"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Arnold Rubén Simoni (CV)
Universidad Nacional de Cuyo,
Argentina
arnoldsimoni@yahoo.es
RESUMEN
Se trata de un estudio sobre la existencia de dos economías: la real y la financiera. Se analiza el significado de los vocablos ciencia, economía, real y finanzas.
Y se arriba a una conclusión: el punto de partida es falso. Es muy Frecuente escuchar o leer sobre la existencia de dos economías: la real y la financiera. ¿Porqué no, la economía agrícola, la ganadera, o la industrial? ¡Porque la finanzas conecta al mundo! también Internet conecta toda la humanidad y no se considera una economía.
El propósito del presente estudio es analizar el ámbito de la ciencia económica y distinguir ambos conceptos, real y financiero.
Para ello, vamos a introducirnos en el tema, con una anécdota lingüística sobre
la importancia de la corrección del uso del lenguaje; luego, diremos que
entendemos por economía política; posteriormente, que significa real; a
continuación que trata la finanzas, y por último, como no puede ser de otra
manera, la conclusión y moraleja.
Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Rubén Simoni, A.:
"Dos economías" en Contribuciones a la Economía,
diciembre 2008 en
http://www.eumed.net/ce/2008b/
Cuando al Gran Maestro Chino Confucio –que vivió seis siglos antes de Cristo- le preguntaron que haría si se le otorgara la administración del país, respondió: corregiría el lenguaje. Ante el pedido de una aclaración, explicó: Si el lenguaje no es correcto, lo que se dice no es lo que se quiere decir. Y si lo que se quiere decir, no es lo que se dice, lo que debe hacerse no se hace. Y si no se hace lo que debe hacerse, las artes y la moral sufren menoscabo y la justicia se abandona. Y si la justicia se abandona, la gente es presa de confusión. Por eso el lenguaje no debe ser ambiguo, sino perfectamente claro. De ahí que lo primero que yo haría si me encomendasen la administración del país, sería corregir el lenguaje.
2. ECONOMÍA
La economía, originalmente denominada economía política, es una ciencia social, que estudia las relaciones humanas interesadas.
Social, porque trata sobre las relaciones humanas en comunidad, es decir, de todo conjunto de personas; pueblos y naciones. Dicha ciencia, procura descubrir y conocer las causas y consecuencias de ciertos actos sociales.
Relaciones, porque trata conexiones, correspondencias, tratos, comunicaciones de alguien con otra persona, real o legal.
Humanas interesadas, es decir de todos los hombres, en sentido lato, con algún interés en algo; lo contrario sería gratuito, de balde o de gracia, arbitrario, sin fundamento.
Suele definirse la economía, como la ciencia social que estudia los procesos de producción, distribución, comercialización y consumo de bienes y servicios. Sin embargo, todos ellos son efectos, conocimientos, derivados del estudio de la ciencia económica. Inclusive, la riqueza de las naciones es la consecuencia de fenómenos sociales interesados, pero no son la causa original, no son la génesis del fenómeno, no son el origen ni el núcleo del todo, no es lo que investiga la ciencia, sino una consecuencia del estudio del fenómeno económico.
Definir es fijar con claridad, exactitud y precisión la significación, en este caso, de la ciencia económica
Ciencia, es el estudio y análisis de un todo, para distinguir y separar sus partes y conocer sus principios y leyes. Por lo tanto, no son los hechos observados, como la producción, la distribución, la comercialización y el consumo, la esencia de la disciplina económica. Es la causa de dichos hechos, la razón y el motivo de la ciencia económica.
¿Y cual es la causa que origina la producción, la distribución, la comercialización y consumo de bienes y servicios?
Indudablemente la necesidad es la condición humana que origina la producción, distribución y comercialización de los bienes y servicios, para su uso y/o consumo y satisfacción; y la vida en comunidad, provoca el intercambio.
La necesidad puede ser física, psíquica o espiritual.
La ciencia económica observa, investiga y razona los fenómenos que suceden a partir de dichas premisas, sin distinguir clase, modo, lugar o forma del acontecimiento, con el propósito de deducir principios y leyes generales.
Si la necesidad no fuera una condición humana y el hombre un ser gregario, tampoco habría ciencia económica.
Si el discurso ha sido correcto, todos los fenómenos causados por dichas condiciones, corresponden a la disciplina económica.
Lo mismo que todas las propiedades de la materia, son estudiadas por la física; y todo cuanto se refiere a los astros, por la astronomía; la estructura, situación y relaciones de las diferentes partes del cuerpo de los animales o de las plantas lo abarca la anatomía; y todo lo concerniente a la composición de los cuerpos, lo comprende la química.
3. Real
Enseña el diccionario, que real es todo cuanto tiene existencia verdadera y efectiva. Que la realidad es la existencia real y efectiva de algo. Lo que ocurre verdaderamente. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico, ilusorio o virtual. Este último término indica lo que tiene virtud para producir un efecto, frecuentemente en oposición a efectivo o real. Lo virtual tiene existencia aparente, no real.
Y virtud significa actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos.
4. Finanzas
Término aplicado al conjunto de operaciones de compra venta de instrumentos legales de actividades económicas, denominados activos financieros, o título valores, que incluyen bonos, acciones y préstamos otorgados por instituciones financieras.
Los bonos son constancias de la deuda del emisor, que proporcionan un rendimiento fijo por el uso temporal del dinero.
Las características más importantes de los bonos son: el importe consignado en el mismo que es fijo y debe pagar el emisor a su vencimiento, la fecha de vencimiento (pago) y el beneficio (tasa de interés), que también es fijo.
En consecuencia, lo único que puede cambiar en cada transacción, conforme la ley del valor económico, es su precio, que puede ser inferior, igual o superior al consignado en el bono.
Los bonos que no están avalados por algún activo se suelen denominar obligaciones.
Las acciones preferentes son parecidas a los bonos y también proporcionan un dividendo (beneficio) predeterminado. La diferencia con los bonos es que no tienen plazo de vencimiento.
En cambio, las acciones ordinarias no tienen ni plazo de vencimiento ni dividendos estipulados.
Las transacciones realizadas entre el primer emisor (prestatario) y el primer prestamista son transacciones del mercado primario. Luego se pueden vender los activos financieros a otras personas, en lo que se conoce como mercados secundarios, denominados mercados de valores y Bolsas, tales como la de Nueva York, Tokio, Londres, Madrid, etcétera.
Los tenedores de acciones ordinarias son los auténticos propietarios de la empresa a la que pertenecen las acciones.
Observamos, entonces, que tanto los bonos, como las acciones preferentes u ordinarias, son elementos reales; comprobantes y medios que sirven para producir, trasladar y comercializar bienes y servicios, lo mismo que la semilla, el tractor, el reproductor, el barco, el avión, el tren, el exhibidor, la estantería, el ordenador, etcétera.
Sucede que la importancia, magnitud y complejidad económica y legal de los activos financieros, le han otorgado un espacio distinguido en el conjunto de las actividades económicas.
Pero todos los valores financieros están sujetos a las leyes económicas de oferta y demanda, es decir, de escasez y necesidad; son valores económicos.
Y como los bonos, acciones y créditos representan actividades concretas, son las fluctuaciones de dichas actividades concretas, las que determinan las condiciones de los activos financieros.
Sucede, por ejemplo, que cuando la demanda de las propiedades inmobiliarias baja, porque se ha saturado el mercado (por ejemplo), los precios inmobiliarios también bajan, tanto de los edificios, como de todas sus conexiones: bonos, acciones preferidas y acciones ordinarias de las empresas constructoras y anexas. Y los créditos otorgados a dichas empresas constructoras, propietarios inmobiliarios y las entidades financieras que otorgaron créditos inmobiliarios, también bajan de valor, por la misma causa original y el riesgo que implica.
Esta situación se traslada a los mercados de valores donde se transan los activos financieros y dado que las cotizaciones de las empresas del sector y vinculadas al mismo han bajado de valor, los indicadores de las variaciones de dichos valores acusan las mermas y se muestran negativos.
La recesión (atraso económico) ya había comenzado con la disminución de las transacciones inmobiliarias y su consecuencia, la baja de valores. Pero el sol aparece con todo su esplendor en la Bolsa de Nueva York, de Londres, de Tokio, de Madrid, de París; etcétera, y se cree y se dice, que la crisis es financiera.
La crisis no puede nunca ser financiera, porque los activos financieros son medios para la actividad económica. Si son medios, por propia naturaleza y definición no son fines, son medios y como tales pueden favorecer o no la actividad económica, pero no provocar la recesión económica.
Como ejemplo, otro medio económico que también favorece el intercambio: la moneda. Cuando desaparece, la actividad económica vuelve al trueque, pero continúa.
El orden de los fenómenos es todo lo contrario, una vez más, de lo aparente. No se resiente la actividad económica por falta de moneda sino que falta la moneda porque se ha resentido la actividad económica.
Cuando las transacciones interesadas son activas, la moneda circula continuamente de unos a otros y pareciera que su volumen fuera superior al real debido a la velocidad circulatoria, pero si las transacciones se resienten, disminuye su frecuencia, y su efecto, es una aparente disminución de la cantidad de moneda. Las transacciones (actividad económica) no se dejan de realizar, por falta de moneda, sino por falta de recursos económicos (medios) de los consumidores, es decir, por falta de trabajo.
La causa y consecuencias de las transacciones interesadas, que es la esencia de la economía, es la necesidad humana y cuando no se puede satisfacer, aparece la crisis y la depresión.
En síntesis. primero aparece el cambio de la situación económica: de un escenario de gran actividad a otro de escasa demanda (crisis), que se transmite y refleja en los mercados de valores, tanto en los precios de los activos financieros como en sus indicadores de variaciones; luego, pérdidas económicas, quiebras, depresión, es decir: desempleo masivo, baja actividad general, deflación, decreciente uso de recursos y bajo nivel de inversiones.
5. Conclusión
No sucede la crisis porque se resiente el crédito bancario o disminuyen los activos financieros, sino que se resiente el crédito bancario y disminuyen los valores de los activos financieros, porque ha sucedido la crisis económica, es decir, ha habido un cambio significativo en las condiciones del mercado. Los precios han dejado de subir o mantenerse y han comenzado a disminuir.
Las crisis, es decir, el cambio de cierta situación y su consecuencia, la recesión, no la originan los medios.
6. Moraleja
No se soluciona la recesión atacando su efecto.