"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Camilo Herrera
camiloherrera@raddar.net
Juan Diego Becerra
juandiego.becerra@raddar.net
John Valles
johnvalles@raddar.net
Ante el ruido generado por la explosión de la burbuja bursátil en el mundo entero, la pregunta es evidente, ¿hacía donde va la economía?; sin lugar a dudas no hay espacio para las versiones del fin del capitalismo ni mucho menos para el concepto de la estatización de las economías, pero si para una serie de reflexiones relevantes dentro de las tendencias globales de largo plazo.
Mucho de la crisis tiene que ver con la entrada de China al mercado, ya que ha causado un aumento significativo en la demanda de bienes básicos y en la oferta de productos baratos. Estos nuevos insumos en el mercado global han causado fenómenos muy importantes como la caída de los precios de los productos de confecciones y el aumento del precio del petróleo.
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Herrera, Becerra y Valles:
"Economía, ¿hacia donde va el viento?" en Contribuciones a la Economía,
octubre 2008 en
http://www.eumed.net/ce/2008b/
Afortunadamente el gran hito del crecimiento de China, los olímpicos, ya ha pasado y esto significa que el país asiático crecerá a una velocidad menor, ya que la necesidad de presentarse al mundo ya ha pasado; en alguna medida, ya no se deben estrenar ropa para mostrarse interesante para sus pretendientes.
Eso significa que la demanda por productos básicos se reducirá y que los precios de los mismos se ajustará a su dinámica histórica, bajo el supuesto que el mercado haya aprendido a no especular sobre derivados como los futuros de commodities o títulos hipotecarios.
Más sin duda el futuro próximo de la economía no depende de la actual crisis, a menos que se den regulaciones bursátiles, como pisos y techos de valoración de una acción más estrictos. La economía dependerá de dos grandes leyes: escases y población.
Bajo este concepto es evidente que las economías BRIC (Brasil, Rusia, India y China) afectarán ambas variables: aumentaran la población mundial y demandarán tantos bienes que aumentarán la escases. Para el caso de China, el fenómeno de inversión extranjera ya está dejando ver una tendencia bastante tranquilizadora, ya que el aumento de capital y de ingreso per capita, conlleva en su mismo un aumento de los salarios y por ende en su aumento de costos unitarios de producción, lo que reducirá lentamente la brecha de competitividad entre los países en vía de desarrollo y el gigante de Asía.
Por esto es evidente que por lo menos en los próximos 10 años el mundo crecerá a una tasa cercana del 2% con una tendencia decreciente, ya que el consumo de los BRIC crecerá pero cada día los precios relativos serán más equilibrados, esto se evidencia en un estudio de Goldman Sachs, donde el mundo desarrollado crece menos porque necesita bienes escasos y tiene menos población, mientras el resto del mundo aumenta su población y se convierte lentamente en exportador de alimentos procesados.
Pero cabe una gran amenaza. La historia de Japón nos deja ver un país que comienza copiado con baja calidad la producción mundial, se inserta en el mercado global, aumenta su calidad y por ende sus precios de mercado, puede ser forzado a devaluar su moneda y quedar con una infinita capacidad de compra, logrando acceder a posiciones estratégicas en el mercado global. Hoy, China a seguido estos pasos y sin necesidad de devaluación ya ha accedido a patrimonios bancarios.
Es difícil pensar que el libre comercio se vaya a contraer en un mercado donde unos compran y otros venden, como se ve en los mapas de comercio exterior de la Universidad de Michigan, donde el planisferio se deforma por la dimensión de los valores de comercio exterior.
El mundo según las Exportaciones de Bienes Básicos
El mundo según Importaciones de Bienes Básicos
Este intercambio global sin duda marca una de las grandes tendencias de la economía en e futuro: el equilibrio mundial de precios. Entre más proveedores existan de materias primas, más estable estará el precio y por ende se desembocará una mejora en las condiciones laborales en todo el mundo; conllevando a que los países productores de bienes básicos desarrollen valor agregado sobre estas exportaciones.
El mundo por Civilizaciones
Otra gran tendencia en la economía global será el diálogo económico entre civilizaciones, que es inherente al comercio exterior y a la comprensión de las condiciones culturales del otro, como consecuencia de las migraciones globales. Este fenómeno ya es claro en las poblaciones musulmanas y judías frente a los sellos Halal y Kosher, que son respectivamente sellos de calidad de producción con vinculo religioso según la civilización, y que se han globalizado gracias a las poblaciones de estas poblaciones dentro de naciones occidentales como Estados Unidos y España. Este fenómeno ha era evidenciado por Ronald Inglehart en la “revolución silenciosa” y refrendado en el “choque de civilizaciones” por Huntington y actualizado en “¿quiénes somos?”, donde se evidencia el cambio cultural del país del norte ante las migraciones globales.
Algunos ejemplos de Sello Kosher y Halal
Finalmente la última gran tendencia de la economía es la tendencia a los productos producidos en casa y gratis. A medida que la tecnología ha avanzado, los costos marginales de reproducción de originales tienden a cero y la capacidad de reproducción tiende a infinito, lo que hace el mundo deba hacer una fuerte reflexión en dos puntos fundamentales: la economía como ciencia de escases debe replantear muchas de sus teorías y el dinero físico tiende a desaparecer.
Esta segunda reflexión es una tendencia que se ve evidencia en la cantidad de pagos en línea que se hacen cada día, pagos de servicios públicos, arriendos y tarjeta de crédito, lo que lleva a la banca global a una clara migración de banca de intermediación a una banca transaccional, donde los bancos cobrarán más por transacción realizada y reducirán las tasas activas de crédito, lo que se fundamenta en el costo de oportunidad del tiempo, que hoy ya se considera un bien escaso, y aligerando el valor del dinero para consumo.
Durante este flujo de crecimiento de los BRIC, el comercio exterior, la culturalización de los mercados, la economía sin escases y el dinero más barato, el consumidor jugará un papel cada vez más importante, porque no sólo será un prosumidor (consumidor que produce lo que consume) como planteó Toffler, sino que cada día más será un activista político, lo que asegura la calidad del cambio, ya que si algún país o multinacional no cumple con los mínimos comunes de mercado y humanidad, como un salario justo y el desarrollo sostenible, castigará los productos no comprándolos y realizando manifestaciones y votaciones contra estas marcas. El consumidor adquirirá conciencia en el manejo de residuos y eso lo llevará a pensar en la empresa que le da sus productos.
El futuro de la economía ya se presenta en nuestra cotidianidad, y no debemos pensar que por una crisis bursátil hayamos llegado a un vértice de inflación en el mercado, por el contrario la economía encuentra la salida del capitalismo salvaje en un rol más activo del estado en los mercados colectivos pese a la tradición monetarista, entonces la política estará más vinculada a la economía.
El tema no es será qué sino el cómo. Los de izquierda son dados a liderar el mercado por medio de proteccionismo y expansión de gasto e impuestos, mientras los de derecha son dados a dejar que el mercado actué y reducir los impuestos. Esta diferencia es de fondo: unos creen que el rol del estado es recoger recursos para inyectarlos focalizados en la economía y dinamizar los mercados, mientras otros consideran que el mercado se dinamiza reduciendo impuestos y reduciendo la intervención del estado.
Paralelamente el rol de estado como garante de derechos es igualmente contrario. Para los de derecha el estado debe mantener el orden y para los de izquierda el estado debe velar por los derechos.
Si juntamos ambas posiciones vemos que los de izquierda dan libertad de derechos pero la quitan en la economía, y los de derecha dan libertad al mercado y reducen las libertades del ciudadano. So pena de esta reflexión se puede ver que existe una búsqueda de libertad de la persona, los de izquierda la ofrecen en derechos financiados por todos, y los de derecha en la libertad de elegir y del logro individual; uno fundamenta la libertad en el esfuerzo colectivo para asegurar metas comunes, mientras el otro la plantea en el marca de la acción individual.
Por esto, el futuro de la economía está claramente vinculado al ciclo político, que cada día más se relaciona con el consumidor, ya que históricamente la derecha a propugnado por defender la industria y la izquierda por defender el trabajador, donde algunos podrían decir que el punto de encuentro es el consumidor; por esto y todo lo anterior, es el consumidor el futuro de la economía, ya no el mercado.