febrero 2005

ISSN 16968360

Conrado Aguilar Cruz
Naturaleza del cambio tecnol�gico y el crecimiento econ�mico













 



El cambio tecnol�gico

 

Entre los a�os cincuenta y los setenta, la idea corriente sobre el tema de la naturaleza de la tecnolog�a y de la transferencia de la misma planteaba un esquema muy simple. La tecnolog�a se consideraba como un instrumento que permite avanzar linealmente por [las siguientes] etapas (investigaci�n, desarrollo, transferencia e innovaci�n) hasta lograr la �soberan�a tecnol�gica�. Jasso, 1999:3

 

 

Esta idea sobre el proceso de investigaci�n y desarrollo para llegar a la innovaci�n est� inspirada, fundamentalmente, en Joseph Schumpeter, economista y soci�logo austriaco (1883-1950), quien logr� gran influencia en el pensamiento econ�mico, fue �l qui�n introdujo en el an�lisis, el concepto de innovaci�n para referirse al proceso de crecimiento econ�mico mediante la �destrucci�n creativa� que producen las mutaciones en el sistema econ�mico.

Se�ala que los procesos de innovaci�n est�n estrechamente relacionados con los ciclos econ�micos, su epicentro se pueden localizar en ciertas industrias y, dentro de estas industrias, en ciertas empresas a partir de las cuales las innovaciones se expanden por todo el sistema econ�mico (Rosenberg, 1982, Freeman 1988 y Del Valle, 2000)

En este sentido al explicar el concepto de innovaci�n con base en  la distinci�n schumpeteriana, Carlota P�rez (1986) se�ala que:

La invenci�n de un nuevo producto o proceso ocurre en lo que podr�amos llamar la esfera cient�fico t�cnica y puede permanecer all� por siempre. La innovaci�n es un hecho econ�mico. La primera introducci�n comercial de una invenci�n la traslada a la esfera t�cnico-econ�mica como un hecho aislado cuyo futuro ser� decidido en el mercado. Si tiene �xito, seg�n el grado de apropiabilidad y el impacto que tenga sobre la competencia o sobre otras �reas de la actividad econ�mica, dejar� de ser un hecho aislado. Lo que m�s interesa es entonces el proceso de adopci�n masiva. La difusi�n es lo que en �ltima instancia transforma lo que fue una invenci�n en un fen�meno econ�mico social (Del Valle 2000:29)

 


 

Fig. 2.2. No linealidad del conocimiento


 

 

El an�lisis de Schumpeter por su sentido de perspectiva hist�rica, las distinciones conceptuales entre invenci�n, innovaci�n y difusi�n, y su reconocimiento de la importancia vital de los nexos entre las innovaciones organizacionales, administrativas, t�cnicas y sociales; la manera de concebir las innovaciones, como olas que producen �explosiones� y no como movimientos suaves, la concentraci�n de innovaciones en determinados sectores y de su desigual distribuci�n en la econom�a permiten sentar las bases para el an�lisis de la innovaci�n tecnol�gica a nivel macro, es decir, en forma general y agregada.

Considera el proceso de cambio tecnol�gico en un sentido amplio, como el elemento propulsor del cambio econ�mico, en un proceso discontinuo y a grandes saltos que separa la innovaci�n de la invenci�n y de la difusi�n. Destaca solo los grandes descubrimientos que se consideran innovaciones determinantes de los cambios desde dentro de la industria, dejando fuera de su an�lisis el car�cter innovador de los peque�os hallazgos en la empresa (Del Valle 2000:28) [1] , es decir, deja fuera del an�lisis la posibilidad de la innovaci�n cotidiana y end�gena.

Esta interpretaci�n presenta tres limitaciones fundamentales: En primer lugar, se centr� en favorecer la oferta cient�fico � tecnol�gica olvidando la parte de la demanda del mercado. En segundo lugar, se descuida el hecho de que la innovaci�n no siempre se deriva de descubrimientos cient�ficos, como se puede apreciar en la figura 2.3, donde se puede apreciar que los descubrimientos cient�ficos, ciertamente, derraman conocimiento sobre la tecnolog�a, y puede concebirse como un gran recipiente de conocimiento, que se alimenta por el flujo continuo del conducto de la investigaci�n b�sica, de vez en cuando algo del contenido del recipiente se extrae y se utiliza, aunque nunca se sabe que parte del contenido ser� necesario.


 

Fig. 2.3. Conocimiento cient�fico y tecnol�gico


 

Por su parte, la tecnolog�a derrama sobre la ciencia nuevos desaf�os, nuevas preguntas, nuevos m�todos e instrumentos, sin embargo, ambas son actividades diferentes.

En tercer lugar, el proceso de innovaci�n no termina con la incorporaci�n de mejoras tecnol�gicas a la producci�n; m�s bien con ello se inicia un periodo de aprendizaje tecnol�gico incremental  comprendido como �las mejoras sucesivas a las que son sometidos todos los productos o procesos� para lograr el incremento en la productividad general. A este respecto Giovani Dosi (1988), sugiere que �la din�mica innovadora depende m�s de los procesos de aprendizaje tecnol�gico que de los recursos disponibles y que estos procesos de aprendizaje tienen un car�cter acumulativo, sistem�tico y cultural (Aguilar, 2003:29).

Fig. 2.4. Naturaleza del proceso de innovaci�n


 


[1] Para este autor la innovaci�n tecnol�gica (o el cambio tecnol�gico), significa en esencia el empleo de recursos productivos en usos no probados hasta ahora en la pr�ctica, y su retiro de los usos a que han servido hasta ahora (Del valle, citando a Schumpeter, 1979:30).