El cambio tecnológico
Entre
los años cincuenta y los setenta, la idea corriente sobre el tema de la
naturaleza de la tecnología y de la transferencia de la misma planteaba un
esquema muy simple. La tecnología se consideraba como un instrumento que
permite avanzar linealmente por [las siguientes] etapas (investigación,
desarrollo, transferencia e innovación) hasta lograr la “soberanía
tecnológica”. Jasso, 1999:3
Esta idea sobre
el proceso de investigación y desarrollo para llegar a la innovación está
inspirada, fundamentalmente, en Joseph Schumpeter, economista y sociólogo
austriaco (1883-1950), quien logró gran influencia en el pensamiento
económico, fue él quién introdujo en el análisis, el concepto de
innovación para referirse al proceso de crecimiento económico mediante
la “destrucción creativa” que producen las mutaciones en el sistema
económico.
Señala que los
procesos de innovación están estrechamente relacionados con los ciclos
económicos, su epicentro se pueden localizar en ciertas industrias y, dentro
de estas industrias, en ciertas empresas a partir de las cuales las
innovaciones se expanden por todo el sistema económico (Rosenberg, 1982,
Freeman 1988 y Del Valle, 2000)
En este sentido al
explicar el concepto de innovación con base en la distinción schumpeteriana,
Carlota Pérez (1986) señala que:
La
invención de un nuevo producto o proceso ocurre en lo que podríamos llamar
la esfera científico técnica y puede permanecer allí por siempre. La
innovación es un hecho económico. La primera introducción comercial de una
invención la traslada a la esfera técnico-económica como un hecho aislado
cuyo futuro será decidido en el mercado. Si tiene éxito, según el grado de
apropiabilidad y el impacto que tenga sobre la competencia o sobre otras
áreas de la actividad económica, dejará de ser un hecho aislado. Lo que
más interesa es entonces el proceso de adopción masiva. La difusión es lo
que en última instancia transforma lo que fue una invención en un fenómeno
económico social (Del Valle 2000:29)
Fig. 2.2. No linealidad del conocimiento
El análisis de
Schumpeter por su sentido de perspectiva histórica, las distinciones
conceptuales entre invención, innovación y difusión, y su reconocimiento de
la importancia vital de los nexos entre las innovaciones
organizacionales, administrativas, técnicas y sociales; la manera de
concebir las innovaciones, como olas que producen “explosiones” y no como
movimientos suaves, la concentración de innovaciones en determinados
sectores y de su desigual distribución en la economía permiten sentar las
bases para el análisis de la innovación tecnológica a nivel macro, es decir,
en forma general y agregada.
Considera el
proceso de cambio tecnológico en un sentido amplio, como el elemento
propulsor del cambio económico, en un proceso discontinuo y a grandes saltos
que separa la innovación de la invención y de la difusión. Destaca solo los
grandes descubrimientos que se consideran innovaciones determinantes de los
cambios desde dentro de la industria, dejando fuera de su análisis el
carácter innovador de los pequeños hallazgos en la empresa (Del Valle
2000:28) , es decir, deja fuera del análisis la posibilidad de la innovación
cotidiana y endógena.
Esta interpretación
presenta tres limitaciones fundamentales: En primer lugar, se centró en
favorecer la oferta científico – tecnológica olvidando la parte de la
demanda del mercado. En segundo lugar, se descuida el hecho de que la
innovación no siempre se deriva de descubrimientos científicos, como se
puede apreciar en la figura 2.3, donde se puede apreciar que los
descubrimientos científicos, ciertamente, derraman conocimiento sobre la
tecnología, y puede concebirse como un gran recipiente de conocimiento, que
se alimenta por el flujo continuo del conducto de la investigación básica,
de vez en cuando algo del contenido del recipiente se extrae y se utiliza,
aunque nunca se sabe que parte del contenido será necesario.
Fig. 2.3. Conocimiento
científico y tecnológico
Por su parte, la
tecnología derrama sobre la ciencia nuevos desafíos, nuevas preguntas,
nuevos métodos e instrumentos, sin embargo, ambas son actividades
diferentes.
En tercer lugar, el
proceso de innovación no termina con la incorporación de mejoras
tecnológicas a la producción; más bien con ello se inicia un periodo de
aprendizaje tecnológico incremental comprendido como “las mejoras sucesivas
a las que son sometidos todos los productos o procesos” para lograr el
incremento en la productividad general. A este respecto Giovani Dosi (1988),
sugiere que “la dinámica innovadora depende más de los procesos de
aprendizaje tecnológico que de los recursos disponibles y que estos
procesos de aprendizaje tienen un carácter acumulativo, sistemático y
cultural (Aguilar, 2003:29).
Fig. 2.4. Naturaleza
del proceso de innovación
Para este autor la innovación tecnológica (o el cambio tecnológico),
significa en esencia el empleo de recursos productivos en usos no
probados hasta ahora en la práctica, y su retiro de los usos a que han
servido hasta ahora (Del valle, citando a Schumpeter, 1979:30).