Galo Viteri Díaz (CV)
"Contribuciones a la Economía" es una
revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
CAPITAL SOCIAL Y REDUCCIÓN DE LA
POBREZA
Ministerio de Economía y Finanzas de Ecuador
gviteri@mef.gov.ec
I. Que
es la pobreza.
II. Concepto de capital social.
III. Clasificación del capital social.
IV. Utilidad del enfoque de capital social.
V. Cómo se mide el capital social.
VI. Importancia del capital social para el desarrollo.
VII. Capital social y pobreza: construcción comunitaria.
VIII. El capital social en acción: experiencias latinoamericanas.
IX. Sugerencias para aumentar o potenciar el capital social.
X. Hacia la politización del análisis del capital social.
XI. Reflexiones.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Viteri Díaz, G.: “Capital social y reducción de la pobreza" en Contribuciones a la Economía, noviembre 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/2007c/gvd.htm
I.
QUE ES LA
POBREZA
Según el Banco Mundial1, la pobreza es hambre, es falta de techo bajo el cual resguardarse, es estar enfermo y no poder ser atendido por un médico, es no poder ir a la escuela y no saber leer, es no tener trabajo, es tener miedo al futuro y vivir día a día, es perder a un hijo debido a enfermedades relacionadas con el agua impura, es impotencia, falta de representación y libertad.
La pobreza tiene varias dimensiones
que cambian dependiendo del lugar y el tiempo y se ha descrito de
varias formas.
Generalmente la pobreza es una situación de la que
uno se quiere escapar.
Por lo tanto la pobreza es una llamada a la
acción, tanto para los pobres como para los ricos, la pobreza es una
llamada a cambiar el mundo para que más ciudadanos tengan
suficientes alimentos, techo, educación y salud, protección a la
violencia y voz en sus comunidades.
II.
CONCEPTO DE CAPITAL SOCIAL
Existen diversas conceptualizaciones
del término “capital social”.
A continuación se presentan las más
relevantes:
Putnam2:
“Conjunto de
atributos que están presentes en una sociedad y que constituyen
intangibles que favorecen los emprendimientos: la confianza, la
reciprocidad y la acción social con arreglo a normas compartidas.
Estos atributos potencian formas de acción social que propenden a
los acuerdos y la acción en común por la vía de redes o de conductas
asociativas.
El capital social no es la participación grupal en sí
misma, sino los factores intangibles que lo explican y que generan
consecuencias positivas”.
Fox3: “El capital social comprende aquellas redes y relaciones sociales que facilitan la acción colectiva”.
Durston4:
“Conjunto de normas, instituciones y organizaciones que promueven la
confianza y la cooperación entre las personas, en las comunidades y
en la sociedad en su conjunto”.
Coleman5: “El capital social consiste en recursos insertos en la estructura de las relaciones sociales”.
Galindo6: “El Capital Social es la capacidad o liderazgo específico de un grupo o conglomerado social para aprovechar los valores y recursos favorables al desarrollo, cuenta con un componente estructural o redes que facilitan las relaciones fundamentadas en la asociatividad, solidaridad y conciencia cívica. Estas redes pueden estar conformadas por enlaces de tipo horizontal o vertical, basados en la afinidad, compañerismo entre grupos de interés; relaciones basadas en sentimientos de respeto o bien; o mediante la creación de vínculos de aproximación”.
CEPAL7: “Conjunto de normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza y la cooperación entre las personas, las comunidades y la sociedad en su conjunto”.
Banco Mundial8:
“El capital social se refiere a las instituciones, relaciones y
normas que conforman la cantidad de las interacciones sociales de
una sociedad”.
FAO9:
“El capital social hace referencia a valores comunes, normas,
redes informales y asociaciones de miembros que favorezcan la
capacidad de las personas para trabajar mancomunadamente con el fin
de alcanzar objetivos del grupo.
Además, suele incluir tanto
medidas de redes sociales, así como características humanas
personales tales como la confianza, la reciprocidad, los talentos
sociales, entre otros, de modo tal de poder capturar la capacidad
organizativa de la comunidad en sus bases, la facilidad a la sociabilización, a la acción colectiva y, por lo tanto, de las
fuentes de creación de confianza”.
Baas10: “El capital social tiene que ver con cohesión social, con identificación con las formas de gobierno, con expresiones culturales y comportamientos sociales que hacen a la sociedad más cohesiva y algo más que una suma de individuos”.
En este contexto, es importante diferenciar capital social de otros conceptos con los cuales generalmente se confunde, pero que son diferentes11:
Capital social y relaciones sociales
No cualquier relación social es
capital social.
El capital social supone relaciones sociales,
formales o informales, que tienen cierta permanencia y regularidad,
se cimientan en lazos de confianza y apoyan la cooperación y la
solución conjunta de problemas.
Capital social, capacidades y empoderamiento
Las capacidades y el empoderamiento
individual (autoestima, habilidades sociales, manejo de información,
seguridad en sí mismo, y otros) son parte del capital humano y no
son capital social.
Pueden, y en muchas ocasiones así ocurre, ser
materia prima o insumo que contribuye a la expansión del capital
social.
Capital social y participación social
La participación social es, al mismo
tiempo, tanto un fin de la política social - en cuanto refleja a la
“ciudadanía en acción” (habitantes que conocen y asumen sus derechos
y deberes) - como un medio que contribuye a ampliar dicha ciudadanía
y mejorar la sintonía entre la política pública y las necesidades y
prioridades de los habitantes.
La participación social se refiere
al involucramiento directo y activo de los ciudadanos en iniciativas
o proyectos de bien común.
Se realiza principalmente en el ámbito
comunitario, y da cuenta de una motivación socioterritorial porque
incide en la vida del lugar.
La participación se liga al capital
social, sin embargo, no es per se constitutiva de capital social y
puede darse el caso de acciones de interés estrictamente individual,
de trayectorias de carácter político o de espacios de liderazgo
alejados de los
ámbitos de la confianza y la reciprocidad.
Capital social, ciudadanía y compromiso cívico
El concepto de ciudadanía se vincula
a derechos y deberes de las personas.
El concepto se entrecruza,
pero es distinto, al de capital social.
Ambos se relacionan con
umbrales de dignidad y calidad de vida.
Ciudadanía refiere a los
derechos y las responsabilidades de los ciudadanos y usuarios de las
políticas públicas y a su participación y control de la acción del
Estado.
Al estar ligado el capital social a la capacidad
cooperativa de las personas, contiene una semilla fértil de
expansión de la ciudadanía, así como el interés y compromiso por
los
asuntos de bien público.
Capital social, sociedad civil y asociatividad
Se ha vinculado el concepto de
capital social al de organizaciones y asociaciones propias del área
privada o no gubernamental, incentivadas por motivaciones de interés
público.
Estas entidades intermedias son eficientes colaboradoras
de las redes ciudadanas, pero en sí mismas no son necesariamente
portadoras de capital social.
En este sentido, el número de estas
organizaciones no es indicador de capital social.
Capital social, organización social y organización comunitaria
En principio, la existencia de
organizaciones sociales, funcionales y territoriales, constituye una
señal de presencia de capital social, asumiendo que en la
interacción que las sustenta existen bases de confianza y
reciprocidad, y que su lógica principal es la cooperación.
Sin
embargo, estas organizaciones no constituyen necesariamente un
depósito de capital social. Ellas pueden surgir en respuesta a
demandas del Estado, tener un carácter meramente instrumental y
operar sobre bases de control más que de cooperación.
El registro
del número y tipo de estas organizaciones no constituye un indicador
de capital social.
Es necesario hacer un análisis más complejo,
evaluando las bases de reciprocidad y confianza que sustentan a
estas asociaciones, así como su capacidad de movilizar activos para
sus participantes.
Capital social y redes sociales
El término red social se utiliza
profusamente en el ámbito de la política social y se restringe con
cierta frecuencia al conjunto de beneficios contenidos en los
programas sociales.
Esta comprensión de red social no es capital
social.
Otras veces se habla de red social cuando un conjunto de
instituciones u organizaciones se proponen trabajar
coordinadamente.
Tampoco es capital social en el sentido definido.
Una red social es capital social
cuando los actores involucrados en la relación de intercambio
aportan distintos tipos de recursos, que se disponen en la red para
que otros tengan acceso a ellos.
Estos recursos pueden ser parte
del capital que tiene cada uno de los actores que entran en relación
(capital humano), pero también existen recursos que están integrados
en las redes de otros actores con que se interactúa; sobre estos
recursos se tiene acceso directo o indirecto.
Las redes tienen, por
lo tanto, la capacidad de ampliar el espectro de recursos de que
dispone cada uno de los agentes que la constituyen, que ponen la
experiencia propia a disposición de otros para el logro de objetivos
y metas comunes.
Los diferentes tipos de capital social que existen son12:
1) Capital social horizontal que consiste en los lazos y redes que potencian la formación y acción de grupos sin asumir algún alcance específico de tal grupo, como “comunidad” o “clase social”.
2) Capital social horizontal y
verticalmente extendido (scaled up).
Cuando los grupos horizontales
locales forman lazos con otros grupos de base para formar redes y
federaciones; los lazos horizontales y verticales entre ellos pueden
ser más débiles que los lazos intra grupales, pero éstos juegan un
papel crítico en cuanto a la generación de poder de negociación con
respecto a otros actores.
3) El Capital social intersectorial se muestra en las relaciones que incluyen la creación de coaliciones entre los actores en pro de las reformas y que crucen las fronteras entre agencias internacionales, estados-naciones y las sociedades civiles (organizadas local, nacional y transnacional).
La CEPAL13
establece la diferencia entre el capital social individual y el
capital
social comunitario.
El primero se define como la confianza
y la reciprocidad que se extienden a través de redes ego-centradas.
Este tipo de capital consta del crédito que ha acumulado la persona
en la forma de reciprocidad difusa que puede reclamar en momentos de
necesidad, a otras personas a las cuales ha ofrecido servicios o
favores en el pasado.
El segundo se define como aquel que se
expresa en instituciones complejas, con contenido y gestión.
La CEPAL14 indica que el concepto de capital social tiene relevancia para una nueva conceptualización de las políticas públicas, que implica un mayor papel para la sociedad civil, la democratización en relación a las reformas del Estado, y como visión llevada a lo micro, apunta al potencial del capital social en la implementación práctica de estos grandes principios de democratización y aumento del peso de la sociedad civil en la gestión de la economía y del Estado.
En ese sentido señala, en general hay coincidencia, en que la perspectiva del capital social permite poner de relieve los efectos positivos que pueden esperarse de la creación y uso del capital social, tales como control social, creación de confianza entre individuos, cooperación coordinada, resolución de conflictos, movilización y gestión de recursos comunitarios, legitimación de líderes y generación de ámbitos de trabajo, la prevención y sanción de quienes abusan de él y la producción de bienes públicos.
Anota que, de manera más específica, quienes utilizan este enfoque subrayan que las relaciones estables de confianza, reciprocidad y cooperación pueden contribuir a una serie de beneficios:
- Reduce los costos de transacción, al disminuir u obviar la necesidad de firmar contratos, llevar controles contra estafas y el costo enorme que son los pleitos judiciales.
- Produce bienes públicos: tanto el manejo que hacen los individuos de sus redes y contactos, las estrategias de los grupos y las acciones calificadas de las instituciones comunitarias pueden producir beneficios para el conjunto de la sociedad.
- Facilita la constitución de organizaciones productivas y de gestión de base efectivas: son empresas asociativas de cualquier índole.
- Facilita el surgimiento de actores
sociales nuevos y de sociedades civiles saludables, a nivel de
sistemas nacionales.
De manera indirecta, este proceso de
empoderamiento es un elemento clave para la superación de la pobreza
material.
Portela y Neira15
señalan que la tarea de medir el capital social está resultando
complicada, puesto que al no ser un elemento tangible no existen
claros elementos identificativos para disponer de una medida
exacta.
En el momento de proceder a su cuantificación se utilizan
variables aproximativas, al igual que se hace con el capital humano,
pero en este caso todavía no existe unanimidad sobre cuál o cuales
son las variables más adecuadas para recoger el posible efecto del
capital social sobre el crecimiento económico.
Anotan
que dado que las definiciones de capital social se plantean en
términos multidimensionales no es posible buscar una entidad
invariante y universal para el capital social.
Entre las razones
que se apuntan para que no se pueda lograr una única medida se
encuentran las siguientes: la inmadurez, el capital social está en
la infancia como concepto y hay un foco de tensión entre los
investigadores que quieren aplicar las medidas disponibles
inmediatamente y aquellos que desean buscar mejores caminos para
explorar y profundizar en el concepto; la no-linealidad del término
que requiere de modelos más flexibles y multidimensionales y la
falta de datos, aunque existen ya diseños de encuestas que se
proponen medir el capital social y que producirán indicadores más
ajustados.
Mencionan que el indicador de confianza social ha sido utilizado en
numerosos estudios como aproximación al nivel de capital social.
Algunos autores argumentan que este uso se debe a la necesidad de
una medida “rápida” que se aproxime al concepto de capital social.
Otra cuestión que se plantea es que si el capital social es una
característica comunitaria las medidas se desarrollan a través de la
agregación de respuestas de individuos, pero numerosos autores no
están de acuerdo con esta visión porque argumentan que el capital
social colectivo no es la simple suma de los diferentes capitales
sociales individuales.
Indican que las conclusiones obtenidas del número de estudios realizados hasta el momento sobre el capital social sugieren que los investigadores deberían centrarse en buscar mejores medidas sobre tres cuestiones clave como son las siguientes: miembros en asociaciones locales y redes que son usadas como un indicador del capital social estructural y que consiste en medir aspectos varios de los miembros y del funcionamiento institucional de las mismas; indicadores de confianza y adherencia a las normas e indicadores de acción colectiva.
Sostienen que todos estos indicadores representan medidas,
cuantitativas y cualitativas, de capital social, pero no hay ninguno
que recoja una valoración directa del mismo.
La ausencia de un
mercado para el capital social, dado que es un bien de carácter
eminentemente público, hace muy difícil su valoración.
Sin embargo,
ésta es inevitable si queremos que el capital social sea considerado
como un factor que afecta al desarrollo.
Por lo tanto se requiere
que esta variable pueda ser estimada y se debe intentar lograr un
sistema de cuentas nacionales que incluya, además de aspectos
económicos, aspectos sociales, a partir de los cuales se podría
acometer una mejor medida y valoración del capital social.
La CEPAL16
señala que existen serias dificultades en la medición del capital
social.
Si bien es posible medirlo, sólo por casualidad esas
mediciones cumplirán con los requerimientos básicos de rigor
científico.
Anota que el capital
social tiene una importante dimensión cualitativa.
Requiere medir
la naturaleza de la acción colectiva, las dificultades inherentes de
la acción y del grupo, el rendimiento y la capacidad de adaptación y
resistencia del grupo frente a las dificultades.
Todas estas
variables son difícilmente cuantificables.
Una posibilidad sería
recurrir a las encuestas sociales sobre valores y confianza de los
ciudadanos, aun cuando las respuestas variarán según la forma en que
se planteen y según quién formule las preguntas; en general, ellas
carecen de continuidad y falta información sobre muchos países.
Otra forma podría consistir en la ausencia de capital social
mediante mediciones tradicionales de conflictividad social, tales
como tasa de criminalidad, uso de drogas, suicidios, evasión de
impuestos y otras.
El Banco Mundial17
menciona que el capital social tiene implicaciones importantes tanto
para la teoría como para la práctica y la política del desarrollo.
Las "recetas" convencionales para mejorar las perspectivas
económicas de las comunidades y naciones incluyen: mejorar la
educación y los servicios de salud, construir instituciones
políticas competentes y responsables, y facilitar la aparición de
mercados libres capaces de competir en la economía global.
El
capital social está relacionado con cada uno de estos aspectos:
· Capital Social y Educación
Las escuelas son más efectivas
cuando los padres y los ciudadanos locales se involucran en sus
actividades.
Los maestros están más comprometidos, los estudiantes
alcanzan mejores resultados en los exámenes y se usan mejor las
instalaciones de las escuelas en aquellas comunidades en las cuales
los padres y ciudadanos se interesan en el bienestar educativo de
los niños.
· Capital Social y Salud
Los médicos y enfermeras se presentan a trabajar y a cumplir sus obligaciones con más asiduidad en aquellos lugares donde sus actos son apoyados y supervisados por grupos de ciudadanos.
Sin embargo, a pesar de sus
ventajas, el capital social también jugó un papel cuando las élites
locales descontentas se unieron para cerrar centros de salud en
Uttar Pradesh, India.
Como resultado, la tasa de mortalidad
infantil aumentó, una dolorosa advertencia de que el capital social
también puede ser perjudicial para el desarrollo.
· Capital Social y Privatización
De un modo similar, el caso de Rusia
ilustra como la falta de comprensión hacia formas preexistentes de
capital social puede dificultar la adopción de políticas de
implementación.
Los esfuerzos rusos para privatizar las industrias
estatales en un medio social donde la aplicación de la ley es débil
y donde persisten facciones étnicas y nepotismo, ha creado una
situación caracterizada por una desigualdad creciente, crímenes
violentos y violación de los derechos humanos.
· Capital Social y Acceso a los Mercados
Asegurar el acceso a los mercados es
un paso crucial en el sendero hacia el avance económico de los
pobres.
Una de las características definitorias de ser pobre es la
falta de conexiones con la economía formal, incluido el acceso a los
recursos materiales e informáticos.
El capital social de los pobres
se deriva primordialmente de la familia y de los vecinos, y puede
servir como una red de seguridad cotidiana e importante, pero el
capital social de los ricos les permite promover sus intereses.
Ayudar a los pobres a trascender sus redes de seguridad a fin de que
puedan tener acceso a recursos adicionales es uno de los desafíos
del desarrollo económico.
Entre las aplicaciones del concepto de capital social para mejorar la calidad de vida y aliviar la pobreza, uno de los enfoques más novedosos es la llamada "construcción comunitaria"18.
En este
tipo de iniciativas el objetivo principal no es simplemente
proporcionar recursos financieros o materiales a los barrios
empobrecidos, sino que sus habitantes superen los sentimientos de
dependencia y ganen confianza en sí mismos.
El punto de partida es
la creación de un sentido de comunidad entre los vecinos, que
desarrollan confianza mutua trabajando juntos en proyectos que hacen
uso de los activos individuales y colectivos del mismo barrio.
El
nuevo capital humano y social se convierte en una base para mejoras
futuras.
El estudio de las experiencias y los principios de la construcción comunitaria, crecientemente utilizada por grupos vecinales y ONGs en barrios pobres urbanos y rurales de EEUU, puede brindar nuevas herramientas prácticas a los voluntarios, profesionales y responsables de políticas de asociaciones civiles y organismos públicos que buscan reemplazar los enfoques asistencialistas por otros basados en el capital social de la comunidad.
Aunque hoy
se sabe que el capital social es determinante para el desarrollo y
el bienestar de la sociedad aún no se ha avanzado lo suficiente en
el diseño de instrumentos y metodologías de trabajo.
"Comprender la
importancia del capital social nos dice muy poco sobre cómo
incrementarlo -señala un estudioso-. Se necesita más investigación
acerca de qué intervenciones, si existen, pueden construir confianza
generalizada y fuertes normas cívicas".
La
construcción comunitaria no tiene aún una metodología uniforme y
algunos de sus componentes no son del todo nuevos, pero es muy
diferente de otras perspectivas afines -por ejemplo la
"participación comunitaria"-, al promover niveles superiores de
intervención y cooperación entre los vecinos.
Los objetivos de los
proyectos, así como su diseño e implementación, no son impuestos
desde fuera por las ONGs que apoyan o financian la iniciativa.
En
estas definiciones la comunidad misma juega el rol principal. Los
agentes externos pueden cumplir una función facilitadora o brindar
ayuda, pero los vecinos deben sentir que son los "dueños" de la
iniciativa.
Se trata de
un enfoque "orientado a los activos y basado en la gente que apoya a
los habitantes de los barrios pobres mientras reconstruyen
estructuras y relaciones sociales que pueden haber sido debilitadas
por décadas de migración, desinversión y aislamiento.
La
construcción comunitaria incentiva a los residentes a asumir el
liderazgo y la responsabilidad en lugar de ser receptores pasivos de
servicios".
La
construcción comunitaria, afirma otra investigadora, "analiza la
pobreza urbana no simplemente como la falta de trabajo o ingresos,
sino como una red de problemas entrelazados -pobre escolaridad, mala
salud, problemas familiares, racismo, delito y desempleo- que pueden
privar a las familias de oportunidades de un modo permanente.
Así,
una consigna de este campo es la abarcatividad: los constructores
comunitarios creen que para reducir la pobreza urbana las
iniciativas deben desatar el nudo de problemas que hoy tienen
atrapados a los pobres".
Algunos de los principales investigadores y promotores de las iniciativas de construcción comunitaria han señalado una serie de principios básicos que sirven también como guía práctica para su diseño e implementación.
Según Kingsley, McNeely y Gibson, la construcción comunitaria se distingue por siete criterios fundamentales:
- Estar
focalizada en iniciativas específicas de mejoramiento del barrio, de
una manera que permite reforzar valores y construir capital social y
humano.
Trabajando en conjunto en actividades referidas a los problemas y
oportunidades que ellos mismos han considerado prioritarias, los
vecinos construyen capital social y humano, es decir, desarrollan
amistades y confianza mutua, comparten y afianzan valores comunes,
aprenden a trabajar en conjunto y fortalecen sus instituciones.
Ese
capital se convierte en un activo para encarar iniciativas aún más
importantes en el futuro.
- Ser
conducida por la comunidad, con amplia participación de los vecinos,
que juegan el rol central en el planeamiento y la implementación.
Los residentes son los "dueños" del proyecto y los responsables por
los resultados. Los profesionales, agentes e instituciones externas
pueden cumplir un rol facilitador y de asesoramiento, pero la
comunidad debe ser la emprendedora. También es clave que los
dirigentes comunitarios sean representativos-y continúen siéndolo
durante el transcurso de la iniciativa-, y que los vecinos mantengan
un alto grado de participación directa en las actividades.
- Abarcar el
conjunto de los problemas del barrio con un enfoque estratégico y
emprendedor.
Los vecindarios empobrecidos enfrentan problemas múltiples e
interconectados -infraestructura, trabajo, seguridad, funcionamiento
institucional, desarrollo económico, servicios educativos, etc.-, y
la construcción comunitaria debe abordarlos en su globalidad.
Esto
no significa que deba hacerse en forma simultánea ni que el
planeamiento inicial insuma demasiado tiempo.
Es necesario pasar a
la acción rápidamente con algunos proyectos específicos
-generalmente aquellos que los vecinos definen como los más
prioritarios-, pero estando alerta a las oportunidades que se
presenten para avanzar en las demás áreas.
Los dirigentes
comunitarios han de ser, entonces, a la vez estrategas y
emprendedores, y los vecinos deben desarrollar la visión del barrio
que desean y de cómo materializarla, en base a un inventario de los
activos comunitarios.
- Apoyarse en los activos de la comunidad.
Los proyectos encarados sólo para solucionar problemas tienen una
connotación negativa -ponen el acento en las debilidades del barrio-
y perpetúan los sentimientos de dependencia.
La construcción
comunitaria se basa en implementar un proyecto positivo para
desarrollar capacidades propias.
Es necesario un cambio de
orientación mental para identificar los activos localizados en la
comunidad y controlados por ella, y encontrar el modo de
aprovecharlos para el diseño de los planes de acción: habilidades y
conocimientos de los vecinos, negocios del barrio, ingreso personal
de los residentes, asociaciones de la comunidad, etc.
En segundo
lugar hay que determinar los activos ubicados en la comunidad pero
controlados por personas e instituciones externas (por ejemplo, una
escuela pública) e imaginar estrategias para utilizarlos.
- Adaptarse a
la escala y condiciones del barrio.
Áreas de cinco mil a seis mil habitantes parecen ser las óptimas
para la construcción comunitaria pues, a mayor escala, los
encuentros personales no tienen la suficiente frecuencia para que
las personas se conozcan y desarrollen sentimientos de confianza.
- Establecer
vínculos de colaboración con la sociedad más amplia,
a fin de fortalecer las instituciones comunitarias y mejorar las
oportunidades de los vecinos fuera del barrio.
Uno de los mayores
problemas de los vecindarios pobres es su aislamiento.
La
construcción comunitaria debe concentrarse primero en los activos
internos, pero luego dirigirse al mundo exterior en busca de otros
activos, estableciendo relaciones y creando alianzas con
instituciones económicas, políticas y sociales del tronco central de
la sociedad.
- Cambiar
conscientemente las barreras institucionales que se erigen como
obstáculos para vincular al barrio con la sociedad general,
lo cual puede no ser sencillo debido a los enfoques tradicionales y
la inercia de las grandes burocracias públicas y privadas.
Para
lograr este propósito los enfoques colaborativos demandan más tiempo
pero son más sustentables y completos que los confrontativos.
A continuación se presentan las experiencias de Villa El Salvador (Perú) y Ferias de Consumo Familiar de Barquisimeto (Venezuela)19.
PERU: VILLA EL SALVADOR
En 1973, en una convención multitudinaria, los pobladores crearon la Comunidad Urbana Autogestionaria de Villa El Salvador (CUAVES), en ese momento la máxima organización de la localidad, que tuvo una importancia central en su desarrollo y que posteriormente integró a representantes de diversos grupos: mujeres, comerciantes, artesanos, asociaciones deportivas y culturales.
En 1983 Villa El Salvador se convirtió en distrito, con gobierno
local propio y elegido democráticamente.
La CUAVES, sin embargo, no
desapareció, sino que coordinó su acción con la del gobierno.
El
Plan de Desarrollo Integral propuesto por la CUAVES y otras
organizaciones fue puesto en práctica por el primer alcalde en
1984.
Distinguía cuatro áreas de desarrollo: urbano, industrial,
forestal y agropecuario, cultural y deportivo.
En 1989 la
comunidad contaba con 50 mil viviendas.
Los pobladores habían
construido 38 mil, así como 60 locales comunales, 64 centros
educativos, 32 bibliotecas populares, numerosos centros de salud y
farmacias y una red de calles y rutas.
La matrícula primaria y
secundaria eran del 98% y el 90%, superiores a la media nacional.
También las tasas de mortalidad infantil y general eran inferiores
al promedio del Perú.
Villa El Salvador
fue uno de los casos abordados en el seminario sobre capital social
realizado por el BID en 1999.
Para Bernardo Kliksberg, "la clave
para entender los logros, que no erradicaron la pobreza pero
mejoraron aspectos fundamentales de la vida de la gente (…) parece
hallarse en elementos incluidos en la idea de capital social (…) Los
campesinos de los Andes carecían de toda riqueza material, pero
tenían un rico capital social.
Llevaban consigo la cultura y la
tradición indígenas y una milenaria experiencia histórica de
cooperación, trabajo comunal y solidaridad".
Esta fue la base del trabajo asociativo: los productores se unían para comprar insumos y maquinarias; un centenar de clubes de madres creaban y gestionaban 264 comedores; los jóvenes dirigían numerosos grupos culturales y deportivos…Como resultado, "se obtuvieron avances considerables respecto de otras poblaciones pobres y se creó un perfil de sociedad muy particular, que mereció la larga lista de premios obtenidos".
VENEZUELA: FERIAS DE CONSUMO FAMILIAR DE BARQUISIMETO
Las Ferias de Consumo Familiar de Barquisimeto en el Estado de Lara, Venezuela, que son administradas por una red de asociaciones civiles, se iniciaron en 1983 con una venta de apenas tres toneladas de verdura y en 1998 llegaban a los 26 millones de dólares anuales, con 50 puestos de expendio en toda la ciudad.
De acuerdo con
el sociólogo Luis Gómez Calcagno, una característica particular de
la experiencia es que "no se ha desarrollado a la sombra de
subsidios estatales, ni de algún tipo de privilegio comercial o
fiscal.
En otras palabras, se trata de una organización que compite
en el mercado y se ha ganado un importante espacio en el mismo, sin
por ello perder su carácter y fines fundamentalmente
socioculturales.
Este es también un rasgo a destacar, ya que supera
una visión dicotómica que opondría las nociones del mercado y de
bienestar social como incompatibles o al menos como difícilmente
conciliables".
El sistema de
ferias opera como una red integrada por: a) productores primarios,
en su mayor parte organizados en forma de cooperativas o
asociaciones de productores; b) una organización formal, el
Departamento Agrícola y de Abastecimiento Popular de CECOSESOLA,
quien se encarga de coordinar la recepción de bienes y la
distribución a los puntos de venta, y c) las unidades de venta,
llamadas "ferias".
Existen dos tipos de ferias: las que están
directamente a cargo del personal del programa y las que son
administradas principalmente por cooperativas y otras asociaciones,
que son generalmente (pero no obligatoriamente) socios de la
Central.
La palabra "feria" dada a los puntos de venta principales
proviene del hecho de que no se trata de establecimientos
comerciales permanentes, ya que sólo funcionan durante tres días a
la semana.
El componente
fundamental de una feria de barrio es una organización social
dispuesta a trabajar tres días a la semana para constituir en su
barrio o sector un punto de venta.
Las ferias se estructuran y
desarrollan a partir de un grupo promotor organizador que no posee
ningún privilegio adicional respecto a los demás trabajadores
voluntarios o remunerados.
Aunque nacieron a partir del movimiento
cooperativo de Venezuela, integran diferentes formas asociativas
urbanas y rurales, tanto cooperativas, asociaciones y microempresas,
como organizaciones de productores y de consumidores.
Las ferias
satisfacen la demanda de 40.000 consumidores con precios entre un
15% y un 30% más bajos que los ofrecidos por el comercio minorista.
Se convirtieron así en el principal proveedor de productos
alimenticios de Barquisimeto, en escala comparable a las grandes
cadenas de comercialización nacionales.
Según la CEPAL20, el enfoque de capital social aporta cuatro tipos de políticas para remover los mecanismos de transmisión intergeneracional de oportunidades desiguales de bienestar.
Primero, es necesario establecer políticas de promoción del enfoque de capital social para que los investigadores, agentes y promotores sociales se capaciten tanto en la teoría como en la metodología del capital social.
Segundo, es importante establecer
una plataforma de políticas culturales y desde ella impulsar
experiencias precursoras de capital social.
Kliksberg considera
fundamental la vinculación entre cultura y políticas sociales,
porque el bagaje cultural de los pueblos es una forma positiva de
generar integración social y de fortalecer además los valores
comunes.
Una política consciente de promoción de la cultura popular
y campesina en América Latina fomentaría la identidad local y
posibilitaría la emergencia de capital social.
Tercero, la acción estatal debe
enfocarse en las políticas de creación y fortalecimiento de capital
social como forma de intervención directa en la comunidad.
Se
indica que las instituciones comunitarias pueden ser inducidas por
agentes externos mediante metodologías apropiadas, procurando una
coproducción de capital social individual y familiar que se articule
con las instituciones comunitarias, para lograr así el
“empoderamiento” de éstas.
Se plantea que en el nuevo modelo de
políticas sociales y sobre todo en el enfoque de capital social se
requiere el compromiso personal del funcionario o del investigador.
Se postula que todo analista de capital social debe efectuar dos
labores centrales: primero, fomentar la búsqueda de precursores del
capital social e indagar sobre el capital social depositado y
conservado en la memoria histórica de los grupos, que existió en el
pasado pero se debilitó a causa de rivalidades internas o fue
reprimido por fuerzas externas.
Asimismo, se argumenta que los
cientistas sociales se encuentran en una situación ambigua entre el
campo científico y el campo político, y que por tanto su compromiso
personal con alguna comunidad es normal y favorable para la
superación de la pobreza.
Cuarto, se hace necesario impulsar políticas de coordinación de capital social, ya que muchas de las áreas que preocupan a los gobiernos como la pobreza, las familias, el género o las etnias, se relacionan con dimensiones transversales de las políticas que requieren una gran coordinación e integración para lograr ser efectivas.
X.
HACIA LA
POLITIZACIÓN DEL ANÁLISIS DEL CAPITAL SOCIAL
Miranda y Monzó21 señalan que si se pretende utilizar el capital social como una herramienta para pensar y superar la pobreza no sólo desde la mirada del sector estatal, sino desde un enfoque de interfaces en el que tanto agentes estatales como usuarios participan en la definición de la pobreza y de sus mecanismos de salida, se requiere politizar el análisis sobre el capital social y reconocer que sus efectos dependen del uso que puedan hacer tanto individuos como colectividades de los recursos movilizados a través del mismo. Es necesario no suponer de antemano la funcionalidad e instrumentalización del capital social para los programas de desarrollo, sino explorar sus articulaciones con lo político, con los conflictos y con los intereses individuales.
En este sentido, avanzar hacia la politización del discurso del capital social, es decir, hacia su comprensión como un elemento más, que entra en juego en las relaciones de poder existentes en un determinado grupo, o entre grupos distintos, implica:
- El concepto del capital social es un concepto relacional: permite pensar a los individuos insertos en una trama de relaciones que aportan recursos más o menos aptos para posicionarse en la estructura social.
- En el caso de los grupos de pobres, el capital social resalta su mayor o menor capacidad para posicionarse en tramas de relaciones ricas en recursos, como elemento central para superar la exclusión social.
- El concepto del capital social destaca todas las dimensiones que emergen entre los grupos de pobres y otros grupos dentro de la sociedad, en particular, las instituciones y agencias destinadas a superar la pobreza. Estas dimensiones incluyen aspectos cognitivos - percepciones mutuas, creencias acerca de los ‘otros’, estereotipos etc.- y conductuales -prácticas- y discursos más o menos inclusivos, participativos etc. que les permiten relacionarse de una determinada manera (que puede favorecerlos o desfavorecerlos en la superación de la pobreza).
- El concepto del capital social alude no sólo a las capacidades de los pobres y a los espacios que les deben ser cedidos para la resolución de sus problemas, sino a una articulación de éstos con otros agentes que, estando en simetría o asimetría de poder, pueden lograr sinergias o reciprocidades que serán beneficiosas o perniciosas para ambas partes.
- El concepto de diversidad
cultural, es decir, la idea de un ‘otro’ no sólo como un otro
cultural sino como portador de distintos principios diferenciadores:
clase, género, nacionalidad, edad, religión etc. es un implícito en
el concepto capital social.
En la medida que el análisis sobre
capital social incorpore cómo estas variables entran en juego en la
relación entre grupos diferentes en un espacio y tiempo
determinados, logrará dar cuenta de la verdadera heterogeneidad de
la pobreza.
- En este sentido, las dinámicas de
interculturalidad son un elemento central en el fortalecimiento del
capital social de los pobres.
Si el análisis del capital social
considera las dimensiones que emergen de la interacción de una
diversidad tensionada por relaciones de poder que juegan a favor o
en contra de la afirmación identitaria de los sujetos, los
beneficios de un capital social ‘saludable’ para los pobres se
traducen en lazos sociales donde no se excluyen sus ‘diferencias’,
por el contrario, se buscan los medios más adecuados para su
expresión y diálogo con otras identidades.
- El capital social hay que crearlo
en cada situación específica, e involucra no sólo a un grupo de
manera aislada, sino a dos grupos, dos partes, dos sistemas. Y para
el caso de las instituciones públicas encargadas de la superación de
la pobreza, abre la posibilidad de auto observarse en la trama de
relaciones de la que participan y a través de la cual se vinculan
con sus usuarios.
El capital social es una herramienta que brinda
al Estado auto reflexividad: al analizar cómo es el vínculo que
mantienen con los grupos de pobres, asumiéndose como parte
interviniente, pueden evaluar y modificar los aspectos que están
obstaculizando sus objetivos.
XI.
REFLEXIONES
Moreno22 plantea las siguientes consideraciones a manera de síntesis sobre el paradigma del capital social, su importancia y sus valores constitutivos:
- Se trata de un concepto que ha resurgido como respuesta a los fracasos de las ideas economicistas del desarrollo, resaltando la necesidad de considerar en ese proceso, valores como la confianza interpersonal, la asociatividad, la conciencia cívica, la ética y los valores predominantes en la cultura de una sociedad, a fin de formular políticas públicas, con objetivos de lograr una estrategia de desarrollo auto sostenido, participativo y equitativo.
- El capital social contribuye a fortalecer los actores y redes de la sociedad civil, facilitando un sistema transparente y eficiente en la gestión pública y la lucha contra la pobreza y la exclusión social, al considerar a los pobres no como un problema, sino como actores protagónicos en la búsqueda de un mejor destino.
- El capital social es un factor clave para el fortalecimiento de la democracia, al contribuir al crecimiento institucional y promover el desarrollo con equidad e inclusión social, con lo cual igualmente se facilita la integración de los países en desarrollo al mundo globalizado.
- Se entiende en el
paradigma de capital social que la pobreza es consecuencia de la
negación de bienes y servicios físicos y de bienes socio emocionales
y que los pobres no son sólo el resultado del acceso limitado a
bienes y servicios materiales, sino también, del acceso al respeto,
al aprecio y la participación que constituyen la esencia de los
bienes socio emocionales.
Por lo que puede considerarse que una
causa importante de la pobreza es el déficit de capital social que
tienen los pobres en redes ricas en recursos.
De esto se deduce que
una estrategia de desarrollo económico no excluyente debe
necesariamente tomar en consideración la influencia del capital
social en la productividad de otras formas de capital y en la
distribución de los beneficios.
- A diferencia del modelo clásico que sugiere que las personas se especializan y desarrollan sus actividades económicas basadas o motivadas por oportunidades para obtener beneficios físicos y financieros; el paradigma de capital social plantea que los términos y niveles de intercambio no sólo dependen de nuestro deseo por bienes y servicios físicos y por activos productivos; sino también de nuestra búsqueda de bienes socio-emocionales que siempre estarán presentes en todas las relaciones de intercambio.
- Banco Mundial: Entender y combatir la pobreza
- Banco Mundial: Capital social
-
Juliana Bertucci:
El concepto de capital social
en los proyectos de alivio de la
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(http://www.cambiocultural.com.ar/investigacion/capitalsocial2.htm)
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- CEPAL: Capital social y pobreza, Documento preparado para la Conferencia Regional sobre Capital Social y Pobreza, Santiago de Chile, 24-26 de septiembre del 2001
- John Durston: “Construyendo capital social comunitario”, en Revista de la CEPAL, No. 69, CEPAL, Santiago de Chile, diciembre 1999
-
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(http://www.fao.org/documents/show_cdr.asp?url_file=/docrep/006/j2053s/j2053s11.htm
- Jonathan Fox: De la teoría a la práctica del capital social: El Banco Mundial en el campo mexicano, LASA 2001, Washington, 6-8 de septiembre 2001
- Ana Galindo: Proyecto capital social, construyendo puentes, Universidad Privada Boliviana
- José Eduardo Jorge, Florencia Censi y Juliana Bertucci: Capital social y pobreza: casos y métodos en la "construcción comunitaria"
(http://www.cambiocultural.com.ar/investigacion/construccion.htm)
- Bernardo Kliksberg: Capital social y cultura, claves esenciales del desarrollo
- René Millán y Sara Gordón, “Capital social, una lectura de tres perspectivas clásicas”, en Revista Mexicana de Sociología, Año 66, No. 4, octubre-diciembre 2004
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- Rafael Reyes Morales y Rogelio Pacheco Aquino: Migración internacional, capital social y producción local en Oaxaca
- José Ignacio Moreno León: Capital Social, Gobernabilidad Democrática y Desarrollo. Los Retos de la Educación (Comunidad Virtual de Gobernabilidad)
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-
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- Pobreza, capital social y ciudadanía, Asesorías para el desarrollo, septiembre 2001
- Gustavo Yamada: Reducción de la
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acción reciente del Banco Interamericano de Desarrollo
- http://www.periodismosocial.org.ar/glosario.cfm?lt=C
- http://www.lachsr.org/es/thesaurus/00000371.htm
1 Banco Mundial: Entender y combatir la pobreza, p.1
2 Citado por Claudia Serrano: Pobreza, capital social y ciudadanía, Asesorías para el desarrollo, septiembre 2001, p. 6
3 Jonathan Fox: De la teoría a la práctica del capital social: El Banco Mundial en el campo mexicano, LASA 2001, Washington, 6-8 de septiembre 2001, p. 2
4 John Durston: “Construyendo capital social comunitario”, en Revista de la CEPAL, No. 69, CEPAL, Santiago de Chile, diciembre 1999, p. 103
5 Citado por René Millán y Sara Gordón, “Capital social, una lectura de tres perspectivas clásicas”, en Revista Mexicana de Sociología, Año 66, No. 4, octubre-diciembre 2004, p. 714
6 Ana Galindo: Proyecto capital social, construyendo puentes, Universidad Privada Boliviana
7 CEPAL: Capital social y pobreza, Documento preparado para la Conferencia Regional sobre Capital Social y Pobreza, Santiago de Chile, 24-26 de septiembre del 2001, p. 1
9 FAO: Capital social
(http://www.fao.org/documents/show_cdr.asp?url_file=/docrep/006/j2053s/j2053s11.htm)
10 http://www.lachsr.org/es/thesaurus/00000371.htm
11
Dagmar Raczynski y Claudia Serrano: “Programas de superación
de la pobreza y capital social.
Evidencias y aprendizajes
de la experiencia de Chile”, en Capital social y programas
de superación de la pobreza: lineamientos para la acción,
Libros de la CEPAL, Santiago de Chile, septiembre 2005, pp.
104-105
12 Rafael Reyes Morales y Rogelio Pacheco Aquino: Migración internacional, capital social y producción local en Oaxaca, pp. 3-4
13 CEPAL, obra citada, p. 2
14 Ibid, pp. 2-3
15 Marta Portela e Isabel Neira: Capital social: las relaciones sociales afectan al desarrollo, Colección Documentos, Instituto Internacional de Gobernabilidad de Catalunya
16
CEPAL:
Panorama social de América Latina y el Caribe
2001-2002, Capítulo IV, Capital social: sus potencialidades
y limitaciones para la puesta en marcha de políticas y
programas sociales, p. 10
17 Banco Mundial: Capital social
18 José Eduardo Jorge, Florencia Censi y Juliana Bertucci: Capital social y pobreza: casos y métodos en la "construcción comunitaria"
(http://www.cambiocultural.com.ar/investigacion/construccion.htm)
19
Juliana Bertucci: El
concepto de capital social
en los proyectos de alivio de la
pobreza (http://www.cambiocultural.com.ar/investigacion/capitalsocial2.htm)
20 CEPAL, Panorama social de América Latina y el Caribe 2001-2002, obra citada, p. 12
21 Francisca Miranda y Evelyn Monzó: Capital social, estrategias individuales y colectivas: el impacto de programas públicos en tres comunidades campesinas de Chile, Serie Políticas Sociales, No. 67, CEPAL, Santiago de Chile, mayo 2003, pp. 12-13
22 José Ignacio Moreno León: Capital Social, Gobernabilidad Democrática y Desarrollo. Los Retos de la Educación (Comunidad Virtual de Gobernabilidad)
http://www.gobernabilidad.cl/modules.php?name=News&file=article&sid=1064