"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
El Big Bang en Japón
Ernesché Rodríguez Asien (CV)
La recuperación de la recesión y la solución al problema de los créditos
incobrables de las compañías Jusen - especializadas en la financiación de la
vivienda – son las cuestiones que más inciden en la actual situación económica
de Japón. Por otra parte, el déficit fiscal y la reestructuración, incluidas las
reformas administrativas y fiscal, son también otros problemas que debería
resolver el país a medio y largo plazos. Dada su naturaleza, todos ellos están
estrechamente relacionados.
Suzuki Yoshio y Yoshitomi Masura, dos renombrados economistas japoneses que han
desempeñado cargos importantes en el Banco de Japón y en la agencia de
planificación económica – organismos involucrados en las decisiones de la
política económica nacional - respectivamente, plantean cuestiones muy
interesantes en relación con la recuperación económica nipona.
Suzuki sostiene que en 1995 se lograron superar las tres barreras que habían
frenado el restablecimiento económico nacional estas son:
La primera barrera corresponde al estancamiento del consumo debido a los efectos
del terremoto de Kobe, al atentado en el metro de Tokío con gas Sarín y a la
apreciación de la moneda que en un momento determinado llegó a situarse en 79
yenes frente al dólar. Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Rodríguez Asien,
E.
: “El Big Bang en Japón" en
Contribuciones a la Economía, marzo 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/
La segunda barrera era la demora de los efectos de las inversiones públicas a
favor de la reactivación.
Sin embargo, los primeros efectos de las inversiones del sector público se
dejaron ver a finales de 1995; además, hay que contar con la inyección de los
recursos públicos par restaurar las áreas afectadas por el terremoto.
La tercera barrera corresponde a la sobre valoración de la moneda nacional en
agosto de 1995, el gobierno aplicó políticas monetarias donde se tomaron medidas
correctivas para finalmente situar el yen en un tipo de cambio de 105 yenes /
dólar.
Yoshitomi sostiene que las inversiones a largo plazo en el sector privado han
vuelto a reactivarse a partir de 1995 y afirma que el incremento de las
inversiones privadas a mediano plazo en instalaciones y maquinarias se podría
tornar aun más sólido.
La opinión de Suzuki está respaldada por el Informe Oficial del Banco de Japón
de enero de 1996 en el cual se destacaba que la economía había entrado en un
proceso de recuperación. Esta afirmación se comprobó el 19 de abril con una
optimista declaración en la cual se señalaba que, tanto las inversiones en
instalaciones y maquinarias, como el consumo individual continuaban
incrementándose a un ritmo lento, pero sostenido. Esto, en otras palabras
significaba que se había entrado en una fase de transición hacia la recuperación
autónoma.
Otro elemento que manifiesta la recuperación del incremento del consumo es la
facturación de los grandes almacenes de Tokio, las cuales constituyen uno de los
principales índices que refleja las tendencias a la elevación del consumo
individual. En mayo de 1996 se había registrado un incremento de venta de 6,5%
frente al mismo periodo del año anterior.
En resumen, la perspectiva no es del todo optimista si se tiene en cuenta la
existencia de algunos elementos que frenan las inversiones del sector privado y
el consumo individual.
Debe reconocerse que la recuperación que se había alcanzado en la primera mitad
del año fiscal 1996 (de abril a septiembre) dependía esencialmente de la
política financieras y fiscales del Gobierno central. Los intereses de todos
estaban concentrados en las posibilidades de transferir con éxito el papel
impulsor económico al sector privado, representado por las inversiones en
instalaciones y maquinarias de consumo individual. La idea fundamental de este
punto reside en la potencia del sector privado para mantener un ritmo constante
de inversiones en instalaciones.
La forma o método de solucionar los problemas de los créditos incobrables,
constituyen otro elemento clave en el proceso de recuperación. La demora en las
acciones afecta gravemente al equilibrio del sistema financiero japonés,
aumentando la desconfianza hacia la economía nacional y perturbando el ritmo de
la recuperación. Las reformas administrativas y fiscal y la estructuración están
estrechamente relacionadas con estos problemas.(1)
Otro aspecto importante en la economía nipona en estos años fue que las reservas
japonesas de moneda extranjera crecieron en 565 millones de dólares en abril de
1997, respecto al mes anterior, hasta situarse en la nueva cifra record de 219
922 millones de dólares, según el Informe del Ministerio de Finanzas. Las
reservas japonesa que incluyen moneda extranjera convertible, oro y derechos
especiales de giros del Fondo Monetario Internacional crecieron de manera
interrumpida hasta enero de 1997, mes tras el cual retomaron su tendencia
alcista. Según el Ministerio el dólar se cotizó frente al yen durante abril en
un margen de 121,89 – 127,16 yenes / dólar.
Japón siguió siendo el país con mayor reserva de divisas del mundo por cuarenta
y dos meses consecutivos, seguido por China con 111 200 millones de dólares;
Taiwán, con 88 700 millones de dólares. Alemania, con 85 200 millones de
dólares; y Singapur con 76 800 millones de dólares, según las estadísticas de
cada país en 1997.
En cuanto al numero de empresas que se declararon en bancarrota en enero de
1997, la cifra ascendió a 1204 con un aumentó del 121,7 % respecto al mismo mes
del año anterior debido a los impagos de las entidades financieras que impiden
los reajustes industriales. Según un Informe del Centro de Investigaciones
Teikoku Databank, el aumento de las bancarrotas registradas en Japón durante
enero de 1997 ha costado 717 950 millones de yenes (5884 millones de dólares),
lo que supone la cifra más alta durante los últimos diez años.
La principal causa de estos problemas, especialmente agudos en las empresas
pequeñas y medianas, la atribuye el mencionado Centro al retraso de las
entidades financieras en poner sus cuentas en orden y acometer la liquidación de
sus multimillonarios créditos, declarados incobrables desde finales de la época
de especulación en la pasada década.
En la siguiente tabla observamos que las exportaciones japonesas siempre
crecieron más rápido que el PIB. En la primera etapa de la expansión los grandes
grupos industriales lograban altas ganancias gracias a salarios bajos y la “
llamada” austeridad en el consumo.
Crecimiento de las Exportaciones y del Producto Interno Bruto. Promedio anual,
en dólares a precios y tasa de cambio de 1990.
Medidas tomadas por el Gobierno de Ryutaro Hashimoto
El primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, (1996 - 1998) había señalado en
aquellos años la necesidad de responder con mayor rapidez a los cambios en la
situación financiera. Con la posibilidad de tomar nuevas medidas para reanimar
la economía. En el Congreso del gubernamental Partido Liberal Demócrata (PLD),
donde Hashimoto es presidente, el mandatario afirmó su convicción de que la
economía nipona se recuperará y que no había motivo para ser pesimistas.
La posibilidad de un nuevo conjunto de medidas que se sumaría a la inyección de
fondos públicos para estabilizar la economía repercutió de inmediato en los
círculos financieros locales con sendas alzas en la bolsa de Tokio y el yen
japonés.
La comunidad empresarial japonesa ha pedido reiteradamente al Gobierno la puesta
en práctica de un mayor número de incentivos, los cuales aumenten la demanda
interna y actúen contra la crisis del sistema financiero del archipiélago. Los
analistas señalan que pese a la grave situación no puede hablarse de una
recesión, al no detectarse la caída “significativa” de las inversiones
corporativas, como la ocurrida al inicio de los años 90, cuando la llamada
“burbuja económica” estalló.
Dentro de las medidas que el Estado nipón ha tomado para reactivar la economía y
apaciguar la crisis se encuentran las siguientes:
• Mayor libertad en las ventas de los terrenos.
• Reducción de impuestos a las grandes empresas.
• Aumento del control estatal de la actividad de los bancos y especulación
financiera.
• Aumento de la estimulación a la pequeña y mediana empresas mediante la
creación de fondos para este fin.
Por otra parte, es necesario señalar que del panorama político económico japonés
lo que más llamó la atención es la aplicación del big bang (2) (gran explosión); es
decir, la gran reforma financiera cuya puesta en práctica estuvo programada para
el año 2001.
Estas reformas financieras tuvieron lugar con anterioridad en el Reino Unido y
Estados Unidos. El Gobierno de la Thatcher llevó a cabo con firmeza el programa
big bang mediante la liberalización, entre otros, del mercado de valores y la
ejecución de la reforma completa de la Ley de Divisas. Con estas reformas la
ciudad de Londres centro financiero, comercial y marítimo del Reino Unido ha
aumentado nuevamente su poderío dentro del mercado financiero mundial.
Desde el punto de vista histórico, la liberalización financiera se efectuó por
vez primera en los Estados Unidos con motivo de la fuga de capital al
extranjero, desde la segunda mitad de los años 60, hasta la década de los 70.
Las medidas de liberalización se aplicaron a partir de la década de los 70. Con
esta reforma Wall Street consolidó su posición, como núcleo financiero, a la vez
que declinaron las bases que durante largo tiempo llevaron a Londres a ser el
centro financiero mundial.
Por otro lado, tenemos que apuntar que la reforma financiera nipona se llevará a
la práctica de igual manera que las reformas financieras de los principales
países del mundo; razón por la cual se reflejan cuestiones comunes con las
reformas que le precedieron. Sin embargo, el big bang japonés posee una
característica propia que distingue su reforma de las otras ejecutadas en
diversos países.
En primer lugar es necesario señalar que se trata de una reforma amplia que
abarca cuestiones políticas, económicas y sociales en forma conjunta o paralela.
Es decir, bajo la óptica del gabinete de Hashimoto se consideran las seis
reformas siguientes: la administrativa; la estructura fiscal; la financiera; la
estructura económica; la seguridad social; y la educativa.
En segundo lugar, el big bang es una reforma totalmente nueva en Japón. Ella
reúne características especiales, por ejemplo, se llevará a cabo de una forma
activa y a corto plazo. Tradicionalmente, Japón se ha caracterizado por optar
por la aplicación de métodos o procesos de progresión gradual, pero con la
ejecución de la nueva reforma estos cambios se producirán de forma rápida.
Asimismo, es sumamente importante que la reforma administrativa se realice
dentro del contexto del big bang. Al respecto, se estudia la reorganización del
departamento financiero del ministerio de Finanzas para lo cual se aprobó la ley
orgánica de una nueva agencia de inspección y supervisión financiera. Por otra
parte, se modificó la legislación referente al Banco de Japón con la finalidad
de lograr una mayor independencia en lo relativo a la adopción de la política
financiera.
En tercer lugar todo esto se ejecutará en un período en el que precisamente el
sistema financiero japonés requiere una reestructuración importante debido a las
secuelas de la llamada “economía de burbuja”.
Esta situación trae como consecuencia la necesidad de exigir a las instituciones
financieras, como los bancos que en la actualidad cuentan con créditos
incobrables de considerable envergadura, que apliquen medidas rigurosas para
disminuir su monto. Cabe subrayar que precisamente en circunstancias difíciles
es posible desarrollar una verdadera reforma financiera.
La reforma financiera actual da continuidad a dos procesos de apertura de la
economía japonesa que con anterioridad ha experimentado. La primera apertura
consistió en el establecimiento del comercio internacional tras la formación de
un Estado moderno durante la restauración de Meiji (1868), posterior al
aislamiento en que se mantuvo el régimen feudal.
La segunda apertura se debió a las reformas efectuadas a partir del cese de las
actividades bélicas después de la Segunda Guerra Mundial.
El big bang japonés exige a la economía nipona una transformación que rompa la
estructura actual. Esto significa que será una reforma esencial, por lo cual se
le denomina la “tercera apertura de Japón”, de la misma manera que lo fueron las
dos anteriores aperturas de este país.
El contenido del big bang nipón se sustenta en los puntos siguientes: la reforma
del régimen de transacciones de valores; la abolición de las barreras entre los
tres sectores financieros instituciones bancarias, compañías de valores y
compañías de seguros; el sistema de participación de los empleados en las
acciones; la liberalización de la tasa de la prima de seguros, la liberalización
de las transacciones de divisas; la revisión del método contable con la
aplicación del principio o método de precio corriente o precio de mercado en
sustitución del principio o método del costo de adquisición adoptado hasta el
presente; la revisión de la administración en la cuestión del fortalecimiento
del régimen de inspección y supervisión; y la modificación de la ley del Banco
de Japón.
El lema del big bang está formado por tres palabras: libre, justo y mundial. El
término “libre” significa libre de la interferencia gubernamental y de
impuestos. También se refiere a la libertad de entrada, es decir, los bancos y
las compañías de valores podrán hacer negocios entre sí y también disminuirán
las diferencias entre agrupaciones bancarias, bancos de créditos a largo plazo y
grandes bancos comerciales, conocidos como los city banks. “Justo” significa la
abolición de una dirección administrativa. Y “mundial” se refiere a la
aplicación de estándares internacionales, como por ejemplo la Ley de Divisas. La
reforma de la Ley de Divisas, como primera medida del big bang, entró en vigor a
partir del 1ro de abril de 1998 y en un período muy breve se empezaron a
observar grandes resultados. Esta modificación de la Ley de Divisas constituye
el eje del big bang japonés.
Como ya se permite el cambio de divisas fuera de las instituciones bancarias, ha
aumentado la participación de nuevas empresas en este negocio. Por ejemplo, se
han constituido establecimientos que realizan compra-venta de monedas, ofrecen
servicios que hasta ahora eran exclusivos de la banca o efectúan cambio de
divisas fuera del horario de los bancos. También algunas empresas dedicadas a la
producción de efectos electrodomésticos o agencias de viaje han iniciado un
servicio de cambio de divisas para ofrecer mayores facilidades a los clientes
extranjeros.
Sin llegar a ser una gran mayoría existen ya tiendas de efectos
electrodomésticos, restaurantes, hoteles, etcétera, que aceptan el pago en
dólares.
Por otra parte, aunque con anterioridad se podían hacer ahorros en dólares, hoy
algunos bancos están realizando campañas (“Campaña Big Bang”) para aumentar los
ahorros en divisas con el pretexto de la reforma financiera; de hecho
determinados bancos están incrementando el número de contratos de ahorro en
moneda extranjera. Al mismo tiempo, se observa una activa y marcada
participación de los bancos extranjeros en el mercado japonés. Se espera que
bajo la reforma de la Ley de Divisas se activen aún más las inversiones del
capital japonés en el exterior.
Las autoridades financieras japonesas anunciaron el 2 de julio de 1998 un
programa de medidas dirigidas a solucionar la crisis en el sistema bancario del
país, afectado por créditos incobrables cercanos a los 535 000 millones de
dólares.
En una primera fase el Gobierno apoyado en contadores y abogados asumirá el
control de los bancos que se encuentren en dificultades; los negocios de esas
instituciones que tengan una buena marcha serán asumidos por otras instancias
del sistema financiero del país.
La segunda etapa del programa gubernamental considera la posibilidad de cierre
para las entidades insolventes con vistas a evitar situaciones similares a las
de 1997, cuando varias casas bursátiles y bancos de primera línea se vieron
obligados a declararse en quiebra. Sin embargo el plan elaborado por la
administración del primer ministro Ryutaro Hashimoto, requirió del visto bueno
del Parlamento para su aplicación.
En este sentido, el Banco de Japón informó la necesidad de realizar inspecciones
de emergencia en diecinueve instituciones financieras del país con el objetivo
de determinar la cifra real de impagos.
A mediados de 1998, Japón mostró nuevamente señales de que la situación es más
grave de lo previsto al divulgar por reportes oficiales que el país pasó del
estado de estancamiento a la depresión con un yen cada vez más débil frente al
dólar norteamericano; también está dando muestras de una lenta capacidad de
reacción ante la actual coyuntura de su economía afectada por la debilidad del
sistema bancario y una excesiva caída del yen que puede afectar el resto de los
mercados del Sudeste Asiático.
Asimismo el mercado accionario tuvo una baja debido a la incertidumbre sobre la
elección del Primer Ministro Keizo Obuchi. Los analistas se muestran pesimistas
respecto a las posibilidades de Obuchi de poner en marcha en poco tiempo los
programas de reformas tendentes a reactivar el crecimiento de la economía
nipona. La nueva administración nipona tiene un reto muy grande y deberá
enfrentar en un breve plazo la tarea de solucionar los impagos en el sistema
bancario.
A finales de octubre de 1998 el Presidente del Banco de Japón, en declaraciones
a la prensa, exhortó a las instituciones crediticias del país a adoptar el
programa gubernamental para el saneamiento del sector financiero con el
propósito de estimular la capacidad crediticia en respaldo a las empresas
niponas que presentan una difícil situación.
Once importantes instituciones bancarias revelaron fuertes pérdidas sobre sus
inversiones en valores. Entre éstos se destacan el Banco Fuji con 4 200 millones
de dólares y el Sakura con 4 220 millones de dólares.
Por otra parte esta situación de deterioro de la actividad empresarial se
refleja en la tasa de desempleo de Japón en 1998, que registró un nivel del 4,3%
de la población activa del país, lo cual confirma la difícil situación de la
economía nacional. Según reportes de la Agencia de Planificación y Dirección, la
desocupación se mantuvo en una cifra similar a la de agosto con 2,95 millones de
personas en la lista de parados siendo el sector de la construcción el más
afectado con el 6,5%.
Asimismo, el Ministerio de Trabajo reveló que se alcanzaron, como promedio,
cuarenta y nueve ofertas laborales por cada cien solicitudes de desempleados, lo
cual constituyó el peor resultado en esa relación de los últimos cincuenta y
tres años.
Las autoridades advirtieron que, por primera vez en trece meses, se observó una
reducción del 0,2% en la cifra de trabajadores de las grandes empresas niponas,
con una plantilla laboral al cierre de septiembre de 1998 de 12,55 millones de
personas. Funcionarios gubernamentales indicaron que esto es el resultado de la
reestructuración, la cual contemplan recortes de empleos en las principales
compañías de la economía nacional.
El 6 de noviembre de 1998 la economía de Japón emitió nuevas señales de recesión
al reportarse en octubre un descenso del 21,9% en las ventas de vehículos
importados respecto a igual período de 1997. Fuentes del sector indicaron que
Alemania, principal suministrador de automotores a esta nación, experimentó una
caída del 9,7%, mientras los Estados Unidos disminuyeron sus suministros en un
25,7%, como consecuencia de una menor demanda en el mercado interno.
La Agencia de Planificación Económica divulgó un informe en el cual califica la
situación de la economía nipona de “extremadamente seria”, lo cual desató una
ola vendedora en los mercados bursátiles y llevó al índice Nikkei a perder 219,4
puntos al cierre de la jornada. En diciembre de 1998 un informe de la Agencia
comunicó que la inversión directa de las empresas y el gasto de los consumidores
que representa el 60% de la economía continúan muy débiles.
Por otra parte, la inversión inmobiliaria apenas ha aumentado, mientras la
producción industrial sigue contrayéndose en relación con meses anteriores.
Los escasos síntomas de recuperación aparecen como resultado del gasto público
como parte de los planes ejecutados por el Gobierno para aumentar la inversión
directa en la economía y recuperar en alguna medida el dinamismo perdido.
La recuperación del sector bancario es una prueba para medir la capacidad de
Japón en adaptarse a las presiones de la globalización. Sin embargo, la crisis
bancaria no es más que una de las aristas de la crisis japonesa.
Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, el año 1998 fue uno de los más
difíciles de la década de los 90 para la economía nipona.
Consideraciones Finales
De todos los primeros ministros que ha tenido Japón, uno de los que mas se
destaca en la participación de la economía es Ryutaro Hashimoto, quien llevó a
cabo el famoso big bang japonés. A pesar de tener el mandato en un período breve
realizó acciones de impacto en la economía nipona.
La gran Reforma Financiera llamada big bang que en sentido metafórico significa
“gran explosión” tuvo programada para ponerla en práctica en el 2001. Pero las
características de la reforma financiera nipona es diferente a la que se a
aplicado en otros países, pues en sus esencia es muy activa y a corto plazo,
considerándose la tercer apertura de Japón.
La reforma de la Ley de Divisas como primera medida del big bang, entró en vigor
a partir del 1ro de abril de 1998 y en un periodo muy breve se empezaron a
observar grandes resultados. Esta modificación de la Ley de Divisas constituye
el eje del big bang japonés.
A pesar de estas reformas llevadas a cabo, no se ha podido solucionar todo el
problema que hoy enfrenta Japón, pues solamente la crisis bancaria no es más que
una de las aristas de la crisis japonesa.
Bibliografía Consultada
___“Survey of Research and Development 2002.”
[http://www.stat.go.jp/english/data/kagaku/1531.htm]
___ “IT Statiscas of Japan,” Edit. Statistical Research and Training Institute. [http://www.stat.go.jp/english/data/it/index.htm]
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[http://wwww.stat.go.jp/English/data/nenkan/1431-20.htm]
_____. 2002. Employment Outlook 2002. http//:www.oecd.org/data
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_____. 2003a. OECD Science, Technology and Industry Scoreboard. (Tomado de
Internet)
_____.2003b. abour Force Statistics. www.oecd.org/topicstatsportal/
1. Ver cuadernos de Japón, no.3, Japón Echo. Inc, Tokio, verano
1996. p 4
Universidad de la Habana, Cuba
rodriguezasien@yahoo.es
2. En la actualidad los vocablos anglosajones big bang
constituyen una de las expresiones utilizadas con mayor frecuencia en Japón. En
un inicio estas palabras se referían a “ la gran explosión a la que se atribuye
el origen del universo”; los mencionados vocablos se aplicaron a la gran reforma
inglesa llevada a cabo por el Gobierno de Margaret Thatcher en 1986.