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ISSN
16968360
Las materias de economía en la enseñanza secundaria:
una oportunidad para el desarrollo de las capacidades emprendedoras de nuestros
jóvenes
Francisco Javier González Álvarez
Jefe de Estudios y del Seminario de Economía
IES “Germán Ancochea” deTrives (Ourense)
javi@edu.xunta.es
RESUMEN
Hace poco más de una década que las materias de economía instalaron de nuevo en la enseñanza secundaria en España. Esta entrada en este nivel educativo, puede calificarse de muy tímida, habida cuenta de la escasa carga horaria que en principio se le reservó, y de la no inclusión en su ámbito de actuación de la ESO; habida cuenta de la importancia que unos buenos conocimientos económicos para cualquier ciudadano en la sociedad actual. No ocurre lo mismo en otros países europeos donde su estudio comienza incluso en el primer ciclo de primaria.
Por otro lado la patronal europea está pidiendo a los sistemas educativos que los estudiantes unan a las competencias básicas otras como el espíritu empresarial la capacidad de aprendizaje y la habilidad para mantener relaciones sociales.
Esto podría conseguirse haciendo que las materias intentasen desarrollar ya desde un primer momento las capacidades emprendedoras de los jóvenes. En este sentido se citan iniciativas institucionales como la que está llevando a cabo el Principado de Asturias.
Ver presentación Power Point, elaborada por AEDES, la Asociación Estatal de Docentes de Economía en Secundaria pidiendo que se implante una materia de economía básica en la Secundaria Obligatoria
Ver también,
en este mismo sitio web Currículo de Economía en Bachiller
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LA ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA EN LOS NIVELES NO UNIVERSITARIOS EN ESPAÑA
Para encontrar los comienzos de la enseñanza de la Economía en España, en los niveles no universitarios, habría que remontarse a 1876 con el plan de estudios de la "Institución Libre de Enseñanza", fundada por un grupo de catedráticos (entre los que se encontraban Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón), separados de la Universidad por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en materia religiosa, política o moral.
Ello los obligó a proseguir su tarea educadora al margen de los centros universitarios del Estado, mediante la creación de un establecimiento educativo privado, cuyas primeras experiencias se orientaron hacia la enseñanza universitaria y, después, a la educación primaria y secundaria.
Desde 1876 hasta la guerra civil de 1936, la ILE se convirtió en el centro de gravedad de toda una época de la cultura española y en cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando fuera de las fronteras españolas.
Testimonio de este vigor innovador es el elenco de colaboradores del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE), en el que aparecen figuras de dimensión internacional, como Bertrand Russell, Charles Darwin, Santiago Ramón y Cajal, Miguel de Unamuno, María Montessori, León Tolstoi, H.G. Wells, Rabindranath Tagore, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Azorín, Eugenio D'Ors o Ramón Pérez de Ayala.
Su fundador Giner de los Ríos creía “en el valor de los conocimientos económicos para crear una opinión pública solvente e informada”.
Pero no fue realmente hasta 1934 cuando se instaura la enseñanza de la economía en el bachillerato, en sus cursos sexto y séptimo, enseñanza que duró hasta el año 1938.
Desapareció durante los años posteriores de nuestro sistema educativo como una materia independiente y con entidad propia; escuchándose también desde entonces voces favorables a su retorno. Es conocida la intervención en su favor de Ramón Trias i Fargas en el Senado, en el año 1988, cuando interpeló al entonces Ministro de Educación y Ciencia José María Maravall, pidiendo una materia de Economía en la enseñanza obligatoria:
«...En estos días se ha podido decir que los protagonistas del año 2000 llevarán a cabo infinidad de actos económicos complejos y difíciles de entender y que, por lo tanto, si no hay un mínimo de conocimientos teóricos, serán intelectualmente inasequibles para la mayoría de los ciudadanos, y estos señores también llevarán a cabo en la sociedad del año 2000 esas actividades económicas que la caracterizan sin los conocimientos mínimos para ello. (...)
...A mí me parece (...) que se excluye de los conocimientos de Economía a muchos ciudadanos como químicos, arquitectos, etcétera, y no solo a ellos sino a los simples ciudadanos sin estudios mayores que, en definitiva, tienen que saber esas cosas.(...)
...Todos los ciudadanos deben saber un mínimo de reglas económicas (después, los que tengan vocación de investigadores o los que quieran dedicarse a las enseñanzas, etcétera, ya seguirán su curso), y tendrán interlocutores a todos los niveles sociales con un mínimo de conocimientos económicos.» (1)
Y fue finalmente en 1990 la Ley de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE), la que permitió ese ansiado retorno por muchos; solucionando de paso la marginación histórica sufrida. Convirtiéndose así de paso, la economía, en la última de las ciencias en incorporarse a la Educación Secundaria. Posteriormente, en el Real Decreto 1178/1992 de 2 de Octubre se establecieron las enseñanzas mínimas de bachillerato (decreto que ya ha sido modificado parcialmente varias veces).
Irrumpen de este modo las materias: “Economía” y “Economía y administración de empresas” en primero y segundo cursos respectivamente, de la opción B del bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales (Enseñanza Secundaria postobligatoria), como asignaturas de modalidad, de obligada elección. Pudiendo eventualmente ser cursadas como materias optativas por el alumnado del resto de los bachilleratos existentes; aunque esta es una posibilidad escasamente elegida en la práctica.
Esta reaparición en nuestro sistema educativo podría pues calificarse como de muy tímida, al quedar excluida de su ámbito de actuación la ESO (Enseñanza Secundaria obligatoria). Actualmente, en los currículos de Ciencias Sociales y Tecnología de este nivel educativo se aborda superficialmente y de forma fragmentada algún aspecto económico, pero estos contenidos se presentan como claramente insuficientes para garantizar el aprendizaje de unos conocimientos económicos básicos, que permita al alumnado su desarrollo ante las exigencias de la sociedad actual.
En efecto, la Economía se encuentra presente en todos los ámbitos de la vida actual de las personas:
• En el de la Economía doméstica, debido a que todas las personas debemos llevar un control de ingresos y gastos y tomar decisiones continuamente como consumidores.
• En el del Mundo laboral, porque la mayoría de la población trabaja o trabajará en una empresa y por tanto está interesada en las decisiones que tomen estas o sus trabajadores: contratos, nóminas, retenciones, políticas de empresa, ...
• En el ámbito de relación con el sistema financiero ya que los ciudadanos cada vez más hemos de tomar decisiones sobre productos financieros tanto de ahorro como de inversión (bolsa, planes de pensiones), o por necesidades financieras (préstamos, créditos, ...)
• Como contribuyentes debemos conocer y diferenciar los diferentes impuestos y el uso que se hace de ellos.
• Como ciudadanos nos interesa conocer y evaluar los programas económicos de los partidos políticos, y las decisiones de los gobiernos, etc.
• Además en todos los medios de comunicación hay una sección de economía por lo que disponer de cierto nivel de cultura económica permitirá conocer mejor el mundo que nos rodea.
Por otro lado los contenidos de estas materias forman parte de estudios que multitud de alumnado quiere iniciar en un futuro (formación profesional de las familias administrativa, comercial o turismo, estudios universitarios como Ciencias Empresariales, Economía, Administración y Dirección de Empresas, Sociología, Ciencias Políticas, entre otras…).
A cualquier persona le parecería inaudito si sucediese algo similar a lo que está ocurriendo con la disciplina de economía, en cualquiera de las materias tradicionales del bachillerato. No nos podríamos imaginar que un alumno cursara las carreras de Historia, Filología Inglesa, Ciencias Químicas, Exactas,... sin haber estudiado la materia correspondiente en el bachillerato.
Hay que apuntar también que cambiaron muchas otras cosas desde la irrupción de la LOGSE en España; sobre todo en lo que respecta a la manera en la que el profesorado de secundaria venía trabajando. Uno de los cambios fundamentales se produjo con la ruptura de la tradicional división física que hasta entonces teníamos, al existir centros dedicados exclusivamente la impartir enseñanzas de bachillerato y centros dedicados también en exclusiva la formación profesional. Hoy en día ya no se producen estas diferencias, al incluir casi la totalidad de los centros educativos en su oferta educativa, toda la variedad de enseñanzas que hoy la secundaria presenta (ESO, Bachilleratos, Ciclos Formativos, etc.).
La materia de Economía como tal, y otras relacionadas (contabilidad, derecho laboral, derecho fiscal, matemáticas financieras, etc.), se impartían en los citados centros de formación profesional, como parte del currículum de la familia profesional de administrativo. Quizá sea por este tradicional alejamiento “físico”, a los centros educativos que antiguamente solo impartían bachillerato, lo que sigue produciendo cierta incomprensión hacia la materia y sus necesidades, tanto por parte del profesorado mismo, como del alumnado y padres; lo que produce que su demanda en muchos centros, a la hora de formular la matricula sea bastante inferior que la de otras materias consideradas como “tradicionales” (latín, matemáticas, química, etc.).
Se aprecia por otro lado una evidente falta de decisión de la administración a la hora de potenciar su desarrollo, debido seguramente a que el momento que se escogió para introducirla, ha coincidido con una disminución demográfica y de reducciones de plantillas de profesorado. Además de la poca información que ha recibido sobre estas nuevas materias la sociedad en general, lo que ha generado un desconocimiento importante a nivel social sobre las mismas. Pocas personas tienen una idea clara de sus contenidos: ni los alumnos (que no cursan estas materias en la ESO), ni los padres, ni los profesores de otras especialidades, ni los profesores de Universidad... por no hablar de empresarios, periodistas... El desconocimiento es notorio y este hecho dificulta su consolidación, al no disponer (padres y alumnos) de la misma información sobre las materias de economía que en otras disciplinas.
LA ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA EN LOS NIVELES NO UNIVERSITARIOS EN OTROS PAÍSES EUROPEOS
No ocurre lo mismo en los sistemas educativos de muchos países europeos donde la economía se considera una enseñanza básica para el conjunto de la población. Por ejemplo, en países próximos a nosotros como Francia o el Reino Unido aunque no existe ninguna materia con la denominación específica de economía en la educación secundaria obligatoria, si existe la materia de “Educación cívica” con contenidos económicos y empresariales. En Noruega la materia de “Economía doméstica” se imparte ya desde el primer ciclo de primaria y también en la secundaria obligatoria. En esta última etapa, que se correspondería con la ESO en nuestro país, el número de horas de Economía doméstica es el mismo que de música o educación física, por ejemplo.
Por lo que respecta a la educación secundaria postobligatoria que permite el acceso a la Universidad. En Inglaterra no está legislada una distribución por materias ni horaria, sino que cada centro tiene la suficiente autonomía para crear su propia estructura y distribución de materias. Del mismo modo puede decidir a qué tribunal de evaluación presentará a sus alumnos en cada materia. Los alumnos disponen de 2 años para prepararse para los exámenes de las materias que haya elegido. Se aconseja que el primer año se preparen para examinarse de 5 materias obteniendo por cada una de ellas el diploma “GCE AS” para luego elegir 3 de las 5 de las cuales se examinará el segundo año para obtener los diplomas “GCE A level” también llamados “GCE A2”. Existe tanto GCE AS como GCE A de Economía y de Estudios Empresariales.
Francia
En Francia los estudios para obtener el título de Bachillerato constan de 3 cursos. Dentro del Bachillerato el segundo curso es común, y en el primero tienen que elegir entre cursar el Bachillerato General o bien el Bachillerato Tecnológico. En el Bachillerato General hay 3 modalidades o series: la lingüística (L), la de ciencias económicas y sociales (SE) y la de ciencias (S). La materia de Economía sólo está presente en el SE (con 5 horas por curso semanales).
Dentro del Bachillerato Tecnológico hay 4 itinerarios uno de los cuales se nomina Ciencias y Tecnologías terciarias (STT) y dentro del cual 15 horas por semana se dedican a los estudios de derecho, economía, gestión de empresa, ofimática, comunicación es decir a materias específicas del área.En el caso noruego el bachillerato puede estudiarse en 3 cursos ( 1 básico y 2 avanzados) o bien en 4 cursos (donde el tercero se sustituye por 2 años de prácticas en empresas).El primer curso es de carácter general y es en los cursos avanzados dónde los alumnos, de acuerdo con su orientación profesional y académica posterior, pueden elegir entre 15 tipos de los cuales sólo 6 permitirán el acceso a la universidad. El más solicitado es el de estudios generales y de empresa.
En este bachillerato "General y de empresa" las materias de derecho, economía y empresa son obligatorias y además para los que eligen específicamente el itinerario de empresa (y no el general) hay todo un abanico de materias especializadas (gestión comercial, materias administrativas y de transporte; publicidad; marketing: comercio de mercancías, ofimática, recepción y turismo, administración y dirección, contabilidad y organización empresarial).
Incluso en un país tan próximo a nosotros como Portugal incluye itinerarios en el nivel de secundaria como el Económico social, donde se pueden cursar materias como: Introducción a la economía, Introducción al desarrollo económico y social, Sociología, Introducción al derecho…(2)
PROPUESTAS DE MEJORA
Desde las diferentes asociaciones de profesores de economía que hay en España, como la Asociación Estatal de Docentes de Economía en Secundaria (AEDES) se proponen mejoras a este respecto. Son de destacar las propuestas formuladas por la associació d’ensenyants d’economia i empresa (3) en Catalunya que propugna la inclusión de materias de economía en todos los niveles de la ESO, además de una modalidad de bachillerato económico-social, y que incluiría entre otras cosas, periodos de permanencia en la empresa.
La patronal ha dado también pasos en este sentido, y así el diario Expansión se hizo eco el pasado mes de julio de la siguiente propuesta: «Unice, la Asociación que agrupa 34 grandes patronales empresariales de los países de la Unión Europea, presentó a Viviane Reading, comisaría europea de educación y cultura, un documento en el que se reunía propuestas para que en todos los niveles educativos del viejo continente respondan a las nuevas necesidades de las empresas y la sociedad del conocimiento.
De manera que los empresarios no piden a los sistemas educativos productos acabados, sino que los estudiantes unan a las competencias básicas otras como el espíritu empresarial, la capacidad de aprendizaje y la habilidad para mantener relaciones sociales.» (4)
En efecto la falta de un espíritu de empresa puede tener efectos muy negativos en cualquier país. Por ejemplo, ha sido citado por F. Simón Segura, como una de las causas del estancamiento de la industrialización en Francia durante el siglo XIX, en plena revolución industrial. (5)
A este respecto podríamos exponer también la situación actual con la que se encuentra el profesorado que imparte materias de economía en la educación secundaria. Los Decretos Curriculares Base (DCBs), constituyen los documentos guía la partir de los cuales desarrollan sus programaciones de aula.
Los contenidos, de carácter conceptual, procedimental y actitudinal, se presentan en ellos agrupados en bloques que no determinan la secuencia de enseñanza-aprendizaje ni establecen una relación temática concreta en unidades didácticas. Los enunciados con que aparecen los tres tipos de contenidos se consideran como epígrafes a desarrollar por ellos mismos, contextualizándolos de acuerdo con las características de sus alumnos y alumnas, así como con las de su centro educativo. Se trata pues, de un currículo flexible y abierto.
Con todo esto, los objetivos que se pretenden en el bachillerato y en sus diferentes materias son varios, así, además de orientar y preparar al alumnado para los estudios superiores y contribuir a su formación general, se debe consolidar en el mismo, una madurez personal y moral que le permita participar de forma solidaria en el desarrollo y en la mejora de su entorno social.
Por lo que respecta a la materia de “Economía” de primer curso, ésta introduce al estudiante en los conceptos básicos que permiten conocer y comprender el funcionamiento de los sistemas económicos. Se habla siempre que debe existir una fuerte motivación por parte del alumnado para poder iniciarse sin dificultad en el método propio de la economía y poder superar su nivel relativo de abstracción.
La materia de “Economía y organización de empresas” de segundo curso, se centra en la empresa como realidad fundamental de la estructura socioeconómica del mundo contemporáneo, y su objetivo es el estudio de la dimensión interna de la empresa, así como de sus relaciones con el entorno externo a ella. El alumnado entre otras cosas, debe enunciar con autonomía y creatividad, proyectos empresariales sencillos, integrando en ellos las diversas fases del proceso de creación de una empresa, anticipando los problemas y soluciones que surgen durante su desarrollo.
Con todo esto deberíamos tener en cuenta que solo se puede tener éxito en la labor de atraer jóvenes al estudio de la economía si se es capaz de motivarlos de tal manera que no perciban su aprendizaje como algo inútil, en el sentido de que les pueda servir en el futuro, incluso en el caso de que no continúen con sus estudios de bachillerato (como ocurre con otras materias como por ejemplo con las lenguas extranjeras). Esto podría conseguirse haciendo que las materias intentasen desarrollar ya desde un primer momento las capacidades emprendedoras de los jóvenes. Objetivo que se podría lograr de varias maneras:
ü Centrándose en torno a la realización del citado proyecto empresarial. Realizando actividades fuera del aula que consistirían en: asistencia a conferencias impartidas por expertos en sectores de negocio interesantes para la zona donde está enclavado el centro escolar; visitas a empresas relacionadas con los proyectos empresariales que se estén realizando; visitas a organismos oficiales para recabar toda la documentación y tramites necesarios para la puesta en marcha de la empresa en cuestión; salidas del centro escolar para (dentro de las posibilidades materiales de cada negocio en concreto) participar algunas horas, si es posible en alguna actividad relacionada con la empresa objeto del proyecto; realización fuera del centro escolar de pequeños estudios de mercados que nos den una idea más aproximada y de primera mano del sector seleccionado.
ü Proponiendo al alumnado la realización de pequeñas actividades productivas, de las que ellos mismos se podrían beneficiar si se diera el caso.
Hay que tener en cuenta que para poder realizar todo esto, los departamentos de economía de los centros de secundaria, necesitarían contar con una dotación presupuesta especifica y con una programación preestablecida para poder realizar las salidas citadas anteriormente, sin que estas sean consideradas extraescolares, por la problemática que esto supone.
INICIATIVAS INSTITUCIONALES DESTACABLES QUE FAVORECEN EL DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES EMPRENDEDORAS
Es de destacar el trabajo realizado en el Principado de Asturias en este sentido, donde se creó la empresa pública Valnalón (6), dependiente de la Consejería de Trabajo, como respuesta a la necesidad de favorecer perfiles emprendedores desde edad temprana.
La citada empresa está llevado adelante diversos proyectos como:
ü “Una empresa en mi escuela” (EME), desde el año 1988, proyecto dirigido al alumnado de educación primaria, en el que durante el curso escolar el alumnado crea y gestiona una cooperativa en la que fabrican productos (macetas, carteras, pulseras…), que venden posteriormente en una feria de su localidad una vez al año. Se intenta con ello desarrollar las capacidades emprendedoras, además de establecer una conexión entre la escuela y la empresa.
ü “Empresa joven europea” (EJE), desde el año 1999, proyecto dirigido a jóvenes de 15/16 años, en el que el alumnado durante el curso gestiona una cooperativa de comercio internacional, en la que intercambian productos con cooperativas de alumnos de otros países a través de videoconferencia; luego los venden en un mercado tradicional. Los beneficios se reparten entre ellos. Desde el año 2.003 es una optativa de 4º curso de ESO en el Principado de Asturias.
ü Llevan adelante otros proyectos como: Taller de empresarios, El oficio de emprendedor, Semillero de proyectos…
La Junta de Castilla y León acaba de proponer también una asignatura optativa en la ESO para el próximo curso escolar, que se denominará “Espíritu Emprendedor”
1 Extraído de las interpelaciones de Ramón Trias Fargas publicadas en Cortes Generales. Diario de Sesiones del Senado núm. 71 sesión plenaria del 12 de abril de 1988.
2 Extraído de la base de datos del programa Eurydice (www.eurydice.org) y (www.eurydice.org/eurybase/application/eurybase.htm).
3 www.xtec.es/entitats/eee
4 Expansión, 26-27 de julio de 2003
5 Simón Segura, F. Manual de Historia Económica. Madrid. Centro de Estudios Ramón Areces. 1992. Pág. 279.
6 http://eme.valnaloneduca.com