"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
José Francisco Bellod Redondo (CV)
Departamento de Economía.
Universidad Politécnica de Cartagena, España.
bellodredondo@yahoo.com
RESUMEN: En este trabajo examinamos la crítica de Friedman a
la Curva de Phillips. Asumiendo que el salario real equilibra el
mercado de trabajo, demostramos la inconsistencia lógica del
análisis de Friedman: la verticalidad de la curva de Phillips sólo
es posible si el desequilibrio en el mercado de trabajo no afecta al
stock de capital de la economía. Finalmente, aplicamos nuestro
hallazgo a la economía española (1960 - 2003), utilizando la
metodología VAR, obteniendo que la curva de Phillips tiene pendiente
negativa en el largo plazo.
ABSTRACT: In this paper we analyze Friedman´s critique to
Phillips´ Curve. Assuming that real wage equilibrates labour market,
we demostrate it´s logical inconsistency: Phillips´ Curve
verticallity is only possible if labour market disequillibrium
does´nt affect to initial capital stock. Finally, we examine the
spanish case (1960-2003), using VAR methodology, concluding a
negative slope in Phillips´ Curve.
JEL Classification: E52, E32; C32.
Key Words: Phillips´ Curve, Monetarism, Wage Adjustment.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Bellod Redondo, J.F.: "La Curva de Phillips y la Crítica de Friedman" en Contribuciones a la Economía, diciembre 2007 en http://www.eumed.net/ce/2007c/jfbr-phillips.htm
Se ofrece a continuación parte del texto del artículo, sin
formato, gráficos, notas ni fórmulas.
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1. - Introducción.
La Curva de Phillips, esto es, la relación inversa entre inflación y
desempleo, constituye sin lugar a dudas uno de los elementos
centrales de controversia entre las principales escuelas de
pensamiento económico. A partir de la publicación del célebre
artículo del profesor Phillips (1958), en el que trataba de explicar
la regularidad empírica según la cual los salarios nominales y la
tasa de desempleo evolucionan en sentido inverso, los investigadores
han desarrollado una labor científica tan ingente como escasamente
pacífica. No en vano, las disquisiciones acerca de la virtualidad de
la Curva de Phillips han sido, y probablemente lo seguirán siendo en
el futuro, un campo privilegiado para las disputas entre keynesianos
y monetaristas.
El objetivo central de este trabajo es examinar el papel del
equilibrio clásico en el mercado de trabajo a efectos de
caracterizar la Curva de Phillips en el largo plazo. Se trata de
verificar si, como sostiene Friedman, en el largo plazo desaparece
el trade-off entre la inflación y el desempleo. En nuestra opinión
el análisis de Friedman es incompleto así que, partiendo de sus
mismos supuestos (equilibrio clásico basado en el salario real)
estudiamos la posibilidad de que una perturbación de la demanda
conduzca a una curva de Phillips no vertical (bien pendiente
positiva, bien pendiente negativa) en el largo plazo.
Partiendo de los mismos supuestos que Friedman dejamos a un lado la
controversia (sin duda central en el debate macroeconómico) sobre si
el equilibrio del mercado de trabajo se determina por los salarios
reales ó por la demanda agregada, esto es, si el mercado se comporta
de acuerdo a los supuestos monetaristas o a los supuestos
keynesianos. Aún dándose las condiciones del equilibrio clásico
concluimos que no es posible afirmar que en el largo plazo la curva
de Phillips sea vertical, más bien ese sería un caso particular. La
razón estriba en que, partiendo de un mercado de trabajo
inicialmente equilibrado, las perturbaciones de la demanda no sólo
nos alejan del equilibrio inicial, sino que pueden provocar
alteraciones irreversibles en la demanda de trabajo que impidan
retornar al equilibrio de partida. Así, por ejemplo, una política
expansiva no impide que el mercado de trabajo se re-equilibre allí
donde el salario real iguala oferta y demanda, pero no se trata
necesariamente del mismo salario real que prevalecía en el
equilibrio inicial. Otro tanto puede suceder con una política
deflacionista.
Finalmente, a efectos ilustrativos, aplicamos nuestro enfoque al
caso de la economía española en el período 1960 - 2003.
2.- La Curva de Phillips: Génesis y Crítica.
En su versión original, la Curva de Phillips era simplemente una
relación no lineal entre la tasa de variación del salario nominal y
la tasa de desempleo en el Reino Unido durante el período 1861 -
1913. Con el fin de garantizar que los resultados no estuvieran
afectados por perturbaciones de corto plazo, Phillips recurrió a
medias móviles de hasta 6 períodos, obteniendo la consabida relación
negativa y no lineal entre ambas variables especificada en la
ecuación [1]:
[1]
siendo la tasa de variación de los salarios nominales, y la tasa de
desempleo. La idea que subyace en la ecuación [1] es extremadamente
sencilla: la presión en el mercado de trabajo, dada por un bajo
nivel de , provoca elevaciones en los salarios nominales y
viceversa.
Como indica Desai (1989), la obra de Phillips constituyó una
revolución en varios sentidos. Desde el punto de vista metodológico
constituye un paso muy importante en la introducción de la teoría
del control y, sobre todo, de la econometría en el ámbito del
análisis económico; probablemente el paso más importante desde la
publicación de la obra de Klein (1950) sobre las fluctuaciones
económicas en los Estados Unidos. En el ámbito de la político, es a
partir de la publicación del trabajo de Samuelson y Solow (1960)
cuando este hallazgo se convierte en un popular instrumento de
estabilización macroeconómica al plantear una relación sencilla y
directa entre dos objetivos alternativos de política económica.
Finalmente, en el ámbito científico este hallazgo permitía construir
una teoría macroeconómica de la inflación que permitiese completar
la teoría keynesiana.
Pero la popularización de la Curva de Phillips fue también causa de
su decadencia: a las críticas de la escuela monetarista y ante la
necesidad de asegurar una especificación econométrica operativa, a
partir de la cual afrontar con fiabilidad el dilema inflación -
desempleo, los neokeynesianos respondieron con la proliferación de
versiones degradadas de la Curva de Phillips alejadas de su
concepción original. Así, pronto se abandonó la versión original
(ecuación [1]) y proliferó el tratamiento lineal de los parámetros
(y/o de las variables) de los modelos estimados tal y como muestran
destacados trabajos inmediatamente posteriores a la obra de Phillips
.
A la par que la Curva de Phillips ganaba adeptos en los círculos
políticos en la década de los ´60, se gestaba la contrarrevolución
científica que, de manos de Friedman (1967, 1976, 1993) y Phelps
(1970) la llevarían a la decadencia científica en la década de los
´70. Estos autores quebraron la línea de flotación del razonamiento
de Phillips con un argumento aparentemente incontestable. Estos
autores recuperaron una tesis fundamental de la economía clásica: el
equilibrio en el mercado de trabajo depende del salario real y no
del salario nominal, de modo que un exceso de demanda en el mercado
de trabajo se resuelve mediante la elevación del salario real, no
del salario nominal. Tomando idea de "tasa natural" que Wicksell
había empleado en relación al tipo de interés, postularon la
existencia de una tasa natural de desempleo y pronosticaron que todo
intento de reducirla mediante políticas expansivas se traduciría
exclusivamente en tasas cada vez mayores de inflación salvo en
presencia de ilusión monetaria. Posteriormente, el desarrollo de la
teoría de las expectativas racionales en los trabajos de Muth
(1961), Lucas (1972, 1973a, 1973b), Sargent (1973) y Sargent y
Wallace (1974) contribuyó a reforzar la crítica Friedman-Phelps: si
los agentes actúan racionalmente anticiparán el efecto inflacionista
de las políticas expansivas y las incorporarán a sus negociaciones
salariales de modo que el salario real siempre será el de
equilibrio. Ambas críticas conducen al mismo resultado: el carácter
vertical de la Curva de Phillips en el largo plazo y la desaparición
de la opción política entre desempleo e inflación. En el ámbito
práctico, la Curva de Phillips fue abandonada como instrumento de
política económica en la década de los ´70 dado que la combinación
de tasas crecientes de inflación y desempleo parecían corroborar las
críticas monetaristas.
Sin embargo, más de cuarenta años después de su irrupción en el
ámbito científico, la curva de Phillips vuelve a ser objeto de
atención por los economistas, principalmente entre quienes tratan de
rehabilitarla como fundamento de política económica . Cabe destacar,
por ejemplo, una creciente literatura inscrita en el ámbito
Neo-Keynesiano que trata de recuperar la curva de Phillips
comprobando la no linealidad de la misma. En este ámbito
encontramos, por ejemplo, los trabajos de Calvo (1983), Schaling
(1999), Colombo y Weinrich (2003), Mankiw (2001) ó Mankiw y Reis
(2001). Todos estos trabajos tienen como elemento común asumir algún
tipo de "rigidez" de precios que impide el equilibrio clásico del
mercado de trabajo. Sin embargo, nosotros creemos que no es
necesario recurrir a supuestos ad hoc, sino que la inconsistencia
lógica de la crítica de Friedman hay que hallarla partiendo de sus
propios supuestos.
3.- La doble crítica de Friedman.
En su formulación original, la crítica de Friedman se asienta sobre
dos postulados esenciales: a) que el equilibrio del mercado de
trabajo depende de los salarios reales y no de los salarios
nominales y b) que el análisis "estático" (de Phillips) impide
comprender la verdadera conexión entre inflación y desempleo, para
lo cual se requiere un análisis dinámico .
Además de argüir la relación falaz entre salario nominal y empleo,
la crítica de Friedman contrapone el carácter "estático" del
análisis efectuado por Phillips frente al carácter eminentemente
"dinámico" requerido para la correcta explicación del equilibrio en
el mercado de trabajo y para ello toma como modelo el enfoque de
Fisher (1926): "El artículo de Fisher se ocupa precisamente del
mismo fenómeno empírico que el profesor A. W. Phillips analizó en su
célebre artículo de Economica treinta y dos años después…Fisher
describía un proceso dinámico resultante de las fluctuaciones de la
tasa del gasto en torno a cierta tendencia media o normal…. El
profesor Phillips partió de la posición exactamente opuesta. Tomó el
nivel de empleo como variable independiente que pone en marcha el
proceso, y consideró la tasa de variación de los salarios como la
variable dependiente….Su argumentación era un análisis muy sencillo
basado en las condiciones estáticas de la oferta y la demanda" .
La afirmación de Friedman sobre el carácter estático del análisis de
Phillips es a todas luces injusta, tal y como señala Desai (1989),
ya que es precisamente uno de los introductores de la dinámica en la
macroeconomía. En realidad, a lo que Friedman se refiere es al
empleo del análisis parcial, esto es, el análisis de la repercusión
que la tasa de desempleo tiene sobre el salario nominal, dejando
fuera la evolución de los precios, de modo que los incrementos en el
salario monetario se identifican con incrementos del salario real.
Según Friedman, el carácter dinámico del modelo se introduce en el
momento en que incorporamos al análisis la variable "precios". Pero
en realidad, aun admitiendo esa "corrección" al análisis de Phillips,
seguimos encontrándonos frente a un modelo eminentemente estático.
En su demostración del carácter falaz de la curva de Phillips,
Friedman (1993, p 273) indica: "…supongamos ahora que por alguna
razón se produce un aumento muy extendido de la demanda nominal, que
mueve a los empresarios a contratar más trabajadores". A partir de
ahí recurre al mismo esquema "estático" que Phillips y nos muestra
como la citada perturbación provoca que el volumen de ocupación (y,
por tanto, la tasa de desempleo) se desvíe transitoriamente de su
tasa natural, esto es, del equilibrio que se alcanzaría dentro de
las limitaciones institucionales e informativas que prevalecen en el
mercado de trabajo en un momento dado.
En el Gráfico 1, tomado de Friedman (1993), se representa el
análisis "correcto" de la curva de Phillips. El equilibrio del
mercado de trabajo se produce para un salario real y un nivel de
ocupación , es decir, en la intersección de las curvas de oferta
(SS) y demanda (DD) de factor trabajo, según la conocida formulación
clásica, según la cual la oferta depende de la elección renta-ocio
del individuo y la demanda se obtiene de su productividad marginal
(dado el stock de capital). Cuando se produce un incremento nominal
de la demanda, tanto empleadores como empleados creen que se ha
producido una expansión (desplazamiento hacia la derecha) en la
función a la que se enfrentan como contrapartida en el mercado. Así,
los trabajadores creen que los empleadores están dispuestos a
contratar más trabajadores al mismo salario real, esto es, creen que
la nueva función de demanda es (DD'), generando un nuevo equilibrio
a un salario real mayor . Por su parte, los empleadores creen
enfrentarse a una nueva función de oferta de trabajo (SS'), lo que
determinaría un nuevo equilibrio a un salario real inferior al
inicial . El error de ambos agentes en la apreciación del verdadero
alcance de la expansión nominal de la demanda conduce a un
incremento "transitorio" del nivel de empleo, que pasa de a . Ese
desplazamiento transitorio da lugar a una reducción igualmente
transitoria en la tasa de desempleo. Pero,como el propio Friedman
afirma parafraseando a Abraham Lincoln, "puede usted engañar a todo
el mundo algún tiempo, puede usted engañar a algunas personas toda
la vida, pero lo que no puede usted es engañar a todo el mundo toda
la vida" : los trabajadores acabarán por reconocer que los precios
en general han subido, de modo que se moverán de "b" hacia "a". Por
su parte, los empleadores acabarán por darse cuenta de que es el
nivel general de precios y no sólo los precios de los productos que
ellos fabrican los que se han incrementado, lo que les lleva a
moverse de "c" hacia "a". En definitiva, tras un período transitorio
en el que han subido los precios y se ha reducido el desempleo, el
mercado de trabajo retorna a su equilibrio inicial, con la única
diferencia de que el nivel general de precios se habrá incrementado.
La conclusión es inmediata: en el corto plazo, en ese periodo
transitorio en el que los agentes son incapaces de apreciar el
verdadero equilibrio en el mercado de trabajo, se produce una
reducción en la tasa de paro y un aumento en el nivel de precios, de
modo que la curva de Phillips tiene pendiente negativa. En el largo
plazo, esto es, una vez que los agentes vuelven a tener conciencia
del "verdadero" equilibrio, la tasa de paro vuelve a su valor
inicial, de modo que la curva de Phillips es vertical y no hay trade-off
entre inflación y desempleo.
Gráfico 1
En nuestra opinión, aun si admitiéramos que son los salarios reales
los que determinan el equilibrio en el mercado de trabajo y que los
agentes no están condicionados por el volumen real de la demanda de
bienes, el análisis de Friedman se desenvuelve en un marco analítico
que lo invalida para efectuar conclusión alguna sobre la relación
entre inflación y desempleo. Si consideramos que el análisis de
Phillips es estático entonces debemos concluir que el análisis de
Friedman es igualmente estático (e incompleto), puesto que su
crítica transcurre comparando un equilibrio inicial y un equilibrio
inicial, sólo que empleando el par de variables en vez de .
En su crítica, Friedman nos ubica tácitamente en un "estado
estacionario" que no tiene por qué ser tal y que condiciona
irremediablemente el resultado final del análisis. Si admitimos la
variable tiempo, esto es, si admitimos la existencia de un estado
"transitorio" real, debemos tener en cuenta todo lo relevante que a
efectos de nuestro análisis tiene lugar en ese período: incluso en
el caso del análisis parcial, esto es, cuando trabajamos con el
supuesto de que lo que ocurre en un mercado o empresa particular no
afecta al conjunto del sistema, la introducción de la variable
"tiempo" nos obliga a explicitar el marco bien "estacionario" bien
"evolutivo" en el que nos encontramos. Como indica Schumpeter (1994,
p. 1050), "entendemos por estado estacionario…no un método, ni una
actitud mental del analista, sino un determinado estado del objeto
del análisis, a saber, un proceso económico que discurre con ritmos
constantes, o, por decirlo más precisamente, un proceso económico
que se limita a reproducirse a sí mismo". Además, emplear el
análisis parcial no implica necesariamente que hayamos de admitir
que nos desenvolvemos en un estado estacionario. Como aclara
Schumpeter (1994, p. 1051), "también podemos describir un proceso
evolutivo mediante una sucesión de modelos estáticos: así será
siempre que estudiemos perturbaciones de un determinado estado por
el procedimiento de indicar las relaciones estáticas dominantes
antes de que una determinada perturbación afectara al sistema y
antes de que este tuviera tiempo de superarla".
Si admitimos que existe un período "transitorio" en el cual la tasa
de desempleo se desvía de su valor de equilibrio estamos obligados a
considerar el efecto que el transcurso del tiempo tiene sobre el
análisis que realizamos: debemos considerar el cambio en las
condiciones sobre las que se construyó el equilibrio inicial. En
particular, si el nivel de ocupación se desvía de su nivel de
equilibrio también el output lo hace y, sin embargo, en el análisis
de Friedman durante el período "transitorio" no hay producción.
¿Para qué son contratados entonces los trabajadores que se hallan en
el segmento del Gráfico 1 ?. Si hay producción el equilibrio
definitivo no tiene por qué producirse necesariamente en la
intersección de las funciones (DD) y (SS), es decir, no tenemos por
qué restringirnos a un estado estacionario. Concretamente, aún
tomando como punto de partida una situación estacionaria la
existencia de producción puede desencadenar un proceso evolutivo, en
el sentido de Schumpeter antes citado, mediante la alteración de la
dotación de capital existente en el momento inicial.
4. - Ajuste salarial y stock de capital.
El equilibrio del mercado de trabajo en el que se basa la crítica de
Friedman supone una situación de corto plazo, esto es, una situación
en la que el stock de capital inicial está dado, pues de lo
contrario no podríamos determinar la función de demanda de factor
trabajo debido al conocido problema de la "circularidad" . En otras
palabras, el Gráfico 1 ha sido construido presuponiendo un valor
concreto . Si la perturbación de la demanda nominal alterase el
volumen de capital disponible, una vez superado el periodo
transitorio retornaríamos a una nueva situación de corto plazo en la
que la demanda de factor trabajo no vendría dada por la función (DD)
del Gráfico 1 y, consecuentemente, el nuevo equilibrio no tendría
por qué situarse en . Formalmente, supongamos un mercado de trabajo
clásico, en el que la oferta de trabajo viene dada por la elección
renta ocio, esto es, una función de pendiente positiva el tipo:
, , [2]
Supongamos igualmente que la demanda de trabajo equivale a la
productividad marginal del trabajo (positiva pero decreciente), dado
un stock de capital :
, , [3]
A título de ejemplo supongamos que la función de oferta de trabajo
tiene la forma:
[4]
Respecto de la función de demanda de factor trabajo partimos de una
función de producción Cobb-Douglas, de modo que la demanda de
trabajo será:
[5]
Suponemos, al igual que Friedman, que el mercado de trabajo se
equilibra mediante el ajuste del salario real. El equilibrio clásico
de mercado se obtiene igualando las expresiones [4] y [5], esto es,
en la intersección entre las curvas (DD) y (SS) del Gráfico 1 cuya
solución es:
, [6]
La cuestión clave radica en identificar si en el periodo
"transitorio" durante el cual los agentes recomponen su percepción
del equilibrio del mercado de trabajo, la perturbación de la demanda
y su incidencia en el nivel de producción son suficientes como para
alterar el stock de capital. Si suponemos que una fracción del
incremento que experimenta la renta se destina a incrementar el
stock de capital, esto es si:
, [7]
entonces el equilibrio inicial se altera en el siguiente sentido:
[8]
Como los elementos son todos no negativos, queda claro que el efecto
final de la perturbación de la demanda sobre el equilibrio depende
del signo de . Si tiene un valor positivo la función de demanda de
factor trabajo a la que se enfrenarán los trabajadores una vez
superado el período transitorio no será la original (DD): el
incremento en el stock de capital eleva la productividad marginal
del factor, para cada nivel de , de modo que la función de demanda
definitiva será (DD'') tal y como se muestra en el Gráfico 2. El
nuevo equilibrio se obtendrá con un nivel de ocupación y un salario
real mayor que en el equilibrio inicial.
En el Gráfico 3 hemos representado la curva de Phillips de corto y
largo plazo, así como el resultado de la perturbación de la demanda
sobre la dotación de capital. Según la crítica de Friedman, una
perturbación de la demanda traslada transitoriamente el equilibrio
desde el punto "a" hasta el punto "b": se verifica un trade-off
transitorio entre inflación y empleo. Pero el equilibrio definitivo
se produce en el punto "d": el mercado de trabajo se equilibra al
mismo salario real que en condiciones de partida sólo que ahora
prevalece una tasa de inflación superior a la inicial. En otras
palabras, según Friedman a largo plazo la curva de Phillips es
vertical y no existe trade-off alguno. Por el contrario, nosotros
sostenemos que el output adicional generado durante el período de
transición puede alterar el stock de capital, de modo que el
equilibrio definitivo se localizaría en el punto "c" (tanto si
atendemos al Gráfico 2 como si atendemos al Gráfico 3). En dicho
caso, la curva de Phillips tendría pendiente negativa aún en el
largo plazo y sería la curva que pasa por .
En realidad, nosotros no sostenemos que en el largo plazo la Curva
de Phillips tenga necesariamente pendiente negativa: ese es sólo el
caso particular con el que hemos ilustrado nuestro argumento, esto
es, hemos supuesto que . El equilibrio definitivo después de una
perturbación de la demanda depende tanto de la composición del gasto
como de elementos institucionales e idiosincrásicos que faciliten ó
dificulten la expansión del stock de capital. El resultado al que
llega Friedman, la Curva de Phillips vertical en el largo plazo, es
un caso particular resultante de imponer a priori la restricción .
El valor de , en combinación con la orientación de la política
económica, puede dar lugar a seis regímenes distintos según se
escribe en el Gráfico 4. Las regiones (II) y (V) muestran el
resultado en el largo plazo de las perturbaciones de demanda bajo el
supuesto . Es la conclusión de Friedman: no se altera la tasa
natural de desempleo y sólo obtenemos ajustes al alza (o a la baja)
en el nivel general de precios según sea el signo, expansivo o
contractivo , de la política implementada. Pero esa es sólo una
opción. Si las políticas de demanda tienen efectos reales en el
largo plazo. Concretamente en las regiones (I) y (VI) se verifica
que y las políticas expansivas (contractivas) aumentan (reducen) el
desempleo en el largo plazo: el incremento de renta se traduce en
una reducción del stock de capital, de modo que el equilibrio final
tiene lugar en una curva de productividad marginal inferior a la
inicial. Por el contrario, en las regiones (III) y (IV) se verifica
que y las políticas expansivas (contractivas) reducen (aumentan) el
desempleo de largo plazo: el nuevo equilibrio tiene lugar con una
productividad marginal superior al de partida.
Gráfico 4
5.- Aplicación a la economía española: 1960 - 2003.
¿Es razonable creer que puede tener entidad suficiente como para
alterar el equilibrio en el mercado de trabajo y condicionar la
pendiente de la curva de Phillips en el largo plazo? Como hemos
indicado más arriba, las características estructurales de cada
economía conducen a un resultado concreto. Nosotros aplicaremos
nuestra hipótesis al caso de la economía española para el período
1960 - 2003, a efectos de ilustrar la posibilidad de una curva de
Phillips no vertical en el largo plazo .
La estrategia de verificación a seguir se resume en el Gráfico 5, en
el que hemos representado la secuencia de ajuste correspondiente al
caso , concretamente la región (III) del Gráfico 4 (política
expansiva). Las curvas representadas muestran la productividad
marginal del factor trabajo para dos dotaciones distintas de factor
capital .
En un momento dado el equilibrio del mercado de trabajo se forma
teniendo en cuenta una dotación inicial de factor capital lo que nos
sitúa en un nivel de ocupación de equilibrio , es decir, en el punto
"a" . La perturbación de la demanda nos conduce transitoriamente al
punto "b", alcanzándose un nivel de empleo mayor al inicial. Hasta
aquí todo es idéntico al planteamiento de Friedman. Si la
perturbación no afecta al stock de capital , una vez que los agentes
reajusten sus expectativas y aprecien que "b" no es un punto de
equilibrio retornarían hacia "a", ya que en el punto “b” el salario
real y el nivel de ocupación resultan incompatibles entre sí. Pero
si la perturbación afecta al stock de capital disponible (por
ejemplo aumentándolo, esto es, ) el mercado no retorna de hacia "a"
sino hacia "b" dado que la dotación de capital ya no es sino .
Gráfico 5
La cuestión es ¿se altera la dotación de capital cuando se
implementa una política de demanda? En otras palabras ¿Puede causar
un salto desde hacia ? Para aplicar nuestro argumento al caso de la
economía española, incluiremos como variables iniciales la
desviación de la tasa de desempleo respecto de su tendencia y la
dotación de capital . La primera serie la hemos construido a partir
de los datos anuales de la tasa de desempleo que aparece en la
Encuesta de Población Activa elaborada por el Instituto Nacional de
Estadística (INE). A dicha serie le hemos aplicado el filtro Hodrick-Prescott
con un valor de , obteniendo la serie . Así, la desviación de la
tasa desempleo respecto del nivel correspondiente al output
potencial se define como . La serie está disponible en el servidor
estadístico del Banco de España para el período 1960 - 2003 y las
incluimos en el Cuadro 4 para facilitar la contrastación por parte
de otros investigadores. La serie de stock de capital, , está
disponible también en términos anuales en el servidor estadístico
AMECO de Eurostat y la incluimos en el mismo cuadro.
Comenzamos el análisis de estas series comprobando si son o no
estacionarias. Para ello aplicamos a las series y , en logaritmos
(denotadas con minúsculas), el Test Dickey – Fuller Ampliado (ADF).
En el Cuadro 1 hemos registrado el resultado del test. La serie es
estacionaria, esto es, . La serie contiene dos raíces unitarias,
tornándose integrada de orden 0 al calcular su segunda diferencia,
esto es, . Una vez identificado el orden de integración de las
series, analizamos la relación causal entre ambas. Para ello
recurrimos al Test de Causalidad de Granger (1969). Dicho análisis
sirve para detectar si entre dos variables e , además de
correlación, existe una relación de causalidad, lo cual resulta
especialmente relevante cuando tratamos con variables entre las que
se sospecha la existencia de relación espuria. Siendo el valor
estimado de teniendo en cuenta la información obtenida hasta el
período , se dice que causa si:
[9]
siendo e variables estacionarias la varianza del error de la
predicción de condicionada a la utilización exclusiva de la
información procedente de los retardos de dicha variable; y siendo
la varianza del error de la predicción de condicionada a la
utilización de la información de dicha variable y de . La aplicación
del test de causalidad consiste en la estimación, para cada par de
variables, de las siguientes regresiones:
[10]
[11]
Para cada ecuación se contrasta la hipótesis nula : , aplicando el
estadístico F. Es decir, contrastamos en la expresión [10] que no
causa en el sentido de Granger; y su viceversa en [11]. Este test
debe ser aplicado a series estacionarias de modo que contrastamos la
causalidad entre y . En el Cuadro 2 ofrecemos los resultados. El
análisis confirma la existencia de causalidad unidireccional que va
desde la perturbación del mercado de trabajo hacia la dotación de
capital. Esto confirma nuestra hipótesis de partida: cuando se
induce una variación en la tasa de desempleo que la aleja de su
valor correspondiente al output potencial, la dotación de capital
resulta afectada.
Para cuantificar la relación entre ambas variables, y teniendo en
cuneta que una de las series es estacionaria, , mientras que la otra
es integrada de orden 2, planteamos un modelo VAR irrestringido.
Como estos modelos deben plantearse a partir de series temporales
estacionarias, empleamos las series y .
Cuadro 1
Test Raíces Unitarias ADF
Cuadro 2
TEST DE CAUSALIDAD DE GRANGER
El modelo estimado se ofrece en el Cuadro 3 y en el Gráfico 6 hemos
representado la respuesta de la variable frente a una perturbación
en . En primer lugar se aprecia que las perturbaciones en el mercado
de trabajo provocan efectos permanentes en la dotación de capital.
En segundo lugar, en el caso de la economía española dicha relación
tiene signo negativo: una política expansiva que reduzca la tasa de
desempleo por debajo de su equilibrio inicial, es decir , provoca
una perturbación positiva en que tiene carácter permanente a largo
del tiempo, lo cual confirma que en el caso de la economía española
en el período analizado. En otras palabras, en el largo plazo la
Curva de Phillips de la economía española muestra una pendiente
negativa debido a la alteración del stock de capital inducida por
las perturbaciones de la demanda, frente a la verticalidad postulada
por Friedman.
Cuadro 3
ESTIMACIÓN DEL MODELO VAR
Gráfico 6
Gráfico 7
6. - Conclusiones.
En este trabajo examinamos la crítica de Friedman a la Curva de
Phillips, concretamente la posibilidad de que exista un trade-off
entre inflación y desempleo.
Asumiendo como supuesto de partida que el salario real actúa como
variable equilibradora del mercado de trabajo, esto es, asumiendo el
supuesto monetarista por excelencia en relación con dicho mercado,
hallamos que la verticalidad de la Curva de Phillips en el largo
plazo es tan sólo un caso particular. La desaparición del trade-off
entre inflación y desempleo en el largo plazo sólo es posible si la
perturbación que aleja transitoriamente al mercado de trabajo de su
equilibrio no afecta al stock de capital existente en la economía.
Si dicha perturbación aumenta o disminuye dicha dotación, el nuevo
equilibrio no tiene porqué producirse ni al nivel salarial real ni
al nivel de ocupación inicialmente existente.
A efectos de ilustrar nuestro análisis, hemos abalizado el carácter
estacionario de las variables que forman parte de nuestro estudio. A
partir de un modelo VAR hemos podido comprobar que las
perturbaciones inducidas por el mercado de trabajo modifican con
carácter permanente la dotación de capital en la economía española
en el período 1960 –2003. Concretamente, se verifica que las
políticas expansivas aumentan la dotación de capital, de modo que la
Curva de Phillips de largo plazo tiene en este caso pendiente
negativa frente a la verticalidad postulada por Friedman.
Cuadro 4
RELACIÓN DE VARIABLES UTILIZADAS
Bibliografía:
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