalistas. Veamos la primera de ellas. Las crisis precapitalistas eran prácticamente todas ellas crisis de subproducción, o de crisis por escasez. Las crisis del Capitalismo son crisis de Superproducción.
La segunda diferencia radica en que las crisis de subproducción son el resultado de sucesos naturales, climatológicos, bélicos; en definitiva, sucesos de carácter extraeconómico. Tales crisis no eran un momento necesario de la vida económica en las formaciones precapitalistas, era un hecho hasta cierto punto casual, fortuito. Por su parte, las crisis de superproducción que se suceden en el Capitalismo, no son eventos casuales o fortuitos, ni frutos de factores externos, subjetivos o ambientales; son el resultado necesario de la funcionalidad capitalista, de su proceso de reproducción, y enfáticamente de la reproducción en escala ampliada del capital.
La evidencia histórica de las crisis económicas de superproducción indica su presencia en los siguientes años:
1825: Inglaterra.
1836: Inglaterra y Estados Unidos.
1847: Crisis de alcance Mundial.
1857, 1866, 1873, 1882, 1890, 1900, 1907, 1920, 1929.
A su vez, las crisis de superproducción, se pueden clasificar en:
Parciales: Cuando abarca unas pocas ramas de la economía.
Generales: Son aquellas que afectan todos o las fundamentales esferas y/o ramas de la producción.
Mundial: Es la denominación que reciben aquellas crisis que se extienden a todos los países capitalistas, o en su defecto, a la mayoría o principales de estos.
Locales: Cuando afecta a un país o región económica de forma aislada.
Intermedias: Aquellas que siendo fundamentalmente parciales y locales, ocurren en el intermedio de las crisis cíclicas, con lo que interrumpen, en esa rama o región el comportamiento normal del resto de las fases del ciclo.
Complementarias o adicionales: Son las crisis intermedias que ocurren en las fases de depresión y reanimación o cuyo papel es concluir el restablecimiento del equilibrio que la crisis cíclica anterior no fue capaz de totalizar .
Los ciclos cortos están compuestos de cuatro fases: Crisis – Depresión – Reanimación - Auge. De forma general, cada una de las fases se caracteriza externamente por:
Fase de crisis:
Superproducción de mercancía, lo que se hace ver en que OT DT.
Los precios caen por debajo del valor de la mercancía.
Cae la tasa de ganancia.
Disminuye el volumen de inversiones.
Disminuye el empleo.
Disminuyen los salarios.
Proceso de quiebra de pequeñas y medianas empresas.
Se acentúa el proceso de concentración del capital y la producción, vía centralización principalmente.
Fase de Depresión:
La actividad y los indicadores económicos se estabilizan al nivel más bajo posible.
Comienza la aplicación de medidas para la recuperación.
Se sucede una renovación masiva del Capital Fijo, lo que activa la demanda efectiva para las mercancías del sector I, eleva los ingresos de los agentes económicos presentes en tal sector lo que arrastra al sector II de la economía nacional, comienzan a activarse los indicadores y se comienza a reanimar la actividad económica.
Fase de Reanimación:
Los indicadores económicos cambian su comportamiento hacia el ascenso.
Se elevan los niveles de precios y el volumen de la producción.
Aumenta el empleo y los salarios.
Se comienzan a equilibrar la OT y la DT.
Fase de Auge:
Los indicadores económicos sobrepasan el punto más elevado del ciclo anterior.
La DT crece muchísimo.
Se elevan los precios, el empleo y los ingresos.
Crece la tasa de ganancias.
Se reproducen en una escala ahora superior las contradicciones que arrastran nuevamente a la fase de crisis.
I. b. Fundamentación teórico – metodológica de los Ciclos Cortos.
Marx se refiere a la crisis como “…, el momento en que el proceso de reproducción se altera y se interrumpe” . De la misma manera también refiere que “Las crisis son siempre soluciones violentas puramente momentáneas de las contradicciones existentes, erupciones violentas que restablecen el equilibrio roto” . Podemos plantear apoyándonos en estas tesis, que las crisis son para Marx sólo un momento del ciclo capitalista de producción, no un estado crónico ni permanente de la economía capitalista.
De hecho, el propio Marx refiere “La conclusión a que llegamos es que este ciclo de rotaciones encadenadas que abarca una serie de años y que el capital se halla obligado a recorrer por sus elementos fijos, sienta las bases materiales para las crisis periódicas, en que los negocios recorren las fases sucesivas de la depresión, la animación media, la exaltación y la crisis” .
Se aprecia así que la crisis es una de las fases que integra el ciclo de vida del capital. Lo cual no quita de ninguna manera que cumpla funciones importantísimas en la reproducción y existencia del Capitalismo que no cumplen ningunas de las demás fases por sí mismas. La crisis desempeña una función restablecedora de equilibrios y, por tanto, reguladora de la producción capitalista. Esto se expresa a través de tres vías: a) Nivelación violenta entre la oferta y la demanda, b) Aproximación del precio y el valor, c) Estimula el crecimiento de la productividad del trabajo social, permitiendo el desarrollo de las fuerzas productivas . Sobre tal base, ha de considerarse a la crisis no sólo como la expresión del carácter contradictorio del sistema capitalista, sino también como su posibilidad material de superar un grado crítico de esas contradicciones, por lo que la crisis es un fenómeno esencialmente dialéctico.
La posibilidad de las crisis se deriva de la existencia del dinero, dado que este es el que provoca la ruptura en el tiempo del acto de compra – venta (base para la ruptura oferta social – demanda social ) en su función del medio de circulación; y posibilita además la inmovilización de un valor de capital, si está asociado a movimientos de dinero – crédito, o sea, la imposibilidad de pago de una deuda en condiciones de desarrollo del crédito, conduce a sucesivos incumplimientos de pago entre diferentes capitalistas, lo que les impide recuperar una parte o todo el valor capital inicialmente desembolsado, con lo que no se puede reiniciar el ciclo. Por eso la función del dinero como medio de pago es el otro aspecto que posibilita la crisis.
Dicho en los términos propios de Carlos Marx sería: “La posibilidad general de las crisis va implícita en el mismo proceso de la metamorfosis del capital, de un doble modo: de una parte, en la medida en que el dinero funciona como medio de circulación, por la disociación de la compra y la venta; de otra parte, en cuanto funciona como medio de pago, actuando en dos funciones distintas: como medida de valores y como realización del valor. Estas dos funciones en la crisis se disocian (…) Tales son las posibilidades formales de la crisis” .
Pero, si esa es la posibilidad formal, ¿cuál sería el contenido concreto de esta? Hay que decir que Marx analiza las condiciones específicas bajo las cuales ambas funciones del dinero llegan a aproximar la existencia de la crisis. En cuanto al dinero como medio de circulación explica “la dificultad de la venta – bajo el supuesto de que la mercancía que se venda tenga un valor de uso – proviene exclusivamente de la facilidad con que el comprador tiende a demorar la reversión del dinero a la forma mercancía. Y la dificultad de convertir la mercancía en dinero, de vender, proviene simplemente del hecho de que si la mercancía necesita convertirse en dinero, este no necesita convertirse directamente en mercancía, pudiendo, por tanto, ocurrir que la venta y la compra se divorcien” .
Al referirse al dinero como medio de pago indica: “En segundo lugar, en lo que concierne a la posibilidad de la crisis que obedece a la forma del dinero como medio de pago, el capital ofrece ya una base mucho más real para la realización de esta posibilidad ( …) Es simplemente, la posibilidad de la crisis desarrollada en el dinero como medio de pago, pero aquí, en la producción capitalista, nos encontramos ya con una trabazón entre los créditos y las obligaciones recíprocas, entre las compras y las ventas, en que la posibilidad puede convertirse en realidad” .
Ninguno de estos elementos vistos hasta ahora explicaría por sí mismos la existencia efectiva de la crisis económica. Estos son solamente elementos de posibilidad formal. Ahora, ¿cómo la posibilidad formal se convierte en realidad efectiva? Según la noción Marxista, esto ocurre en el marco general que representa la producción capitalista. Esta economía viene acompañada de dos características distintivas de su naturaleza: “la anarquía de la producción” por un lado y “un sistema cuya racionalidad objetivo es el lucro” . En el contexto de una economía capitalista, la crisis pasaría de posibilidad formal a realidad efectiva concretamente cuando sucedieran algunas de las dos siguientes situaciones: 1. Problemas de Acumulación, 2) Problemas de realización.
Veamos la primera situación. Los problemas de acumulación o de “transformación del dinero nuevamente en capital”, en lenguaje de Marx; pueden estar dados en dos factores. El primero de ellos dado en un incremento del valor del capital constante sin que medie necesariamente un incremento de su masa, principalmente en su parte fija. Tal incremento de valor ocurriría debido a las “malas cosechas” o a la “productividad natural” del trabajo del que brotan las materias primas que conforman a C; o puede deberse al incremento en la demanda de estos elementos tras un proceso de acumulación que priorice el componente C. Esta primera acepción responde según Marx a “la desproporcionada transformación del capital sobrante en sus diversos elementos. Estamos ante un caso de superproducción de capital fijo” . El segundo de ellos, y directamente conectado al primero está relacionado con la situación del capital variable y el elemento trabajo. Debido al incremento en el valor del capital constante fijo y del incremento de su volumen físico, se produce una disminución proporcional en la inversión en V y con ello de la demanda física de fuerza de trabajo. Según Marx, “En estas condiciones, la reproducción no podrá repetirse en la misma escala de antes. Una parte del capital fijo quedará paralizada; un cierto número de obreros quedará en la calle” . De esto se deriva entonces la presencia de superproducción de capital y de fuerza de trabajo.
¿Qué se deriva de la crisis de superproducción por problemas de la acumulación? En primer lugar surge el desempleo y la desocupación de las capacidades productivas instaladas con la consecuente destrucción del capital, en segundo lugar habrá una caída en la tasa de ganancias al haberse incrementado la composición orgánica del capital. Los ingresos fijos de los demás agentes económicos en forma de impuestos, intereses, rentas del suelo, etc, se encuentran de pronto sin base imponible y son contagiados estos con la situación del capitalista en cuestión. Se trata así de un fallo en la reproducción del capital que ya no es sólo del capital individual, sino que se ha propagado al sistema económico en su conjunto.
La segunda alternativa para la crisis son los problemas de realización, o de reversión de la mercancía en dinero. Para el caso de un capitalista individual no poder realizar la plusvalía contenida en sus mercancías significa no lograr la valorización de su capital y su perecimiento como tal capitalista si esta situación es sostenida. A nivel de sistema es igual en este punto, pero infinitamente más complejo cuando se sabe que la realización del capital social descansa en proporciones intersectoriales e intrasectoriales en alto grado complejas y que en la sociedad capitalista no se planifican conscientemente y de antemano.
Cuando estas proporciones dejan de cumplirse, el proceso de reproducción se detiene. La evidencia más clara de esto es la superproducción de mercancías, o a nivel más visible, el exceso de oferta sobre la demanda. Al ser el exceso de oferta sobre la demanda el rasgo visible, muchos autores lo confunden con la causa de la crisis económica de superproducción y ven su base en la desproporcionalidad del proceso de producción social; mientras otros lo asocian con el subconsumo de la clase obrera.
La idea de la desproporcionalidad como teoría de la crisis puede ser una idea errónea, pero no totalmente descabellada. Incluso el propio Marx la maneja de cierto modo y para explicar algunas cuestiones puntuales, aunque también reconoce que “…, no hablamos acá de la crisis en la medida que descansa en la producción desproporcional, es decir, en la distribución defectuosa del trabajo social entre las esferas individuales de la producción. Esto puede ser considerado sólo en la medida en que la discusión se relaciona con la competencia entre los capitalistas. Allí, como ya se ha dicho, el ascenso o descenso del valor de mercado como una consecuencia de esta relación defectuosa da por resultado el retiro del capital de una esfera de producción y su traslado a otra, la migración del capital de una rama a otra. No obstante, está ya implícito en este proceso tendente a lograr el equilibrio el hecho de que supone lo contrario del equilibrio y, por lo tanto, puede llevar consigo la simiente de la crisis, y que la crisis misma puede ser una forma de lograr el objetivo”.
Una crisis general de superproducción podría llegar a desencadenarse con sólo suceder una crisis de superproducción en una rama crítica de la economía nacional, y esto daría pie a validar la teoría de la desproporcionalidad como fuente de la crisis, pero el propio Marx llama la atención nuevamente sobre el hecho de que hay que intentar explicar el por qué la rama crítica inicial llegó a una posición de superproducción, lo sucedido en el resto del sistema es sólo el efecto expandido de este evento. ¿Qué ha hecho no proporcional la producción de la rama crítica? Ese es el problema originario, el verdadero problema a resolver.
En cuanto al subconsumo, hay que decir que esta es otra hipótesis que en algún momento el propio Marx pareciera dar apoyo. Veamos su propia declaración que ha servido a muchos para presentarlo como defensor de tal teoría: “La causa última de todas las crisis reales sigue siendo la pobreza y el consumo restringido de las masas, en contraste con la tendencia de la producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas de tal manera que su único límite sería la capacidad absoluta de consumo de la sociedad toda” .
Economistas neomarxistas han tratado de esclarecer hasta qué punto Marx comparte o no esta visión. Por ejemplo, Maurice Dobb utiliza una idea de Marx citada por Engels en Anti – Duhring que descarga tal acusación de los hombros de Marx. La idea dice así: “Es una pura tautología el decir que la crisis se produce por falta de capacidad de pago del consumo… El que las mercancías no puedan venderse, no significa otra cosa sino que no se encuentran compradores que puedan pagarlas (a no ser que las mercancías en último término se compren para el consumo productivo o individual). Pero si se quiere dar a esta tautología un sentido más hondo diciendo que la clase obrera percibe una parte muy pequeña de su propio producto y que el mal se remedia tan pronto como perciba una parte mayor, es decir, que su salario aumente, habrá que objetar a esto tan solo que las crisis se preparan cada vez por un período en que el salario sube en general y la clase obrera realite recibe una mayor participación en la parte del producto anual destinado al consumo” .
Más adelante en la página 85 de su libro, Dobb vuelve sobre el tema y se cuestiona. “Existe alguna razón para interpretar su teoría como se interpreta con tanta frecuencia, como una teoría de infraconsumo? La respuesta que se da parecía esperable. “Creo que no puede resolverse fácilmente esta cuestión”. En verdad, sólo vuelve a explorar las citas de Marx que parecen validar la hipótesis del subconsumo como fuente de la crisis y aquellas que lo alejan de tal criterio.
Por su parte Paul M. Sweezy se cuestiona el hecho de “¿Hasta dónde podemos decir, entonces, que tenemos aquí una teoría desarrollada de la crisis a base del subconsumo? No parece ser posible ninguna respuesta precisa a la cuestión. Ciertamente, los pasajes citados pertenecen a partes muy dispersas de los escritos de Marx, y en ningún punto aparece el problema sometido a la clase de análisis extenso y laborioso que a menudo se encuentra en su obra. Por esta razón podría sostenerse que Marx miraba el subconsumo como un aspecto, no muy importante en el conjunto, del problema de la crisis” .
Pero según Sweezy, la polémica abarcó incluso la obra del mismo Lenin. Reproducimos a continuación el fragmento del libro donde Sweezy explica esta cuestión. “En la teoría de la crisis Lenin adoptó una posición muy semejante, aunque parece no haberla elaborado en detalle. Se confesaba adicto a la teoría de la desproporcionalidad que surge de la anarquía de la producción capitalista, pero declaraba enfáticamente que esa teoría no negaba la importancia y pertinencia de la propensión al subconsumo, afirmando claramente que el subconsumo, lejos de contradecir la explicación basada en la desproporcionalidad, es tan sólo un aspecto de ésta. (Y cita al propio Lenin): “La capacidad de consumo de la sociedad y la proporcionalidad de las diversas ramas de la producción no son de ningún modo condiciones individuales, independientes, inconexas. Por el contrario, cierto estado del consumo es uno de los elementos de la proporcionalidad”.
En resumen, creemos que lo que se puede deducir de la teoría marxista de la crisis es que estos elementos presentados hasta acá – problemas de acumulación y problemas de realización con sus subniveles – no son en realidad la causa última, efectiva, raigal de la crisis económica. Ellos son a su vez, causados, claro que a un nivel relativamente profundo de actividad, pero de todas maneras, causados. Tal causa a presentar como catalizadora de la crisis debe ser propia de las leyes generales del sistema capitalista, sólo así podría explicarse el carácter sistémico y universal de las crisis económicas en el Capitalismo y el hecho de que los problemas de acumulación, de realización, de valorización etc…, concurran todos juntos y de un golpe. La causa es una sola y única para todos estos factores.
Dobb va en la dirección correcta cuando apunta “Parece evidente, además, que para Marx la contradicción dentro de la esfera de la producción – la contradicción entre la creciente capacidad productiva, consecuencia de la acumulación, y la lucratividad decreciente del capital, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción de la sociedad capitalista – es la parte esencial del problema” . La causa básica de la crisis en el Capitalismo es la denominada contradicción económica fundamental de la sociedad burguesa, contradicción que en definitiva da concreción a la ley de correspondencia marxista. Todos los demás problemas son puntos en el mecanismo masivo y objetivo que supone el desarrollo de esta contradicción económica que está en la misma base y esencia de tal sociedad. Tal contradicción es por un lado resultado, y por otro lado, detonante de la ley de correspondencia.
Marx nos devela esta contradicción: “La contradicción entre el poder social general en que el capital se convierte y el poder privado del capitalista individual sobre estas condiciones sociales de producción se desarrolla de un modo cada vez más clamoroso y entraña, al mismo tiempo, la supresión de este régimen, ya que lleva consigo la formación de las condiciones de producción necesarias para llegar a otras condiciones de producción colectivas, sociales. Este proceso obedece al desarrollo de las fuerzas productivas dado el régimen de producción capitalista y al modo como este desarrollo se opera” .
El primer momento del concepto es la clave para entender la realidad de la crisis económica capitalista, y no sólo la de superproducción. El carácter cada vez más socializado de la producción acompañado del carácter cada vez más privado de la apropiación y, por tanto, de la regulación económica. De esta característica, surgida de la esencia del sistema de producción mercantil capitalista (vigencia de la propiedad privada y la producción mercantil) se derivan las incongruencias o desproporciones entre los sectores y al interior de ellos, los fallos en la acumulación, la imposibilidad de la valorización correcta del capital, la ruptura entre la producción y el consumo, entre la organización al interior de la empresa y a nivel social, etc. Parecería increíble pero esta gigantesca confrontación de procesos y sucesos tenía su génesis ya en el carácter contradictorio de la mercancía como célula económica de la sociedad burguesa.
En el segundo momento del concepto se da fundamentos para demostrar la necesidad histórica – objetiva de la transición al Socialismo a partir de las propias leyes de desarrollo internas del capitalismo.
El tercer momento de la frase es la comprobación de que este es un proceso asociado a la ley de correspondencia. Al estar empujado por el desarrollo de las fuerzas productivas (acumulación, innovaciones, etc,) es resultante de la ley de correspondencia, al estar colocado en una estructura socio institucional – económica (propiedad privada, estado burgués, etc) que lo afecta pero que a la vez es capaz de poner en riesgo o crisis, es catalizador de esta ley y de cambios en la sociedad burguesa. Esto demuestra como el sistema capitalista está materialmente afectado por las leyes del progreso histórico general como es el caso de la ley de correspondencia. La crisis cíclica de superproducción y el ciclo corto son una de las respuestas a las exigencias de tales leyes histórico generales que no puede desconocer el sistema capitalista.
De tal manera, la contradicción económica fundamental del sistema lleva al Capitalismo a las crisis, crisis que no eliminan tal contradicción, pero lleva al sistema también a la necesidad y posibilidad histórica de progresar y ajustarse a las demandas de su mecanismo vital: el proceso de acumulación, valorización y reproducción del capital social. Vale la pena citar aquí a Mandel cuando sentencia “Los efectos de la quiebra, para el conjunto del sistema, son saludables, por perjudiciales que puedan ser para los capitalistas individuales ”
Apartado II. Ciclos Largos de la Economía Capitalista.
II. a. Evidencia histórica.
En el apartado anterior pudimos estudiar el movimiento de la economía capitalista en lo que ha dado en llamarse ciclo recurrente, ciclo clásico, ciclo capitalista o simplemente ciclo industrial. En este apartado pretendemos presentar los principales elementos desarrollados en torno a otro tipo de movimiento típico del Capitalismo. Se trata también de ciclos vitales, ahora ciclos de mucha mayor extensión, y significación que los vistos anteriormente. Se trata de los Ciclos Largos de la Vida Económica.
Si el ciclo corto demuestra la incapacidad de la economía capitalista de crecer armónicamente, este ciclo largo demuestra que la sociedad y economía burguesa describe en el tiempo movimientos capaces de afectar todas sus estructuras y superestructuras, su propia morfología y fisiología, su carácter y naturaleza, y de hecho es capaz de afectar todos los procesos socioeconómicos que se desenvuelven en el sistema. Por otra parte, al interpretar el Capitalismo por este prisma podremos vaticinar con alto grado de efectividad el futuro despliegue del sistema en sus rasgos más generales. Otra cuestión importante es comprender que no se trata de dos visiones teóricas de la realidad capitalista, sino de, como veremos ahora mismo, dos formas de movimiento real del Capitalismo, donde una contiene a la otra.
Para los economistas que se han dedicado a este tema cabe poca duda acerca de la existencia real de los ciclos largos en la vida económica del Capitalismo. De hecho, se plantea que en la historia del Capitalismo se han sucedido cuatro de estos ciclos. En este primer apartado queremos presentar lo que puede ser denominado evidencia empírica de este proceso de larga data en el Capitalismo. Para eso nos apoyaremos en resultados de investigaciones presentados por los propios autores clásicos, o estudiosos de la cuestión.
Según el propio autor de “La Nueva Fase de Desarrollo Económico y Social del Capitalismo Mundial” “…, los investigadores de las fluctuaciones económicas están de acuerdo en que existe la repetición de los ciclos largos u ondas largas y la periodización es parecida; los periodos de Freeman, Soete, Louca y Mandel giran alrededor de las fechas de las ondas planteadas por Kondrátiev en 1926.
Kondrátiev reconoce dos ciclos largos completos, con duración de 60 y 47 años respectivamente, y la onda ascendente del tercer ciclo; Mandel habla de tres ciclos largos completos, el primero de 54 años y los dos restantes de 45 años, y una onda ascendente, que empezó en Estados Unidos en 1940 y en Europa en 1948 hasta 1973, y la posibilidad de que la onda descendente, que empezó en 1973, llegue a un punto de inflexión en 2000; Freeman- Soete, plantean cuatro ciclos largos completos, con duración de 60 años, el primero, y 50 los tres últimos; Freeman y Louca tienen tres ciclos completos, el primero de 68 años, los siguientes de 46 años promedio, y una onda ascendente hasta 1973” .
La evidencia estadística acerca de la existencia de los ciclos u ondas largas es abrumadora, centrándose en variables claves, que son: precios, producción, inventos e innovaciones, inversión de capital, comercio, salarios reales, actividad de la clase obrera, y guerras. Los siguientes cuadros ilustran algunas de ellas
Para este autor aquí citado “En estos cuadros se puede observar claramente la alternancia de las ondas largas de ascenso y de descenso de la actividad económica ”.
Esta gráfica refleja las ondas largas en la periodización más común y confirman la onda larga ascendente que empezó en los cuarenta y que terminó en los setenta.
La que presentamos a continuación, gráfica 3, refleja el desarrollo histórico de la tasa de ganancia en la economía de los Estados Unidos. La gráfica es de los investigadores franceses Duménil y Lévy ; Argumentan que la tasa de ganancia cayó considerablemente durante los setenta de tal grado que en 1982 fue solo el 57 por ciento de su valor promedio durante la década 1956-65, y en 1997 casi registra el mismo nivel de 1970; por tanto, señalan, que la recuperación desde mediados de los ochenta es importante pero aún parcial, porque se ha recuperado el 65 por ciento de la disminución -de 1956-65 a 1982.
Es en base a los estudios teóricos y validaciones empíricas realizadas por grandes representantes de la ciencia económica marxista y no marxista, de la cual hemos presentado una muestra aquí, y a partir de nuestras propias consideraciones de la lógica evolutiva del capitalismo; asumimos como totalmente válida la presencia de los ciclos largos de la vida económica, entendiendo que estos tienen un serio impacto sobre la totalidad de los procesos socioeconómicos que se suceden, y entre ellos el proceso de transición al Socialismo en sus niveles de potencialidad y realidad efectiva.
II. b. Fundamentación Teórico - Metodológica de los Ciclos Largos.
Un tema tan amplio ha sido tratado también de manera amplia y variada por todos sus teóricos. Especialmente lo ha sido la respuesta a la pregunta de a qué se deben estos ciclos y cuál es su naturaleza. Desde el punto de vista metodológico se pueden agrupar las respuestas en dos sectores. Los que explican que estos fenómenos con base a procesos y factores extraeconómicos - aquí entran a jugar autores como D. Gordom -, y los que lo explican en base a factores y procesos económicos o endógenos. En esta última lista se incluye la mayoría de los investigadores.
Al considerar que el ciclo largo es causado por factores endógenos, la divergencia entre los autores de esta perspectiva pasa a ser en cuánto a qué factores endógenos propiamente es susceptible el ciclo largo, y de hecho, a qué debe ser o no considerado como un fenómeno endógeno para estos fines analíticos. Dentro del sector de los que entienden el ciclo largo en base a factores endógenos están: a. Los que explican la periodicidad de la fase depresiva prolongada a partir de determinadas regularidades asociadas al proceso de innovaciones básicas. Entre ellos destaca el economista burgués J. A. Shumpeter. b. Los que consideran que la base material del proceso yace en la relación: dinámica de las innovaciones básicas – comportamiento de la cuota de ganancia. Entre ellos destacan Carlos Marx, Mershikov, Poliataev, y Ernest Mandel, y c. Los que explican el mecanismo de la fase larga depresiva a partir del comportamiento de la tasa de interés y su influencia sobre el capital de préstamo. Aquí aparece N.D.Kondratiev.
Veamos las particularidades de las teorías y bases metodológicas desarrolladas por estos autores y los resultados obtenidos por ellos. Comencemos por Shumpeter. Para este autor la fuerza motriz del capitalismo son las innovaciones. Siendo el Capitalismo un sistema en constante evolución, la causa estaba en “esa especie de mutación económica,…, a la que he dado nombre de innovación” . La innovación es algo capaz de realizar un cambio radical en las fuerzas productivas de la sociedad y/o en la estructura económica de la nación, asociada principalmente con el transporte, la energía, los métodos de producción, creación de un nuevo producto, etc. Se trata en fin de un cambio radical, histórico, en el despliegue de las fuerzas productivas.
Las innovaciones deberían ser capaces de generar nuevas empresas que a la vez ofertasen nuevos y diferentes productos en el mercado. Estas nuevas empresas serían capaces de desplazar a las antiguas empresas existentes y de llevar a cabo un nuevo e incesante proceso inversionista en toda la economía nacional, este proceso masivo terminaría con insuflar nueva fuerza al crecimiento económico. Estaríamos ante una fase ascendente de la economía.
En cuanto al inicio y causas de la fase contigua de descenso, Shumpeter basa su análisis en su concepción del entrepreneur, o emprendedor que fundan enterprise. Según esta teoría, los entrepreneur aparecen cuando son peores las condiciones económicas, son estos hombres especialmente capacitados para realizar innovaciones en el proceso económico. Cuando estos aparecen abren el camino a nuevos colegas que comienzan a disfrutar de la innovación socializada. Pronto la plétora de empresas se traduce en exceso de oferta de bienes en el mercado con la consecuente caída en los precios, surgen problemas de realización y valorización, finaliza el auge, lo cual puede dar paso a la crisis y bajo condiciones especiales, a la depresión.
Según Shumpeter “… Esto es explicado por el hecho de que esas invenciones y descubrimientos son continuamente hechos pero no son siempre lucrativas en el tiempo en que son desarrolladas. Cuando un empresario piensa que él puede arriesgarse a introducir una innovación, él lo hará. Si él logra éxito otros empresarios harán lo mismo no sólo porque mostró el camino para conseguirlo sino porque su éxito es una aventura. Consecuentemente, otras innovaciones seguirán y más fondos estarán disponibles para innovaciones adicionales las cuales en su momento producirán más bienes…Así como surge el auge los desórdenes empiezan a aparecer en la economía. Las innovaciones posteriores, ahora firmemente establecidas como una parte de los equipos productivos, convirtieron a más bajos precios una siempre en aumento oferta de bienes que tendían a inundar el mercado. Esto afecta a todos los productores, tanto a aquellos que introdujeron innovaciones como los que las adoptaron; los beneficios tienen a caer y se convierten en inseguros; de hecho, todo el futuro se convierte en dudoso” .
Shumpeter considera que la fase de auge prolongado se caracteriza por la difusión acelerada de la innovación tecnológica y, explica el tránsito del auge prolongado a la depresión prolongada, por el agotamiento de la reserva de innovaciones. La salida de la depresión la asocia con la acumulación a saltos de ideas e inventos aptos para su rápida aplicación. Es de notar que este autor considera al Capitalismo incapaz de prevalecer en la palestra universal por mucho tiempo más, él no creía que el capitalismo pudiera sobrevivir. Pero aún cuando reconoce el mismo desenlace que el Marxismo, no basa sus conclusiones en los mismos criterios.
“la tesis que he de esforzarme por fundamentar es la de que las realizaciones presentes y futuras del sistema capitalista son de tal naturaleza que rechazan la idea de su derrumbamiento bajo el peso de la quiebra económica, pero que el mismo éxito del capitalismo mina las instituciones sociales que lo protegen y crea, “inevitablemente”, las condiciones en que no les será posible vivir y que señalan claramente el socialismo como su heredero legítimo. Por consiguiente, mi conclusión final no difiere, por mucho que pueda diferir mi argumentación, de aquélla a que llegan la mayoría de los escritores socialistas, y en particular todos los marxistas” .
El argumento que maneja Shumpeter para defender la idea de la superación histórica del Capitalismo está asociada paradójicamente a la misma causa de éxito del sistema, éxito que haciendo que el sistema pierda los rasgos que lo hicieron triunfar. A medida que el progreso material se va consolidando, va surgiendo el crepúsculo empresarial, siendo que los empresarios son la función que dio dinamismo al capitalismo. Para el pensamiento económico burgués el empresario ha sido siempre identificado con la fuerza motriz del capitalismo, Shumpeter es, como se ve, un convencido de esta idea.
Shumpeter aporta también su teoría del proceso de “destrucción creadora”. Esta teoría aparece por primera vez en su obra Capitalismo, Socialismo y Democracia (1942). Este proceso de destrucción creadora es inherente a la existencia del Capitalismo y todos los agentes económicos están subordinados a esta dinámica si es que quieren sobrevivir. Para él este proceso es el “impulso fundamental que pone y mantiene en movimiento a la máquina capitalista” y, el “progreso técnico” capitalista es la destrucción de capital en los niveles donde penetra la competencia de la nueva mercancía o el nuevo método de producción. Para Schumpeter la empresa y el progreso técnico capitalista son “esencialmente una y la misma cosa”, o, dicho de otra manera, “el primero ha sido la fuerza propulsora del segundo” .
Veamos la relación: dinámica de las innovaciones básicas – comportamiento de la cuota de ganancia. Marx aunque no utiliza directamente la terminología ciclos largos, fundamenta la necesidad de la distinción entre la base material de la dinámica del desarrollo capitalista en el corto y el medianamente largo plazo. La base material para tal distinción de la extensión y profundidad del ciclo económico descansa en la diferente velocidad de rotación y reposición del capital fijo. La siguiente cita explicita la base material de la crisis corta. “La conclusión a que llegamos es que este ciclo de rotaciones encadenadas que abarca una serie de años y que el capital se halla obligado a recorrer por sus elementos fijos, sienta las bases materiales para las crisis, en que los negocios recorren las fases sucesivas de la depresión, la animación media, la exaltación y la crisis. Los períodos en que se invierte capital son, en realidad, muy distintos y dispares. Sin embargo, la crisis constituye siempre el punto de partida de una nueva gran inversión. Y también, por tanto – desde el punto de vista de la sociedad en conjunto – brinda siempre, más o menos, una nueva base material para el siguiente ciclo de rotaciones” .
Si la base material del ciclo es la velocidad de rotación y reposición del capital fijo marca la duración y extensión del ciclo económico, habrá que aceptar a duras penas que el siguiente fragmento de El Capital brinda la explicación racional de un ciclo económico más extenso que el simple ciclo de los negocios: “El capital invertido en materias primas o en stocks de artículos terminados circula con menos rapidez; puede circular acaso dos o cuatro veces al año, según el tiempo que haya de transcurrir entre la compra de las primeras y la venta de los segundos, siempre y cuando que compre y venda a base de los mismos plazos. El capital empleado en herramientas y máquinas circula más lentamente aún, puesto que por término medio sólo describirá su rotación, es decir, sólo se consumirá y renovará, acaso una vez cada cinco o diez años, aunque algunas herramientas se agoten ya en una sola serie de operaciones. El capital invertido en edificios, por ejemplo, en fábricas, tiendas, almacenes, graneros, caminos, obras de irrigación, etc., parece no circular en absoluto. Sin embargo, en realidad estas instalaciones se agotan completamente ni más ni menos que las anteriores, en la medida en que contribuyen a la producción, y necesitan ser reproducidas para que el productor pueda continuar sus operaciones. La diferencia está en que se consumen y se reproducen más lentamente que las otras… El capital invertido en ellas sólo revierte tal vez cada 20 ó 50 años” .
Este fragmento aparece en un acápite completamente técnico de su libro. No se pretende aquí por parte de Marx exponer su doctrina de los ciclos largos, esta es una conclusión que parece más bien deducida por quienes de todos modos quieren ver en Marx una sistematización de tales ciclos. Tal cosa, como ya vimos antes, no existe, ni para los ciclos largos ni para los cortos. Es un conocimiento que se puede asimilar de la obra de Marx, pero no hay razón suficiente para decir que es una teoría acabada.
Lo que más directamente y extensamente trabaja Marx en este sentido del comportamiento económico es la conexión dialéctica del proceso técnico y cambios en la estructura del capital con el proceso general de la reproducción y la dinámica de la cuota de ganancia. A modo de recordatorio sólo exponer esta frase que sintetiza la noción marxista “Conflicto entre el medio utilizado, desarrollo incondicional de las fuerzas productivas, y el fin perseguido, la valorización del capital ”. Es así como se expresa el proceso de acumulación capitalista. La tendencia descendente de la tasa de ganancias es el reflejo de esta contradicción.
En la concepción de Marx, en la relación de interdependencia progreso técnico – tasa de ganancias el factor activo, determinante, es el comportamiento de la tasa de ganancias. Fundamenta como la manifestación de la tendencia decreciente de la tasa de ganancias contribuye al empeoramiento general periódico de las condiciones de realización de la plusvalía que aparece inevitablemente cuando termina la ola de grandes inversiones en la creación de nuevas tecnologías. Cuando esta tiene un comportamiento positivo, el sistema arriba a fases de expansión económica. Así, el sistema capitalista gira en torno a la dinámica corriente de la tasa de ganancias. Es esta relación progreso técnico – tasa de ganancia el argumento de Marx para explicar las fases del ciclo vital capitalista.
La posición de Marx no es la única que vincula el comportamiento de la tasa de ganancia con la dinámica a largo plazo del sistema capitalista. Para Menshikov la onda larga tiene un mecanismo interno propio y los factores endógenos ocupan un rol central, estando determinados los momentos de viraje ascendente y descendente por las contradicciones entre la cuota media general de ganancia del sector monopolista y la cuota de ganancia de cada capitalista.
Los economistas soviéticos Poliataev Isabelivo en su trabajo “La Cuota de ganancia y el Interés en Estados Unidos e Inglaterra”, plantean; que la cuota de ganancia es por una parte indicador de efectividad de la producción capitalista y por otra parte, estimuladora y reguladora del proceso de reproducción. La disminución de la cuota de ganancia refleja la disminución de la efectividad económica, la superacumulación de capital, la agudización del conflicto entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción cuando estas últimas se convierten en una traba al desarrollo de las primeras. Estas contradicciones no se resuelven en el transcurso de las crisis normales frecuentes sino que se trasladan de un ciclo a otro acumulándose poco a poco.
Para la solución de estas más prolongadas contradicciones son necesarias crisis más duraderas y destructoras, las llamadas grandes depresiones que dan un impulso significativo a la reestructuración de la economía y hasta un determinado grado modifican una serie de formas superficiales de las relaciones sociales de producción.
Para estos especialistas la alternación de altas y bajas ritmos prolongados de crecimiento económico u ondas largas son, en primer lugar, la forma específica de desarrollo de la economía capitalista en el largo plazo, basada en la acción de las leyes de la ganancia capitalista. Precisan como, el aumento de la cuota de ganancia se observa en los períodos de reanimación, en el transcurso de la cual comienza a descender poco a poco, acelerándose esta disminución en los períodos de la inestabilidad .
Otro importante autor contemporáneo de esta vertiente b es Ernest Mandel. La definición primordial de Mandel es que las ondas largas son de “acumulación acelerada y desaceleración determinadas por ondas largas en el ascenso y el descenso de la tasa de ganancia”; por ello, estos movimientos “no están determinados por un solo factor sino que deben ser explicados por una serie de cambios sociales”. La teoría de Mandel intenta retomar el método marxista de análisis y realiza una importante crítica de la teoría desarrollada por Kondratiev acerca de los ciclos largos, principalmente la explicación monocausal que da Kondratiev al ciclo, el hecho de que no reconozca el impacto que realiza el progreso técnico sobre la dinámica capitalista y que no emplee la tasa de ganancia como indicador principal para analizar el ciclo.
Para Mandel las ondas largas son de “acumulación acelerada y desaceleración determinadas por ondas largas en el ascenso y el descenso de la tasa de ganancia; por ello, estos movimientos “no están determinados por un solo factor sino que deben ser explicados por una serie de cambios sociales”. La primera parte de la confirmación lo sitúa de lleno en el grupo 2b, la segunda parte de la idea deja ver claramente que para este autor el movimiento de la tasa de ganancia y con ella del ciclo largo capitalista no está determinado por una corriente monocausal, sino que incluye elementos variados, de la estructura económica y la superestructura política, institucional e incluso ideológica.
Mandel consideraba que su contribución específica a la solución del problema de las ondas largas consistía en “relacionar las combinaciones diversas de los factores que pueden influir en la cuota de ganancia con la lógica del proceso de acumulación y valorización de capital a largo plazo, basado en brotes radicales de renovación o reproducción de la tecnología productiva fundamental”. En el caso de las ondas largas expansivas son esenciales los factores (llamados sociales, extraeconómicos, y superestructurales) que influyen en la tasa de ganancia: una caída brusca del costo de las materias primas, una expansión repentina del mercado mundial, nuevos campos para la inversión de capital, un ascenso rápido de la tasa de plusvalía, guerras y revoluciones. Entonces, “la combinación diferente de factores desencadenantes” es la causa de “aumentos sucesivos y repentinos en la tasa general de ganancia”, y de una onda larga expansiva.
Mandel enfatiza en los factores extraeconómicos (como las guerras, revoluciones, contra-revoluciones, conquistas coloniales, derrota de la clase obrera internacional, incremento del ejército industrial de reserva) como el “punto de partida de una onda larga expansiva”, mientras que “la propagación y generalización” de esta onda expansiva se explica por “la lógica interna y las contradicciones inherentes a la acumulación de capital” . Así puede apreciarse que la causa del viraje hacia una onda larga expansiva se encuentra en factores eminentemente subjetivos, pero que transmiten su influencia primero que todo a la tasa de ganancia y esta luego al mecanismo económico.
Luego de asignarle un papel crucial a la tasa de ganancia de largo plazo y subrayar su condicionante extra-económico, Mandel localiza esta última determinación en el desenlace de la lucha de clases. Destaca que cuando la clase capitalista logra estabilizar su dominio mediante derrotas significativas de la clase trabajadora reaparece la ¨confianza¨ y se crea el marco adecuado para el inicio de largos períodos de crecimiento. En la literatura económica se denominan ¨shocks sistémicos a estos cambios en el contexto políticosocial, que los marxistas interpretan como resultantes de la confrontación clasista.
En su revisión de 1993, Mandel introdujo el concepto ciclo de la lucha de clases para ilustrar cual es la relación histórica que existe entre las etapas de evolución económica y los ascensos-reflujos de la lucha social. Destacó la interacción entre ambos procesos, pero subrayando que la lucha de clases tiene una dinámica autónoma más relacionada con la tradición político-sindical de la clase trabajadora, que con el rumbo de la actividad económica .
Pasemos ahora a la teoría de N Kondratiev, autor paradigmático de esta área del pensamiento económico universal. Kondrátiev para determinar la existencia de los ciclos largos analizó datos como los precios de mercancías al mayoreo , la tasa de interés , el salario nominal de obreros agrícolas y textiles , el comercio exterior , la producción de carbón, de hierro, de plomo, para el caso de Inglaterra; también estudió, con éstos y con otros indicadores, países como Francia, Estados Unidos, Alemania.
Encontró, desde finales del siglo XVIII hasta el momento de la publicación de su trabajo, en la década de 1920, dos ciclos y medio. Cada uno lo dividió en dos fases, una ascendente y otra descendente, las llamó ondas
Las fases cíclicas descubiertas por Kondratiev son las siguientes :
Primer Gran Ciclo: El ascenso duró desde fines de la década de los ochenta a principios de la del noventa del siglo XVIII hasta 1810 -17. El descenso duró desde 1810 -17 a 1844-51.
Segundo Gran Ciclo: El ascenso duró desde 1844 51 hasta 1870-75.
El descenso duró desde 1870 – 5 hasta 1890-96.
Tercer Gran Ciclo: El ascenso duró desde 1890 -96 hasta 1914-20.
El descenso empieza probablemente en los años de 1914 a 1921.
En estos trabajos Kondratiev considera haber hecho descubrimientos estadísticos que, en realidad, son de gran importancia. Entre esos descubrimientos está el propio planteamiento cronológico que aparece anteriormente. Veamos otras dos:
1. los movimientos de las series que hemos examinado y que van desde fines de siglo XVIII hasta la época actual muestran grandes ciclos descubiertos como resultados accidentales de los métodos empleados. Con tal interpretación puede asentarse que estas oscilaciones se han manifestado con períodos casi iguales en todas las series importantes que se examinaron.
2. Las largas oscilaciones que hemos establecido antes, relativas a las series importantes de la vida económica, son internacionales y los períodos de estos ciclos se corresponden bastante bien en los países capitalistas europeos. Sobre la base de los datos que hemos presentado, podemos aventurar la afirmación de que los mismos períodos se observan en Estados Unidos. Sin embargo, la dinámica del desarrollo capitalista y, especialmente, la periodicidad de las fluctuaciones en este último país, pueden presentar características peculiares.
Pero lo más interesante de la teoría de Kondratiev resulta ser las características empíricas de estos ciclos. Es precisamente este aspecto el que permitiría arrojar luz sobre las probabilidades del desarrollo capitalista entendiendo que el sistema en un momento determinado siempre está ubicado en algún punto de estos grandes ciclos, y podrá caracterizarse su situación presente y futura. Presentamos aquí las características definidas por Kondratiev que nos parecen más fundamentales y vigentes.
1. Las grandes oscilaciones pertenecen realmente al mismo proceso dinámico y complejo en que se desenvuelven los ciclos intermedios de la economía capitalista, con sus fases principales de expansión y depresión. Sin embargo, estos ciclos intermedios obtienen cierto sello de la misma existencia de las grandes oscilaciones. Nuestra investigación demuestra que durante la fase de ascenso de los ciclos largos son más numerosos los años de prosperidad, mientras que durante el descenso predominan los años de depresión.
Como se aprecia, en el primer momento de la característica encontramos la idea de que si bien los ciclos cortos influyen sobre los largos, estos últimos contienen a los primeros, de ahí se infiere lógicamente que gran parte de la naturaleza de estos ciclos cortos va a estar condicionada por el momento específico que atraviesa el capitalismo en su movimiento de largo plazo.
Pudiera creerse que la presencia de un carácter expansivo en el ciclo corto de forma recurrente termina dando a nivel global una tendencia ascendente, de aquí que lo que se percibe como onda ascendente a largo plazo sea la sumatoria del movimiento de los ciclos cortos. Pero lo que defiende básicamente Kondratiev es lo contrario, es el contexto que genera el ciclo largo en su onda ascendente lo que propicia la ocurrencia de más numerosos años de prosperidad y menos en la onda descendente.
2. Durante el descenso de las grandes oscilaciones, se hace un número especialmente grande de descubrimientos e invenciones en la técnica de producción y de comunicaciones, que en general son aplicados en gran escala sólo hasta comenzar el gran ascenso siguiente.
En verdad, y esto lo comprueba Mandel, el surgimiento de las revoluciones tecnológicas del pasado coincidió con las ondas recesivas de los periodos 1824-47, 1874-1893, 1914-39; y determinaron la aparición de la onda expansiva correspondiente a 1847-73, 1893-1914, 1940-73. Para Kondratiev, diez o veinte años antes de una onda expansiva se registran cambios importantes en la capacidad tecnológica del Capitalismo.
En los Estados Unidos se ha planteado la hipótesis de que en la década de los 90 se dieron importantes cambios de este tipo, asociados a las Tecnologías Informáticas (enfáticamente hardware, software y telecomunicaciones). Estas tecnologías estarían encontrando aplicación en la actualidad, conservando así la distinción que hacía Kondratiev entre innovación y aplicación. El debate en los Estados Unidos a girado en torno así a la denominada Nueva Economía identificada con revolución tecnológica. Es en ese aspecto que queremos centrar la atención.
El debate en torno a la Nueva Economía, entendida en el sentido que la vemos acá, se centra en si se justifica o no la hipótesis de que el crecimiento de la productividad del trabajo registrado en los años noventa en los Estados Unidos responde a la influencia directa de las IT o si responde a otras causas. Los defensores de la hipótesis positiva refieren que todas las ramas que incorporan nuevas tecnologías informáticas ven crecer sus tasas de rentabilidad, los que plantean la hipótesis contraria aseguran que, fuera del propio sector de la computación y las informáticas, este proceso de incremento de la productividad no existe, se niega así un impacto revolucionario de estas tecnologías en el modo tecnológico de producción del capitalismo. Se descontaría de esta manera la posibilidad también de una Tercera Revolución Industrial en el Capitalismo, y con ello la base material para el inicio de una onda larga expansiva en los 2000s.
En los propios Estados Unidos el debate no cierra, pero la opinión parece aprobar la hipótesis de una cambio tecnológico profundo, sino de una Tercera Revolución. Cabría considerar acá que el debate se concentra especialmente en los Estados Unidos, y en menor medida, en Europa y Japón. El resto del mundo capitalista no tiene nada que discutir. Pero, es importante considerar que este tipo de eventos históricamente siempre ha sucedido en un grupo de países bien localizados y con esto basta para hacer girar la economía mundial hacia un nuevo paradigma. Esta vez pudiera ser así. Por otra parte, si no se trata de una revolución tecnológica con todas la de la ley, creemos que es también iluso negar absolutamente la existencia de un proceso importante a partir de los noventa. Consideramos que la base técnica – material para el sostenimiento de una onda larga expansiva está dada por el desarrollo y aplicación de las IT., y que al ser un proceso no tan amplio como una Gran Revolución Industrial, servirá para dar al Capitalismo una onda ascendente que no será tampoco la más extensa de su historia, pero que jugará su papel.
3. Al iniciase un gran ascenso, aumenta por regla general la producción de oro, y el mercado mundial (de mercancías) generalmente crece por la asimilación de países nuevos y, especialmente, de países coloniales.
Hoy es válido recordar que no existe el patrón oro y que su lugar es ocupado por la liquidez mundial expresada en papel moneda, pero aún así, se comprueba históricamente que la masa monetaria no ha dejado de crecer para dar abasto al incremento de la actividad productivo – comercial del Capitalismo, es de hecho esta la causa fundamental por la cual las naciones tuvieron que abandonar el uso del oro.
Hoy parece ser más claro aún que la creación de moneda está subordinada a las necesidades de la economía en su desarrollo, por lo que tal proceso estaría subordinado a estos ciclos planteados por Kondratiev con aún más claridad que en la época del oro como moneda o patrón, donde la escasez material de este elemento significaba a la larga una traba a la expansión de la oferta.
La idea es que, ante un ascenso de la actividad económico – productiva, la masa monetaria se ampliará para dar liquidez al sistema. Esto, aún sucediendo de otra forma, ocurre en el mismo sentido que lo plantea Kondratiev. Es la marcha de la producción capitalista la que subordina la creación de dinero.
4. Es durante el período de crecimiento de las grandes oscilaciones, es decir, durante el período de alta tensión en la expansión de las fuerzas económicas cuando, por regla general, ocurren las guerras y revoluciones más desastrosas y extremas.
Consideramos que acá Kondratiev se pone en un terreno que no fue, ni ha sido, muy pisado por los pensadores marxistas, el hecho de cómo la dinámica del Capitalismo – más allá del debate desarrollo o subdesarrollo-, influye sobre las posibilidades del proceso de transición al Socialismo. Si este es al fin y al cabo un proceso socioeconómico, ¿por qué desgajarlo del tronco que necesariamente le da vida y carácter? Por lo demás, una afirmación como esta llevaría una comprobación histórica.
II. c. Naturaleza interna del Ciclo Económico Largo. La Crisis Estructural.
Pretendemos acá realizar una síntesis que incluya las principales características del ciclo largo como un todo, y los criterios consensuados acerca de las características de las dos ondas que lo conforman.
Ya vimos que estos ciclos alcanzan una duración que se mueve por los 50 – 60 años. Incluye en su interior los ciclos cortos y condiciona de hecho su funcionamiento. Su existencia parece estar vinculada a la lógica propia del sistema capitalista, a la dinámica del progreso científico – técnico, a la lucha de clases en torno a la distribución del ingreso nacional, a la dinámica de la tasa de ganancia, etc. No obstante, no existe como ya vimos una posición única o definitiva.
Se admite que este ciclo largo está compuesto de dos ondas. Una denominada onda larga expansiva, y la otra onda larga depresiva. La presencia de la onda larga expansiva se reconoce por dos elementos fundamentales: a) Entrada en funcionamiento de un mecanismo de regulación económica renovada, y b) Un crecimiento de la cuota de ganancia que estimula todo el curso de la reproducción. Como se puede apreciar, ambos elementos se sitúan en los mismos polos que denota la ley de correspondencia, la tasa de ganancias y su dinámica específica indica el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y su relación con las estructuras socio institucionales del sistema, el cambio en el mecanismo de regulación demuestra que el sistema tuvo la necesidad de hacer un cambio cualitativo en su naturaleza, debido al actuar de las fuerzas productivas. Parece ser que estos ciclos largos son una clara manifestación del accionar de la ley de correspondencia, parece estar la huella de su modus operandi.
La onda larga ascendente se caracteriza de manera general por los siguientes puntos: a) Un desarrollo acelerado de las fuerzas productivas, b) Una Incentivación del proceso de reestructuración económica, c) Desarrollo de nuevas ramas de la economía, d) Transformación de la base tecnológica de las ramas tradicionales, e) Aumenta el nivel de las inversiones, f) Se acentúa el proceso de acumulación vía concentración y centralización del capital, g) Desarrollo de nuevas formas de funcionamiento y realización de la propiedad privada capitalista, h) Se completa el proceso de cambios en los métodos y formas de organización y división interna del trabajo, i) Se completan y se disfrutan de los cambios en las formas de operar los métodos de explotación de la fuerza de trabajo y de obtención por ende de la plusvalía. J) Se amplía considerablemente el mercado interno a partir de un incremento de la demanda total sobre la producción de todas las ramas y también sobre la fuerza de trabajo lo cual crea las condiciones necesarias para un auge prolongado, k) Alto nivel de la tasa de ganancias, fruto de los proceso de transformación en la base técnica que comienzan a dar sus frutos en forma de alto grado de productividad del trabajo vivo .
La onda expansiva encuentra su límite máximo en lo que vamos a denominar punto de inflexión de la onda, dígase el momento o el espacio de tiempo en que la onda ascendente comienza a ceder ante la onda descendente. . Llamaremos punto de inflexión del ciclo al momento cuando la onda larga descendente comienza a dar paso a la ascendente, es decir, al fin de un ciclo largo y comienzo de otro. ¿Qué sucede en el punto de inflexión de la onda? La explicación de vocación marxista indica que al existir una alta tasa de ganancia, esto desestimula la inversión en adelantos tecnológico – científicos que puedan aplicarse a la economía, así el PCT comienza a desarrollarse de forma evolutiva. Poco a poco, el rendimiento del capital invertido tiende a ser menor, y cada adición al capital existente se expresa en una valorización menor. Así comienzan los primeros síntomas de la onda descendente. Es precisamente la caída de la cuota de ganancia bajo el efecto del progreso técnico, la que determina las condiciones para el viraje en la fase ascendente.
La presencia de la onda larga depresiva se reconoce por tres elementos fundamentales: a) Se produce un gradual decrecimiento de la cuota de ganancia que pone en peligro todo el curso de la reproducción, b) Se genera una crisis del mecanismo de regulación económica, c) El sistema es incapaz de dar lugar a la ley económica fundamental del Capitalismo bajo las nuevas condiciones de las fuerzas productivas. Una situación como esta sólo puede ser superada a través de una crisis en el sistema, pero no una crisis común y corriente, se trata de un problema derivado de la acción de la ley de correspondencia, condicionada además por la contradicción fundamental del sistema y, por tanto, la crisis debe ser de una profundidad y alcance colosal para poder encontrar la armonía perdida por el sistema y llevarlo a un estadío superior de su desenvolvimiento histórico. Esta función de “catapulta” la juega en el Capitalismo la Crisis Estructural. Esta crisis abre el camino a una onda larga depresiva, cuya principal función es garantizar la reestructuración económica y superestructural del sistema.
La tabla 2.2. representa la relación dialéctica que históricamente viene dándose entre la coyuntura de la correspondencia FP – RSP y la expresión concreta del Ciclo Largo.
Coyuntura de correspondencia FP – R.S.P. Impacto sobre el Ciclo Largo.
Momento I.
Correspondencia Normal. Desarrollo de Onda Larga Ascendente
Momento II.
Correspondencia Crítica. Crisis Estructural.
Momento III.
Correspondencia Perdida. Desarrollo de Onda Larga Descendente.
La Crisis Estructural puede ser considerada como un proceso de desajuste prolongado del sistema de proporciones de la estructura económica, es decir, del sistema de las relaciones sociales de producción, así como del sistema de proporciones asociadas a la determinación de la estructura técnico – productiva. Las mismas constituyen una forma de solución de contradicciones de la reproducción capitalista al más largo plazo, asociadas a desproporciones claves, decisivas, tanto desde el punto de vista ramal, territorial – nacional, como a nivel de la economía capitalista mundial, tanto de la estructura técnico – productiva como económica .
Desde nuestra perspectiva, la Crisis Estructural puede ser explicada como la crisis o la pérdida de efectividad por parte del sistema capitalista de funcionar en base a un Modelo Global de Desarrollo específico. Estos Modelos Globales son los mecanismos sistémicos que le permiten al Capitalismo lograr la valorización, acumulación y reproducción del capital social en un espacio de tiempo determinado. La solución de la Crisis entendida en este sentido es la implantación por parte del sistema capitalista de un nuevo Modelo Global de Desarrollo. Esta tesis se acerca al criterio de Jacques Gouverneur que considera la Crisis Estructural como una Crisis del Tipo de Crecimiento Capitalista vigente, cuya única solución es la asimilación de un nuevo tipo de crecimiento económico por parte del sistema .
Esta problemática descrita anteriormente aparece como resultado del desarrollo de la correspondencia dialéctica Fuerzas Productivas – Relaciones Sociales de Producción que, como se deja ver en la tabla 2.2. y 2.3. está muy vinculada al desarrollo al largo plazo del sistema capitalista. El Modelo Global se asienta sobre una determinada coyuntura del funcionamiento capitalista que se expresa a través del grado de valorización de sus capitales, cuando este se resquebraja el Modelo Global vigente entra en crisis y debe ser sustituido por uno nuevo. Esta consideración no niega la que comúnmente se maneja en nuestra literatura, pero indica una dimensión del problema no tratada.
A modo de ejemplos históricos de crisis estructurales se pueden referir las siguientes: 1) 1824 – 1849. Inglaterra. (Sólo la afecta a ella), 2) 1873 – 1893. Todo el mundo capitalista avanzado. Esta crisis puso en punto de fin al desarrollo de la Libre Competencia. Este es un período caracterizado por el estancamiento económico. De aquí surge el CM y con él el CMP, 3) 1929 – 1945. Todo el mundo capitalista. Esta crisis pone en extinción al CMP y da pie al CME, 4) 1970 – 1980. Todo el mundo capitalista. Esta crisis afecta al CME y conlleva al CMET .
Como se puede apreciar, estas etapas han coincidido con períodos de grandes depresiones en la vida económica del capitalismo, han coincidido también con procesos de crisis manifiesta de los respectivos mecanismos de regulación económica vigentes para dichos períodos históricos.
La Crisis Estructural no erradica del organismo económico capitalista las crisis de superproducción, pero parece ser que las segundas están más asociadas a la contradicción económica fundamental del sistema, dígase el carácter social de la producción y el privado de la apropiación y regulación, mientras que la primera está más asociada al funcionamiento de la ley de correspondencia, observando que esta ley es una ley general que demanda cambios sustanciales del organismo social si es que quiere prevalecer históricamente. Tales cambios sólo pueden ser generados por la crisis estructural.
Por demás, históricamente se reconoce que la crisis cíclica de superproducción tiene su mayor relevancia en el CPM, mientras que la Crisis Estructural la alcanza en el CM. Esto no es casual, el desarrollo de las fuerzas productivas en el CMP seguía una trayectoria no muy revolucionaria, podían corregirse los fallos a través de las crisis normales, cuando la Revolución Industrial rompió esa dinámica evolutiva, la crisis estructural se hizo sentir en Inglaterra. En el Capitalismo Monopolista las fuerzas productivas se desarrollan de una forma mucho más acelerada y violenta, por esta razón, la crisis estructural se pone a la orden del día.
Por su parte, la onda descendiente se caracteriza por: a) Una fase de crisis prolongada correspondiente al ciclo corto o recurrente, b) Incremento considerable de capacidades insuficientemente utilizadas, c) La manifestación de una contradicción fuerte de la acumulación en un período precedente, o lo que suele en llamarse crisis de superacumulación productiva.
Conclusiones.
1. Las Crisis Económicas como fenómenos inherentes y necesarios de la vida económica sólo aparecen con el surgimiento del Modo de producción Capitalista. Esto debido a las características esenciales de este régimen socioeconómico que tiene en la anarquía de la producción y el ansía individualista de ganancias sus principales bases, tanto para su desarrollo como para sus desequilibrios estructurales.
2. Las Crisis Económicas no deben ser entendidas como estados crónicos de la vida del Capitalismo, sino como momentos de su existencia y además como mecanismos de regulación y saneamiento del sistema, lo sitúan en condiciones críticas de su funcionamiento, pero brindan la posibilidad material para que pueda acceder a una nueva etapa de desarrollo en un estadio mas avanzado de su existencia.
3. Los movimientos cíclicos y las propias crisis se conjugan en dos vertientes fundamentales: a) Por un lado el denominado Ciclo Económico Corto que consta de dos ondas, una onda larga ascendente y una onda larga descendente. Las Ondas están asociadas en lo básico a la dinámica de las innovaciones tecnológicas, la dinámica de la cuota de ganancia, factores superestructurales, y a la correspondencia fuerzas productivas – relaciones sociales de producción. La crisis típica del Ciclo Largo es la Crisis Estructural, que puede ser interpretada como la crisis del tipo de crecimiento capitalista, de las estructuras socioeconómicas y técnico productivas, del patrón de acumulación vigente o del Modelo Global de Desarrollo Capitalista. b) Por otra parte está el denominado ciclo económico corto que consta de cuatro fases: crisis, depresión, reanimación y auge. La crisis es el momento principal de este ciclo y se apoya en la contradicción económica fundamental del sistema.
4. Se reconoce que la Crisis Económica de Superproducción es típica del Capitalismo Premonopolista y la Crisis Estructural del Capitalismo Monopolista, aunque de forma general ambas se conjugan en su desarrollo, demostrando que en realidad el sistema transita por ellas en dos niveles o ejes de desenvolvimiento; las fluctuaciones en los parámetros económicos se expresan en el ciclo corto, mientras que las contradicciones históricas del régimen se expresan a nivel de ciclos largos.
Recomendaciones.
1. Continuar realizando investigaciones teórico – metodológicas en el campo de estudio que significan los movimientos a largo plazo del sistema capitalista, descubriendo tanto sus contradicciones internas cómo las fuerzas y estructuras que le permiten sortear y resolver, al menos temporalmente, dichas contradicciones.
2. Integrar críticamente los postulados más desarrollados y objetivos que sobre la temática han desarrollado los economistas burgueses, especialmente Shumpeter y Keynes, pues si bien el marxismo enseña por qué las crisis y el ciclo es necesario e imposible de desterrar del Capitalismo, estos economistas brindan soluciones pragmáticas para escapar de tales procesos fatales.
3. Profundizar en el estudio de la Crisis Estructural como Crisis del Modelo o patrón de acumulación capitalista, toda vez que la historia económica del Capitalismo Monopolista muestra que hay una interdependencia bastante fuerte entre estos procesos.
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